Partida Rol por web

Saga Germánica - Mater et Domina

La Posada del Cruce - El encuentro de los magos

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02/07/2012, 21:57
Director

Ha pasado ya algún tiempo desde que Flindebrand el Afortunado os fuera a buscar, uno por uno, a vuestras respectivas Alianzas y/o moradas. Hace pues algún tiempo que vuestros corazones arden de deseos de escuchar más. Flindebrand es un mago de renombre, archimago de Merinita para más señas, y no uno cualquiera, sino el más joven del que hay constancia. Aunque os llevará apenas 10 ó 20 años, aunque ya se sabe que la apariencia en un Merinita...

En cualquier caso, tras insinuaros (porque la insinuación es más poderosa que cualquier argumento) la creación de una Alianza muy especial, una destinada a marcar un antes y un después en la política del Tribunal, una que os llevaría a la gloria o la ignominia, sólo os pidió una cosa, una: que os reuniérais con él en la Posada del Cruce(1) el 30 de abril, el día de la noche de Walpurgis. Sin duda no fue casual. Sin duda os esperan grandes cosas.

La Posada del Cruce, un establecimiento grande y próspero de dudosa reputación en el que nunca faltan las historias. Su posadero, Friedich Gastgeber, aprendió de su padre la discreción y a aceptar una buena oferta viniera de quien viniera. así, Flindebrand topó con su establecimiento y el avispado posadero entendió lo que pretendía, poniendo el máximo interés en que todo fuera bien. Su hijo, Raolf Gastgeber, siempre atento a la llegada de visitantes/clientes, avisa cada vez a su padre de vuestra escalonada llegada, y el posadero se encarga de manteneros bien atendidos en una sala reservada lejos de las miradas de los mundanos. También ha dispuesto para vosotros habitaciones individuales en el extremo norte del primer piso, encargándose de que nadie más tomara habitaicones individuales, concediéndoos una intimidad que sin duda apreciaréis (y que probablemente le ahorre más de un problema).

Y en el reservado de la planta baja de la posada es donde vais llegando para comenzar la gran aventura de vuestra vida...

Notas de juego

(1) Una posada situada entre las ciudades de Lieja (al norte) y Verdún (al sur), entre la Picardía francesa (al oeste) y la Baja Lorena (al este) y a menos de 100 millas del corazón tanto de Flandes (al noroeste) como de la Campaña (al suroeste). Como se puede ver, realmente es una Encrucijada.

Por favor, id introduciéndoos. Una descripción de cómo y en qué condiciones llegáis y cómo os vais aposentando en la sala.

De Flindebrand no habrá ni rastro hasta bien entrada la tarde.

Sólo he puesto como destinatarios a los magos. Los compañeros serán introducidos en otra escena, la de la propia Alianza (la invierno)

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02/07/2012, 22:47

Saeros mareado por el viaje entra tambaleante en la posada y le dirigen a una sala con sitio para varias personas, una sala alejada de los demás sitios. Saeros está muy mareado, en cualquier momento se puede desmallar. se transforma en lince y se tumba en el suelo, esperando la llegada de los demás. Debí venir caminando.

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02/07/2012, 22:54
Wulf

Wulf entra en la posada, estos lugares siempre han sido tan... artificiales. La mueca de asco es evidente en su cara, nunca le ha gustado la sociedad humana en demasía, y parece que el sentimiento es recíproco. En seguida lo conducen hacia una sala.

Cuando entran, se puede observar a un joven maltrecho y desgarbado, con la melena sucia y despeinada y el rostro sucio, de la arena del camino posiblemente, lleva ropas hechas en su mayoría de cuero, y a su lado, una loba le sigue bien de cerca. Nunca se separa de ella.

Nada más entrar reconoce a un lince postrado en el suelo, ya se habían visto alguna vez, al menos, esperaba que fuese el mismo lince. La loba parece olfatearle y dar una vuelta sobre Wulf.
- Saeros?- Sin más palabras, Wulf se sienta al lado de Saeros, en el suelo, junto a la loba.

Intenta acomodarse en el suelo de piedra. Imposible.

- Grrr. Porqué demonios se empeñarán en hacer estos suelos tan duros?

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02/07/2012, 23:07

Levanto la cabeza Grrr, hola, creo que ya nos hemos visto antes. Agacho de nuevo la cabeza.

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02/07/2012, 23:13
Kalonymus

 

¡Saeros!  ¡Hombre!, digo lince, bueno, los dos! 

¡Tú, Wulff, ¿que tal?!  ¿Cómo están?                  -Hola lobuki-               ¿Inseparables tu y ella verdad?

Hace un año y un día que no sabía nada de ustedes.  ¿Por que estás tan mareado Saeros?  ¿Estás enfermo?  ¿Te consigo algún remedio?

mientras lo reviso a ver si está bien, le pregunto:  ¿Ha llegado alguien más? 

Flindebrando me dijo que nos convocaba para algo especial y me dijo que estarían involucrados los dos.  Buena razón para decir que si, ¿no creen?         Como en los viejos tiempos del cementerio de tus paisanos Saeros. 

-A ver, tomate este té de menta a ver si te recuperas un poco-    

Viendolos a los dos: Que gusto de verlos.

Oigan, y ¿saben algo más de lo que se trata la propuesta del archimago?

 

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02/07/2012, 23:20

Vaya, sois de las pocas personas en las que confío y estáis aquí que suerte. No me gusta viajar, prefiero ir a pie, me mareo mucho.

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02/07/2012, 23:57

Un tintinear metálico, lento y acompasado, anuncia la llegada de Ultramontano. Son los cascabeles de su báculo, que avisan de la presencia de un leproso. Aunque camina solo parece que no deja de susurrar en ningún momento; cuando se cruza con alguien por el camino calla, y se para, pero el hecho es que casi siempre son los tristes mundanos los que se apartan del camino, y no él, y eso le causa cierto placer.

Finalmente, sus pasos arrastrados y cansados lo llevan a pararse delante de la posada. Como no ve a nadie, y no quiere causar más revuelo de lo necesario, se sienta en un tocón a unos metros de la puerta, pone un platillo de madera delante suyo y, haciendo sonar los cascabeles una y otra vez empieza a pedir limosna, con una amplia sonrisa en su desfigurada cara. Al parecer, también disfruta con esto.

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03/07/2012, 00:25
Kalonymus

¿Que es ese tintineo allá afuera?

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03/07/2012, 22:27
Director

El hijo del posadero sale con presteza, pues es el encargado de vigilar la llegada de visitantes al establecimiento y su padre sin duda le pegará si se entera de que no se ha deshecho del leproso. Hay pocas personas más capaces que un leproso de ahuyentar a la clientela. Armado con un trozo de pan duro y de una larga vara, sale a su encuentro.

-Dios os tenga en su gloria, leproso, acompañadme a la parte de atrás y os daré este mendrugo -ofrece dubitativo el mozo... Y parece haber visto algo extraño en él, porque luego añade:

-Emmm, usted es, bueno, raro..., no sólo un leproso, ¿verdad? -pregunta intentando ser educado y logrando escasamente ser conciliador con un punto extra por el interés- ¿no habrá venido a una reunión? Sí, va a ser que sí... Por aquí.

Y le conduce hasta el reservado, al que se puede acceder directamente desde la parte de atrás de la posada, justo donde estaban.

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03/07/2012, 23:38

Saeros se sentía mucho mejor.

ve entrar a un hombre leproso entrar. Le llega su olor y Saeros no puede evitar alejarse de aquel olor a putrefacción que entró en sus fosas nasales, superiores a la de los humanos normales.

Humanos es lo único que pensó.

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04/07/2012, 03:17
Bastian Klinsmann

Bastian aparece caminando por la senda del bosque que le conduce hasta la posada del cruce. Un camino que ha recorrido muchas veces y al que esta acostumbrado aunque pocas veces se haya quedado a dormir dentro. La civilización no es de su agrado pero se ha acostumbrado a convivir con las dos formas que habitan en él, una humana y la otra animal.

Tan solo tiene que situarse cerca de la entrada y esperar. Un pájaro que le acompaña se acerca hasta la ventana de la cocina picoteando sobre un bizcocho recién salido del fuego y poco después aparece un muchacho con cara de enfado y una honda en la mano. Antes de que pueda cazar al pájaro este vuela hacía la posición de Bastian y el muchacho procede rápidamente a recibirle.

Instantes después bastian saluda al resto de los presentes y se acerca al fuego donde deja un par de ramas para calentar la habitación. La civilización nunca termina de gustarle pero ha aprendido a disfrutar de sus ventajas... aunque no pueda quitarse de encima esa sensación de incomodidad que le provoca estar rodeado por paredes.

Salve sodalis. Soy bastian de la casa bjornaer y espero aquí a Flindebrand. Como el resto de los presentes, supongo.

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04/07/2012, 07:06
Kalonymus

Oigan, -les digo en corto a mis amigos, bajando la voz- Esto de formar una Alianza con ustedes hace sentido.  Pero con gente nueva, que ni conocemos de antes, es como estar en una de esas citas a ciegas, como las que organizan las sadchanas en la sinagoga.  

¿Cómo vamos a decidir pasar toda nuestra vida con ellos si ni sabemos cómo son...? ¿O porqué lo decide Fildenbrando, por muy sabio que sea?  

¿En sus comunidades hay matrimonios arreglados?  -miro preocupado a mi alrededor, pero decido acercarme al leproso... 

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04/07/2012, 07:11
Kalonymus

Buenas tardes -digo tanto en Alemán Alto como Bajo- mi nombre es Kalonymus ben Shalom, seguidor de los misterios Merinitas, al igual que aquí mi compañero Wulf con su loba.  El lince es Saeros, nuestro gran amigo de la Casa Bjoarner.  ¿Se conocían de antes? 

¿Y vuestra merced -le digo al leproso-, de donde venís?  ¿Invitado quizá también de Fildebrando el Afortunado, o sólo pasando a descansar como buen mago por su camino?  

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04/07/2012, 08:49

Ultramontano sigue al joven hijo del posadero hasta el interior, con rostro ausente. Se sienta en una silla, después de mirar durante unos instantes a los presentes y soltar un seco "Salve, Sodalis".

Un bicho peludo en un rincón, un Merinita (o ex miscellanea, aún no lo tengo claro) tirado en el suelo, en posición aún más indecente que el Bjornaer, el rubio grandote y el moreno pequeñito, que parece el único que no va a empezar a hacer un nido en medio de la sala para ponerse más comodo. Me pregunto si Fildebrando nos ha reunido para fundar una Alianza, o un circo...

Cuando Kalonymus se dirije a mi en un idioma que no entiendo yo también le contesto en mi lengua materna:

- Quinci jomni de journata Cn cuassa da me tuota i ju bonduanza de puan e cua ju muor de fum

Al ver que no me entiende sonrío, con una mueca que da más repelús que otra cosa, y sigo en latín:

- Ah, perdonadme, Sodal, debería recordar que no todos los magos habláis mi lengua vernácula, y que sería mucho más educado por mi parte dirigirme a mis sodales en latín. Me llamo Ultramontano, seguidor de Tytalus, amado filius de Tea Aegrota de la misma casa. Y ahora, tened a bien repetirme lo que me habéis dicho, que no os he oído bien.

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04/07/2012, 09:16
Kalonymus

Por Cassandra, debí haber estudiado más Latín como me lo recomendó la parens: "Pura hada tú, de donde sacas ideas, nunca vas a cuadrar con los estudiosos cuando salgas de aquí".  

Bueno, a ver que tal sale:

Ubi sunt vobis a? Ambulans hospes?

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04/07/2012, 19:39
Wulf

Wulf enarca una ceja. Kalonymus había entrado. No es que no le gustaba ese hombre, pero hablaba por los codos. Wulf no podía decir lo mismo de Saeros, que aunque se parecía bastante en actitud a él, tenían algunas ideas distintas sobre la naturaleza. No le podía culpar, no había visto las maravillas que él había podido observar en su corto tiempo de vida.

Wulf acaricia a la loba y sonríe mientras habla Kalonymus. Al poco rato entran dos hombres más, de la casa Bjornaer y Tytalus. Y por cada uno que no conocía, la loba emite un ligero y pequeño ladrido. Wulf le acaricia la cabeza con cada ladrido y mira a los recién llegados desde el suelo. Tiene suerte, Kalonymus les presenta, así que se puede ahorrar de levantar su voz.

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06/07/2012, 00:26

La puerta se abre de nuevo, y dos nuevos visitantes se añaden al variopinto grupo. La mujer, con el rostro medio oculto debajo de una capucha de viaje, viste ropas de cuero viejas y gastadas, y sus pies pisan pesadamente el suelo, desnudos. El hombre que le acompaña, vestido de forma parecida, musculoso y con tez tactiurna, se acerca un poco más a ella, con gesto protector. Ella mira a su alrededor, con una sonrisa en la cara, y al no ver a nadie conocido se dirige al posadero.

- Disculpe... estoy buscando unas personas con las que me parece que tenía que reunirme aquí.

El posadero, tras examinarla más detenidamente y fijarse en el cabello que asomaba debajo de la capucha, abre los ojos y le indica el camino del reservado. Desheret se acerca al hombre que le acompañaba, le abraza, acerca su cara a su oreja, y le murmura unas palabras. El hombre asiente, y separándose de ella, va a sentarse en una mesa alejada, mientras la mujer entra en el lugar dónde el resto de los magos esperan. Les mira contenta, retira su capucha, dejando ver un mechón de pelo de cristal brillante que le crece entre su pelo, y que le da un aspecto extraño, y se presenta, con voz grave.

- Salve, sodales. Soy Desheret ex Miscelanea, filia Tornos ex Miscelanea. Parece que nuestro anfitrión aún no ha aparecido.

 

 

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06/07/2012, 04:26

El atroz latín del merinita no deja de divertir a Ultramontano. Una mueca, medio sonrisa, se pasa por su rostro, pero antes de que pueda contestar entra en la habitación Desheret. Después de que ésta entre el Tytalus se yergue un poco ayudado por su bastón, hace un amago de reverencia, y vuelve a sentarse pesadamente.

- Perdonadme, señora, si no me levanto más, pero mis huesos, o lo que sea que me mantiene en pie y sostiene mis visceras, está agotado. Bienvenida. ¿habéis tenido un buen viaje?

No sé si Fildebrando ha estado muy acertado al juntarnos a todos en un sitio como éste... demasiados magos, demasiado extraños, demasiado cerca de mundanos...

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06/07/2012, 10:19
Kalonymus

Se equivoca señorita, si he llegado.  Soy yo Fildebrando, sólo que transformado por las hadas.  Me burlé en uno de sus caminos de un judío mercader y me han metido en su cuerpo para que sepa de lo que se trata lo que sienten al mofarnos de ellos.  

Ahora he olvidado todos sus nombres de ustedes y el secreto de esta Alianza que quería formar.  Me temo entonces que su primera tarea será ayudar a que regrese mi memoria y mi mentem a mi cuerpo,  -miro triste al suelo- doquiera que este esté ahora...

-le hago un gesto a Saeros y Ultramontano para que me sigan la corriente-

Notas de juego

Ja ja, reto de metajuego.  Io no le puede decir nada a Desheret, ja ja.  

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06/07/2012, 14:00
Bastian Klinsmann

Bastian escupió la copa de vino que estaba bebiendo sobre el fuego y se puso a reír descaradamente.