Partida Rol por web

¿En verdad ha sido Njord quien se ha puesto en contacto conmigo? Tengo mis dudas al respecto y si así fuese creo que más que una visión de lo que podemos hacer es una prueba para ver si somos capaces de decidir bien en nuestros viajes, como si tuviesemos que sortear diferentes pruebas antes de llegar a nuestro destino.

Me termino de levantar y me dirijo hacia Harald con cierta sensualidad en mis movimientos para intentar cautivarle.

-Si es así y Njord se ha puesto en contacto con nosotros dos... ¿Por qué no ha hecho lo mismo con Yngrar y el supuesto gallo?- miro de reojo a nuestro líder, sin duda es muy gallito. -Yo os voy a decir lo que pienso. Creo que la Dama de Escarcha nos está poniendo a prueba, quiere que nos separemos y no vayamos todos juntos hasta su hogar. No entiendo por qué Njord va a querer mandarme contra Lyngbakr si esta es una de sus criaturas y al conocerla bien será una muerte casi segura. Yo digo que sigamos adelante y si es deseo de los dioses que ayudemos en su misión a este hombre...- poso mi mano sobre su torso suavemente mientras le miro directamente a los labios. -...nos hará encontrar al lobo y al gallo como en mi visión se produjo o se pondrán en contacto con ellos como ha hecho conmigo y con Harald.- miro a Vlödi pícaramente mientras sigo cercana al naufrago, quiero ver que decide, quiero ver su reacción ante mi acercamiento al extraño. -¿Por qué no vienes con nosotros mi Harald? Veremos si nuestro dios se vuelve a poner en contacto con nosotros.

A Yngrar la actitud de la scalda no le gustaba en absoluto, era mejor no cuestionar los designios de los dioses y mas si se encontraban en su territorio.

Mirando a la scalda dijo - Por la distancia que hemos recorrido ahora, aun estamos lejos de la bruja, así que seguramente no llegue hasta aquí su poder. En el caso de que la visión provenga del mismísimo Njord, dudo que hacerla caso omiso nos haga algún bien y menos mientras nos encontremos en su territorio. Ademas de esto, vuelvo a repetir que en cuanto a tu visión, el mas parecido al gallo de entre nosotros es Ivar ya que al igual que el gallo, es propio de la granja, - miró a Ivar - sin intención de ofenderte. Claro está que sin embargo todo queda a disposición de nuestro líder, Vlödi. - Hizo un gesto con la mano señalándole.

Me acerco a Vlödi y le digo en voz baja -Tranquilo joven Vlödi, ningún jarl que se precie toma una decisión en estado de ira. Debes considerar todas las posibilidades y escuchar a los que te rodean, en especial a Helmi. Creo que es una prioridad descubrir que representa el gallo, Helmi hizo referencia a su orgullo. Puede ser que seas tu Vlödi, si lo pensáis Harald aporta el conocimiento sobre la bestia, Helmi es nuestro lazo de unión con los deseos de los dioses, tu otorgas las experiencia en tácticas y mando y por último Ygnar tiene la fiereza y la fuerza que ninguno de los demás poseemos. Se prudente mi futuro jarl, te seguiremos sea cual sea tu decisión- Me alejo de Vlödi para dejarle pensar tranquilo y no quitarle protagonismo cuando declare su posición al grupo.

Al sentir el juego de la skalda el rudo hombre de mar la dio un manotazo apartándola visiblemente ofendido

-¡¡NO OSÉIS TRATARME COMO A UN MARINERUCHO DE TRES AL CUARTO, MUJER!! ¿OS HACÉIS LLAMAR SKALDA? ¿ACASO PENSÁIS QUE NJORD, UN VANIR, TIENE ALGO QUE VER CON UN MONSTRUO QUE CONSUME  LA CREACIÓN DE LOS DIOSES Y TODO LO QUE MORA BAJO YGGDRASSIL? Y NO ES LYNGBAKR, NO LLEVA NINGUNA ISLA A SUS ESPALDAS!!.

Respirando profundamente y relajando su tono volvió a hablar un poco más calmado pasados unos segundos

-Yo no voy con nadie, conmigo que venga quién quiera. Mi misión en la vida es esta, y el monstruo se ha ido en dirección contraria a la que vais. 

El duro hombre se dirijió a Vlödy 

-El gallo es un animal de granja... que yo sepa, como dice vuestro Feral puede que sea... como os llamabais- Señala a Ivar- Ivar... eso era. Si la visión se refiriera a vos como dice vuestro consejero, imagino que sería un cuervo... ya que como intuyo estaréis advocados a Odhin y Odhin tiene dos cuervos y dos lobos... no gallos

Su tono de voz se calmó aún más

-¿Osaríais contrariar al dios del mar en su propio terreno? Más os vale que Yggr os guarde bien si es así...

Habló al fiero guerrero feral 

-Parecéis sensato, y nadie os escucha. Estaré encantado de tenerte conmigo.

Los marinero dan los últimos retoques a la embarcación, la cual ha sido parcheada lo necesario mientras los héroes discutían con el marinero. 

Osvif rompió su silencio y soltando el timón, previamente asegurado, se levantó y se acercó a sus compañeros dirigiéndose primero al joven hijo del jarl.

-Mi señor, vos debéis atender a vuestra misión, no distraernos y ir a cumplir para con nuestra aldea y nuestro Jarl. Ahora, como dice este hombre, no quisiera ser yo quien contraríe al dios del mar en su terreno... Ni ninguno de mis hombres la verdad. En cuanto a lo de la bruja de escarcha... Yngrar tiene razón, es poderosa... pero no creo que sus poderes lleguen tan lejos...

Mientras habla veis como toca compulsivamente un amuleto con forma de ballena que cuelga de su cuello. El resto de los hombres de la tripulación esperan una respuesta también.

-Joder- exclamó el hirdman ya harto de toda esta situación, y ya empezaba a arrepentirse de haber venido. Había jurado obedecer a su señor, e indirectamente al hijo de su señor, pero aquello era el caos. Tenían una misión que cumplir, una importante misión que cumplir, y sin embargo se desviaban ante el más simple cambio en la marea. Le importaban los dioses, pero si algo tenía claro, es que no había claridad en todo ello, por el bien la skalda podría estar mareada y haber alucinado todo aquello. Y si fuese verdad, quien les garantizaba que no estaba equivocada.

-Seguir a este hombre nos llevaré en otra dirección señor Vlödi; si los sueños de su padre son ciertos debemos darnos prisa y cumplir nuestra misión, pues de no hacerlo y fracasar por satisfacer alucinaciones y la sed de muerte de este hombre, tendrá usted que regresar y plantar cara a su padre por haber decidido no cumplir su palabra. Y eso si regresamos con vida, recuerdo lo que este hombre dijo, solo el sobrevivió-.

Vigfus sabe que nos encontramos ante una difícil decisión, hacer caso a los dioses y perder a 3 de los nuestros o enfurecerlos y arriesgarnos a ser devorados por la bestia blanca. Pase lo que pase tiene una cosa clara, esta decisión nos esta separando emocionalmente y tiene que solucionar eso. Se acerca a Hunkel y poniéndole la mano en el hombro le dice -Pase lo que pase nada nos separará al señor Vlödi a ti y a mí de nuestra misión, hemos jurado lealtad y moriremos si hace falta. Confío en tus dotes para la batalla más que nunca-

Después avanza hasta Helmi y le pregunta -Tu eres quien ha tenido las visiones ¿Crees que es prudente separarnos?-

Al sentir el empujón de Harald mi primer impulso hubiese sido acercarme a él y cortarle el cuello, así se acabaría este juego de machos alfa queriendo seguir su plan pero decido ser más práctica y fingir que caigo a la cubierta dramáticamente.

-Necio... Nadie osa tratar así a una valkyria, veremos si cuando mueras piensan que eres lo suficientemente honorable como para ir al Valhalla.- sueno fría y viperina en mis palabras para que sienta que me ha humillado y se confíe, ya tendré mi venganza más adelante.

-Mi sabio Vigfus. A las palabras de mi visión me remito... Cuando la criatura embistió la embarcación y quedamos en el agua la voz me dijo: Sin vosotros nunca lo logrará, sin él nunca sobreviviríais. Esto nos podría hacer pensar que se refiere a Harald pero lo dudo cuando el es uno de los cuatro que formamos el grupo, el león marino. ¿A quién debemos ayudar para lograr su propósito? ¿Quien nos ayudará a sobrevivir?- hago un silencio para pensar bien en como decir las cosas. -La criatura nos engullirá irremediablemente, nos sumiremos en la oscuridad y quien sabe si sobreviviremos. En ese momento la voz otra vez apareció: Solo los cuatro podréis conseguirlo... ¿Queréis decirme que hay alguien en el interior de la criatura y debemos rescatarle? ¿Es eso Marinerucho?- le pregunto al naufrago. La historia en verdad cada vez sonaba mejor en mi boca cuando me imagino ser parte de ella, cada vez me siento mejor con la idea de seguir a ese hombre. -¿Qué pensáis vosotros de la visión? Tan inteligentes que os creéis.- me encaro un poco a la tripulación que me mira con cierta guasa o pena.

Escucho a todos atentamente, sobretodo al consejero, y callo mientras medito siguiendo su consejo. Entonces oigo cómo la skalda se autoproclama valkiria, y suelto una pequeña carcajada a la vez que enarco una ceja en gesto de confusión. ¿Ella una valkiria? ¡Ja! pienso para mis adentros.

Finalmente digo: -Bueno, aclaremos esto. Se plantea la opción de que Helmi, que está aquí principalmente por voluntad propia, Ivar, que si no me equivoco en su caso sucede algo similar, e Yngrar, se embarquen con este hombre. Yo, y otros aquí presentes, ya hemos recordado el cometido que nos ha traído aquí. En caso de aceptar, bien podrían solo ir ellos tres y el resto seguir nuestra misión. La otra opción es declinar la oferta y seguir todos nuestro rumbo. Así que ante estas dos opciones, entiendo los pros y los contras de ambas. Dicho lo dicho, mi única orden es que estos tres que han sido invitados a ese camino se plantéen a modo personal si quieren quedarse con Harald o no, y dado que sería ridículo que algunos de vosotros tres lo hiciérais y otros no, debéis estar de acuerdo entre vosotros tres, y decidir qué es lo que vais a hacer por vosotros mismos. El resto seguiremos nuestro camino, eso seguro. Así que solo os queda acordar qué haréis vosotros tres, los implicados. ¡Osvif, prepara el barco para recuperar rumbo! En cuanto estos tres se decidan partiremos, con ellos o sin ellos.

-Creo que ha quedado claro que de gallo no tengo nada. -Musitó el hombre del arado de manera seca y directa tal y como era su estilo. Hacía apenas unos instantes dedicó una media sonrisa de agradecimiento a no de sus compañeros que parecía compartir su opinión. -He venido por lealtad a mí señor así que si éste dispone que ayude al naúfrago, obedeceré. -Pero no me quedaré por voluntad mía ni por el de una bruja. -Su pensamiento lleno de desprecio ante la skalda presuntuosa no fue pronunciado, sin embargo parte de éste quedó patente en la mirada que la dedicó brevemente antes de devolver su mirada a su señor.

El hombre, visiblemente agotado, miró a la escalda

-No creo que haya nadie dentro de ese ser... nadie vivo por lo menos.

Yngrar miró atentamente a todos los presentes. La misión que le había sido encomendada era proteger a Vlödi y se le presentaba una difícil decisión; o marchar con él y protegerle de un peligro inmediato o abandonarlo para ir con Ivar, Helmi y Harald para matar a la bestia y prevenir que les atacase y complacer también a Njord. Tras pensar detenidamente un rato decidió y mirando a Vlödi dijo:

-Mi misión es protegerlo joven Vlödi y para ello creo que decido quedarme con Harald. Espero que mi compañero de armas Hunkel y vuestra propia habilidad sean mas que suficientes para acabar con aquello que les amenace mientras no esté, pero evitar que la bestia le pueda atacar será mi misión ahora y mejor si cuento con la ayuda de un experto marino, ademas seguro que la scalda y el granjero se guardan algún as bajo la manga hahahaha- Yngrar rió mientras daba unas palmadas en el hombro de Ivar- Espero nos encontremos en nuestro destino todos de nuevo.

Tras esto, cogió sus trastos y los dejo el el barco de Harald y se sentó en el navío esperando la respuesta de la scalda.

Miro con escepticismo a Harald, seguramente también al resto de acompañantes ya que no creo que vayamos a conseguir vencer a una criatura marina. A Yngrar por el contrario le veo de forma diferente, creo que sabe como probablemente acabe todo esto pero le da igual, él quiere proteger a su señor y dará la vida por ello. Aunque no comparta este designio lo veo honorable y y digno de admirar.

-Si Yngrar decide ir, iré con vosotros. Tengo que cantar sus hazañas ya que los dioses lo agradecerán y le recibirán como merece en el Valhalla.- realmente no tengo que coger nada de la embarcación de Vlödi por lo que simplemente permanezco al lado del luchador feral.

-Eso sí, aviso. No me dais miedo ninguno de vosotros dos.- digo señalando con mi mirada a Harald e Ivar. -Bien gallito. Tú qué dices, ¿vienes? Tu señor te está dejando elegir libremente, como un buen líder hace.- de vez en cuando hace falta alabar la labor de un "superior", ya que nunca se sabe cuando se le va a necesitar.

-Calla mujer. -Espetó señalándola con el dedo mientras gotas de saliva salieron disparadas de sus labios. -Nadie ha pedido tu opinión. Sólo la de mi señor que por éste he venido.

Su mano derecha descansaba en la cintura sobre el hacha de mano que colgaba de ésta.

Cuando Yngrar habla y decide me quedo mirándole seriamente, intentando no mostrar ninguna emoción, pero dificilmente puedo ocultar la decepción y el rencor. Recuerdo las palabras de Harald diciendo que la bestia ha ido en dirección contraria a la que vamos, pero no lo digo. No estoy para nada de acuerdo con ese argumento que ha dado de "protegerme", pero no lo digo. Igualmente me decepciona la partida de la scalda, y en este caso me entristece, pero tampoco lo digo. Simplemente miro a Ivar y le contesto con notable sequedad: -Mi opinión ya la conoces, por mí haz lo que te plazca. -entonces me doy media vuelta, claramente ofendido, y paso a organizar la continuación de la marcha intentando olvidar todo esto, a la vez que pienso que Yngrar ya no pertenece a mis hombres, ya no es compañero de armas, y si algún día quisiera y pudiera volver a serlo no voy a mostrarme conforme. -¡Vamos muchachos! ¡A vuestros puestos! ¡Debemos continuar! -grito a los marinos de mi barco. Al rato me acerco a mi consejero, Vigfus, y parado a su lado le murmuro sin mirarle: -¿Crees que he hecho lo correcto?

Desde que Vlödi decidió ayudar a aquél naufrago Otrygg había permaneció al margen de la discusión tallando descuidadamente un viejo trozo de madera con su cuchillo, aunque deliberadamente cerca de los hombres de Vlödi, no fuera que el viejo lobo de mar de Ösvif le tratase como a uno de los ociosos miembros de la tripulación y le mandase a la tediosa tarea de reparar el Snekkjar casi hundido sin recibir nada a cambio.

El naufrago mentía, evidentemente; todos los hombres mienten para su propio beneficio y este pretendía ganarse el favor de Vlödi con una historia para asustar a los niños de cuna, seguro que para no admitir que había estrellado su nave contra unas rocas por torpeza o embriaguez. O eso era lo que pensaba hasta que la skalda comenzó a retorcerse por la cubierta con los ojos en blanco como si estuviera embrujada. De la impresión, Otrygg se apartó de un salto que casi le hace caerse por la borda. No le gustaba la brujería, la temía y respetaba igual que a los vientos huracanados y a los truenos de thor. Las runas eran distintas, podía entender su significado porque eran el lenguaje de los dioses, pero las maldiciones y los encantos eran algo desconocido a lo que siempre había que mirar de reojo. De hecho, si no hubiera sido por la profecía del jarl y su orden de que les acompañase ningún hombre le habría convencido de embarcar rumbo a encontrarse con una bruja de las tierras heladas.

Durante la discusión por la visión de Helmi el silencio de Otrygg fue sepulcral, no atreviéndose a decir nada hasta que por fin llegaron a una decisión; parecía que con el naufrago se irían Helmi e Yngrar, y quien sabía si Ivar les acompañaría también. Aquello le tranquilizó, con la marcha de Helmi todas sus brujerías se irían con ella. - Dejad que se vayan. - exclamó Otrygg sin disimular su alivio - Que busquen a su monstruo blanco. Si todos ellos han sido señalados por un dios o demonio, que se alejen, y cuanto antes mejor. De un modo u otro será ventajoso para los demás. -

El temible Feral y la atribulada skalda se quedan a bordo "Del Hendidor" mientras la tripulación del barco de nuestros héroes vuelven a sus puestos preparados para continuar con su viaje. Ivar queda dudando aún unos instantes ante las palabras de su señor. Pero ha de decidirse ya pues Ösvif esta ladrando ordenes para preparar la marcha... 

Ivar se sintió decepcionado ante aquel gesto por parte de su señor... Confiaba en que le reclamaría dado que cuantos más hombres mejor iría aquella empresa. Sabía que no tardaría en lamentar su decisión no obstante... Su propio orgullo el cual era del mismo volumen que su propia terquedad le hizo decir sus palabras.

-Entonces parece que seremos cuatro. -Cuatro que brindaremos pronto en el Walhalla- Dijo no con mucha decisión mientras miraba al naúfrago. Se había opuesto a llegar allí y sin embargo allí se había quedado, con un hombre maldito por los dioses. Una bruja de la que no tenía nada bueno que decir e Yngrar quién al menos había tenido un trato afectuoso con él.

El hombre mira como todos los marineros regresan a su barco y con él solo se quedan tres personas. Mirando a Helmi intentó articular una tímida disculpa.

-Siento lo de antes. A veces me dejo llevar por mis emociones. No volverá a pasar. 

Saludó al otro barco con la mano y lanzó su voz al viento

-Muchas gracias por la ayuda. Intentaré devolveros a vuestros compañeros lo antes posible.

Miró a Ivar.

-Mira, no se si puedo decir algo que te reconforte, pero recuerda las palabras que dijo tu compañera; Sin vosotros no lo conseguirá, sin él no sobreviviríais... No se que me habrán deparado las nornas, pero estaría más tranquilo si embarcases con nosotros.

Acto seguido empezó a moverse por el barco preparando las velas y el timón para volver a surcar los mares hacia su destino.

-Ivar, ayudame a preparar la vela. Yngrar, recoge el ancla.

En pocos minutos el barco estaba navegando renqueantemente por el mar, con las velas henchidas y tres nuevos miembros. 

Ösvif esperó hasta que todos estuviesen a bordo y empezó a bramar ordenes.

-VAMOS¡¡ !!VOLVED A SOLTAR LA VELA¡¡ !!LEVAD EL ANCLA¡¡

El barco ante la falta de viento necesitó la ayuda de los remeros que pusieron la nave en movimiento. El Destino de los hombres volvía a ponerse en marcha...