Partida Rol por web

Sangre y Lujuria en la Antigua Roma +18

Cuestión de fe (Celdas) (Cap 2)

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21/01/2021, 23:50
Livia Octavia Prima

-No somos rivales ni fuera ni dentro de la arena, señora Cornelia, disculpeme si mis palabras dieron a entender otra cosa. Es solo que hay muchos aspectos de ella que no me resultan agradables ni correctos, cree que puede cambiar las reglas a su antojo solo usando su terquedad como arma y no entiende las cosas más simples.- Livia permanece de pie, tomando un sorbo de su copa de agua, sin hacer ruido al beber ni al tragar- Si, la verdad es que quería preguntároslo desde hacía unos instantes...¿Porqué estudiar algo que te expone a tanta desgracia y muerte? Dudo que a ningún pater le guste la idea de que su hija estudie...y mucho menos ese conocimiento tan cercano a la...fealdad. Yo no me enfrenté a la muerte hasta que no la tuve en mis brazos y ojalá nunca haber pasado por ello, aunque me haya hecho más fuerte, lo cambiaría todo por ahorrármelo.Y sin embargo vos...vos decidisteis ir hacia ese...eso ¿por qué?

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22/01/2021, 08:19
Elia Cornelia Plancina

Me giro despacio en el sofá para mirar a Livia, mientras ordeno mis ideas. -Cuando era niña, en las calles de Roma no habían perrillos cojos ni gatos tuertos. Cuando salía de casa, si me cruzaba con alguno, mis criados salían corriendo para atraparlos, porque esas eran las órdenes que la pequeña Elia le gritaba desde su litera. Les llevaba a casa, les daba de comer, los lavaba, hacia venir a un veterinario del anfiteatro...y cuando se recuperaban, los muy ingratos se escapaban, jajaja. Supongo que los criados tenían órdenes de mi madre de librarse de ellos pasados unos días. Mi padre pensaba que sufría de alguna debilidad mental-

Recojo la copa aunque sin beber. La giro despacio en las manos. -Después, cuando crecí, fueron humanos cojos y tuertos. De esos hay abundancia. Con la complicidad de la que era mi esclava de cuerpo, me escapaba e iba al templo de Esculapio. No sabían quien era, no me habrían dejado ponerme a trabajar como una criada. Aprendí observando, y cuando convencí a uno de los sacerdotes pude pronunciar mi juramento. Ni siquiera mi padre se atrevería a hacerme incumplir un juramento sagrado- Apuro la copa y la acerco para que la rellene. 

-Lo que hizo fue casarme y enviarme a Egipto. Mi esposo era fácil de convencer, puedo ser muy persuasiva en la intimidad. Su flamante esposa pasaba los días aprendiendo de médicos griegos y siendo cariñosa por las noches. Me conmueve el sufrimiento ajeno, me produce incluso malestar contemplar el dolor. Tengo la necesidad de aliviar a los que sufren.. Soy autoritaria y exigente, como ya has visto, si debo ordenar un castigo lo hago, como es mi obligación, el deber está por encima de los sentimientos...me inicie en el sacerdocio de Mercurio en parte por devoción, y en parte como excusa. No es extraño que una patricia sea sacerdote, y me permite atender a mis enfermos sin dañar mi dignidad-

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22/01/2021, 12:14
Livia Octavia Prima

La esclava atiende a la historia de Elia con interés recordando cómo eran esos tiempos de tener sirvientes y recibir mandatos de unos padres preocupados por el estatus familiar. Ahora todo ese asunto de la reputación quedaba tan lejos que parecía que fuera otra vida, una que en realidad no extrañaba y que era más hermosa cuando solo te contaban lo que se veía desde fuera.

-Tuvisteis suerte con vuestro esposo entonces, un hombre permisivo o quizás debidamente centrado en su trabajo. Pero tomasteis muchos riesgos saliendo al templo de Esculapio, podríais haber contraído enfermedad o alguien podría haberos hecho mal. Y sin embargo vos solo pensabais en remediar el dolor ajeno y en calmar vuestra sede de conocimientos. Fuisteis muy valiente e inteligente.- concede la romana sin necesidad de utilizar un tono adulador porque estaba sinceramente impresionada por su historia- no hay mucho patricios capaces de ver más allá de sus propias narices, cuanto menos correr ningún tipo de riesgo por algo que no les beneficie directamente. Al menos los que yo he conocido. Incluso yo misma era así.-reconoce poniéndose algo reflexiva.- pero...¿Porque venir a un ludus? Aquí sufrimiento y dolor hay a mares sin duda pero de alguna forma es parte de nuestro trabajo, lo aceptamos y crecemos con ese dolor. No es como que nos azote la injusta enfermedad. ¿Entonces habéis venido aquí solo de visita a vuestra amiga? 

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22/01/2021, 12:33
Elia Cornelia Plancina

-Camila me ha invitado a quedarme una temporada. Así también evito volver a casa y enfrentarme al inacabable desfile de pretendientes, y también puedo recibir a quien me apetezca sin dar explicaciones, soy sacerdotisa de Mercurio no una virgen Vestal.. Tengo tiempo de sobra para encontrar un marido insatisfactorio en todos los terrenos y dilapidar mi fortuna en pasatiempos. Y tienes razón en lo correr riesgos. La inexperiencia es la semilla de la imprudencia, aunque la mano protectora de la fortuna me ha acompañado siempre.. eso y la devoción de mi esclava, que no me quitaba ojo de encima, ni apartaba la mano de la daga que ocultaba entre sus ropas-

-Una esclava eficiente me preguntaría si quiero descalzarme..​​​​​-Digo en tono burlón mientras desvio la mirada hacia mis pies. 

-No me disgusta este sitio aunque posiblemente vomitaré cuando vea una pelea real.. después coseré los cortes, recompondré huesos o despediré a los moribundos. Y escucharé, siempre escucharé. Mi escuela me enseña que escuchar al doliente es el primer paso en su recuperación. Soy extraña, lo sé. Una patricia que se comporta como tal, y lo disfruta, pero que pasa noches en vela para curar a un mendigo si es necesario. La muerte y el dolor nos iguala a todos al final.. pero solo al final-

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22/01/2021, 20:04
Livia Octavia Prima

La esclava se ruboriza ligeramente ante la sutil llamada de atención y deja su copa de agua en la mesita, apresurándose a arrodillarse a la altura de los pies de la patricia: 

-Disculpe señora ¿Desea que la descalce?- pregunta en tono algo avergonzado por haber olvidado algo tan evidente. En caso de respuesta afirmativa obedecería sin perder un instante, colocando las sandalias con cuidado junto al triclinum. Si por contra en realidad Elia no deseaba desnudar sus pies, Livia asumiría que la sacerdotisa la había puesto una vez más a prueba y permanecería allí arrodillada pero de manera desenfadada y relajada apoyando una mano en el suelo y quedándose, en cualquiera de los casos, recostada de lado.

-​​​​​​-No soy yo quien para juzgar a una mujer que huye de un matrimonio, es solo que me llamaba la atención que una persona como vos gustase de las luchas de gladiadores, más ahora ya entiendo su punto de vista. Entonces ¿entiendo que deseáis también ocuparos, al menos durante el tiempo que estéis aquí, de las heridas y la salud de todos los esclavos?

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22/01/2021, 21:02
Elia Cornelia Plancina

-No es necesario, gracias Livia- en respuesta a su pregunta. -La obligación de descalzar a la Domina sólo existe durante las comidas, si no es que es una nueva rica incivilizada que come con zapatos. En cualquier otro caso puedes preguntar o esperar que se te indique-

Apoyo la cabeza en una mano mientras juego con la trenza con la otra. -Tarde o temprano me casaré de nuevo. Desearía un anciano y bonachón senador, con la energía justa para follarme un par de veces al mes. Miraría al techo y de vez en cuando le diría oh si, por Jupiter ​​​​. Así el buen hombre iría por ahí feliz como un semental y me dejaría tranquila con mis lecturas y mis pasatiempos y todos me dejarían en paz- Contesto con un tono que deja evidente que estoy disfrutando de la conversación. 

- Me ocuparé de aquellos que me lo pidan, con el permiso de su dueño, aquí o en cualquier otro lugar. Me gustaría, por supuesto, pero no depende de mi-

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22/01/2021, 22:02
Livia Octavia Prima

-Os envidio por lo fácil que se os presenta la vida, señora Cornelia...estoy segura de que su alta cuna y su posición de sacerdotisa pueden proporcionaros el marido que deseéis sin dificultad.- dice la romana- ¿Puedo preguntar...qué fue de su esclava de cuerpo? Habláis muy bien de ella, tanto que no puedo sino imaginarme que algo malo debió ocurrir para que no os acompañe en estos días...algo malo o algo muy bueno, que todo podría ser.- se atreve Livia alzando un poco las cejas para observar su respuesta, aunque en parte temía haber llegado demasiado lejos con sus preguntas.

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22/01/2021, 22:48
Elia Cornelia Plancina

-Fue liberada. Al casarme no era apropiado que me presentará con ella en casa de mi esposo, no me pertenecía a mi si no a mi padre. Se le permitió usar el cognomen Plancina, se le busco un marido adecuado y se la premió con una dote para casarse. Es lo habitual cuando la Domina deja de ser niña y se casa. No sólo me vestía Livia, era mi confidente, dormía conmigo y me protegía. Si algún mal me hubiera ocurrido bajo su cuidado, se esperaba de ella que se cortara las venas para expiar su reponsabilidad. Estudio la reacción de Livia a lo que le explicó, prestando especial cuidado. 

- Una pariente mia se acostaba con quien le apetecía. Patricios y esclavos pasaban por su cama. Su esclava, ya algo mayor, asistía a estos encuentros sentada en una silla, sin perder ojo, con una daga envenenada, preparada para apuñalar al amante por si este intentaba dañar a su señora. Como ya te he dicho, una esclava de cuerpo recibe toda la confianza y entrega toda su lealtad - 

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22/01/2021, 23:20
Livia Octavia Prima

-Si, lo entiendo...es lo mínimo cuando dedicas tu vida por entero al cuidado de otra persona...si, debe ser una relación muy especial, casi más pura que el amor, desde luego más desinteresada. Vuestra esclava de cuerpo...y la de cualquier patricia debe ser la sombra de su ama, con todo lo que ello conlleva. Yo nunca tuve nadie tan cercano, tenía siervas claro, pero no a ese nivel...Hace rato que he dado por hecho que mi estatus o nivel económico no era ni la sobre del de su familia, señora Cornelia. Y ahora...aquí estamos, justo donde los dioses nos han puesto.- reflexiona con una sonrisa pensativa, sin rastro de amargura, casi parecía divertida- Y bien...entonces ¿Qué esperáis de mi, señora? Ojala mi vida solo consistiera en agradaros, ojala fuera ese mi deseo y vos pudierais concedérmelo... pero no es este caso. Y dicho esto...- Livia alza una mano y sus dedos pasan a milímetros por encima de la piel de Elia, sin llegar a tocarla, pero casi se podía sentir por el calor que emanaban su piel- ¿que...se espera de mi, señora? ¿Cómo puedo complaceros?

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23/01/2021, 00:19
Elia Cornelia Plancina

-Aún no sabes qué deseos puedo conceder- Miro la mano de Livia pasando fugaz, mientras dibujo una media sonrisa. -Tienes el privilegio de tocarme, eso me complacería. No soy tu Domina, así que no puedo ordenarte que me complazcas.. pero puedo permitirtelo ¿sabrás complacerme? Ya te he dicho que soy muy exigente - 

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23/01/2021, 00:45
Livia Octavia Prima

-Vos exigente y yo con deseo de demostrar cuántas cosas sé hacer...dentro y fuera de la arena, un romano debe ser útil en todo lo que los dioses le requieran...y yo no soy menos...- posa la mano en la suave piel de Elia, pero no lo hace con un tacto violento, sino con la dulzura de quien toca el pétalo de una flor con respetuosa adoración, se embelesa con el instante de la sensación de piel contra piel, la una tersa, cuidada y hermosamente pálida y la otra ya algo lacerada por el tacto de la arena, pero conservado aún la suavidad en su textura y sobre todo, en sus maneras que la definían, ante todo, como una mujer de noble sangre y porte.

Livia pasa las yemas de sus dedos por la zona del gemelo de la patricia, bajando hasta el tobillo, donde acaricia la sensible articulación, pasea por el talón de Aquiles y vuelve sobre sus pasos con la gracia de una arpista, deshaciendo el recorrido con un somero toque, destinado a erizar la piel y a encender los sentidos. Y poco a poco, con mucho atrevimiento, Livia empieza a alzar la mano que toca a la sacerdotisa y llega por encima de su rodilla, removiendo el vestido a su paso, deslizándose por debajo con la lentitud de quien disfruta cada instante de lo que hace.

La esclava se incorpora ligeramente, avanzando su cuerpo por detrás de los intrépidos movimientos ascendentes de su mano, hasta que la gladiadora queda, igualmente, de rodillas, mas ahora se halla incorporada sobre éstas de manera que su cabeza queda a la altura del vientre de Elia y considerablemente más cerca por lo que se permite el lujo de cerrar un poco los ojos e inclinarse para besar la rodilla de la sacerdotisa, un beso que, sin ser casto, no se haya libre de cierta devoción, deseo contenido y adoración.

-¿Esto la complace, mi señora Elia?

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23/01/2021, 08:16
Elia Cornelia Plancina

Recibo las caricias con un perceptible estremecimiento en la piel. El delicado toque me produce un agradable cosquilleo acompañado de una cálida sensación allí donde pasa. Paso la mano con lentitud por su brazo, disfrutando del tacto de su piel, ascendiendo hasta el hombro y acabando al dejar la mano en su mejilla, que acarició levemente con el pulgar.

-Eliana.. Mi nombre íntimo es Eliana.. Puedes usarlo cuando me acaricias-

Recorro su cuerpo con la mirada sin ningún pudor, apreciando las formas y el tacto que esconde su ropa. -eres hermosa Livia, una extraña combinación de fragilidad y rudeza que me resulta excitante-

Retiro mi mano despacio y me tumbo sin dejar de mirarla a los ojos, con una sonrisa de satisfacción que anticipa las agradables sensaciones que espero. 

-Complaceme-

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23/01/2021, 09:28
Livia Octavia Prima

La esclava empieza su ascenso por el cuerpo de la sacerdotisa, besando y acariciando su piel con las yemas de sus dedos allí donde la ropa se lo permitiera, no apartandola por el momento. Cuando la patricia se tumba, la gladiadora trepa por el diván hasta situarse sobre ella, un poco de lado con sus rostros muy juntos y el codo apoyado en un lado de ella. El cabello le caía en cascada sobre el hombro izquierdo y parecía hacer de cortina de intimidad entre ambas.

Eliana...es hermoso. Lo recordare...y también lo de tres partes de agua...no olvidaré nada de lo que aprenda de ti...Eliana.- musita con un suave susurro, ligeramente ruborizada por sus palabras. La mano atrevida que estaba recorriendo su figura empieza a llegar hasta el codo de la mujer, subió por su hombro y llego hasta su cuello, pasando a su nuca y acaricia su nuca- ¿No tienes miedo? ¿Es cierto eso del puñal bajo la almohada?- pregunta con un osado tono divertido.

 

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23/01/2021, 11:42
Elia Cornelia Plancina

-¿miedo? Ladeo la cabeza, para mirarla de frente. -No, no te tengo miedo. Podrías matarme ahora mismo,cerrar tus manos en mi cuello y apretar. ¿Para qué Livia? He sido generosa y amable, y mi muerte seria la tuya, aunque es un pobre consuelo. Ambas ganamos más si seguimos vivas...y si, es cierto, guardo un puñal bajo mi almohada- Apartó un poco su cabello para verla mejor. 

-Lo guardo porque aún no tengo una devota criada, que me proteja, que duerma conmigo y sea mi confidente-

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23/01/2021, 12:10
Livia Octavia Prima

-​​​​​​Bien, me alegro que no me consideres estúpida. Sería poco inteligente, creo que nos ayudaremos mucho más estando vivas siendo...generosas y buenas la una con la otra.- susurra y toma su mano para llevarla a sus labios donde la besa con delicadeza, sin babosearla de forma desagradable sino casi como una cálida caricia con los labios entreabiertos- tu necesitas alguien que te proteja...y yo también...aunque sea de maneras diferentes. Puedo ocuparme de mis enemigos de la arena pero no puedo protegerme de que el jefe de la guardia desee matarme a latigazos. Sin embargo si tú cuidas mi espalda...yo sin duda cuidaré la tuya...- y se vuelve a inclinar sobre la sacerdotisa para comenzar a besar su hombro, subiendo hasta el cuello, pasa a la oreja la cual muerde muy suavemente apenas un roce con los dientes al tiempo que su mano libre vuelve a bajar por su figura, dibujando patrones circulares en la piel descubierta hasta llegar al final del vestido...momento en el que emprende el camino de vuelta solo para levantar ligeramente el vestido y acariciar por fuera las ingles y el monte de Venus. 

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23/01/2021, 14:10
Elia Cornelia Plancina

​​​​​​No puedo evitar reír ante las palabras de Livia. -¿Estás negociando conmigo?  Dejo que juege con mis dedos, que sus labios me recorran el cuello cerrando los ojos -no seas imprudente, no negocio condiciones.. confianza y lealtad... dejo escapar un suspiro cuando sus dedos llegan a las partes más sensibles. -despacio.. ¿Quieres arrancarme un si?.. Apoyándome en los codos hecho la cabeza atrás, dejando que sus dedos empiecen a generarme un húmedo calor. -Cuidaré de ti si me apetece, si me resultas útil, si estoy contenta contigo.. Y tu cuidaras de mi porque así lo quiero..cuando sepan que disfruto de tu compañía, lo pensarán antes de ofenderme-

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23/01/2021, 15:24
Livia Octavia Prima

La esclava se muerde el labio inferior pero parece agradarle las palabras de la patricia, incluso parece reírse un poco:

-No me atrevería a negociar con una sacerdotisa de Mercurio, no soy una comerciante tan ambiciosa...- añade guiñando un ojo, se recoloca sobre la mujer, echando su cabello hacia atrás para que no estorbe y utiliza su brazo izquierdo para extenderlo junto a la cabeza de Cornelia y servir de apoyo mientras que la mano derecha comenzaba a inspeccionar los húmedos interiores de la sacerdotisa, un territorio sin duda vedado solo para las más dignas compañías.- De hecho justamente eso quería decir...cuando me vean junto a vos, cuando vean que la protejo y que la sirvo, un ataque a mi persona podría interpretarse como un intento de dejarla a usted desprotegida...y por extensión a la domina. Y lo mejor es que vos no debéis mover un sólo dedo...tan solo juzgar si cumplo con mis funciones y satisfago sus caprichos...- aclara mientras acomoda su mano, estimulando sus labios menores y finalmente lo abre con el índice y el corazón para que su pulgar llegue a su joya del placer, pulsando sobre ella, rozando y pasando al lado para preparar el terreno.- Dadme unos minutos y seguro que os arranco un si...y luego otro...Eliana...-atrevidamente la romana se inclina y habla con sus labios muy cerca de los de ella, lanzándose a besarla con cierta timidez, como si un beso fuera algo más grave o íntimo que todo lo que estaba ocurriendo en su entrepierna. Pero si no obtiene rechazo pronto su beso pasa de tímido a lujurioso y pasional respirando fuerte por la nariz, aumentando su calor, abrazando sus labios con los de ella, introduciendo un poco la lengua, pero no de manera invasiva, tan sólo como si pidiera permiso.

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23/01/2021, 16:18
Elia Cornelia Plancina

Voy acomodandome a la mano de Livia, abriéndome despacio a sus caricias, dejandome llevar por los pequeños pellizcos de placer que empiezo a sentir. Saboreo sus labios y pasando los brazos por su espalda, llevo una mano a su nuca, hundiendo los dedos entre su pelo y apretandola contra mi, miéntras devuelvo el beso con más pasión, uniendo mi lengua a la suya, aspirando su cálido aliento. 

-Me incomoda la ropa-

 

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23/01/2021, 20:46
Livia Octavia Prima

-A sus órdenes...- musita la romana y deja suavemente de acariciar la intimidad de Elia para tomar con ambas manos el vestido que antes le ayudó a ponerse y se lo saca cuidadosamente por la cabeza y, cuando el vestido está abandonando el rostro de la patricia, Livia la vuelve a besar de improviso buscando sorprenderla con renovada lujuria aprovechando que quizás la señora no se lo esperaba en ese preciso momento.

Sonríe un poco con los labios pegados a los suyos mientras ahora sus manos libres tras colgar el vestido de la madera del diván, empieza a recorrer ambos lados de la figura de la mujer, pegando sus manos a ella con firmeza pero sin fuerza en realidad, solo buscando un contacto completo y fue bajando...bajando las manos...bajando su cara...empieza descender besando su barbilla...su cuello...posa sus labios entre los pechos de la sacerdotisa y sus manos sobre los pezones de ella, se dedica unos largos minutos a masajear y besar y lamer toda aquella sensible piel, estimulando los pezones hasta que éstos se ponen duros como puntas de lanzas.

-Tenéis un cuerpo esculpido por Vulcano, Eliana...

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23/01/2021, 22:44
Elia Cornelia Plancina

La gladiadora muestra una iniciativa y un descaro impensable en una esclava corriente. Es refrescante, imprevisible y enciende mi deseo. Su lengua y labios y sobretodo sus manos, que me empiezan a arrancar suspiros, a acelerar la respiración mientras juega con mis pechos.

Muevo las caderas, intentando abrazarla entre mis piernas, sentirla entre mis muslos, buscándola con hambre, rozar mi sexo contra ella. Y mis manos libres, una buscando su carne tibia para acariciarla y la otra reteniendola, para que la extasiante tortura de sus labios  se prolonge. 

- adorame entonces.. estoy en tus manos.. ¿Cuantos síes vas a arrancarme?