Partida Rol por web

Titus ya se rio junto a los otros dos. Drust sonando mas fuerte. “Ahi tienes una buena estrategia, provocar a tu rival. Que mientras te cuenta su historia le apuñalas.” dijo este con Drust haciendo el gesto como un cuchillazo al estomago.

“Eso es bueno, me gano una apuesta conocerte de antes.” comento Titus mientras asentia a tus palabras, tomandolas con mas seriedad. “Sigue asi. Que lo rebelde es mas atractivo para una guerrera, que sumisas son las siervas.” Vio tu brazo en su cadera. “Claro. Vere luego de agradecerte.” dijo con total complicidad y un tono que decia que repetirian lo de la pileta.

Spurius se encogio de hombros y asintio finalmente. Cuando parecia que te contaria mas los cuatro notaron como unos tres guardias se les acercaba.

“Soenya. La domina exige tu presencia.” dijo mirandote y luego a los demas. Por un momento notaste el enfrentamiento de miradas entre ambos grupos.

Río ante los comentarios de Titus negando con la cabeza - Me gustan más las muertes directas en batalla que los cuchillos entre sombras... - Miró con cierta picardía a Titus - Si, aunque aún no me conoces del todo... - Le guiñó un ojo cómplice - Soy una esclava pero también una guerrera... Por lo que agradezco la oportunidad de seguir luchando y no haber terminado en un lupanar... - Acaricié muy ligeramente el trasero de Titus - Por supuesto, sé que lo harás... - Dijo devolviéndole la indirecta.

Justamente en ese momento aparecieron los guardias y tras escuchar sus palabras se mordió el labio inferior, como si tratara de contener su lengua. Había prometido no causar problemas y es lo que iba a intentar...

- Por supuesto... - Dijo con voz seria mirando con frialdad al guardia y acompañándolo no con cierta desconfianza. 

“Te señalaba una posible muerte en la arena, que aun sea algo sucia esta permitida.” comento sonriendo. “Lo que pase en las sombras es otro tema.” dijo encogiendose de hombros.

Titus te miro con deseo, se notaba que quisiera hacerte un monton de cosas aunque no estuvieran en privado. Solo sonrio mas cuando sintio que acaricias su firme trasero. “Es una promesa. Ya veras...” dijo acercandose a tu oido y pegandote una lamida.

Pero la situacion cambio rapido con los guardias. Estos asintieron cuando aceptaste venir con ella y saliendo de en medio de los gladiadores fuiste con ellos. Fueron por uno de los multiples pasillos del lugar sin pasar por el comedor.

Los guardias se habian acomodado con uno adelante y los otros dos estando detras de tus hombros. Lo suficiente separados para que no sintieras su toques pero igual sin dejarte mucho lugar. “Veo que te haces amigos facil.” dijo el que iba adelante.

Un escalofrío recorrió su cuerpo ante las palabras y la lamida de Titus - Te tomo la palabra... - Le contestó guiñándole un ojo antes de marcharse con los guardias.

Caminaba con ellos, seria y atenta pues no se fiaba para nada de ellos, después de todo sabía que le guardaban rencor. No los culpaba, ella hacia lo propio con ellos... 

No dijo nada a sus palabras pues caminaba tensa, alerta a sus movimientos, a sus acciones y a donde pudieran llevarla. Pues, como siempre, se fijaba bien en los lugares por donde la llevaban... 

Entendias porque no pasaron por el comedor, era mas complicado. Pero luego de eso te parecio que estaban tardando lo suyo en ir a la oficina de la Domina, yendo por un pasillo y luego otro. Sentias que te estaban llevando a otro lugar o te estaban alejando de los demas.

Fue mientras pensabas eso que notaste a los guardias atras tuyos lanzandose contra ti para agarrarte de los brazos. Aunque tenias una oportunidad de esquivarlos a ambos.

Mis pasos eran cada vez más firmes, mi cuerpo se ponía cada vez más tenso y algo en mi instinto me decía que algo no iba bien, que no podía fiarme de aquellos hombres... Y entonces, lo vi...

Por el rabillo del ojo observé como los guardias que iban tras de mi tensaban sus músculos y en apenas unos segundos se lanzaban sobre mi a intentar cogerme... me moví rauda, un giro de mi cuerpo y un rápido movimiento de mis pies evitó que me agarraran...

Podría golpearles, podría correr pero entonces la Domina seguiría sin fiarse de mi...

- ¡Socorro! ¡Ayuda!

Grité con todas mis fuerzas mientras me preparaba para volver a esquivar a los guardias y salir corriendo hacia el comedor, o al menos, hacia el camino más corto a la oficina de la Domina. 

Los guardias quedaron algo sorprendidos al no poder tomarte por sorpresa, pero rapido se repusieron bloqueando tu salida hacia atrás. Mientras el que estaba adelante se dio vuelta rapido con una porra en su mano.

“Sigue gritando y te rompere la boca.” te amenazaba, mostrandote como tenia un arma en su mano y la levantaba contra ti.

Si tu grito habia llamado en algun momento la atension de alguien no quedo claro pero nadie aparecio. En ese pasillo delgado donde estaban con dos atrás y uno adelante no habia un lugar claro donde ir. Sabias el camino al comedor pero estaria cerca la oficina de la Domina o te habian llevado a un lugar totalmente distinto.

Cansado el adelante fue por un golpe contra ti.

De nuevo sus movimientos eran claro, la forma que tenían de coger sus armas, de mirar y moverse les delataban, por lo que cuando vio como aquel guardia alzaba su arma contra ella hizo un giro sobre ella misma esquivando su golpe y aprovechando la fuerza del giro para darle un empujón sobre su pecho.

- ¡¿Acaso habéis olvidado lo que hice con el jabón?! ¡Tocarme otra vez y os partiré la cara y os arrancaré la polla!

Dijo alzando la voz y gritando, buscando atraer la atención de más gente y mirando cuál era el mejor lugar para salir corriendo. 

Si bien el hombre del arma quedo chocando contra la pared y sorprendido que se la devuelvas de alguna forma los demas avanzaron sin temer. Habia una ventaja que parecia darles valor, la idea que fueran mas que ella y estuvieran armados les daba valor. Incluso el hombre que empujaste se acomodo rapido.

“Animate zorra...esta vez no tenes a ninguna puta pelirroja para defenderte.” dijo otro de ellos, uno detras tuyo.

Se encontraban tratando de rodearte de nuevo. Pero ahora tenias un espacio para irte, para adelante donde habia estado el tipo que amenazaste.

Mierda... 

pensó para sí misma mientras recordaba que si algo tenían los jodidos era que eran una piña, que estaban acostumbrados a trabajar en grupo y que amenazar a uno no era suficiente, había que amenazarlos a todos... 

Aún así, no eran muy perspicaces y en su intento de amedrentarla habían dejado el espacio suficiente para escapar... Hice un amago de ir a golpear de nuevo y así aprovechar para salir corriendo hacia el hueco que habían dejado libre. 

Aprovecharía ese hueco para buscar el camino hacia la zona de entrenamiento, algún lugar en donde escuchara voces o donde viera a alguien que no fueran guardias o esclavas... 

La germana corrio por su vida o por lo menos para evitar una golpiza grupal por parte de los guardias. Por eso habia aprovechado la ocasión y ahora mismo ignoraba los gritos para que se detenga de los guardias, los cuales empezaron a correr hacia ella.

El pasillo daba a varios lugares, dividiendose en dos pasillos diferentes al llegar a una sala que parecia de descanso pero no habia nadie presente en ella solo unos sillones romanos.

Por un lado escuchaba un ruido de alguien viniendo hacia el lugar aunque no podia ver quiene era y por otro habia un silencio. Cual decidiría ir?

Corrió, esquivando los diferentes obstáculos pero tras el entrenamiento y el sol estaba cansada. Aún no había terminado de acostumbrarse a aquellas temperaturas y eso le pasaba factura en su estado físico. 

Al llegar a la sala continuó por el pasillo por donde se escuchaba venir alguien, después de todo mejor tener testigos... 

Si bien ella estaba cansada, los guardias no parecian muy listos para correr tras ella, por lo que conservo una buena distancia con ellos. Al doblar hacia el pasillo con sonido siguio un buen rato hasta que se encontro con un grupo importante.

Noto primero a Marcia, una sirvienta que habia conocido en el comedor antes. Luego a un niño vestido como romano y finalmente un par mas de guardias. Todos se sorprendieron al verte correr asi. "Detente!" te grito uno de los que tenias adelante mientras la sirvienta trataba de abrazar y cubrir al joven, el cual miraba todo curioso.

Se detuvo al llegar ante aquellas personas, mirando a Marcia con ojos suplicantes.

- Ayuda... Por favor... Me dijeron... Me dijeron que la Domina requería mi presencia pero... Pero me llevaban por otro sitio... Tengo miedo de... de lo que puedan hacerme... Por favor... Ayuda... 

No sabía si estaba usando las palabras adecuadas y aunque ella normalmente no usaría algo así parecía que en aquel lugar tenían otras reglas y tendría que adaptarse a su nueva vida hasta poder escapar de ella... 

Marcia se te quedo mirando sorprendida, no tenias que ser muy perceptiva para notar que no se esperaba que la germana hiciera eso. Por otro lado o mas bien detras los romanos que te seguian hicieron presencia deteniendose tambien aunque aun habia distancia contigo.

“Como?” pregunto sin intender y luego vio al joven. “Ella dice que la llevaban con la domina, es eso cierto?” pregunto a los hombre sin demasiada autoridad en su vos. Sabias que era una sirvienta cercana a la Domina pero no sabias como estaba en la jerarquia romana.

A quien mirabas observandolo todo era al joven, que te miraba a ti y a los guardias de atrás.

Los guardias miraron a la mujer, poniendose serio y empezando a moverse con pasos lentos hacia ti. “Si, la veniamos llevando y se escapo. Queria escapar del ludus.” comento uno de ellos obviamente mintiendo.
 

Entonces el chiquillo aparto un poco los brazos de Marcia. “Pero la oficina de la Domina queda para el otro lado del ludus. No por aquí.” comento el joven con una voz mas clara que Marcia y que los guardias. "Estan equivocados." les dijo casi como una acusacion.

No conocía a aquel muchacho pero por sus ropas debía ser alguien con recursos. Además, iba acompañado de la esclava cercana a la Domina y además, le recordaba a su hermano... A aquel que había dejado atrás... 

Miró a Marcia y al muchacho, con una mirada de agradecimiento que no era nada habitual en ella.

- Gracias... ¿Domine? - Miró curiosa al muchacho, pues no sabía si con alguien como él se debía usar aquella palabra también y se notaba por el tono de su voz, como si no supiera si la estaba usando correctamente - ¿Por qué querría escapar? Estoy marcada y no conocer la ciudad... Además, aquí ofrecerme batallas, sangre y arena... Y prometí a Domina que me comprotaría... - Miró en todas direcciones guardando el camino en su mente para que no volvieran a engañarla - ¿Puedo regresar a la arena a continuar con entrenamiento? Si la Domina realmente no desear ver, considero que mi lugar debe estar en la arena y no aquí...