Partida Rol por web

Cuando reculas notas como el te toma de tus hombros y con un movimiento empuja mas adentro de ti introduciéndose mucho mas .La sensación es mas que placer, es mas allá de una experiencia religiosa, es como el y tu os volvierais uno unidos en cuerpo y alma. Por encima del sentimiento carnal. 

Te empuja más haciendo fuerza adentro en el cuello de tu utero notas como lo abre dandote una sensación que notas es como un millón de truenos y tormentas recorriendote. Te das cuenta que se ha dedicado tanto a ti sabiendo tanto como estimularte que notas todo mucho más cada movimiento, cada palpitación o fuerza. Sientes como el golpea la entrada de tu utero tu cervix esta totalmente estimulado y preparado, tu cuerpo es como una esponja que no puede dejar de chorrear ante cada movimiento dentro de ti.  

Y con el movimiento final que llega tan profundo, con fuerza lo notas. Acompasado con tus orgasmos, sientes a la guerra temblar en ti, sus palpitaciones en tu cuello son como tambores de batalla que te hacen vibrar su tamaño aumenta abriendo el cuello te ha estimulado tanto que notas todo muchísimo más, con un placer enorme.  Y en un momento notas como el calor surge de su miembro llenándote a la vez que tu llegas al orgasmo como esperándote. Notas el calor y una sensación de complicidad y bienestar entre ambos como si en un segundo os hubierais vuelto uno solo.  

El muerde tu cuello con ferocidad como una bestia cazadora con hambre pero despues de ello. 

Te acerca a el , te abraza por la espalda, besa tu cuello  y te acaricia notas cariño en sus gestos. La bestia que hace unos momentos te llevaba a los campos eliseos con un dolor que era placer ahora parecia preocupado por ti. Te giro y acaricio tu mejilla y tu pelo. Empieza a fijarse en tus latigazos, en sus mordiscos , sus arañazos o cualquier daño que peudas haber recibido preocupandose por ti. 

Acaricia tu mejilla con cariño mientras te mira a los ojos directamente. -Me ha gustado mucho, estas bien mi princesa guerrera?-sonrie

Livia termina por correrse en un interminable y sonoro orgasmo, su sexo tiembla y se contorsiona como el agua de un estanque al que se ha lanzado una piedra. En este caso era la incesante guerra que había alcanzado y destruido toda la resistencia de la romana, dejándola tan vulnerable, vacía y frágil como una cáscara de huevo partida.

Pero una sonrisa plácida se dibujaba en su semblante y, cuando Mars la maneja para abrazarla, Livia se recuesta sobre él, toda su bravura parecía haberse perdido o más bien, era como si su fiera interior ansiosa de lujuria, dolor y pasión se hubiera dado pos satisfecha, al menos por ahora. Sus músculos temblaban muy ligeramente, pero no era de frío sino del placer residual del orgasmo reciente.

La altiva romana se había quedado sin su armadura, ni la fe ni el orgullo la mantenían de pie ahora, tan sólo los brazos de el sacerdote la sostenían en una posición más o menos digna...aunque ello no parecía importarle a ella.

-Si...si estoy...muy bien...¿Princesa guerrera? - se ríe un poco y acaricia la barba de Mars elevando la cabeza un poco- ¿Esas palabras también te las inspira Marte?

Mars te mira a los ojos  mientras acaricias su barba. Juega con tu pelo y sonrie. Su mirada es intensa pero a la vez con cariño.Sus brazos te rodean abrazandote con la calidez de su cuerpo.

-No-niega con la cabeza.-Desde que he entrado por esa  puerta y he visto tus ojos,  solo me has inspirado tu. Ningun dios, emperador, ni mortal, solo me atrapo esa mirada azul como el zafiro y salvaje como una loba.-dice mientras te toma del rostro despacio para probar tus labios poco a poco casi como acariciando el momento y uniendo su lengua a la tuya, para siempre

La romana se recuesta contra el sacerdote, abrazando los brazos que la abrazan, su respiración se calma y corresponde al beso con dulzura y también cierta sorpresa por sus palabras:

-Señor Mars...por favor no juguéis con los sentimientos de una esclava.- le dice en un tono que, aunque no es lastimero, si que es un poco amargo- No habléis cosas que, cuando salgais de aquí, ya no sentiréis y es normal. Me conformo con que recordéis mi nombre y mi fe, pero sentimientos mayores... sé que no habéis de albergar los para mi. Y está bien. Es lo correcto.-no hay pena en su voz, solo un profundo sentimiento de calma, tal vez intentará convencerse a sí misma, tal vez estaba luchando para no dejarse arrastrar por las hermosas palabras de Mars. Ella debía recordar cuál era su lugar y no hacerse castillos en aire.

Notas sus labios calidos y dulces como la miel al contacto con los tuyos. Escucha lo que dices con gesto tierno pero decidio, mirandote a los ojos acerca sus labios a tu oido y susurra. 

E' un mondo difficile 
e vita intensa 
felicita' a momenti 
e futuro incerto 

-Pero esto es roma la libertad se puede ganar, el pasado se puede vengar y la redención está en tus manos. 

Su voz suena segura con determinación como de que conseguirás todo ello. Acerca sus labios a tu marca y la besa con cuidado. En un gesto de cariño. Sus manos acarician las tuyas y las toman, tras lo que toma el cordón que usas para hacer tu coleta y lo ata a su muñeca. 

-Haya donde vaya te llevare conmigo, tu recuerdo, tu mirada, el olor de tu piel, la ferocidad de tu espíritu. Lo que siento no acabara en el umbral de este lugar vendrá conmigo allá donde este, sea en esta vida o en la otra.-dice mirandote a los ojos. 

No sera hoy ni quizas mañana pero se que lograras tu libertad, mi princesa guerrera.-termina en un tono mas dulce  

La romana se queda muy quieta, apoyada de lado contra el pecho del sacerdote y la cabeza recostada sobre el hombro de él, con los ojos entrecerrados debido a lo a gusto que se sentía.

-¿Y...qué ocurre si no deseo la libertad? ¿Los dioses tienen un plan para mi? No deseo volver a una vida de patricia...tampoco estoy hecha para limpiar casas ni para trabajar en un lupanar...la lucha es lo que me satisface...no deseo la libertad tal y como me la han ofrecido hasta ahora... sed sincero, Mars...-pide alzando los ojos para cruzar la mirada con la del sacerdote- ¿qué vida crees que espera como liberta a una que todos se piensan que es una asesina de romanos y también de niños? ¿quién me llevará a su casa sin unos barrotes que les protejan? No busco redención...busco...busco guerra.

Alza las manos para ayudar al hombre a deshacer su coleta y el cabello le cae en cascada por su espalda y rostro, hermoso, algo sucio, pero largo y cuidado en la medida de lo posible, se notaba que se lo lavaba con cariño cuando las llevaban a los baños.

-¿Cómo sería tu princesa guerrera si dejo de ser gladiadora?- pregunta acariciando- Es un gesto muy bonito...- dice refiriéndose a lo que ha hecho con la cuerda- ...pero...parece una despedida.

Acaricia tu rostro y ves que no le importa que esté un poco sucio. Suspira.

En mi parto combati mi primera guerra para poder nacer, luego está se convirtió en contentar a mi padre para ser senador, cuando esté murió en el campo de batalla deje su sueño y mi guerra se convirtió en luchar contra los que lo habían matado dirigiendo y derramando la sangre de mis enemigos en el campo de batalla, por fin cuando la vocación llegó a mi y el mismo Marte me encontró, está se convirtió en ser sacerdote.-te dice besando tu pelo con cariño.

Las guerras nunca acaban , con el tiempo cambiamos, ayer eras Patricia, hoy gladiadora mañana, será otra guerra. - dice despacio pero seguro

Aquí puedes derramar sangre y combatir por Marte,pero hay una cosa que no puedes hacer.

Vengarte de todos esos que te acusaron de asesina de niños, de romanos. De los que te hicieron caer, a ti y lo que amabas. De limpiar tu nombre. Te conformaras con ver en tus rivales el rostro de tus enemigos o harás algo más?Honrarás a tus ancestros?Yo te ayudare -Te dice con decisión y exaltando tu espíritu.

No soy de los que huyen, ni desaparecen. No es una despedida es una propuesta.

En mi casa siempre serás bienvenida sin barrotes, mi casa será tu casa si lo deseas. Termina abrazandote y mirando tus ojos

Livia se queda sin habla ante las palabras del sacerdote, abre un poco la boca y la vuelve a cerrar...era como si Mars hubiera leido su alma, no sólo lo que es evidente...una vez más había escuchado entre el latir de su corazón...oyendo lo que ni ella sabía que tanto deseaba:

-La venganza...no...no se si es posible para mi...la venganza no...no me devolverá a mi hijo...-empieza a decir, tal vez no muy segura de sí misma, tal vez aún demasiado cegada por el dolor- Pero...ojala que esos nobles de Liguria...ojala que me vean...quiero que sepan que sigo viva. Si...eso si que lo quiero. Que me vean triunfar en la arena y que vean que lo que les hago a mis enemigos se lo podría hacer a ellos...creo que eso les enviaría un mensaje ¿cierto? Seguro que ellos duermen en cómodos colchones de lana...con la conciencia tranquila y el alma reposada.- la ira empieza a florecer en sus palabras, volviéndose un fuego que inflama su pecho- Eso no es justo...no...y si...si tu estás aquí...si tu me ofreces tu ayuda...es porque los dioses quieren que me ayudes. Y quieren que se haga justicia ¿no? Eso es posible...ellos me enviaron lejos para apartarme de su camino...ahora las Parcas quieren volver a entrelazar nuestros hilos.- empieza a decir, con una sonrisa peligrosa, algo alterada, pero el fuego de la determinación arde en sus ojos.

Se gira y muerde la boca de Mars, llevada por un nuevo impulso, un nueva fuerza...tal vez estaba viendo un destino ante ella que ni si quiera había soñado.

-Ojala fuera tan sencillo como desearlo...pero...os tomo la palabra y si algún dia aparezco en vuestra puerta...no me cerreis el paso.- musita con la voz tomada de nuevo por la lujuria, el deseo y tal vez algo más...la ambición y el ansia de poder.

Cuando muerdes sus labios te devuelve el mordisco con pasion y te sienta en el rozando tu clitoris con su guerra una y otra vez como preparandote dandote muchisimo placer hasta hacerte navegar en tus flujos sin entrar aun. Mientras te susurra. 

-Todo lo que puedas soñar juntos lo puedes tener, imagina ver sus miradas de terror.-dice mordiendo tu cuello ya volviendote desesperada porque entre cuando te toma del culo y entra despacio en tu vagina, apretando tu clitoris y la entrada en ti con su guerra. Notas muchisimo como empieza a entrar mientras sigue. 

-Notar el temblor en sus cuerpos como gallinas al notar tu presencia.-dice mas alto mientras de repente entra a tope y comienza a moverse debajo de ti rozando y abriéndote masajeandote con su guerra mientras sus manos acarician todos tus puntos erogenios en tu cuerpo junto a su lengua, tus pezones, tus pechos tu cuello... 

-Y al fin hacerse justicia y manchar el suelo con su sangre con tus propias manos.-termina esta vez subiendo su cadera y entrando de golpe hasta el cuello de tu utero duro presionando alli. 

-Todo puede ser nuestro, al alcanze de nuestras manos por los dioses. Unete a mi y todo sera realidad, tu venganza,la deseas?-dice mientras empuja mas adentro tuya dandote inmenso placer

Esperaba un resultado similar tras su provocación pero no esperaba que Mars estuviera preparado para seguir ya tan pronto. Se sonríe ligeramente mordiéndose el labio inferior mientras se recoloca sobre el hombre, con el cabello todo suelo cayendole sobre un hombro y en cascada por delante y por detrás de ella, llegándole a cubrirle un pecho, pero se lo aparta para echarlo sobre la espalda para que no moleste.

Ahora cabalga sobre la entrepierna de el sacerdote siguiendo sus deseos de no invadirla aún, pero se roza gustosa, estimulando el miembro hasta que él decide que es el momento de entrar. Y el momento llega, con toda el grueso de su poder, la guerra entra en ella, llenándola por entero, no puede evitar gemir mientras las palabras de Mars van calando en su alma, enalteciendo sus deseos más oscuros, creando en ella unas ambiciones desmedidas y ansiosas:

-Soy toda vuestra, señor Mars...dadme...dadme el poder...dadme la gloria...y sangraré por vos...por este ludus...por Roma...y también por mi venganza...- dice, completamente entregada y enfebrecida, Livia se deja arrastrar, ni siquiera piensa en lo que el sacerdote le pedirá a cambio, no importa, le dará todo, hasta su vida si la reclama.- La deseo...lo deseo...todo...Y juntos...juntos podemos hacerlo. Juntos haremos todo lo que queramos...aaah...por Marte...aaah ah...- ya no trata de contener sus gemidos, aprieta las manos sobre el pecho de Mars, apretando las ropas e incluso notándose su uñas en la carne a través de ellas.

Notas como el redobla sus esfuerzos con su cadera levantada contra ti. Su roce y sus embestidas toman todo tu interior y te dan todo el placer que nunca supiste podrías tener. Su guerra se abre paso en tus entrañas buscando convertir tus deseos y ambiciones en mucho más.

Sus manos van a tu cadera ayudándose a entrar más profundo mientras en algún momento cuando más estimulada estás comienza a azotar tu culo con sus manos dándote mayor placer aun. Su voz acude a tu oído de nuevo.

Todos caerán más tu entrega total a mí será recompensada.-dice susurrando a tu oído.

Aguantate y no te corras hasta que te de permiso.-dice mientras sus movimientos parecen acompañar sus palabras ya que te está embistiendo más duro y profundo que nunca. Notando el mayor placer que nunca tuviste.

Como si fuera una prueba de fe para ti aguantar. Y con ello satisfacer al hombre y al dios.

-Pero no solo ellos tu liderato es imprescindible tu compañera debe caer. Solo tu te mereces ese puesto , ninguna sucia bárbara va a arrebatartelo con sus extranjeras manos,ambos lo sabemos y juntos lo conseguiremos.

Es tuyo-Te dice refiriéndose al liderazgo. Mientras muerde y estira tus pezones aumentando tu placer más aún.

La romana se muerde el labio inferior con fuerza, una levisima gota de sangre mancha su boca debido a esto pero ella no parece notarlo, ocupada ahora cómo está en no correrse. Era la primera vez que recibía esa orden, no sabía si podía hacerlo, el placer era imposible de contener pero ella se concentra y los azotes de Mars en su trasero sirven para recordarle quien tiene el control y apoya las manos en la cama, sobre los hombros de el sacerdote de manera que sus pechos cuelgan a merced de los dientes y la boca del hombre, quien se asegura de demostrar su poder sobre el cuerpo de la esclava para placer de ambos.

La romana deja que Mars guíe su cadera y no solo su cuerpo, también su mente y su alma se está viendo marcada de forma permanente por las palabras de aquel hombre, aquel elegido por Marte que la había elegido a ella...saber eso ya insuflaba su alma de tal manera que sentía que podía quemarse en su fuego interior. Pero por si fuera poco además le hablaba de su destino, le hablaba de sus deseos y despertaba sus adormecidas ambiciones. Livia sólo se confirmaba con vivir ahora deseaba ser un ángel de la muerte, como aquel día en la arena.

-Ella...ella desprecia Roma y lo que representa...desprecia nuestras costumbres, nuestro ejército y nuestra cultura...ella no es digna de tener un cargo en esta casa...la domina...la domina sabe...y también quiere lo mismo que tú y que yo. Los extranjeros...los bárbaros sin domar deberían morir en la arena...es su destino, no gozar de libertad. Ella...ella no se merece ser libre.

Notas como el muerde tus pezones con fuerza al igual que los estira con sus dientes, dandote una mezcla de dolor y gozo. Haciendo que se exciten y se pongan erectos tan duros  que te duelen. 

-Bien haremos algo con ella entre tu y yo aquí adentro-dice. Pegandote un golpe entrando tantisimo que te noats al borde de un orgasmo. 

 -Pero hay alguien mas ese nordico no creo sea complicado que el mismo acabe por meter la pata. Pero hay alguien mas que podria frustrar nuestros planes una piedra en el zapato. Ese doctore,creo que habra que buscarle un destino lejos de nosotros y nuestros planes.Estoy seguro que sera un problema y no queremos problemas verdad?-dice mientras una de sus manos toma tu pelo y lo estira con fuerza, dandote esa mezcla de dolor y gozo que sabe hacer con cada gesto o cosa que hace. 

Livia aprieta mucho sus dientes, tanto que piensa que se le van a romper y no es para menos pues la mezcla de dolor y placer nunca antes sentido pare transportarla fuera de sí...mecida por los brazos de un dios, casi no puede pensar...casi no puede hablar. Se siente apunto de correrse pero se aguanta, no sabe ni cómo, intenta mantener la cabeza lúcida y centrarse en las palabras de Mars:

-Ese...ese nórdico...es igual que ella...son...son como animales...he visto cómo ese hombre...habla a la dómina...¿co-cómo se atreve...? Hay que...pararlo, él también debe aprender cuál es su lugar.- dice bastante convencida, en verdad aun sentía menos aprecio por ese nórdico que por Soenya, al menos con ella había sangrado y luchado en la arena, el otro hombre sólo le parecía un bocazas y un niñato. Entonces llego la mención al doctore y casi pierde la concentración al pensar en él y en lo que hizo por ella.

-Du...Duilius...no...él es...es diferente. Cre...creo que él si...si puede llegar a apreciar Roma...sólo necesita la...la influencia adecuada...él...yo...no...no puedo...no puedo hacer nada malo a ese hombre...Mars...lo siento pero...le de-debo la vida...debe haber...otra manera con él.- dice con un tono que raya la súplica cuando el sacerdote la toma del cabello y la hace gritar de dolor y de placer...el placer del sometimiento...no era la primera vez que lo sentía pero era...era diferente que aquella vez. La violencia era...era reconfortante.

El continua moviéndose duro y profundo tuyo. Notas que cada vez entra más allá en el cuello de tu útero.

Sus manos propinan azotes en tus nalgas y estiran tu pelo con un gran placer. Sus dientes muerden tu cuello y hombros como si fueras una presa cuando una de sus manos pellizca fuerte uno de tus pezones estirandolo.

Querida Livia no entiendes que las cosas son diferentes ahora?, Ya no tienes tu liderazgo. La bárbara lo tiene y la domina también lo perdió frente a su prometido.

Crees que nuestros rivales no estarán forjando alianzas? Ese doctore con la nueva líder de las gladiadoras que te robo el puesto, o con el nuevo señor gallius?, En vez de respetar a la domina?Lo estará haciendo, créeme.

Dice mientras sus uñas arañan la parte de tu espalda que no tiene latigazos.

Cuando comience a tratarte diferente, cuando tenga menos tiempo contigo, con quién crees que lo tendrá?Solo se aprovechó de ti. Y cuando no seas la pusilánime que él desea, débil y en deuda con el y además dejes de ser líder de las gladiadoras, te cambiará por otros.

La lealtad se mide por la gente que está contigo en los peores momentos.

Entonces te toma del culo levantando la cadera y entra más profundo que nunca rozando y apretando tu clítoris.

Notas sus estirones de pelo sus mordidas todo a la vez con un placer mayor que nunca. Ha sometido de tal forma tu cuerpo y espíritu que cada roce o golpe es extremadamente placentero para ti tan sensible.

Parece que vayas a perder la conciencia, comienzas a notarte como en un trance.En otro estado de conciencia, mezclando euforia, frenesí,éxtasis perdiéndote más allá sin noción del tiempo o el lugar.

En medio de ello susurra a tu oído.

Deseas correrte verdad?, Cuando estemos solos llámame amo, si quieres correrte pídeme permiso y pídeme que te llene.-Susurra a tu oído su voz te llega al centro de tu mente ida en esa sensación de trance.

Todos los músculos de su cuerpo estaban absolutamente tensos, esperando cada nuevo azote, cada nuevo mordisco, toda la piel erizada, los nervios a flor de piel, cada gesto y acto de Mars se sentía por mil...la romana había llegado a ese punto de evasión en que dolor y placer eran una misma cosa...y esa cosa burbujeaba bajo su piel, inflando sus venas, haciendo arder su espíritu y casi parecía separar su mente de su cuerpo.

Livia tenía las manos fuertemente apretadas sobre las ropas del sacerdote, sus nudillos se habían tornado en blanco por la fuerza que ejercía, pero ella ya no podía sentir cada parte de su cuerpo por separado, todo era un todo, todo le daba placer y le causaba dolor, ya no era importante sentir la piel de su cuello ni la presión sobre sus dedos...se sentía como un trozo de carne con un único nervio tan solo capaz de ser utilizada para satisfacer y satisfacerse.

A pesar de este estado extasiado y sublimado, las palabras de Mars fueron calando en su cabeza, filtrándose a través de su psique, colándose en su fuero interno, permeando en su alma:

-Vos...solo vos y Camilia habéis estado conmigo cuando más...cuando más os necesitaba...y...por eso también...os debo la vida. Y os serviré...os serviré, mi amo...- la voz de Livia es grave, apenas parece ella, se nota ronca y agotada por el esfuerzo de sentir tanto, y también su cansancio era mental, parecía realmente al borde del desmayo- Amo...por favor...permite que me...que me corra para vos...llenadme de vos.

Notas como el aumenta su intensidad en todo. Dedicandose mas a ti que nunca, como si fuera un instrumento de los dioses o mas bien uno de ellos. Su tecnica y poder es increiblemente bueno, pero parece que hay algo ams como si hubiera estado midiendote o probandote analizando cada movimiento, cada deseo y gesto tuyo para saber que es lo que mas tee xcita y te sobrecoge llevandote mas alla de todo limite que nunca conociste.

Como probando tus limites, en un movimiento sincroniza todo su cuerpo contigo notas como su guerra dentro de ti empuja temblando y agrandandose apunto de estallar dentro de ti, mientras susurra en tu oido.

-Puedes correrte princesa guerrera.-susurra

Y en ese momento, toda su tensión, toda su concentración se viene abajo y lanza un gemido casi agónico al tiempo que se deja ir en un orgasmo casi seco, incapaz de emanar más flujo del que ya ha emanado para contener tus embestidas y evitar sufrir laceraciones por tu placentera y deseada violencia. 

Livia se deja caer sobre tu pecho, casi en un estado de semiinconsciencia, jadeando como si hubiera corrido muchos kilómetros, el corazón le late al máximo y su musculatura, antes tensa como una roca, ahora se había relajado tan de golpe que ahora temblaba em movimiento involuntarios; no era frío ni tampoco convulsiones...era como un temblor en brazos, piernas e incluso cuello, propio de cuando el cuerpo es sometido a un entrenamiento extremo o a una tensión poco habitual.

La romana no podría moverse aunque quisiera, siendo vagamente consciente de sí misma, un mareo parecido al se obtendría por efecto de las drogas había tomado su cabeza y sus ojos levemente abiertos denotaban un gran cansancio pero una sonrisa se dibujaba en su cara:

-Gracias...mi amo...-musita tragando saliva, dejando pasar unos segundos antes de intentar apartarse de encima de ti, como si creyera que está haciendo algo mal por estar ahí. Pero en realidad aún no puede moverse, y el mareo amenaza con hacerla caer al suelo. Puedes sentir como su cuerpo casi empieza a resbalar fuera del tuyo y de la cama, sin fuerzas para aferrarse a nada, era probable que terminara en la piedra.

Puedes notar como su guerra se hincha y derrama por todo el interior de tu útero con una sensación de bienestar y calidez. Justo cuando parece vayas a resbalar parece que se da cuenta y te abraza incorporándose un poco y apoyándote en su pecho.

Yo te sujeto, tranquila no pasa nada, estas a salvo.-Te dice como si entre sus brazos estuvieras en un espacio seguro. Notas sus manos sujetándote apoyándote en su pecho sentado en el suelo. Acaricia tu pelo y tu espalda con cariño donde los latigazos no te dolían. Se ira pasando, como estas?-te dice mirándote a los ojos, entre cariñoso y preocupado por ti.

Notas el latido de su corazón como si corriera una maratón, pero es cálido y armonioso. Poco a poco se estabiliza, pero late fuerte al sentirte contra el. Su respiración es firme pero profunda a la vez sus dedos pasan despacio por las marcas de tu espalda apenas con un roce que no causa dolor mas que un pequeño cosquilleo.

Luego baja por tu cuello hasta la altura de tu corazón allí escribe con sus dedos tus iniciales y las suyas tras lo que toma tu pulso directamente suave y despacio sin dejar de mirarte a los ojos. -Mejor?-te pregunta al rato

Livia respira suavemente, casi parece inconsciente, pero sus manos fuertemente aferradas a tu ropa te convencen de que sigue consciente. Cuando le tomas el pulso lo notas fuerte y rápido aunque según van pasando los minutos éste se va relajando y la respiración se fortalece, como si fuera volviendo en sí, aunque sigue agarrando tu ropa. 

Para cuando la miras a los ojos te das cuenta de que los tiene inundados en lágrimas, completamente sumida en un éxtasis del que va saliendo poco a poco y sonríe levemente, tiñéndose sus mejillas de un suave rubor:

-Si...si e-estoy bien...no...no se qué ha pasado pero ha sido...ha sido bueno...-dice apoyando la cabeza en tu hombro, enroscándose entorno a tu cuerpo como un gato satisfecho- Me...me haces sentir...tan poderosa...y tan vulnerable...¿qué es esto que siento, amo? ¿Esta mezcla de paz y fuego?