Partida Rol por web

El picaporte se queda en mi mano y reacciono cargando con furia contra la puerta. Se tambalea [1] pero la muy cabrona no cede.
-Mierda!
Alica. ¡Espabila ya!
Toma... -digo tendiéndole el arma. -Si algo se acerca adviertele y si no queda otro remedio... Dispara.
Rachel. Tu vigila el otro lado.

-Concluyo mientras empiezo a desmontar las bisagras. Al cabo de unos instantes la plancha de contrachapado cede con un golpe [3] que nos sobresalta a los tres. -Nos vamos ya!
Alicia vas delante. Dame eso de momento. -Digo tomando el arma. -Rachel! Detrás.

La puerta resiste el embite de Cole, parece que la maldita puerta esta reforzada, sino llega a ser que la habilidad de Cole con la cerrajeria estariais todavia encerrados con esas criaturas que empezais a sentir aunque no las veis en la semi-oscuridad de la sala. Entrais en una especie de corredor con Alicia delante, aunque en un principio había pensado en la posibilidad de quejarse de este sitio, no esta la situación para pararse a pensar, y pronto os alejais de la sala en una zona recubierta de ventanas, desgraciadamente la mayoria cerradas a cal y canto, aunque al final del pasillo veis una puerta iluminada con el simbolo de "EXIT", por lo que seguramente de a la escalera de emergencia, si seguis en el corredor seguramente de a la sala de registro donde Cole entró en un primer momento y podríais volver a la sala principal de la biblioteca eso si, quien sabe si no han dejado a más engendros esperandoos. 

Rachel grita de una forma enloquecedora que provoca que Alicia diga un exabrupto, cuando va a reprochar su acción ve por que ha gritado la mujer,   la primera criatura con forma de niño  ha entrado en el corredor, su pecho es una armadura quitinosa como si fuera en realidad una cucaracha bipeda con cabeza de niño, está adornado de cientos de patas que se mueven locamente como si no tuvieran razón de ser, trás de él están los otros niños degenerados con las mismas intenciones malevolas...

El caustrofobico pasillo me hace rememorar aquellos cubiertos de acero donde mi vida cambio. Engañosamente lucido un nuevo recuerdo acude tentadoramente salvador. Me detengo y, con una sonrisa levemente desquiciada, doy un paso hacia la criatura.

-Creíais que me ibais a volver a engañar. Yo solo quería ayudar a un niño que sufría. -comienzo a explicar para una audiencia difícil de determinar, mientras doy otro.
-Pero lo que esta muerto. ¡Se queda muerto! -Concluyo disparando [1] tan pronto como mi pie izquierdo toca el suelo. Y preparándome [2] para volverlo a hacer de ser necesario.

El disparo resuena como un trueno en el pequeño pasillo, el sudor que se perla en la frente de Cole Dish enajenado por la presión de la situación no ha impedido disparar a la perfección, haciendo impacto en la armadura quitinosa de la criatura con cabeza de niño y cuerpo de cucharacha mutante, lo que provoca que la cosa deje un reguero de liquido blanco amarillento, como si estuviese relleno de pus en vez de  sangre normal, cayendo hacía atras  como si fuera un insecto a punto de morirse y sus "patas que le salen del abdomen se mueven espamodicamente, mientrás que las de niño se quedan quietas... Parece que vais a tener un momento de calma, pero las voces de los "niños" se escuchan cantando una canción infantil, sobre lo facíl que es arrancar a una mosca las patas, desgraciadamente suponeis que vosotros sois la mosca. Rachel coge el brazo de Cole y le indica con un chillido:- Deja de dispararles, son demasiados, y no creo que eso los mate-Al escuchar las canciones se muerde el labio desesperada al verse en esta situación. La motera masculla algo sobre los cables de las paredes:- Esos cables se están moviendo...-

-Son demasiado, son demasiados, son demasiados... repite mi cabeza con cada vez mas siniestras connotaciones.

-Tiene razón. -respondo cambiando abruptamente el tratamiento que doy a mi atractiva acompañante. -Vamos a replegarnos ordenadamente hacia la salida -Ordeno mas que sugiero mientras retrocedo sin dejar de encañonar la siniestra figura.

-Rachel, no esperes por nosotros comprueba ya esa puerta. Alicia si o te ves capaz de andar te llevare a rastras pero no es el momento de que desvaríes. -afirmo cuando llego a su altura mientras estiro mi mano izquierda mas que dispuesto a ejecutar mi amenaza.

Rachel no se lo piensa dos veces y se lanza a la puerta que indica salida de emergencia, mientrás que vosotros la seguis, aunque Alicia mira las paredes sin decir nada obviamente esta bastante perturbada por algo que cree ver en ellas. Cole mantiene la pistola apuntada, mientrás que ve como otro "niño" sale al pasillo, este parece tener unas mandibulas descomunales, y se mueve a cuatro patas, con unas brazos y piernas zancudos, como si fuera un insecto de agua moviendose rapidamente por la superficie, una baba verde le corre por el rostro cuando os localiza en la oscuridad.

La puerta de emergencia se abre de par en par y Rachel da un paso hacía afuera, cuando se queda parada y coge su rostro con fuerza con las manos. Cae al suelo de rodillas, riendo y llorando de desesperación. Los demás lo comprendeis cuando veis que la salida lleva a un sitio lleno de una arena fina de color blancuzco y al fondo se ven formas gigantes moviendose, formas que deberian ser capaces de comerse todo el edificio sin ningún problema... Cuando estais anonadados ante la visión, un extraño sonido se oye proveniente de la pared, como si algo se arrancara de la pared. Cientos de cables y cañerias revientan y se mueven como tentaculos, decenas de ellos se enrollan a vuestros alrededor dispuestos a capturaros...

El dantesco escenario que anula nuestra esperanza me hace bajar con desanimo. Sin mucha esperanza miro en mi torno buscando una salida lateral cuando la pared parece cobrar vida.

Cansado de esta locura mi cuerpo parece rendirse y los cables me atrapan. Ni siquiera pienso en mis dos compañeras, solo en que quizás no vuelva a ver a Sara

Los cables saltan de las paredes como si fueran gusanos saliendo de una fruta podrida, con movimientos serpenteantes se hacinan fuertemente en los brazos y piernas de Cole y Rachel que al sentir el tacto frio en sus piernas no puede más que gritar de desesperación. Alicia esquiva con dificultad los cables, pero consigue alejarse de su alcance, quedando en el suelo sin aliento viendo que los otros son elevados por las cañerias y cables que han cobrado vida, dejandolos como peleles. En tanto la caterva de niños siniestros salen al pasillo, todos ofrecen deformidades, tan extrañas como la del niño cucaracha que ha dejado de moverse, muerto por el certero tiro de Cole, el cabecilla de los niños sonrie horriblemente y finalmente con un tono juguetón dice:- Chicos hemos pescado un salmón y una trucha, ahora hay que sacarles las tripas para hacer una fogata...- Aunque un niño especialmente gordo y macilento mira a Rachel con una mirada lasciva, mientrás que los demás se rien y murmuran.

Un fatalista sentimiento de derrota me arrebata incluso el instinto de forcejear. Las terribles palabras de la aborrecible criatura retuercen todas las fibras de mi ser. Pero, como si hubiese vuelto a los aciagos días de mi infancia, ninguna forma de huir se me presenta.

Todo aquello era imposible, Los niños, la locura que estaban sufriendo, toda aquella vorágine de violencia y terror, gratuitos...¿Por qué? ¿Por qué nosotros?

¿Por qué yo?

Corrimos por el pasillo y antes de que nos pudiésemos dar cuenta estábamos agarrados por unos cables, que eran como tentáculos, y que nos sostenían en el aire por manos y piernas.
Apenas podía escuchar algo por encima de mis gritos, apenas si podía ver por a través de mis lágrimas. Me resistía con todas mis fuerzas, apretando mi cuerpo, todos mis músculos, para lograr soltarme.

Al hacer fuerza me corté levemente con algo en la mano, y entonces recordé que, unos minutos atrás, minutos que a mi se me han antojado años, cogí una guillotina...y que ahora me puedo tratar de defender con ella.

Hago esfuerzos y me centro en tratar de cortar los cables, no quiero que esos niños me devoren, ni jueguen conmigo...de hecho, los mataría a todos, uno a uno, si tuviese la oportunidad...Esto es el juego del más fuerte, y yo no quiero morir.

Os encontrais en una situación desesperada, pero en un rayo de genialidad nacida de la situación en la que estais viviendo, Alicia recrea una especie de coctel molotov casero, utilizando el buen whiski que le ha dado la mujer de la posada, que por los grados que tiene debe arder como la polvora, con un pañuelo bastante usado, pero no lo suficiente para que no arda y con la botella, no necesita más que su mechero..., da gracias de no haber hecho ni puto caso a los anuncios anti-tabaco. Las criaturas avanzan uno pasos pensando con horribles sonrisas en sus caras, viendo como se debaten Cole, el cual ha renunciado a cualquier lucha, y  Rachel, que los mira entre lagrimas con el odio reflejado en su cara. Pero de repente la botella cae en suelo a algo menos de un metro de las criaturas, reociandoles con el liquido ardiente, y cubriendo una zona del pasillo, convirtiendola a los pocos segundos en una pared de fuego.

Los niños gritan, lloran y se debaten, mientrás intentan sofocar las llamas que ha provocado el fuego. Como si fuera causa efecto, los cables dejan de aprisionaros y caeis al suelo, magullados, pero vivos y con la protección momentanea de la pared de fuego, al parecer no debisteis subestimar a la motera, pues os ha salvado la vida, y por la forma que miraba a Rachel uno de los niños, quizás otras cosas...

-Te está esperando.

http://www.subirimagenes.com/albums-0905011826beat...

-Te está esperando. Repite apremiante mi conciencia de una forma que me resulta vagamente familiar. -No puedes rendirte.

Una espléndida llamarada de fuego azulado hace que nuestro fatal destino parezca aplazarse. Y, sin pararme a meditarlo, me arrojo contra la debilitada pared que instantes antes había escupido sus entrañas contra nosotros.

-No volveré a perderte.

-Hemos ganado algo de tiempo- Pensé mirando friamente los cuerpos de los seres que antes eran inocentes niños arder en llamas.

Parece que solo queda una alternativa posible, y es la de seguir por al pasillo discriminando la puerta de emergencia que presenta un paisaje sacado de otro mundo en lugar de mostrar la calle.

De pronto un ruído sordo, el del cuerpo de Cole contra el tabique, me hizo reaccionar. Ayudé a mi compañero a incorporarse y le comenté que la única opción es la de proseguir por el corredor.

-Vamos, lo que encontremos en la siguiente sala no puede ser pero que esto-

Acto seguido comenzé una breve carrera por la galería, agarrando el brazo de Rachel por el camino para que la chica iniciase su marcha.

El intento de tirar la pared que había sido debilitada por los cables saliendo de ella no va demasiado bien, quieras o no, Cole no está en su mejor momento y solo consigue magullarse en su hombro. El fuego sigue crepitando extendiendose gracias a las partes de madera que han dejado para darle un aspecto antiguo al conjunto, los gritos de los niños aún se oyen, algunos de ellos se están carbonizando frente a vuestros ojos como si fueran bailarines en una especie de danza macabra donde sus gritos son la melodia. Alicia y Rachel huyen pasillo a traves hacía la siguiente habitación, mientrás Cole se queda atrás, aunque tendrá que decidirse pronto a seguir o esperar un enfrentamiento con los niños que sobrevivan.

Todavía aturdido sigo a la motera en dirección a una nueva habitación que ni siquiera había percibido.

-¡COLE, COLE, VAMOS!-

Intentando cruzar a toda velocidad el pasillo no paro de vociferar el nombre de mi compañero en un intento de hacerle reaccionar.

Por si fuera poco, un olor muy denso inunda mis fosas, es humo, quizá demasiado humo. Al peligro inminente que suponían los niños-bicho ahora hay que añadirles el posible incendio.

En un momento el cóctel de whisky, usado en el antiguo oeste, me pareció una buena idea, pero ahora parece que juega en nuestra contra; Para más Inri ahora tenemos contrarreloj para salir del edificio si no queremos morir calcinados. Quizá sea un pensamiento demasiado pesimista, aunque de todas formas espero que el lugar disponga de un sistema contra incendios.

Sigo corriendo, mucho, hasta alcanzar la siguiente sala con Rachel de la mano.

Llega corriendo, cogida de la mano de Alicia, aunque ha mostrado algo de asco en ocasiones anteriores por su falta de higiene personal, ese no es momento para mirar esas cosas... lo que importa es salir de ese sitio sin morir en el intento. Debe haber algo que haya hecho que las cosas se iniciasen, algo que se les ha pasado por alto... está muy claro que esa voz horripilante no quiere que lo descubran y por eso están en esa situación.

Mira hacia el pasillo, esperando ver a Cole salir de él dejando atrás a los niños deformes asándose a la parrilla. Vale, eso ha podido parecer cruel, pero es que esos malditos niños... 

-Rachel, tranquilízate, tranquilízate... piensa, piensa... se te da bien pensar incluso en situaciones así... - murmura mientras camina nerviosa unos pasos a un lado y al otro.

Una biblioteca, niños, cuentos... quizá ese es el único día en el que se cuentan cuentos a los niños en la biblioteca. Si fuese así... quizá tenga relación... los niños mutados los han atacado cuando han estado escuchando el cuento y todo ha cambiado después de iniciarse los cuentos... 

Mira a Alicia, quizá no sea eso, pero es la única salida. Esas cosas no pasan porque sí y todo tiene que tener una relación y más en ese sitio.

-Alicia! Creo... creo que ya sé lo que hay que hacer! - Sigue nerviosa y a veces se le traban las palabras, pero a quién no en esa situación - El cuento... del monstruo sin nombre... lo... lo estaban leyendo... cuando ha comenzado todo... tenemos... tenemos que acabar de escucharlo...

Se lleva una mano a la cabeza, cerrando los ojos... esa situación parece que comienza a superarle, bueno... la lleva superando desde que ha comenzado a escuchar algo metálico arrastrándose por los pasillos de estanterías.

-No... no quiere que lo oigamos... seguro que es eso... seguro...

El pasillo termina en un callejón, a uno de los lados está otra puerta que no tiene ningún cartel, pero por los carteles comprendeis que es una puerta de emergencia de la otra sala. Cuando Alicia la intenta abrir sin tener todas consigo, para vuestro alivio está vez la suerte no os ha fallado y se abre facilmente. El pasillo se está volviendo una trampa mortal, pues el humo empieza a ser espeso, nublando vuestra vista y lleando vuestros pulmones asfixiandoos. Al parecer, el fuego está encontrando buen alimento en la vieja madera de la que está construida está biblioteca, como llegue a los libros esto se convertira en una enorme hoguera... Además solo ha pasado unos 5 minutos y la persecución durara otros 10 por lo que conmentarón los niños, pero ¿Podeis confiaros de unas criaturas tan alienigenas y depravadas?.

La puerta os lleva a un sitio lleno de estanterias, donde almacenan revistas, cintas, microfilms y culquier cosa que hubiera en una hemeroteca. Pronto Cole comprende que están en la sala donde fue en un principio, antes de que se fuera todo al infierno. Al otro lado de la sala debe estar la puerta hasta la escalera...