Partida Rol por web

Después del exitoso motín contra los oficiales de Barnabus Harrigan, sois los nuevos propietarios del mercante rahadoumi que abordasteis cuando todavía erais marineros del Ajenjo. No obstante, aunque ya estáis en disposición de iniciar libremente vuestra nueva vida como piratas, todavía quedan un par de flecos que cortar.

Por ejemplo, el más acuciante (por sentido común) es el llevar a cabo los cambios oportunos en la flamante nave para que no pueda ser reconocida como la Promesa. Sin duda, eso os ahorrará problemas en el futuro. Así, siguiendo el consejo de Conchobhar Shortstone, habéis puesto rumbo hacia el peñasco de Hake "el Raquítico", un asentamiento de la Costa Deslizante también conocido como La Burla del Raquítico. El tal Hake tiene fama de ser discreto y, sobre todo, bueno en su trabajo como astillero. 

Obviamente, también sería necesario que os hicierais un nombre infame a lo largo y ancho de Los grilletes para ser aceptados y respetados como el resto de Capitanes Libres. De otro modo acabaréis siendo presas en lugar de cazadores. Sin embargo, lo primero es lo primero. Y ahora toca remodelar el Grindylow Embrujado, como habéis tenido a bien bautizar a la embarcación.

Dos días después del motín, a unas cien millas de Isla Huesorroto, arribáis a La Burla del Raquítico. Al rodear un imponente cabo se os revela una cala oculta junto a la desembocadura de un amplio río cuyas perezosas aguas de color marrón se entremezclan con el mar azul como si de un feo cardenal se tratara. En el estuario se han construido muelles y, conforme os vais acercando, varios edificios se descubren medio ocultos bajo la espesa jungla. Sobre el peñasco que da entrada a la cala se erige una torre de vigilancia que controla las aguas cercanas y que había permanecido escondida gracias a la gran cantidad de plantas y árboles que inundan la zona. 

Cuando el Grindylow Embrujado bordea el cabo una bandera de cuadros amarillos y rojos se eleva desde la torre de vigilancia. Unos segundos después, a modo de respuesta, otra de color azul se iza desde los muelles que hay más adelante. Rápidamente una serie de figuras humanoides emerge de los sombreados edificios y se reúne en el embarcadero. Acto seguido, una pequeña chalupa de un único mástil sale a vuestro encuentro. Su tripulación os saluda y luego os pide que ancléis vuestra nave en el estuario para poder discutir las condiciones del encuentro.

Seis marineros armados tan sólo con puñales acompañan a un viejo bajito y encorvado de rostro curtido y acuosos ojos azules en la chalupa denominada Pecarina. 

-¡Salud! ¡Sed bienvenidos en nombre de Hake "El Raquítico"! ¿Se me permite subir a bordo? 

Malickud con la casaca impoluta y bien alisada, se asoma por encima de la barandilla mientras tironea del mostacho naranja.

Bienvenido al Grindylow Embrujado, Sr. Hake. Abordad como si fuera vuestra casa.

Dice con una colorida reverencia digna de un almirante.

Soy el intendente Malickud, permitidme presentaros al infame Capitán Feijud. 

Feijud aguarda a que Hake suba y Malickud le acompañe hasta donde él se encuentra.

Saludos, maese Hake.  ¿Puedo ofreceros un trago de ron?

Junto al capitán y al intendente, me acerco al reciben llegado, haciendo una leve inclinación de cabeza a modo de saludo y permaneciendo por detrás de mis dos compañeros.

Después de subir abordo, Hake os saluda asintiendo mientras musita por lo bajo tratando de hacer memoria:

-Feijud, Feijud, Feijud.

Al cabo de unos segundos niega con la cabeza antes de afirmar al tiempo que prueba gustosamente el ron que el capitán le ha ofrecido: 

-En fin, el trabajo es el trabajo.

-¡Ah! No está mal, gracias. Tengo mejores, pero el ron es bueno. 

-Al tema, que para eso habéis venido. ¿No?

Enseguida, el viejo bucanero se pone a inspeccionar la embarcación de arriba a abajo. 

-El lavado de cara que necesitáis tiene fácil arreglo. Por un módico precio, digamos que unas 2.000 piezas de oro, lo tendréis listo y como nuevo en una semana... más o menos. Y como oferta para neófitos puedo instalar un par de compartimentos secretos* en la bodega por otros 500 soles. ¿Qué? ¿Hay trato?

El precio que pide el señor Hake se te antoja realmente razonable.

El gnomo enrosca el dedo en el mostacho y asiente despacio, pensativo como saboreando el dinero.

No es mal precio, capitán -Dice a Feijud- pero esos compartimentos no nos serán necesarios. En este barco no hay nada que esconder.

Afirma antes de guiñar un ojo a sus compañeros. Evidentemente esos compartimentos vendrían de perlas, pero ya hablarían después con Hake para que los instalase a espaldas de la tripulación. Esos marineros ya se habían amotinado una vez, podrían volver a hacerlo de nuevo contra ellos si las cosas se ponían feas.

Como ya todo el mundo había visto a Alcaudon, Nicholas no lo escondía. Y la pantera estaba siempre al lado del "cocinero". Lo cual entre otras cosas servía para que no le importunaran mucho si la comia no era del gusto de la tripulación.

Cuando llegaron a la Burla del Raquítico subió a cubierta y esperó junto a los demás. Dejó las negociaciones a Malickud y al capitán. Pues en realidad él no pintaba demasiado en ello. Así que se quedó mirando el puerto algo ensimismado y con ganas de sentir algo de tierra firme bajo sus pies.

Harper no está muy lejos de Feijud cuando sube el viejo armero. Seguro que podemos llegar a un acuerdo respecto al precio. 

Mmm... No dudo que seas el mejor en estos trabajos, pero dos mil piezas de oro sería el precio de hacer eso para dos barcos.

Feijud simplemenente busca una rebaja. Cosas del mundo de los piratas, pero la mirada de Malickud parece indicar que el precio es justo.

-Como queráis,--asiente Hake a Malickud--yo sólo os ofrezco servicios con valor añadido pero es el cliente el que decide. 

El Raquítico escucha a Feijud y luego se queda en silencio mientras vuelve a recorrer la cubierta del barco con la mirada.

-Nah, permíteme que disienta. Conozco bien la labor y sólo un chapucero os vendería más barato. Rebajar tanto los costes no sería decente.

En cuanto al precio, podemos negociar el modo de pago. A plazos o a cambio de algun favor, como conseguir algo o a alguien?

Cuando Nicholas escuchó el comentario de Harper sobre lo de pagar con algún favor puso mala cara. Esas cosas no solían acabar bien. Normalmente te pedían algo que estaba más allá de lo que se debía. Y acababas pagando las consecuencias gravemente.
No obstante, él no era quién para discutir eso. Por lo menos no en público. Por lo que se mordió la lengua y acarició a Alcaudon, la pantera simplemente ronroneó.

Tranquilo muchacho. Estoy seguro de que pronto podremos bajar a puerto.