Partida Rol por web

Camino aturdida por el pasillo de la planta, tengo la cabeza bastante embotada y un dolor punzante me avisaba del gran dolor de cabeza que iba a tener por la tarde. No sabía muy bien que pensar, diría que todo es falso si no fuese por que un pequeño dolor en la espalda me recordaba el golpe de la criatura. Mis pasos me encaminaban de forma mecánica hacia los vestuarios para refrescarme un poco cuando unos dedos se clavaron en mi brazo.

Por un momento mi mente puso delante de mis ojos a la criatura descompuesta que habia encontrado esta mañana con la joven desconocida, pero cuando parpadee logré enfocar el rostro de una joven bastante seria. Cuando me detuve un poco sus palabras me sorprendieron, al principio miré con temor hacia la sala de urgencias donde había atendido a la joven, pero cuando repetí sus palabras mentalmente y despacio me di cuenta de que no iba a delatarme sino que podia obtener respuestas de ella.

Lentamente mi cabeza afirmo, no sabia que decir asi que con un pequeño gesto de la mano la invité a seguirme, esperaba poder hablar con ella en un lugar tranquilo, quizás podría recoger mis cosas y salir del hospital.

-El caso es, que no gozo de todo el tiempo que querría ahora, y estoy segura de que tú estás tan cansada y confundida que tampoco será el momento oportuno -va diciendo mientras te sigue a escasa distancia.

-Pero quiero que tengas claro que lo que pasó ahí dentro fue real, esas cosas existen y sólo tú y unos pocos más podemos ayudar a la gente a combatirlos o a entenderlos... Puedo explicarte cómo, pero no aquí, ni ahora -habla de una forma tan firme y segura que parece imposible llevarle la contraria.

-Entonces, ¿quieres que te muestre el camino? No todos hemos tenido esta suerte, créeme -espera a que tomes una decisión y parece algo impaciente.

Mientras camino a escasos pasos de distancia observo atenta cada uno de sus movimientos, precisos movimientos podría decir, parecía que cada uno de sus gestos estaba perfectamente pensado y calculado, ninguno de ellos era innecesario ni trivial, todos tenian una finalidad, hablar de ella como una mujer dura y decidida.

Mostrarme el camino, suerte, crituras reales, todos estos pesamientos fluctuaban en mi mente, yo...la verdad es que si que estoy muy cansada, esto escapa un poco de mis manos, no es como sacarle a alguien una bala ¿entiendes?, mi mano subió hacia mi frente y me la toque inconscientemente intentando acallar el dolor que crecía. ¿tengo que acompañarte ahora mismo? De forma automata miré el reloj para ver si ya había cumplido mi turno diario de 10 horas. Me habia detenido en la puerta de los vestuarios, ahora solo dependia de su respuesta, y la decisión que se abria ante mi.

La mujer se detiene junto a ti y te sonríe. Esta vez de forma amable, casi cariñosa, cómo si tuviera delante a una niña.

-No, tranquila... Será está noche a las nueve. En el numero 20 de la calle Carney. Sé que puede resultarte peligroso o sospechoso, pero aún así no es que tengas muchas opciones... Deja que te ayude- apoya sus delgadas y suaves manos en tus sienes e inmediatamente empiezas a sentirte algo más ligera, el dolor de cabeza casi se ha disipado... Aunque por supuesto sigues hecha un lío.

-Espero verte allí- asiente para sí misma y ya se aparta dejándote vía libre.

Cuando sus manos se retiran de mi mis ojos permanecen aun cerrados unos segundos mas reteniendo la agradable sensación que me ha recorrido. Mi mente sigue perdida pero al menos ya puedo pensar con claridad, abro los ojos al escucharla y veo como asiente, sus pasos se alejan de mi con el sonido habitual de los silenciosos pasillos de hospital.

Cuando mi larga jornada de trabajo por fin termina, recojo mis cosas sin esperar a cambiarme, ya tendré tiempo en casa. Al llegar la casa esta vacía como es habitual, tiro la ropa de la cena de la noche anterior con Edd al cesto de la ropa sucia, despues de una ducha bajo a la cocina a comer algo, no presto mucha atención a lo que mastico, estoy mas ocupada en pensar en lo que me espera esta noche. Termino la cena y me visto con ropa abrigada para salir, con el frio de estos dias y sin saber lo que me espera prefiero ir bien arropada y comoda. Llevo unos vaqueros y unas botas, camiseta, jersey negro y abrigo.

antes de salir de casa intento ponerme en contacto otra vez con Edd, durante la cena no he podido evitar recordar la llamada no contestada que recivi en mi movil, espero paciente a que coja la llamada.

Cenas casi de forma automática, cómo si de un robot se tratara, masticando sin saber apenas el qué, inmersa en tus pensamientos y en lo que puede ser o no ser ésa mujer que te habló y la citación que te dio...

Finalmente acabas por vestirte y prepararte, llamando primero a Edd...

Coge el teléfono casi al instante.
-Eh, cielo, me tenías algo preocupado... Quería invitarte al teatro hoy pero supongo que debes de estar agotada si has estado tan ocupada...- dice en tono de preocupación y compasivo.

-¿Alquilo una peli y voy a tu casa?- acaba por preguntarte, ya que es lo que hacéis muchas veces cuando uno de los dos está cansado.

el toque del telefono casi no suena, Edd ya ha descolgado y su voz me suena un poco artificial debido a la agitada mañana que he tenido.

¿Al teatro? que pena me habria encantado pero ya es tarde para ir... hoy estoy muy cansada y habia pensado quedarme en casa. Aunque antes tengo que salir un momento a ver a una amiga del trabajo, me pidió un favor y ya sabes no pude negarme.

Es una de las pocas veces en las que le he dado una respuesta no del todo sincera a Edd, lo cierto es que no le he mentido, pero tampoco he sido sincera con él, ¿como voy a explicarle que hoy me ha atacado una criatura horrible?

Espero que Edd no insista mucho con eso de vernos hoy, tal vez despues de la reunión...pero tampoco se cuanto va a durar y cuando termine lo que quiero es meterme en la cama y no pensar, solo dormir, organizar mis pensamientos un poco. Eso solo lo puedo hacer sola, no podría fingir durante horas delante suyo, notaria que me pasa algo y nos abria que responder ante sus preguntas.

-¿O sea que a tu compañera sí pero a mi no?- pregunta haciéndose el ofendido pero enseguida ríe quitándole importancia -Está bien, descansa entonces... pero mañana no te libras de mí, ¿eh? -te manda un beso a través de la línea telefónica y finalmente cuelga.

Así pues, parece que ha llegado la hora de "enfrentarse" a esa extraña citación.

Llegas a casa algo empapada, así que te das una ducha rápida o simplemente te secas cambiándote de ropa.
Las luces de todo el piso empiezan a fallar pero poco te importa, estás lo suficientemente cansada y mañana tienes que madrugar para ir al hospital así que decides meterte directamente en la cama y dormir...

Brr...gracias a la lluvia he llegado helada, asi que me cambio rapidamente y tras una ducha solo para calentar mi piel me pongo la camiseta que me regaló Edd para dormir con unos pantalones cortos y me meto en la cama. Antes de dormirme las luces de la vieja casa de mi padre empiezan a fallar un poco, pero no me importa en absoluto teniendo en cuenta que me voy a dormir y poco o nada me va a molestar una luz titilante. Por si acaso dejo una linterna cerca de la cama, justo al lado de la mesilla, no me gustaria tener que recorrerme la casa en busca de los plomos a ciegas.

Al apoyar la cabeza sobre la almohada pienso una vez mas en los rostros que he conocido en la reunión de esta noche. Espero que me dejen descansar mis pensamientos, sino mañana no podre hacer ni un simple vendaje sin dormirme...

Suena el despertador a la hora habitual, un manotazo lo apaga bruscamente, la mano se desliza por el despertador y comienza a tantear la mesilla en busca de la luz de la lamparilla, es un nuevo dia...

Te levantas perezosamente ya algo soñolienta, ya que te costó algo más de lo previsto conciliar el sueño a causa de todo lo de anoche, pero no tienes más remedio que solventarlo con una buena taza de café antes de dirigirte al hospital.

Allí todo parece igual de "tranquilo" que siempre, dentro de las posibilidad de un sitio en el que a menudo hay que operar de urgencia, claro está.
Cumples tus tareas matutinas con algo más de prisa de lo habitual, quieres tener algo de "espacio libre" para visitar al tal William.

De hecho te cuesta un poco encontrar su informe y el número de planta y habitación dado que es un nombre bastante común, pero por suerte el tener múltiples heridas de balas ya no lo es tanto así que puedes dirigirte hasta la habitación en cuestión.

Las legañas no querían despegarse de mis ojos, pero gracias una buena taza de cafe espresso mis neuronas comenzaron a despertar. La mañana paso rapido y un poco agitada, mas callada de lo normal, pero agradable con todos. Por los pasillos me movia un poco temerosa de que se apareciese ante mi otro de esos cadaveres andantes, pero el tiempo pasaba y por suerte no vi ninguno.

Mas relajada me dirigi hacia la habitacion de William, tenia que darle la cita y preguntarle unas cuantas cosas ademas me aseguraría de que sus heridas estuviesen curando bien. Entro en la habitación con la tablilla de su informe, la luz entra por las ventanas...

William te acaba asintiendo silenciosamente y se guarda el número de teléfono que le acabas de tender, al parecer no es hombre de muchas palabras... pero lo más probable es que sí pueda asistir a la "cita" con Garras y Sombra ya que por suerte las heridas no fueron en sitios realmente graves o vitales.

Vuelves a tu planta a seguir con tus quehaceres y asistir, cómo siempre, en los quirófanos en los que eres requerida.
Lo bueno de ése trabajo es que te mantiene tan ocupada que apenas tienes tiempo para pensar en los monstruos y demás problemas.

**ESCENA 2**

Después de varias "ofertas" decidís que iréis a casa de William, pero evidentemente vas a necesitar tus utensilios médicos para poder extraer la bala del hombro de John.
Garras se ofrece para acompañarte hasta tu casa a buscarlos.

-¿Ya has pensado qué excusa le pondrás a tu padre...?- te pregunta mientras mira el edificio en cuestión.

Estoy aparcada a escasos metros de mi casa, mirando la fachada como temiendo entrar, nunca me había sucedido...me muerdo el labio inferior pensando lo que tengo que recoger, pero lo mas importante que le voy a decir a mi padre... la voz de Garras me saca de mis pensamientos, me giro hacia él.

Creo que ahora mismo no importa mucho qué le vaya a decir, sino ayudar a Jhon, salgo del coche, esperarme aquí no tardare mucho.

Cierro la puerta y me encamino ha casa, cuando llego ante la puerta hago una profunda inspiración y abro la puerta con la llave. Es un poco tarde así que intento dirigirme hacia mi baño y mi habitación sin despertar a mi padre, si es que esta dormido...

-Me alegro de que pienses eso... Te esperaré aquí- Garras asiente y se apoya en la pared del bloque de edificios mientras tú subes a tu casa.

Por suerte está todo a oscuras y silencioso así que al parecer tu padre ya debe haberse ido a dormir... Lo único que tienes que hacer es intentar ser silenciosa mientras reunes todos los utensilios que puedes en algún maletín.
Cuando ya lo tienes todo y te dispones a cruzar el comedor, alguien se levanta del sofá.
Probablemente estaba tumbado y no pudiste verlo antes.

Ante tu propio sorpresa descubres que no es tu padre, si no Edd.

-Ayira... hace rato que te espero, ¿dónde te habías metido?- se acerca un poco más a ti, mirándote ceñudo y preocupado y entonces recae en el maletín.
-¿Qué llevas ahí...?- te pregunta algo aturdido, empezando a desconfiar.

Recojo todo lo necesario en un maletín y visto que no voy a poder volver a dormir en casa hoy me llevo la bolsa del trabajo, pero añado un conjunto mas de ropa para la operación de esta noche, no quisiera llegar al trabajo con un pijama lleno de sangre de una operación.

Cuando lo tengo todo bajo las escaleras y me dispongo al cruzar el comedor, una figura se levanta del sofá, es demasiado grande para ser mi padre así que me pongo un poco a la defensiva por si acaso...Edd...buff cielo que susto me has dado ¿que haces en casa? intento desviar su atención del maletín, pero parece que no le ha pasado desapercibido, así que lo agarro con fuerza es un maletín de trabajo ¿que otra cosa podía ser?, espero unos segundos a ver si su rostro se muestra menos ceñudo estaba preparando las cosas para mañana.