A lo lejos llegan sonidos de auténtico caos. Una estridente sirena de alarma no deja de sonar, reverberando por las paredes del edificio. Su molesto ruido se mezcla con múltiples disparos, y de cuando en cuando alguna explosión, de diferente intensidad e incierta distancia.
Habika llama a sus compañeros desde lo alto del techo, asomando al exterior del conducto, mientras observa que las criaturas terminan de salir atravesando las acuosas paredes. Se ve obligada a retroceder para dejar subir a Arthur, quien asciende sin problemas, pero aún logra ver algo de lo que sucede abajo. Bruno espera su turno para subir, y comienza a sentirse más despejado, con la mente aclarada y los sentidos amoldándose a la realidad.
Los tres ven con estupor la carrera de Alma, alocada y furibunda, recorriendo la sala hacia el altar, saltando directamente sobre la figura cuyo resplandor ilumina la estancia. Con las garras bien afiladas, emitiendo un ligero fulgor, descarga todas sus fuerzas sobre la figura dorada, haciendo que se quiebre con un sonoro chasquido al principio, para finalmente implosionar en una oleada de energía color ocre, en la que se mezclan llamas de pura oscuridad que dibujan figuras malignas que escapan hacia los rincones a zancadas poderosas. La explosión se ve acompañada del sonido de un rugido poderoso, y Alma se ve proyectada de espaldas, sacudida por la oleada de energía hasta caer al suelo y quedar tendida en el suelo sobre la arena derramada de uno de los jarrones rotos.
Está inconsciente.
Bruno: Desaparece la confusión.
La explosión da paso a la oscuridad, donde un rugido te arrebata tu propio cuerpo, donde varios pares de ojos brillantes te miran con odio y desprecio. Miles de imágenes pasan ante tus ojos, imágenes de horror, de violencia. Hombres muertos. De todas las edades, de todas las razas, de todos los sexos. Ves un lobo matando a un jabalí, para después seguir con un imponente toro, después a un murciélago que trata de aletear entre las fauces de la bestia. Otros se unen a él, sombras negras de ojos relucientes, y saltan sobre un gran oso de piel blanca con manchas negras. Sientes el dolor de cada uno de ellos, el frío de la muerte arrastrándose por tu piel, el vacío y la oscuridad...
Abres los ojos de nuevo, una gran bestia se enfrenta al lobo y sus secuaces, un león de piel negra. Los hace frente, pero alguien salta sobre su espalda y se ve derribado. Todos saltan sobre él, sientes el dolor, las colmillos desgarrando tu piel. Alguien se ríe de tu desgracia, pero juras venganza.
El mundo pasa ante tus ojos, ves todo el planeta, a Gaia entera, desde un incierto punto exterior. Desciendes en picado, observando su superficie como una telaraña de energía, con miles de haces de luz ocre unidos desde nexos extraños. Ves Túmulos, Reinos Guarida, otros nexos entre el mundo material y el espiritual que no logras comprender. De todos ellos surge un haz, pero todos se unen en puntos del cielo, entre las nubes. No, sobre ellas. Y la Gran Araña teje la red que los une. Para qué, te preguntas, y a modo de respuesta, la tierra tiembla, y de su piel surgen inmensos gusanos que devoran montañas enteras a su paso.
Te alejas de ellos, solo para comprobar que existe un patrón en los haces de luz. Los hay más finos y más gruesos, e incluso se puede percibir un flujo de energía corriendo a través de ellos, de forma que se puede adivinar una dirección. Esta te lleva hacia un horizonte donde está naciendo el sol, hasta una inmensa torre donde las arañas se mezclan con una gran sombra, como un espeso pelaje negro que ondea al viento. De allí surge todo, toda la energía, toda la maldad...
De repente, te ves arrastrada de nuevo hacia atrás, pero no en el espacio, sino en el tiempo. Ves alejarse la torre, y sobrevuelas de nuevo las montañas regurgitadas ahora por los gusanos que las devorarán, la gran telaraña de energía, la faz de Gaia... Hasta alzarte de nuevo sobre la hierba de una tierra lejana, con un cadáver a tus pies.
Se trata de un gran león, completamente negro. El suelo a su alrededor está surcado por las huellas de múltiples animales de diversa índole. Estás en una tierra que te es extraña, demasiado calurosa y exótica. A lo lejos ves una gran montaña. No, más bien un volcán. Y el león muerto ha desaparecido. Oyes una explosión, y el volcán entra en erupción. Pero no es lava brillante lo que surge de su cráter, sino una oscuridad palpable y siniestra, que se arrastra por los pastos amarillos.
Te giras y ves una sombra que surca el cielo como una nube de tormenta. En sus pliegues se dibuja el rostro imponente de un león, con sus ojos clavados en ti. Sin saber por qué, ni poder resistirte, te ves arrodillada ante su majestuosa imagen.
Y sientes miedo...
¿¡ALMA!? Habika tu vete. Digo mientras bajo de u salto para recoger el cuerpo de Alma. Mi idea es que al menos uno de nosotros escape, pero no puedo dejar a Alma atras cuando puede que aun este viva. Adopto mi forma crinos ya que parece la mejor para cargar un cuerpo y empiezo a buscar otra ruta de escape que pueda coger ya que no estoy seguro de poder ir por el tuvo de ventilación con Alma a cuestas. Tenía que ocurrirseme algo y rápido si no quería acabar en manos de esas cosas.
Tirame Astucia+Supervivencia y Percepción+Alerta (ambas a Dif 6)
Tirada: astucia+supervivencia
Resultados: 10,2,10,7
Resultado final: 3
Tirada: Percepcion+alerta
Resultados: 7,1,6,1
Resultado final: 0
Echas un buen vistazo a tu alrededor y te haces rápidamente una composición de la situación. Te queda bastante claro que no hay muchas opciones. Una de ellas es subir a Alma al conducto, pero necesitarías la ayuda de Habika desde arriba, y luego habría que arrastrarla por el propio conducto, lo que os retrasaría. A los Asura no les costaría daros alcance. Bien es cierto que son demasiado grandes para meterse por el conducto (o eso parece, sabes muy poco de sus verdaderas capacidades ocultas) pero podrían alcanzaros mientras la izáis. A no ser que algo o alguien les entretenga el tiempo suficiente (un turno), claro.
La otra única salida del lugar es el corredor por el que ha entrado Alma. Los aspersores continúan soltando esa nube de líquido verdoso y tóxico, por lo que cruzar debe ser doloroso. Sin embargo, no imposible. El sistema de aspersión hace que se difumine bastante la sustancia, así que, si se cruza lo bastante rápido, es perfectamente posible cruzar sin sufrir un daño excesivo (4 niveles de daño agravado, para ambos si cargas con Alma, absorbibles mediante tirada de Resistencia). Es una maniobra arriesgada, pero ¿acaso no es una situación desesperada?
Puedes hacer un segundo turno teniendo en cuenta esta información ;)
No era un buen momento para que la situación se complicara, de acuerdo la estatua estaba rota pero los espíritus podían materializarse igualmente y de hecho ya lo habían hecho. Alma y la mujer que traía, tiradas en mitad de la sala, la situación no tenía buena pinta en absoluto. Observó un movimiento de arriba, era Arthur bajando de nuevo. Se dio cuenta entonces de que había medido bien la distancia, su cerebro comenzaba a orientarse mejor, ¿tendría que ver con la estatua rota?
Avanzó para llegar junto a Alma y atacar al espíritu más cercano a ella. Tenía que cuidar además bien su espalda así que intentó colocarse ante una de las columnas. Al final iban a resultar útiles...
- Salva a las mujeres.
Le dijo mientras intentaba acertar con su garra al primer enemigo. Diablos no debía caer en esta sala, sus enemigos se harían con el escudo y Gaia perdería a otro guerrero. Pero todo sea dicho, no tenía miedo de esos espíritus, no debían ser suficientemente poderosos para pasar sobre él. Así que Arthur debería tener tiempo suficiente para sacarlas.
Varias cositas a considerar, que debería haber comentado antes:
A partir de este instante, hacedme siempre tiradas de Iniciativa (1d10+Astucia+Alerta). Si combatís, tiradas de Ataque (Destreza+Pelea/ArmasCC) y de Daño (Fuerza+1 si se ataca con garras).
Tirada: ini
Resultados: 7
Resultado final: 1
Tirada: ataque 1
Resultados: 5,9,7,10,7
Resultado final: 4
Tirada: ataque 1, repito 10
Resultados: 5
Resultado final: 0
Tirada: ataque 1, daño
Resultados: 9,6,5,8,5,2,6,4
Resultado final: 4
Tirada: ataque 2, impactar
Resultados: 8,7,2,7
Resultado final: 3
Tirada: ataque 2, daño
Resultados: 1,6,4,7,10,10,1,2
Resultado final: 2
Ok yo tiro y me dices si lo he hecho bien. Hago dos ataques al asura más cercano a Alma.
Iniciativa 11
divido para hacer dos ataques a un asura, con 5 y 4 dados.
ataque 1: 4 éxitos para impactar, 4 para el daño
ataque 2: 3 éxitos para impactar, 2 para el daño
(¿cambiaste el daño de las garras a fue +1? ¿el daño de mordisco cuál es?)
Tirada: Iniciativa
Resultados: 3
Resultado final: 0
Me quedo bastante dubitativa tras la orden de Arthur. Observo el túnel por el que hemos venido y el suelo alternativamente, aunque hay que agudizar bastante la vista para distinguir quién se mueve y quién no ahí abajo.
Me siento realmente tentada de marcharme ya que es lo más sensato y parece que así nos aseguraríamos la posibilidad de que uno de nosotros salga de aquí con vida y se lo pueda contar a otros pero cuando ya me estoy dando la vuelta me doy cuenta de que no puedo. No puedo limitarme a dejar a mis hermanos, a los que ya se han convertido en compañeros de batalla, atrás.
Así pues salto a través del agujero con agilidad y adopto una forma más apta para el combate (Chatro), abalanzándome sobre el infecto más cercano para asestarle un contundente zarpazo mientras procuro acercarme al cuerpo de la humana inconsciente.
Tirada: Cambio a chatro
Resultados: 5,8,5,2,5,5,10,4,1
Resultado final: 1
Tirada: Mordisco
Resultados: 8,6,1,6,4,8,5,10,7,4
Resultado final: 3
Tirada: Daño
Resultados: 4,10,2,6,5
Resultado final: 2
Iniciativa = 3+2+3= 8
*En la tirada pone mordisco pero lo dejamos en zarpazo (con garras como cuchillos) porque si no me voy a envenenar yo sola xDDD
No se ni por que lo he echo, pero ese resplandor me recordaba a lo que habia visto arriba cuando encontre los papeles que llevo encima, los que nos ayudaran a acabar con esto y a destruir a los siervos del Deshacedor.
Maldigo entredientes cuando Habika me sigue, no podemos correr el riesgo de que la información que conseguimos no llegue al exterior de estas paredes. Si ellos iban a pelear yo tendría que salir aunque con Alma a cuestas sería más lento. Subo el cuerpo de Alma al tubo de respiración y echo un ojo a como va la pelea antes de tomar la decisión de si irme sin ellos o unirme a la pelea. No me gusta ninguna de las dos opciones.
Cita:
No puedes subir a Alma tú solo. Para subir tienes que saltar, y no puedes saltar en vertical de esa manera con ese cuerpo a cuestas. Salvo que alguien te ayude izándola desde arriba (cosa difícil, porque ya no queda nadie ahí arriba), no la podrás subir.
Empizo a arrastrar a Alma hacia atras para tratar de subirla, veo pasar a Habika a mi lado y maldigo entre dientes, lo principal debería ser que por lo menos uno saliera de aquí con vida para contar lo que averiguamos... y ademas así me sera totalmente imposible subir el cuerpo de Alma al tubo de ventilación.
Empiezo a lamer las heridas de Alma tratando de hacer que recobre el sentido, solo así tendremos una posibilidad de que se vaya por su propio pie mientras el resto tratamos de cubrir su retirada y salir de aqui con vida.
Uso el don de lamer las heridas gastando 1 pto de gnosis para curar a Alma
Bruno se abalanza sobre uno de los Asura, que se comenzaba a mover entre dos columnas en dirección al punto donde antes se encontraba la figura luminosa. Como si no hubiera reparado en el hombre jaguar, la bestia insectiforme apenas trata de defenderse hasta que siente las afiladas garras del Balam en su cuerpo. El impacto es acompañado por el crujido de las placas de dura corteza que cubren el cuerpo de la inmensa mantis religiosa, que se ven resquebrajados por la imponente fuerza del jaguar. Las grietas dan paso a las astillas, y bajo ellas una fina y frágil carne deja escapar intensos y malolientes regueros de sangre hedionda, espesa como la pus. La criatura chilla, con un chirrido molesto, pero las garras de Bruno no dejan de golpear.
Al menos, hasta que la bestia levanta una de sus garras y la descarga sobre su agresor, un impacto potente y brutal que se estrella contra el escudo tribal del Balam, lanzándole contra una de las columnas y cayendo al suelo. La bestia retrocede, sangrando ostensiblemente y sin dejar de chillar y agitar sus patas.
Habika adopta una forma más apta para el combate, la forma prehistórica herencia de la Primera Tribu, los Kara, y sus afilados y exageradamente extensos colmillos se vuelven el anticipo de la violenta acometida sobre otro de los Asura. De un salto, la ágil y veloz hembra salta sobre el espíritu materializado y asesta un poderoso zarpazo contra la placa que protege su espalda, abriendo una gran grieta en ella, por la que comienza a brotar sangre espesa a borbotones. Por alguna razón, a pesar de no poder ver los colores correctamente en la oscuridad, algo le dice a la Swara que no es roja la sangre de estos seres infectos. Sin embargo, la felina es tomada por sorpresa por la desbordante agilidad de la bestia, que se gira agarrándola con sus enormes pinzas y, a pesar de sus rugidos y de tratar de debatirse para escapar, comienza a triturarla con su fuerza desmedida y sus múltiples pinchos. Cuando se escuchan los huesos rotos y Habika comienza a echar espumarajos de sangre por la boca, el Asura la lanza lejos de sí, y el cuerpo de la Swara aterriza junto a la entrada, casi al lado del cuerpo inconsciente de la mujer que traía Alma al entrar. Habika, al tocar el suelo, siente el impulso de levantarse, fruto del instinto de supervivencia. Sin embargo, el mínimo movimiento hace que su cuerpo se vea cruzado por un intenso dolor que le impide respirar y amenaza con hacerle perder la consciencia.
Los otros dos Asura, al margen de aquel que continúa en el suelo tratando de eliminar el ácido de su piel, se mueven entre las columnas. Por alguna razón, no parecen demasiado interesados en los intrusos de este lugar. En lugar de ello, se desplazan serpenteantes en dirección al altar donde descansaba la figura dorada que iluminaba antes el lugar. Arthur, ocupado tratando de sanar a su compañera Alma, se ve al mismo tiempo acuciado por la curiosidad de tan extraña actitud por parte de los seguidores de Cahlash, aunque ¿quién entiende realmente a los espíritus, más aún cuando se trata de unos tan oscuros como los Asura?
En cualquier caso, Arthur olvida fácilmente ese tema al darse cuenta de que su capacidad espiritual para sanar no tiene efecto alguno en su compañera puma. La mujer no parece herida, no tiene sangre ni hematomas, y aunque parece sencillamente inconsciente hay algo místico en su estado. Parece estar sumida en un intenso trance...
¡¡Bang!! Fssssssssss... ¡¡KABOOUM!!
Un intenso estallido de luminosidad acompaña al sonido del disparo, al siseo y a la explosión de fuego que impacta en una de las bestias, en cuanto pasa relativamente cerca de la pareja. Todos miran a la entrada de la estancia, hacia la luminosidad del pasillo, donde se recorta la silueta de un enorme y poderoso hombre felino sosteniendo un rifle humeante. A su lado, otro hombre felino, más delgado y ágil, agita en su mano un enorme puñal plateado, para clavarlo firmemente en una de las paredes del corredor. Inmediatamente, tras unos chispazos eléctricos, la nube de ácido que surgía de las paredes comienza a desaparecer.
La voz felina del Pumonca del rifle os resulta familiar. Al tiempo que el otro felino arranca su arma y se adentra a través del corredor de un salto, os llega a la mente la imagen del hombre que os acogió en su hogar para celebrar la Taghairma que os ha traído a este lugar.
Chuck está vivo, aquí, y con refuerzos.
El hombre guepardo que entra en la estancia se acurruca junto a su compañera de tribu con familiaridad y preocupación, extendiendo sus brazos para tratar de cogerla y alzarla. El hecho de conocer su nombre hace que la Swara se sorprenda, a través de la bruma de dolor que la imposibilita.
¿Alhaji...?
Tirada: Asura 2 Ataque a bruno
Resultados: 6,10,1,10,4,1,8
Resultado final: 2
Tirada: Asura 2 Daño Ataque a bruno
Resultados: 6,4,8,6,3,2,9,2
Resultado final: 4
Tirada: Resistencia Bruno
Resultados: 4,9,3,1,2,1,9,6
Resultado final: 1
Tirada: Asura 3 Ataque a Habika
Resultados: 9,8,6,8,9,6,2
Resultado final: 6
Tirada: Asura 3 Daño Ataque a Habika
Resultados: 10,8,8,5,1,9,10,3
Resultado final: 4
Tirada: Resistencia Habika
Resultados: 5,2,1,7,4,5
Resultado final: 0
Tirada: Resistencia Bruno 2
Resultados: 3,4,6,1,8,10,10,3
Resultado final: 3
Orden de actuación:
Bruno: Has sufrido 1 nivel de daño, estás Magullado.
Habika: Incapacitada (y de un solo golpe, manda huevos, igual me he pasado al meter a estos tipos ¬¬), como te soplen mueres O_O
Arthur: Considero que no has llegado a gastar la Gnosis al intentar emplear el Don.
El Daño causado por los Asura es Letal. Los heridos podéis hacer tiradas de Resistencia a Dificultad 8 cada turno para recuperar 1 nivel de salud.
Tratas de aprovecharte de la situación para obtener toda la información posible, a pesar de desconocer en qué consiste tu situación actual. El lugar que te rodea parece demasiado onírico, y sin embargo vívidamente real. Las nubes que conforman la figura del león siguen arremolinándose, dotando a la figura imponente de una consistencia verídica y atemorizante.
Un relámpago refulge en la distancia, acompañando la fiereza de sus palabras. Comienzas a sentir un intenso dolor de cabeza, como si algo estuviera penetrando tu cerebro...
Las nubes se arremolinan con mayor presteza, formando una auténtica espiral en lo que antes era la boca del león, amenazando con lanzar un tornado sobre tu posición. Quieres moverte, pero no puedes. Quieres gritar, pero la garganta no responde. El tornado se acerca, con relámpagos brillando en su interior...
E impacta en una figura que surge de tu espalda, negra como la noche más oscura, un inmenso felino incorpóreo de pura negrura que se sitúa sobre ti y te protege del impacto del tornado. Éste impacta sobre su lomo, y el felino gime de dolor, pero pronto otra figura acude en su ayuda, otro felino de pura luz que se sitúa a su lado, sobre ti, y absorbe el tornado. Ambas figuras giran sus rostros felinos, de luz y sombra, hacia ti, y de repente sientes que tu cuerpo y tu mente se ven liberados del influjo del león.
Se alzó del suelo rápidamente notando un escozor donde la herida se cerraba. Era un corte poco profundo y estaba claro que no iban a poder tumbarlo de esta forma. Por suerte estos asuras no parecían tener ataques más poderosos, había escuchado de espíritus de la corrupción mucho más letales que quemaban la carne sólo tocándola con sus ácidos.
Por otra parte, no era habitual que los bastet recibieran refuerzos de esta manera, ¿desde cuándo un bastet se encontraba con cinco de su especie el mismo día si no se trataba de un Taghairma? Esto no lo iba a creer nadie...
- Yo los remato, salid...
Comentó en su lengua felina mientras su zarpa libre se preparaba para terminar el trabajo, el suyo y el de Habika... los otros dos seres parecían marcharse, lo mismo que debían hacer ellos.
Tirada: regenero
Resultados: 5,3,10,9,10,1,6,7
Resultado final: 2
¿Puedo dividir la reserva de datos para pegar a los dos asura?
Tirada: Ataque 1 al asura de Habika
Resultados: 6,1,3,10,8
Resultado final: 2
Tirada: Daño 1 al asura de Habika
Resultados: 7,8,9,9,10,3,5,9
Resultado final: 6
Tirada: Ataque 2 al asura de Habika
Resultados: 5,8,2,10
Resultado final: 2
Tirada: Daño 2 al asura de Habika
Resultados: 3,2,9,4,10,4,8,5
Resultado final: 3
Ale con lo que he sacado yo debería petar al asura que atacaba a Habika. Si intenta esquivar o algo me lo dices que los 10 los puedo repetir para sacar más éxitos al impactar.
Tira esos 10s, mejor...
Y no marques a Alma.