Partida Rol por web

-Sí, vamos.- sonrío.

-Después me probaré los kimonos.

-Así que...visteis la foto del calendario...jeje...

Pasáis a la sala de té. Os sentáis en el suelo y empiezan a hacer el ritual del té.

Os dan una taza a cada uno y vuestros padres toman un pequeño sorbo.

Mr. Shihöin:- Están en todas partes. Eres bastante famosa y popular.

Ms. Shihöin:-En mi juventud también hacía esas cosas. Me pareció fantástico que ayudases en el calendario.

Mr. Shihöin:- Bueno, Yoruichi. ¿Cuándo te casarás?

Yoruichi:- ¿No os gusta más Reena? Ya sabéis. Más joven, más poderosa, más querida... ¡Además tiene novio!
 

-Es cierto que soy más joven, más poderosa, con mejor posición, mas inteligente y muchisisisimo más guapa pero no tengo novio, solo alguien enamorado de mí. -río- Y no soy la primogénita así que....¿Hermanita, cuando te casas?

- Oi, se supone que tenías que defenderme ¬¬. - toma un sorbo de té y mira a todos.- No puedo casarme. Eso es todo. Así que solo queda Reena. Ese Hisagi parece un buen chico. Quizás deberías darle una oportunidad. O también pasas mucho tiempo con Hitsugaya taicho. Ya sabes.

-¿No puedes casarte? ¡Hala! Si NO puedes es que YA estás casada. ¡Qué calladito te lo tenías!- río.

Tomo un poco de té.

Oye Kâryu...ahora que lo pienso no me has hecho ningún regalo por mi cumpleaños....jijiji ¡Me debes un regalo!

-No creo que sea bueno mantener relaciones entre shinigamis, sencillamente. No digo que no esporádicas...pero nada más serio ya que podría afectar a nuestro trabajo.

-¿Dónde está ese perro?

- no es por eso. Además tu sabes por que. Así que no les des falsas esperanzas baka.
Vuestros padres miran primero a una y luego a otra según vais hablando. Impresionados por que os lleveis tan bien y por lo que van escuchando que decís.
Yoruichi te advierte con la mirada para que no digas lo que sabe que estas pensando.
- y las relaciones entre shinigami son las mas adecuadas. Que harías si te casases con alguien de la sociedad de almas? No podrias verle casi nunca.

-Cierto...por eso veo mejor quedarme soltera. Tú eres la indicada. Además, tendrás que darles nietos.

V de victoría, sonriente.

Tomo más té, dejando ya que hablen nuestros padres.

- Baka. Te acabo de decir que yo no...

Pero vuestro padre la interrumpe.

Mr. Shihöin:- ¿Por qué no os casais las dos y acabamos antes? Así las dos por igual y los Shihöin seguiremos teniendo descendencia.

Silencio. Yoruichi se ha quedado muda y tú empiezas a sentir algo en la pierna. Cuando miras un perro ha apoyado la cabeza en tu muslo y te mira simpático.

-¡Anda!

La acaricio la cabeza y rasco tras las orejas. Dejo que me lama las manos lo que quiera, pro no la cara.

-¿Y tú quien eres monada?

ME dejo caer arrastrandolo, jugando, tras dejar la tazae en la mesa.

El perro se va contigo, moviendo enérgicamente la cola, contento. Te rodea, te lame las manos y pone sus patas en tu antebrazo para indicar que le acaricies.

Mr. Shihöin:- Ese es el perro del que os hablamos. No tiene aún nombre. Así que eres libre de ponérselo, Reena.

Ms. Shihöin:- Y de llevártelo si quieres.

El perro ladea la cabeza, simpático y contento. Sale corriendo alejándose de ti un momento y vuelve tan tranquilo con una pelota del tamaño de una de tenis. Te la deja en el suelo y te mira emocionado.

-¡Atila!

Cojo la pelota y la lanzo, al regazo de Yoruichi.

-¡Saluda a mi hermana!

-Pero no me lo puedo llevar, tendría menos sitio uqe aquí. Y así además tenéis otra excusa para hacerme venir.- les sonrío.

El perro se lanza a por la pelota y Yoruichi se levanta, solo provocando que el perro la tire al suelo. Atila no hace caso de Yoruichi, solo coge la pelota y te la trae.

-Chucho sarnoso...

Como si hubiera entendido las palabras de tu hermana, el perro se gira y le gruñe. Yoruichi le bufa. 

Ms. Shihöin:- Me parece bien. ¡Oi! Dejad de hacer eso.

Unas miradas fulminantes más y luego el perro vuelve a prestarte toda su atención.

-¿Cómo es que  lo tenéis?

Doy a mi lado para que se siente, y en mi pierna para que ponga la cabeza. Se la acaricio y bebo un poco de té.

-Y bueno...¿Qué ha pasado estos años?

El perro, obediente, se sienta a tu lado y coloca su cabeza en tu pierna.

Mr. Shihöin:- No mucho hija. Nuestras riquezas y fama han aumentado aunque hemos tenido que explicar tu ausencia en la fiestas. Y a veces incluso también las de tu madre...

Ms. Shihöin:- Sin mis hijas no pensaba divertirme-comenta. Testaruda, como si ya hubieran tenido esa conversación con anterioridad- El perro lo tenemos desde hace pocos meses. Es muy joven. Solo tiene 3 meses. ¿Atila eh? Le pega.

Yoruichi:- Tsk... es solo un chucho sarnoso

El perro levanta la cabeza y le gruñe enseñándole los dientes. Yoruichi lo ignora.

Mr. Shihöin:- Y bueno... alguna que otra cosa más... pero no es momento ahora. ¿Todo bien en el Seireitei, Reena? ¿O mucho trabajo como capitana? 

-Bueno esas fiestas tampoco eran muy divertidas....y no, la verdad es que como capitana tengo menos trabajo que antes....ahora tengo esclavos.

Río.

-Na, en serio. Leer informes, firmar o no...poca cosa de momento. Cuando haya crisis ya veremos pero por ahora nada especial.

Le doy en el morro, suavemente pero con firmeza.

-No se gruñe. ¿Cómo lo encontrásteis?

Mr. Shihöin: -Era solo un cachorro cuando se coló por la parte de abajo de la verja. Lloraba todas las noches hasta que tu madre lo descubrió acurrucado entre los arbustos.

El perro estornuda un poco, se echa en el suelo de lado y continúa con la cabeza apoyada en tu pierna. Parece que le gustas bastante.

Ms. Shihöin:- ¿Qué quieres de regalo, Reena?

-No hace falta nada, mamá.- agito la mano.

-¿Y qué son esas cosas que no nos contáis? Ahora tenemos tiempo ^^.

Le rasco cabeza y panza a Atila.

Ms. Shihöin:- No es nada importante. De momento.

Mr. Shihöin:- ¡Disfrutemos del día de hoy!

Parecen algo nerviosos y Yoruichi se ha dado cuenta. Te mira y alza una ceja, pero no comenta nada. Atila se está quedando dormido. El té se ha quedado frío y alguien tiene que romper el silencio.

Mr. Shihöin: - Cuéntanos algunas de tus historias, Reena.

-Vamos...contádnoslo...ahora nos habéis intrigado.

Pucherito a mi madre.

Ellos se miran y con la mirada se entienden. Vuestro padre suspira.

Mr. Shihöin:- Bueno... no queríamos deciros nada porque sois capaces de ir y al menos Yoruichi no tiene nada que hacer. Ni obligaciones ni nada que le obligue a quedarse. 

Ms. Shihöin:- Vuestro tío nos está chantajeando.-acortó vuestra madre.-Sabía que no estáis aquí y nos obligó a firmar un documento para que le cesiésemos todos los derechos de la familia. Vuestro primo se convertiría en el jefe de la familia Shihöin en cuanto se casase. De ahí que queramos que os caseis, una de vosotras... con él.