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Silverlake

EPÍLOGO

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06/08/2025, 17:07
DRAMA QUEEN

El día del centenario de Silverlake no era un día cualquiera. Era el día en el cual los guardianes renovaban su compromiso, y los nuevos ocupaban el lugar de los antiguos.

Aunque la batalla entre la luz y la oscuridad se había desatado antes, con muertes inesperadas y sangrientas, esa batalla no hacía más que poner de manifiesto la necesidad de encontrar un nuevo equilibrio. La energía maligna había logrado hallar una fisura por la cual escapar, huecos que amenazaron con hacerse mucho mayores, dejando escapar poderosas fuerzas que acabarían por extenderse por todas partes.

Silverlake no era únicamente un pueblo. Era el centro neurálgico en donde las fuerzas del bien y del mal encontraban su equilibrio, permitiendo así que el resto de la humanidad conviviese a su manera. Pero un problema, un error, y el mundo entero se vería amenazado.

El final de uno de los guardianes provocó que las fuerzas encontrasen suficiente espacio para salir, y solamente nuevos guardianes podían ayudar a encontrar el nuevo equilibrio.

Los vampiros, esos seres abyectos creados como aberraciones de espíritus del bien, eran los únicos dispuestos a colaborar, pero incluso ellos terminaron por darse cuenta de que, a pesar de no poder defender Silverlake, sí que podían hacerlo con quienes lo intentaban, y evitar así que algo mucho peor acabase por controlarlo todo.

La necesidad de energía hizo que Jasper fuese llamado antes de tiempo. Se necesitaba su energía de regreso para intentar reestablecer la calma. No fue suficiente, pero sí un comienzo. Su naturaleza misma provenía de la tierra de Silverlake y ahora esta lo requería. A pesar de sus reticencias, Jasper no tuvo más remedio que ceder y su cuerpo se fundió con el bosque. A partir de ese momento, se convirtió en energía, la misma que electrifica árboles y animales en cada amanecer, y que puede percibirse más allá de los sentidos cuando miramos un arcoiris. 

En el círculo de piedras, se encontraba el punto de confluencia de todas las energías y fue allí donde sus amigos lo encontraron. Al verlo, Rai lo entendió. Él, que siempre había deseado estar con Jasper, no pudo imaginar nada mejor que unirse a él y compartir para toda la eternidad el destino de ser parte del bosque. No existía mejor sueño que atravesar las delgadas líneas de lo real para adentrarse en lo infinito.

Ante la mirada de sus amigos, Rai desapareció, para no desaparecer ya nunca jamás. A ellos, Sabrina, Vanesa, Christine y Lenny, les aguardaba la vida terrenal, pero su camino era bien distinto.

Lorelai, que había conocido a sus "hermanas" del bosque, sabía ya lo que le esperaba, pues la energía era poderosa en ella. Era lo que le permitía conocer la verdadera naturaleza de todo cuanto le rodeaba y moverse a placer dentro de los límites de Silverlake, más allá de lo terrenal, trasgrediendo todas las barreras físicas. Más consciente que nunca de lo que era, decidió continuar viviendo entre los humanos, pero solo para poder mediar con los espíritus del bosque. Además, Logan necesitaba a alguien que cuidase de él. Sí, la noche del centenario, su naturaleza salvaje lo dominó por completo, convirtiéndose en una criatura más de aquellos bosques. Pero Lorelai podía controlarlo. Lo seguía a través de su espíritu, lo guiaba, le decía a dónde debía y podía ir, y lo calmaba, hasta que de nuevo, a la mañana siguiente, su parte humana regresaba al control.

La conexión creada entre Lorelai y Logan, tan íntima, los convirtió en una pareja extraña, en dos mitades de una misma entidad, que convivían casi por separado, pues cuando la luna se alzaba luminosa en las noches, Lorelai observaba, vigilaba y, con ternura, cuidaba de él. En cambio, cuando el Sol recuperaba su lugar, ambos volvían a ser Logan y Lorelai, simplemente ellos, humanos, verdaderos y con sentimientos que compartir. Ambos permanecieron atados a Silverlake, compartiendo el tiempo que pudieron, protegiéndose uno al otro, pues mientras ella lo guardaba a él, él lo retenía para que no terminase de perderse en el bosque.

Ante aquella situación, el Consejo de Guardianes deseaba que todos ellos, menos la vampira, por supuesto, ocupasen su lugar. Necesitaban mucha más energía, pensaban, así que les obligaron. Deseaban obligarles. La vampira, por supuesto, debía morir. Cuando lo intentaron, fue Vanesa la que se interpuso y quien perdió la vida. Aquella pérdida solamente podía tener dos respuestas. El odio indescriptible de la joven Sabrina... o el acto desesperado de quien está enamorada.

Y eso último fue lo que hizo. 

Acogiéndose a la última de las opciones que tenía, se mordió a sí misma y compartió su sangre con Vanesa. Esta renació... convertida. Ya nunca más sería lo debía ser, pero a cambio, le habían dado la vida eterna y un lugar en el corazón de Sabrina, para siempre.

Ambas se marcharon de Silverlake, abandonando sus familias, intentando olvidarse de aquel lugar y, sobre todo, de las gentes que a punto habían estado de acabar con ambas. Aunque nunca se olvidarían de sus respectivas familias, el rechazo que obtuvieron por su naturaleza, fue el último impulso que necesitaban.

Christine y Lenny aún tenían mucho que decir, pero sus naturalezas los condenaban a formar parte de Silverlake a no ser que se marcharan también. Sin Rai ni Jasper, y con Sabrina y Vanesa preparándose para irse, ellos decidieron también salir del pueblo y buscar una vida juntos. Aunque sus vidas serían más longevas que la de los humanos mortales, sabían que al final, la tierra los reclamaría. Pero sería muchos años después, mucho tiempo después. Ambos podían buscar ahora un lugar entre el resto de personas, solo con un poco de cuidado adicional para evitar despertar sospechas sobre lo bien que se mantenían, pero no más que Sabrina y Vanesa, que cada pocos años, se veían obligadas a cambiar de vida.

Por su parte, población vampírica aun tendría que pasar lo peor. Durante la anterior década y esta, un virus que afectaba a humanos, el virus de disfunción del factor de coagulación, el CFaD, comenzó a afectar de manera desigual y a extenderse por todas partes. Algunos humanos simplemente lo manifestaban con un leve resfriado mientras que otros, descubrían que tenían importantes problemas de coagulación sanguínea que podían, en algunos casos, llevar a la muerte. Sin embargo, un vampiro que se alimentase de de sangre contaminada de CFaD, moriría irremediablemente. Por ello apareció un sustituto de sangre humana, el Hema, que cambiaría la sociedad vampírica para siempre.

Sabrina y Vanesa, y Christine y Lenny, tenían ahora un objetivo importante, como era lograr que los vampiros, ahora que no podían, ni debían, alimentarse de humanos, pudieran convivir pacíficamente con los humanos, pero eso sería otra guerra que tardaría décadas en resolverse.

Silverlake continuó existiendo, aunque poco a poco su nombre pareció ir perdiendo fuerza y difuminándose a medida que se transformaba en una simple leyenda, la de una ciudad que en realidad estaba en algún lugar sobre la superficie de la Tierra, protegiendo a todos los seres por igual, manteniendo en equilibrio las fuerzas del bien y del mal. Solo para aquellos que se quedaron y quienes salieron de ella, siempre existirá igual.