Partida Rol por web

Aquella información la fuerza a fruncir el ceño mientras niega con la cabeza, está claro que de momento prefiere mantenerse en silencio para que sus compañeros sean los que pregunten aún más. La cuestión es que al parecer y como ella lo explica, esto lo inició alguien del agua, dejando en claro que los humanos simplemente se están defendiendo. ¿Pero quién querría desatar una venganza de esa magnitud? Está claro que el océano es basto, profundo e ilimitado. 

Al margen de ello se encontraba esta chica, que llama la atención por sus comportamientos como si necesitase afecto o algo similar, siendo esta actitud algo que escapa del entendimiento de Eressëa por ser algo muy diferente a lo que entre sirenas y tritones se manifiesta. No obstante si habló en el idioma que sólo los de su especie pueden entender, dejando en claro lo que en verdad piensa. 

- No le creo, si los han atacado se defenderán y con mayor ímpetu. - responde a Eneas analizando la situación. - Está muy ajena al grupo, sólo tiene una información general pero sí se hizo en el rostro eso para alejarse de los hombres, está claro que no se relaciona mucho. De mi parte no tengo más preguntas para hacerle, es más tendríamos que vigilar el perímetro para descubrir quién está detrás de esos ataques y devolverla con los suyos para ver que hace. - propone ya considerando que no tiene más utilidad que la ofrecida. 

- Teneis razón. Seguramente ella apenas sepa una parte de todo esto... - se muerde  el labio pensativo, valorando las palabras de sus compañeros. - Hay que devolverla con los suyos, pero antes creo que podria ayudarnos. Xiomara ya experimentó la transformación. Podriamos intentarlo nosotros también. Y ella puede ser nuestro guia para infiltrarnos entre los humanos. - clavó los ojos en Eressëa primero. Ella sabia que ya habia propuesto esa idea pero su hermano la desechó por no tener mucha idea como se comportoban los humanos. Ahora con la chica de pelo azul la cosa cambiaba.

- Necesitamos ropa, por ejemplo - dijo tocando una de las prendas que lleva Ligeia

Mientras seguía abrazado a ti, el tritón hablaba con los suyos en su lengua. Se nota que está preocupado pero luego parece mas pensativo cuando se muerde el labio inferior.

Una de sus manos recorre tu espalda hasta llegar al bajo de tu falda
donde tira un poco de ella mientras habla mirando a Eressëa

No entiendo muy bien de qué hablan, a mí nadie me dice nada a pesar de que yo les he contado todo lo que sé. Empiezo a sentirme fuera de lugar, quizás alguno de mis compañer@ les habría ayudado mejor, desde luego yo no era la más lista del lugar. Y aunque no me ofende ni me molesta porque ya estoy acostumbrada, sí me hace sentir algo extraña.

Quizás éste tampoco sea mi sitio, sea lo sea no importa. Estoy mirándolos mientras creo que se comunican cuando él me recorre la espalda tirando un poco de mi falda hablando con ella. No sé de lo que hablan pero lo dejo hacer lo que quiera.

Yo lo miro a él, ella no parece muy amigable y no quiero hacerla sentir incómoda, es una reina yo soy una extraña, no creo qu eme quiera aquí. Azariel parece preocupado también, me fijo en su barba, en sus labios, su nariz, sus cejas, me fijo en sus hombros ye intento fijarme en sus tatuajes para ver qué animales lleva grabados en la piel.

En su brazo izquierdo lleva tatuados un león de lado, el rostro de un búho, un elefante en pequeño y un caballo mirando hacia atrás. Una rosa complementa el conjunto.

Él se da cuenta de que le observas y te mira de reojo, estrechandote un poco más pero apenas son unos segundos.

Aquella conversación es importante y necesaria.

Mi corazón se acelera más mientras le veo y cambio el rumbo hacia ellos, bastante alterado. Siguen faltando sirenas ¿quizá estén escondidos y aterrados del secuestro de Eneas? Je, sería divertido que con todo lo que ha insistido en secuestrar le hubiesen secuestrado a él. Casi al instante me siento mal por pensar eso.

¡Ey!

Intento llamar su atención.

Por detrás de vosotros escucháis "¡Ey!" y al giraros veis que Enna se acerca nadando hacia vosotros con rapidez y un gesto de preocupación en la cara mientras mira a todos lados

Por su parte Enna puede ver al llegar hasta Orien y Amelia que están tras unas rocas lo que ellos vigilaban que no es otra cosa que Azariel,Eressëa y Eneas rodeando y hablando con un humano o algo parecido pues tiene dos piernas como ellos sin embargo su rostro es el de un tiburón

- Puedo intentarlo, pero no sé si funcionará ni si me dejarán hacerlo... - murmuró Amelia, mordiéndose el labio, preocupada. 

Miró a Orien un momento y luego a los otros tres. ¿Podrían acabar en una pelea por un estúpido humano? Sí, estaba claro que sí, y no llevaban las de ganar. Por suerte, el grupo desciende de forma que ya no tendrían que preocuparse por las barcas de arriba. La sirena estaba a punto de responder, cuando una voz conocida a sus espaldas hizo que se girase, con un respingo. Media sonrisa de alivio se formó en su rostro al ver que se trataba de Enna, y se acercó hacia él rápidamente, tomándole por los hombros.

- ¿Qué haces aquí? ¿Ha pasado algo en la cueva? ¿Estáis todos bien? - al ver que su mirada se desviaba hacia el grupo de tres, Amelia volvió a arrugar el ceño y le miró preocupada - Sí, lo han hecho. Han... secuestrado a uno de ellos. O eso parecía, porque tiene algo raro en la cara. Pero da igual, lo importante es que había humanos arriba buscándola, parece que han dejado un bote vacío... - Amelia se llevó la mano a la frente, en un gesto de desesperación y desaprobación, mientras soltaba a Enna - Pensábamos acercarnos sin que nos viesen y podría intentar dormir a la humana para que no vea a más de nosotros... - su mirada se bailó entre ambos tritones, esperando por si se les ocurría algo más ahora que eran tres.

Me quedo pensativo mientras escucho la respuesta de Amelia, nunca había mostrado ni capacidad ni interés en el canto más allá que escuchar alguna que otra vez a Nayade practicando. Por lo que acepto la respuesta de la extranjera sin más justo cuando una voz conocida me llama la atención.

Al parecer Enna había decidido salir de la cueva pero antes de que pueda preguntarle si había pasado algo dentro se me adelanta la sirena y dice básicamente lo mismo que pensaba yo.

- Sinceramente, el daño ya está hecho y ahora nos toca evitar que mi hermano nos condene del todo. Tú lo conoces tanto o más que yo, por no hablar de Eressëa.- los tres eran inseparables o al menos lo habían sido durante muchos años.- Así que cualquier consejo que tengas será bien recibido. Por nuestra parte como ya ha comentado Amelia, es acercarnos a ellos sin que la.. ¿humana? nos vea. Bastaría acercarnos por detrás de ella y taparle los ojos pero realmente no se como van a reaccionar los otros tres. Una vez conseguido eso sería intentar hablar con ellos.- no puedo evitar soltar una queda risa sarcástica, "hablar" era un eufemismo de lo que seguramente pasaría cuando nos acercáramos.- Así que, ¿algo que añadir?

La descripción de la humana sobre lo que sucedió con los marineros podría haber puesto los pelos de punta a Eneas si no hubiera visto cosas peores con anterioridad. Por desgracia, sus ojos desde la niñez habían presenciado cosas seguramente más terribles que aquella. Sin embargo... ¿Qué eran aquellas criaturas del mar que mordieron a los marineros? ¿Alguna vez en su vida había visto algo similar?

—Siento tu pérdida, Ligeia— dijo el tritón, aunque sin saber muy bien si era aquello lo que había que mencionar con los humanos en aquellas situaciones. Imaginaba que sí—. Nuestra intención es averiguar qué son esos seres de los que nos hablas y por qué os están atacando. La cosa es...— el sireno puso esta vez un tono más serio de lo que era habitual en él— ¿estás  verdaderamente dispuesta a ayudarnos?

Eneas temía porque aquella chica fuera lo suficientemente fuerte para lo que estuviera por llegar. No le gustaba que nadie sufriera daño alguno. Pero estaba claro que había un peligro que les amenazaba a todos.

—¿No viste algo más que nos pueda servir de ayuda?— preguntó Eneas a Ligeia—. ¿Cualquier detalle que apreciaras sobre esas criaturas mordedoras puede ser crucial para descubrir lo que está ocurriendo?

La conversación paralela con sus compañeros sirenos seguía otros derroteros. Pensó durante unos segundos lo que planteaban Eressëa y Azariel. ¡Y no es que fueran fáciles las respuestas para lo que comentaban ambos!

—Estoy de acuerdo contigo, Eressëa, en lo que se refiere a la información que puede tener Ligeia sobre sus compañeros de la superficie. Por su naturaleza, no parece que esté en gran relación con ellos. Seguramente estaba un poco aislada— comentó Eneas con pena al pensarlo, empatizando con la difícil situación que debía vivir la humana—. Con respecto a lo que comentáis de devolverla con su grupo, por un lado, no tengo gran inconveniente. La verdad que los habitantes de la tierra parecen tan perdidos en este asunto como nosotros según parece. Sin embargo— reflexionó el tritón, algo confuso—¿creéis sensato que vayamos con ella a la superficie y nos infiltremos entre los suyos? La verdad es que la idea me resulta emocionante, incluso fascinante, pero ¿estáis seguros de que podremos engañar al resto?

Asintiendo a las palabras de ambos tritones, reflexiona unos minutos cuando se plantea la posibilidad de una transformación para lograr infiltrarse con los humanos. - Creo que antes de siquiera considerar esa posibilidad, los tres deberíamos practicar la conversión ya que Xiomara dijo que es dolorosa y cuesta controlarla. No es momento de que lo noten a simple vista y por esa razón, sugiero que a Ligeia se la devuelva con su grupo pero planificamos un segundo encuentro con ella cuando tengamos la transformación consolidada. - responde a los dos, siempre desde ese lado racional que ostenta la sirena. Ahora mismo sería una locura, pero en verdad estaba dispuesta a hacerse pasar por humana para descubrir mejor todo. 

- Es evidente que ella tiene cierta empatía con los de nuestra especie y esto puede ser nuestra mejor baza. Aprovechemos eso, que regrese y nosotros nos preparamos para la transformación, que debe ser en total reserva para que no se líe más todo. - propone luego de desviar a mirada por breves segundos a uno y al otro, buscando opiniones, dentro de esta situación. 

Ella no me habla, él tampoco, nadie me dice nada y yo he dicho todo cuánto sé, empiezo a sentirme de verdad una prisionera. O quizás la más idiota de todos los reinos que los hermanos de Zeus se repartieron, me falta el Hades. Siempre me han estafado  allá donde he ido, siempre me han tomado por tonta, no va a ser ésta situación menos que las otras. Aunque no sé por qué, pensaba que ellos eran diferentes a los humanos. El amor que vi en aquellos ojos, quizás solo ella era así. Este mundo se rige por las mismas normas que el otro. ¿Por qué parezco sometida a juicio?

Aflojo mi mano agarrada a Azariel, dejando que me suelte. Llevo un rato aquí sin entender nada de lo que pasa. Y en eso estoy pensando, en que soy idiota, como siempre, cuando Eneas me habla.

- He dicho todo cuánto sé y a mí nadie me dice nada, todo en vosotros es desconfianza y secretismo, a pesar de mi disposición a ayudar no he recibido ni un poco de gentileza; soy una prisionera – ah… mis palabras han cambiado, lo sé, si ellos son igual que los humanos, tampoco es éste mi sitio – la pregunta en realidad es si queréis que os ayude o no – la verdad es que me siento decepcionada, yo no tengo que demostrar nada a nadie, así era sobre la tierra y bajo el mar también – yo no vi nada más, he dicho todo lo que sé. Supongo que mi vida es vuestra. Decidid.

Azariel asintió aliviado. Temía que sus compañeros se opusieran a su idea, pero Eressëa, tan práctica e inteligente como siempre había dado el toque necesario con su aportación.

Bajó sorprendido la mirada hacia su mano al sentirla libre pero no dijo nada, simplemente ladeó la cabeza mientras escuchaba a la humana hablar. Ese cambio de humor tan repentino lo confundía.

Se colocó delante de ella y le cogió la barbilla con suavidad con una mano mientras se inclinaba ligeramente y la miraba a los ojos confundido

- Enfadada? - le dejó unos segundos para que respondiera antes de seguir

- Tu regresar con los tuyos, pero necesitamos que nos enseñes a ser como humanos, así investigar juntos - miró a Eneas por encima del hombro de Ligeia para asegurarse que lo había dicho bien