Partida Rol por web

El tritón te mira sin entender muy bien lo que dices sin embargo asiente sin replicar y sonríe un poco ante tu último comentario,moviendo con ímpetu su cola en un alarde de masculinidad

-"Creo que hay experiencias que prefiero mantener alejadas de mi vida"-responde finalmente mientras su gesto se torna un poco más serio al ver delante vuestra a Enna y Amelia-"Ellos también deberían estar vigilando a los humanos ¿no es así?"-se gira un poco hacia ti sin detener su avance mientras nadáis para encontraros con los otros dos

La Anciana se encuentra en la entrada de la cueva,apoyada sobre la roca y contemplando tu avance por su hogar con una sonrisa agradable en el rostro.Por algún motivo aquella mujer te resulta muy agradable y parece como si os conocieseis de antes aunque sabes muy bien que eso no es así ya que jamás la habías visto

-"Espero que hayas descansado,Eneas"-saluda una vez llegas a su lado-"Imagino que Orien no volvió contigo ¿cierto?"-suspira un poco y alza la mirada hacia la superficie-"Háblame,Eneas,qué sucedió ayer realmente"-

Veis que hacia vosotros avanzan Eressëa y Kadal,uno de los tritones de la colonia

Amelia sonrió al ver que su amigo la apoyaba y asintió. Aunque Orien le dijera que no, tenía claro lo que iba a hacer y la idea de que alguien vigilara desde lejos sonaba mejor que salir los dos a la vez y ponerse en peligro.

- No creo que ese fuera el caso... Y si se entera, Azariel se volverá más cabezón con que la humana tenía razón y bla, bla, bla... Pero tienes razón. Es una buena idea. - apoyó la cabeza sobre la mano que había posado en su hombro y luego se fijó en quién se acercaba hacia ellos. Frunció los labios un momento pero al instante su gesto se calmó y alzó las cejas, señalándola con la cabeza - Anda, mira...

En cuanto vio que Eressëa se acercaba a ellos, Amelia avanzó un poco hasta quedarse frente a ella y al otro tritón, recolocando sus rizos un poco. 

- Buenos días. - dijo simplemente con una sonrisa - ¿Qué tal fue la investigación? ¿Has descubierto algo interesante?

Sonriendo por lo que acaba de encontrar, niega con la cabeza divertida y piensa que tal vez en el océano algún compuesto especial han lanzado por el efecto intenso que padecían todos. Sin dudas el día de la sirena había sido bastante especial, y ahora al ver a Enna y Amelia, piensa un poco en lo mismo. Le agrada. 

- Hola. - saluda mientras asiente a modo de respuesta a quien la acompaña. - Al margen de que la humana está un poco desequilibrada, no. Simplemente he probado la transformación y ha sido muy interesante. ¿Ustedes? - pregunta al desviar la mirada a los dos y prosigue. - ¿Están juntos? - vuelve a la carga un tanto curiosa, no le molestaba si eso llegaba a pasar, quería lo mejor para sus amigos y eso era lo que importaba.

Y mientras aguarda por la respuesta de ambos, mueve su cola de lado a lado, tenía ganas de nadar rápido, perderse entre las olas, vivir un poco de esa adrenalina que siempre solía ser una continuidad en su vida. Esta misión le robaba tiempo de ello, le quitaba esa dosis de diversión. 

El chico se acerca hacia vosotros en silencio y deja que sea la sirena la que hable limitándose a efectuar un saludo con la mano aunque sus ojos se posan un segundo de más en Amelia antes de desviarlos y clavarlos en Eressëa con una sonrisa

-"¿Vosotros también habéis probado eso de llevar piernas?"-pregunta con curiosidad mirando hacia Enna y alzando las cejas

Kadal es un tritón bastante agradable aunque solitario pues parece preferir la compañía de los peces a la del resto de congéneres,sin embargo los rumores dicen de él que en realidad es un chico encantador y un gran amante aunque no hay sirena que lo haya confirmado.Por lo demás es alguien querido en la colonia

¡Ei!

Sonrió a los recién llegados. Tuvo el impulso de hacer como siempre e ir a golpear a la sirena con la cola y reír pero se obligó a contenerse. Algo le decía que no estaba bien, pero no podía decir el qué. Al ver cómo también aparecía Kadal se rió, las cosas perdían sentido cada vez a un ritmo más vertiginoso.

Hoola. Y no -respondió tranquilamente-, ni estamos juntos ni hemos intentado sacar piernas, ya que creo que la situación no es tan extrema como para ello. Sin embargo parece que no importa, nos lo ha confirmado la anciana.

Se encogió de hombros con cierta indiferencia. Tampoco tenía mucho sentido discutir sobre ello. Se llevó las manos a la nuca y flotó descuidadamente. No devolvió la pregunta, si aquellos dos eran felices sería suficiente para el tritón.

¿Y mi tridente? ¿Lo cogiste?

Curioseó, era lo último que recordaba del día anterior. Rió, se empezaba a sentir bien poco a poco mientras todo daba algunas vueltas en su estómago. Eran visibles algunas marcas de arañazos, probablemente de alguna pelea menor.

La sirena ladeó la cabeza al oír eso de la transformación y miró algo preocupada al tritón que acompañaba a Eressëa. Al final todo el mundo ha ido a hacer experimentos por su cuenta... Pero viendo que el otro no parecía escandalizarse ni nada, relajó el gesto. A modo de respuesta, señaló con la cabeza a Enna mientras hablaba. Ya estaba todo dicho. 

- Sí, según la Anciana, lo mejor que podríamos haber hecho es buscarnos cada uno un humano y vivir felizmente en la superficie, igual que ha hecho Azariel... - sonrió con sarcasmo, desviando la mirada hacia arriba. Sacudió la cabeza y volvió a su tono normal, no sin soltar un pequeño bufido de molestia - Es broma... salvo la parte de que tendríamos que haber seguido a su hijo.

Dejó que respondiera a Enna, mientras pensaba en sus cosas y ladeaba la cabeza de nuevo. Claramente la respuesta de la Anciana no le había sentado bien. Levantó una ceja al ver lo bien que parecía estárselo pasando su amigo y esbozó media sonrisa, acabando con su gesto de preocupación.

- ¿Qué tienes pensado hacer ahora? - miró a Eressëa con curiosidad - Y tú, ¿vas a hacer compañía al grupo de exploración o solo a ella? - sonrió divertida, mirando a Kadal esta vez.

- La verdad que no es mi opción, no conozco mucho a los humanos pero soy capaz de decirte, que si son como la cara pintada, prefiero vivir sola. - responde con total sinceridad, encogiéndose de hombros ante aquello que siendo Amelia su amiga, sabía desde qué lugar podría decírselo. No obstante la Sirena contempla atentamente a sus congéneres y al recordar lo del tridente, se queda pensando. - Joder... en la playa quedó el mío, Eneas lo debe haber dejado allí también. Pero no tengo el tuyo... - agrega sincera, no recuerda mucho sobre ello. ¿La conversión te roba retazos de la memoria? No lo sabía. 

 - En teoría tú ibas a acompañarlo para que regrese a la chica, no sé en qué momento él terminó enamorado hasta las aletas y tú aquí. No comprendo, le pregunté a Azariel y no quiso contarme nada. - explica y prosigue.- Lo de seguirlo, no cuenten conmigo. Ya tiene decidido él lo que va a hacer y quiere jugar a ser humano, no voy a meterme en ello. - confiesa desde su forma de pensar, estaba claro que luego de lo vivido ayer, había cambiado muchísimo la mirada hacia aquel tritón que consideraba su amigo. - No tenía planes, Amelia. ¿Y tú que debes hacer? - pregunta al observar a ambos. - Nos encontramos recién, íbamos a dar un paseo. Estás demasiado preguntona amiga. ¿Indagando por orden de? - vuelve a la carga, alzando una ceja.

El tritón se gira hacia Eressëa abriendo mucho los ojos antes de fruncir el ceño en clara reprobación

-"Espera,espera ¿estás diciendo que has dejados unos tritones de Antía en la playa?"-se pasa la mano por la cara y os mira a los tres-"Hay que ir a recuperarlos,si los encuentran los humanos será fatal y Antía os arrancará las escamas una a una"-coge a la rubia por los brazos y clava los ojos en ella-"Eressëa,¿te das cuenta de lo que habéis hecho?Si los humanos los encuentran querrán averiguar de dónde han salido y entonces empezarán a buscar bajo el mar y no pararán hasta dar con nosotros"-suelta a la chica y mira a los otros dos-"Os acompañaré a buscarlos,no quiero que la Anciana tenga motivos para desterraros de aquí"-

Amelia tuvo que contener una sonrisa al comentario de Eressëa. No se esperaba otra cosa de ella, conociéndola, pero seguía siendo un alivio que no hubiese más locos allí con ganas de ir a vivir con los humanos. Alzó las cejas al saber que Eneas también había estado en la playa y miró a Enna, divertida. Nos toca ir a nosotros también, ¿no?

- En teoría, le acompañé, pero a mitad de camino decidió que no quería que les siguiera porque se iban a ir juntos... Intenté convencerle de que no lo hiciera pero no me quedó otra opción. Tenía un tridente y parecía muy serio. - se encogió de hombros. Hizo un gesto con la mano, dándole la razón a su amiga de que ella tampoco pensaba seguirle. Luego miró a Enna, perdiéndose un momento por las heridas de su cuerpo, y sonrió, volviendo la mirada a Eressëa algo distraída - Orien no sabe lo que ha dicho su madre de Azariel así que estaría bien ir a contárselo y que decida qué hacer... Y tampoco pregunto tanto. Yo no he sido la que ha empezado preguntando quién está con quién. - terminó riéndose y se cruzó de brazos, medio sentándose en el agua.

Amelia miró largamente a Kadal y suspiró. ¿Por qué me han tenido que meter a mí en el saco? 

- No es sólo culpa de Eressëa. - respondió ante el enfado del chico - Azariel también se llevó el suyo y se supone que lo enterraría, pero no sé dónde. Si alguien nos va a poner en peligro, será él intentando impresionar a otras humanas. Pero... - se gira un rato hacia Enna, pensativa, y finalmente asiente. Era lo que íbamos a hacer al fin y al cabo, ¿verdad? - Orien puede esperar, ¿no?

De manera prácticamente natural, aunque se conocían hace poco, Eneas se encontró con la anciana Ryna como quien se topa con un querido amigo. La sensación de sensatez y de confianza que le llegaba de la sirena hacía que la madre de Orien y Azariel tuviera sus máximos respetos.

- Mi señora- saludó el tritón con una reverencia-. Estoy más que agradecido por el amparo que me proporcionáis bajo vuestro techo mientras estoy lejos del hogar. 

Eneas titubeó unos segundos antes de contestar a la Anciana, tratando de reorganizar el intenso día que había vivido junto a sus compañeros. El camino había sido largo y no habían dejado de vivir ciertas dificultades y enfrentamientos.

- Siento decirlo, señora, pero nuestro grupo se divide y fragmenta como la arena llevaba por las olas del océano. De un liderazgo de Azariel y acuerdos entre el grupo para poder observar y acercarnos a alguno de los humanos que no buscaban con el fin de obtener más información sobre lo que estaba pasando- Eneas temió que el contacto que habían establecido con Ligeia pudiera enfurecer a Ryna, pero no quería ocultarle la verdad de la situación- pasamos a un enfrentamiento interno entre sus hijos, Azariel y Orien. El segundo estaba enfurecido porque habíamos entrado en contacto con una joven humana, Ligeia. Sus palabras de acuerdo se tornaron de la noche a la mañana en reproches e, incluso, amenazas de chantaje contra Azariel. El grupo quedó completamente dividido tras ese momento. Y tengo la sensación de que se ha fragmentado aún más. Poco sé de las acciones de Orien y el resto. Lo único que me queda claro es que Azariel ha aceptado el peligroso camino de marchar sobre la tierra junto a la humana. Creo que incluso podría estar enamorado de ella. Yo, por mi parte, junto con Eressëa probamos la transformación y, con vuestro permiso, sigo teniendo el objetivo de resolver todo este entuerto, no los enfrentamientos entre vuestros hijos, sino el verdaderamente importante: encontrar qué está matando y atacando a los humanos.

Terminó su intervención. Durante un segundo dudó si mirar a los ojos de Anciana, pero se arrodilló ante ella mirando al suelo. Estaba en sus manos. Eso era lo que él había vivido y se ponía a su merced para lo que hubiera que hacer. Respondería a la rebeldía e intrigas de otros con obediencia y lealtad.

Pues entonces quiero recuperar mi tridente.

Lo había decidido, quería recuperar su arma. No porque fuese necesario, sino por hacer algo útil que no fuese flotar de aquí para allí, aunque la compañía no era algo desagradable.

¿Sabes dónde lo ha enterrado?

Preguntó con cierta curiosidad, sin dejar de flotar despreocupado mientras las dagas volaban de un lado para otro. Mejor no meterse si no quería terminar bien apuñalado. Rió ante su chiste interno.

Los humanos no deberían tenerlos. Y en cuanto al juego -nadó hasta plantar la cara a escasos dos centímetros de los de su amiga y sonreír con pura inocencia-: a lo que quiere jugar es a follar humanas. O a esa humana de cara de tiburón. Da igual, sea cual sea el caso. Es idiota.

Concluyó, pensaba aquello con el corazón en aquel momento y no se retractaría de sus palabras. Luego se puso al lado de Kara, a quien dió un suave codazo en el hombro en un gesto amistoso, mientras golpeaba con su cola la de su amiga.

Tranquilo, la Anciana dice que todo está bien y que hay que proteger al suicida ese, que él no se equivoca y es pluscuamperfecto. Ya sabes, ha elegido que era el momento adecuado y todos teníamos que haberlo seguido... ahora poco podemos hacer. Yo sólo quiero mi tridente, y tal vez vigilar desde la distancia, así que sí... -miró a la morena desde su posición- Orien puede esperar. Y mucho, total.

¿Vamos?

Miró a los tres. No le importaba demasiado qué hacer, pero sí al menos no darle sus armas a los enemigos. O presuntos enemigos.

Ryna sonríe ante tu saludo y hace un gesto quitando importancia al hecho de tu alojamiento en su hogar.Una vez que empiezas a exponerle lo sucedido el día anterior su rostro se entristece aunque no ves que se sorprenda ni siquiera se enfurezca por lo sucedido.Cuando acabas ella te coge de las manos para que te yergas y acaricia tu rostro con dulzura

-"Eres valiente,Eneas y doy gracias a Poseidón por traerte hasta mis aguas.Orien es...difícil,siempre ha creído estar a la sombra de su hermano sin darse cuenta de que una madre siempre ama a sus hijos por igual.Conozco los defectos de ambos,sé lo fácilmente impresionable que es Azariel y lo que le gusta el amor"-sonríe antes de proseguir-"Lo que el resto no se da cuenta es que Azariel,bajo toda esa apariencia de tritón alocado y sin horizonte se esconde alguien tenaz,valiente y sensato,puede que incluso él mismo no lo sepa,pero así es.Orien es fuerte y valiente,tierno incluso cuando sabes llegar hasta su corazón pero no abre su mente a lo nuevo,a lo que la vida nos puede deparar más allá de lo que nos han enseñado..."-suelta tus manos y se mece al compás de la marea mientras piensa.

De repente ves que mira hacia el frente y sus ojos se vuelven completamente azules mientras su voz suena fría y desapasionada

-"Ve a la cala que se encuentra al sur de la isla,allí encontrarás a Orien y a Nayade,dile a mi hijo que su madre ha ordenado un acercamiento pacífico con los humanos que llegaron ayer y si eso implica pisar la tierra la pisaréis"-la sirena parpadea y sus ojos vuelven a tener el aspecto de siempre así como su voz que es dulce de nuevo-"No me importa si os dividís para que algunos se queden en el mar pero lo más sensato para conocer los planes de los humanos es que os mezcléis con ellos.Confío en ti,Eneas"-

Los nervios de Kadal la exaspera un poco, pero lejos de manifestarlo, sólo pone los ojos en blanco y se centra en lo que opinan sus amigos para ofrecer respuestas acordes a lo que preguntan. - Si, es que está tonto perdido por la humana. - afirma ya dirigiéndose a Amelia. - Pues con respecto a informarle, eso lo dejo a decisión de ustedes no tengo problema alguno con ello. - agrega y tras el tercer comentario de la sirena, se encoge de hombros sin molestarle en absoluto aquello. 

- Orien que espere y sí, tenemos que ir a buscar ese tridente. - responde a la morena mientras escucha a su mejor amigo. - Estoy de acuerdo con lo de follar humanas y que es idiota. Pero no entiende razones, lo intenté convencer, hablarle y nada. Encima la humana lo manipula muchísimo con su drama... - comenta ya a sabiendas de que esa era una batalla perdida, no había forma de que entienda lo que sucede en verdad aquel tritón. 

Ante el ligero golpe que recibe en su cola por parte del pelirrojo, aligera la expresión de su rostro y Eressëa sonríe. - Pues lo que dice el rojito, no me pareció una buena oportunidad de seguirlo cuando encima le tuvimos que salvar la vida a la humana y tras recuperarse ni una muestra de gratitud. Por mi que se pierda entre los humanos. - responde desde la bronca que le ha dado aquella actitud, por no haber pensado con la cabeza sino con la aleta. - Por mi, vamos ya. - termina por decir luego de revolver el cabello a su pelirrojo amigo. 

Las palabras de la Anciana agradaron especialmente a Eneas. De alguna manera que desconocía, había mirado dentro de su corazón y le creía valiente. Las palabras de la sirena fueron desde la aparente calma y melodía hasta la frialdad más terrible de las mareas. Después, su tono volvió a calmarse como las olas de un amanecer tranquilo.

- Os lo juro, mi señora- comenzó el tritón-. No dudéis que buscaré todos los medios necesarios para conseguirlo. Vuestras palabras se cumplirán. Empezando por Orien y Náyade, pero también por el resto de aquellos a los que nos fue encomendada esta misión. Estaba claro que, tarde o temprano, tendríamos que llegar a un contacto con estos humanos. De ellos depende, sin duda, nuestra existencia en paz.

Lentamente, Eneas se atrevió a mirar unos instantes a los profundos ojos azules de la anciana Ryna, que ya habían recuperado su aspecto habitual. El tritón se atrevió a tomarle brevemente la mano entre las suyas mientras ejecutaba una marcada reverencia, que mostraba que estaba completamente a su servicio.

- Como siempre, vuestro hasta el final, mi señora.

Tras esto, se volvió sin mirar atrás para dirigirse al lugar donde debía cumplir la tarea que la sirena le había encomendado.

El dolor al trasformarte es intenso,más aún al haber pasado tan poco tiempo desde que saliste a la superficie por lo que sientes aún de forma más cruenta cómo tus huesos se rompen y juntan,cómo tu cola vuelve a formarse alrededor de esos dos palos llamados piernas y cómo todo en tu interior toma su forma original para poder respirar en tu hábitat natural.Aún así,a pesar del sufrimiento recibe de buen grado el volver al mar y poder moverte con naturalidad,sin esos artificios con los que los humanos caminan

Con rapidez comienzas a acercarte al barco donde los demás iban a ir pero tras dar varias vueltas compruebas que no están allí ninguno de los tres y además comienza a ser peligroso para ti estar tan cerca de la superficie ya que el mar cada vez está más embravecido

Una parte de ella ya me resultaba cautivadora, incluso antes de que usara aquella voz... pero tras ello cada ápice de mí presta atención a sus palabras y a aquellos labios. Mis escamas se erizan y suspiro. Sé que es un truco y pese a todo... pese a todo mi mente se debate entre empotrarla contra las paredes de esta cueva o seguir hablando. Por fortuna sigo hablando.

Mis ojos siguen los suyos.

No lo parecía... pero no importa. Ahora no.

Mis compañeros han subido porque sólo piensan en jugar a procrear con humanos. O eso me parece. Yo... no los odio. Me fascinan y me intrigan. Pero dicen que hay algo que les mata. Y yo creo... creo que hay al menos un traidor entre los nuestros.

Entonces, si todos suben a la superficie ¿quién vigila el mar? ¿quién les protege... y os protege a vosotros?

Salio a la superficie, donde se suponía que debían estar los demás, pero por alguna razón no estaban allí. Temió que los hubiesen capturado, pero...... si todos los humanos eran como los que había conocido hasta ahora.... no habría mucho peligro. Alejo esa preocupación de su cabeza y pensó que si el mar estaba tan revuelto igual habían vuelto a la seguridad de las aguas más profundas, así que volvió a introducirse en el agua y nado hacia donde suponía estarían los demás, a casa.