Partida Rol por web

Me puse el pie, sonreí y palmeé el hombro del capitán – No, se ha ido – Le dije sin dar más explicaciones.

- Bueno es hora de prepararnos – dije a los presentes – A calzarse los neoprenos.

No sabía si tendría éxito, pero por preguntarle no perdía nada – Capitán… ¿Le sobra algún mapa del mar y la costa? Para "pintarrajear" donde hacemos la inmersiones y cosas así - De no ser así tendría que conseguir uno, además de… muchas más cosas, en realidad había trabajo pendiente.

No terminaba de hablar Mike sobre esperar al capitán cuando este aparecía por donde estaban ellos, la noticia de que ya podían sumergirse hizo que sonriera. por fin, tenía ganas de ver esas ciudades o lo que encontrasen bajo el mar, la pena era que no estaría la sirena para guiarles, así que irían algo perdidos en un principio. 

Asintió ante la petición de Mike sobre un mapa de navegación al capitán. - Sí nos vendría bien como dice Mike marcar las zonas donde hemos hecho las inmersiones.

Observó el mar para verificar lo que les decía el capitán no quería sumergirse sin estar seguro de que no iba a ocurrirle nada a ninguno.

-Hora de ponerse los trajes ajustados chicas, se acercó al capitán. - ¿Donde están los trajes capitán?

Sin hacer caso a los pescadores que comienzan a correr hacia ella gritando para que salga del mar ni al parecer a las últimas palabras de Eneas que seguramente ni haya escuchado debido al viento y la distancia,la mujer sigue hacia delante antes de que una ola la derribe con fuerza y comience a bracear para no ahogarse,pero lejos de intentar volver a la orilla la fotógrafa parece querer seguir yendo hacia el interior del mar

Insoportable es la palabra que acude a tu mente al ver hundirse a Mónica.Si ella muere tu vida no tendrá sentido,será totalmente insoportable y nada de lo que hagas volverá a hacerte feliz.No sabes cómo ni por qué pero es así,tienes la total seguridad de que será así

El hombre hace un leve gesto de disgusto al confirmar que Eressëa se ha marchado pero no dice nada al respecto

-"Por supuesto,les daré mapas y todo lo que necesiten para hacer las inmersiones.Este barco está totalmente equipado,ya se lo dijo el señor Belloch"-abre la puerta y os hace un gesto-"Síganme,los trajes están en el cuarto de buceo,allí podrán coger cada uno el suyo ya que don Belloch hizo que trajeran de sus tallas"-

Al salir a cubierta notáis el aire frío que aún hace pero al menos no llueve y efectivamente el mar parece mucho más en calma que cuando subisteis a bordo.Con paso firme el capitán os conduce hacia el lado contrario a donde os encontráis rodeando la cubierta y entrando en un cuarto en el que encontráis todo el equipo necesario para hacer buceo y pesca,arpones incluidos

Hacía frio, y tan solo la idea de sumergirme me hizo tener un leve escalofrío.

Me encantaba el agua! pero estaba acostumbrada a sitios mas cálidos, y aquello, para mi , era como un cubito de hielo. Aún así no estaba dispuesta a quedarme sola en la cubierta del barco. Sin embargo, mi mente de psicóloga, analítica y mis ansias de criptógrafa ansiosa de nuevas lenguas, chocaban entre lo emocionante y lo racional.

- Ciudades sumergidas. - Dije pensativa esperando un mapa por parte del capitán del barco.- "Venimos en son de paz. Llevadnos con vuestro líder"

Dije aquellas palabras pensando en La guerra de los mundos o cualquier otra película de serie B del tipo marcianitos.

- ¿Creéis realmente que, si encontramos algo allí abajo, como una ciudad con miles de habitantes temerosos y, posiblemente, supersticiosos, será algo muy distinto a si sobre nuestras cabezas planean los platillos volantes?- Lo dije como posibilidad pero a cada segundo que pasaba yo misma alentaba esa situación de peligro. Negué con la cabeza y sonreí algo irónica.- Maldita sea, si hubiera sabido que hoy podría morir a manos de una civilización de hombres pez me habría puesto mis braguitas de encaje.

El capitán colaboró en todo y fue de gran ayuda. Acepté uno de esos mapas – Podríamos calcular donde fue atacada Bianca. Con la ayuda del capitán... sabemos la ruta que hicimos, la hora del ataque y la velocidad de navegación… eso nos da una posición aproximada.

- Suspiro ¿Queréis que lo intentemos en ese lugar? ¿O vamos algo más cercano para comprobar que nos apañamos con los equipos y que nos sirva de prueba? - Le propuse al resto.

Pero paralelamente a esto busqué uno de los trajes de buceo y respondí a Valeria – No creo que hoy sea ese día, y tampoco tenemos motivos para pensar en que quieren matar a nadie, tal vez solo intentan espantar a la gente para que no se acerque. Si es así nos valdrá con confirmarlo.

No sabía qué estaba por suceder, pero me sorprendió que la fotógrafa siguiera queriendo ir nadando hacia el interior del mar. ¿Seguía estando obligada por Eneas o lo hacía ya por voluntad propia? Decidí hacer caso al tritón, de quien no tenía motivo alguno por el que desconfiar, por lo que decidí no intervenir.

Después, tomé mi teléfono móvil y comencé a grabar la escena desde mi posición. Ignoraba qué era lo que iba a pasar, pero si aquella mujer era una criatura marina, quería tener las pruebas necesarias para mostrárselas a los otros integrantes del grupo.

-No- alcanzó a decir antes de comenzar  correr de forma despatarrada hacia el agua. Su cuerpo delgado no era especialmente atlético, incluso uno adivinaba que no estaba acostumbrado a exigirse físicamente. Pero estaba dándolo todo, corría como si su vida dependiera de ello… y quizás si dependía de salvarla. Era un sentimiento totalmente ajeno a la forma de pensar del argentino, pero ahí estaba, pensando que moriría por dentro si esa extraña se ahogaba.

El agua le golpeó como si se tratara de un puñetazo helado, casi haciéndole perder el equilibrio, pero Máximo continuó adelante, apretando los dientes y avanzando a pesar del oleaje y el entumecimiento general.

-¡MONICA!- gritó con toda la fuerza que pudo, esperando que  no fuera demasiado tarde para ella.

El capitán llegó y con el las buenas noticias, podían meterse en el agua, preguntó por Eressëa y negó con la cabeza, Mike se le adelantó a responder, así que no había nada más que añadir, la chica se había ido y no se sabía si volvería, parecía urgente lo que lo llamaba, esperaba que todo le fuera bien.

-Bien, vayamos entonces a colocarnos los trajes. El ánimo de Marc cambio, la noticia de bucear siempre le sacaba una sonrisa y esta vez había conseguido lo mismo, sonreía mientras seguía a los demás en busca de los trajes, podía sonreír por la chanza de las bragas de encaje de Valeria, por que había bebido algo más de la cuenta o simplemente por el hecho de que le apetecía eso lo dejaba a la imaginación de los demás. 

Antes de entrar en busca de su traje se giró hacia la doctora. -Siempre puedes bajar sin bragas.  Le guiño un ojo y buscó el traje con su nombre. 

-Mike te encargas tu de marcas las zonas que visitemos?, se como hacerlo pero solía hacerlo mi compañero normalmente. Miró al profesor y luego a Bianca. -O tu Bianca, si quieres y sabes claro.

La cólera de Eneas había ido disminuyendo hasta casi apagarse. Sin embargo, todavía seguía persistiendo la sensación de que la influencia de su madre estaba en o sobre Mónica. Viendo la situación en la que estaban poniéndose sus compañeros se fue acercando lentamente al agua, con intención de lanzarse entre las olas si la situación se volvía desesperada. Su sentimiento de humanidad poco a poco volvió a recuperarse. Aquellas personas no tenían que morir a causa de la influencia de la Bruja de los Mares. El tritón sabía que, tal vez a excepción de Mónica, aunque no lo sabía con seguridad, no eran más que gente inocente que se había cruzado en su camino u objetivos de una manera u otra. ¡Cuánto podía llegar a odiar Eneas a su madre! ¡Todo lo que podía provocar y dañar!

El tritón se quedó cerca de las aguas, observando la situación, a una distancia prudente para poder arrojarse a las aguas si sus compañeros necesitaban ayuda. Observó igualmente a Mónica y trató de encontrar alguna señal más de la bruja. A diferencia de ellos, Eneas no temía la fuerza de esas olas ni la tormenta. 

No tardé en darme cuenta – Si, está muy lejos el lugar del ataque, quizá podríamos dejarlo para cuando vayamos más. Ahora podemos hacer un tanteo y probar el equipo de submarinismo.

Reí la broma de Marc, pero no dije nada al respecto, me parecía una mujer con bastante carácter.

- Yo me encargo, no hay problema Marc – Pero tampoco tenía problema si Bianca o algún otro quería encargarse – Bien, vamos a cambiarnos – Elegí uno de los trajes de mi talla y en cuanto pude fui a cambiarme.

Eressëa nadó de vuelta hasta el barco en el que dejó a Marc y vio que en ese momento aquella mole metálica se dirigía mar adentro por lo que la sirena le siguió lentamente hasta un punto en el que el navío se detuvo y echó el ancla,más allá de las Rocas de las Sirenas.En cubierta había hombres moviéndose y comenzando a bajar algo en la que puedes ver a Marc y a los otros tres con aquellos extraños trajes que usan los humanos bajo vuestras aguas

Finalmente os ponéis vuestros trajes y os dirigís a cubierta.El barco comenzó a moverse en el momento que decidisteis bucear y veis que os encontráis lejos de tierra ya aunque aún podéis observar la silueta de las Faraglioni pero allí podréis sumergiros directamente en las profundidades

-"Ya está todo preparado"-os informa el capitán señalando la barca que han preparado para bajaros hasta el mar y os podáis tirar al agua-"Tienen cincuenta minutos de autonomía en las bombonas,aquí les estaremos esperando"-se despide el capitán mientras comienzan a bajar la barcaza

-Ya te gustaría.- Dije un poco entre dientes cuando Marc mencionó lo de ir sin bragas.

El capitán llegó con un plano y la embarcación lista  para hacer la inmersión. Bianca parecía mas bien ausente asi que me acerqué a ella antes de recoger mis nuevas prendas de neopreno de vestir.

- Si quieres, cielo, quédate aquí arriba, ¿vale?- Tan solo fue una sugerencia pero puede que esto estuviera bastante peliagudo.

Una vez me cambié me dirigí a la embarcación. Aún tras el neopreno estaba temblando de frio. Estaba acostumbrada a aguas mas cálidas y estas,....joder, me congelaba solo respirar allí!

- Yo les seguiré, caballeros.- Dije con cierto re tín tin.-¿vamos?

- Gracias capitán - Le dije

Esta sería una buena prueba. No era la primera vez que realizaba una inmersión, pero si la primera que no lo hacía guiado por alguien con muchas más experiencia que yo. Pero algún día tenía que ser la primera vez.

Ya vestidos subimos a aquella barcaza y el capitán nos bajó hasta el mar – Si todo va bien, tenemos que hacer esta señal – Señalé un “OK” juntando el pulgar con el índice – No hagáis esto – Pulgar arriba – Pues significa que vais a subir a la superficie. Descenso lento, compensando la presión de los oídos… y buena suerte – Yo por si acaso me había provisto de un arpón.

Cuando todos los participantes estuvieron listos me lancé de espaldas al mar.

No tuvo pudor en cambiarse allí mismo y ponerse le neopreno, no era la primera vez que se desnudaba delante de una mujer y una de ellas ya le había visto desnudo así que no le importó colocarse las cosas allí mismo. 

Sonrió ante la respuesta de Valeria, pero no le respondió, tras colocarse bien el traje confirmó lo que el capitán habían dicho una autonomía de casi una hora, ya listos para embarcar se acercó a Valeria pues imaginó que Bianca ya habia hecho alguna inmersión y si no Mike le ayudaría. - A ver déjame ver que todo este correcto y no tengas problemas una vez estemos bajo el agua.

Tras revisar que tuviera el traje bien puesto y el peso bien equilibrado le puso el cronómetro en el reloj. - Cuando nos sumerjamos dale, no apures los 50 minutos. 

- Si tienes alguna duda sobre como usar alguno de los aparatos es el momento, si llegado el momento te pones nerviosa es preferible te quedes en la embarcación. La miró y sonrió, la chica le había hecho creer que podría tener algo con ella y luego le dejó claro por sus actos que solo era para el rato, eso no le iba a impedir preocuparse o prevenir que pudiera tener un accidente. - Bien Valeria, ¿algo que no sepas bien como va?

Tras responder a la psicóloga las dudas que tuviera  miró a Mike, -Recordad también que para subir en el caso de que hayamos bajado mucho hay que subir despacio, si no podríamos tener problemas.

-Alguna vez, creo, pero... - Me dejaba hacer mientras Marc me colocaba cada cosa en su sitio. Ains...-...nada demasiado profesional. Una vez tuve que bajar como 80 metros para ver las inscripciones de unas vasijas. Poco mas.

Suspiré mientras me ponía el cronómetro y me explicaba el resto de cosas. Hasta que acabo que le tomé de la mano y paré, un segundo, quizá para mirarle directamente a los ojos.-Gracias.- Dije sonriendo levemente.

Luego vino la pregunta. ¿Algo que no sepa como va? Desde luego.

- ¿Te gusta la sirena? Me refiero... a si piensas en ella ahora que no la tienes delante. Soy un poco celosa, quizá, lo admito, pero no me gusta ponerle el lazo a nadie. - En realidad, tras decir esas palabras me di cuenta de lo idiota que era. Parecía una quiceañera!- ¿Sabes que? Olvídalo no tienes que responderme. No es...asunto mio.- Tensé los labios y miré a otro lado.

Poco después Mike hacía la inmersión y el chapuzón rompía esa situación incómoda.

- Adelante, señor Buzo. Tu dama de las profundidades te espera.- Dije de broma mientras me sentaba en el borde de la embarcación imitando a como lo hacían ellos.