Partida Rol por web

Asiento al ver como a poco los valintes van mostrando sus cojones. Una pena que todos seamos extranjeros del pueblo, los que vamos a salvarlos... es vergonzoso.

Sin decir palabra Morrowir escucha la conversación, es notorio que los magos del círculo han tenido que desarrollar su elocuencia, y las palabras de la maga lo demostraba, no dijo palabra, sin embargo se acercó a Kazurh y Lilith con la mano sobre el pomo de su espada, a buen entendedor ese gesto le serviría para comprender que él sería uno de los escasos voluntarios.

Lilith, eres un amor, te adoro...

Mi maga preferida consigue que nos quedemos hoy a dormir, e intento no desplomarme de golpe antes de intentar coger el sueño. Ni siquiera tengo fuerzas para mirar ese trasero tan bonito que tiene, ahí embutido en su vestido nuevo...

Ay, pero qué rica estás... pero creo que ahora mismo no podría ni abrazarte.

Por el rabillo del ojo, veo que el guerrero Morrowir también se acerca.

Parece que vamos a ser unos cuantos...

Y sin más, trato de conciliar el reparador sueño que tanto necesito, con Stoyanka, Lilith y el herrero en mi cabeza, dudando entre dedicar mis últimos retazos de conciencia a la lealtad, el amor o la venganza.

Algunos soldados os acompañan al granero en donde además de vosotros, se acomodan el resto de los heridos y algunas mujeres y hombres que no están dispuestos a dejar solos a sus seres queridos.

Finalmente, los soldados, salen del granero pero oís como colocan una cadena en la puerta. Después de todo no se fían de vosotros y de los heridos.

No obstante y a pesar de todo lo ocurrido el sueño os embarga...

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El canto de un gallo os despierta acompañado del trinar de los pájaros. La luz del sol naciente se filtra por entre los tablones del granero...

El sueño me embriaga y a pesar del cansancio, no puedo evitar sueños perversos de enfermos voraces.

Al despertar y verme curado una sensación de tranquilidad me invade. Vamos camaradas, brindémonos un gran desayuno para quitarnos este sabor de boca y pongámonos en marcha.

Duermo como nunca y mis miembros, aunque aun doloridos, parecen que estan como deben, asi que atiendo a lo mas importante ahora.

- Buenos dias, hora de desayunar, ¿no camaradas?.

 Lilith se despertó y echó mano de las escasas raciones y pertrechos que le quedaban al grupo para preparar el desayuno al reducido grupo de valientes en una pequeña hoguera que ella misma encendió en una zona seca y apartada del granero.

 - Por supuesto, amigos míos. - respondió a las palabras de Kazhur mientras removía las alubias y la panceta - Esto estará enseguida. ¿Alguien tiene notícias de la anciana? Los que estábais heridos, ¿como os encontráis?

La verdad es que el descanso os ha venido bien a todos. Lilith se despierta renovada y se siente llena de poder mágico. Los guerreros se levantan descansados aunque aún con las heridas recientes. Artros e Itán, se despiertan descansados pero con la extraña sensación de la Rabia latente en su interior aunque de momento, parece que el brebaje de la anciana la mantiene a raya. No obstante, algunas veces les parece ver una débil nube amarilla flotando en el borde de su visión.

La puerta del granero se abre de golpe. La luz de la mañana os ciega un momento mientras vuestra vista se acostumbra y distinguís las siluetas recortadas contra el fondo luminoso.

- Es hora de partir - dice Ser Vilem entrando en el granero. Sus armas y su armadura, resuenan con estrépito.

Recogéis los trastos y salís al exterior. Ser Vilem y los soldados os "acompañan" hasta el centro de la villa en donde os esperan ya el Sheriff, su hija y unos cuantos parroquianos, entre los que están el herrero y Fiala. Cerca del Sheriff, hay una mula cargada.

- Bien... espero que hayáis dormido bien... - os saluda el sheriff. Su hija, a su lado, sonríe. Parece recuperada.

Al momento se oye un murmullo y la gente se separa para dejar pasar a la anciana acompañada por la niña, la cual, va cargada con dos bolsas pequeñas y una grande. La vieja Stoyanka, se apoya en su bastón al andar mientras se sonríe y mira a unos y otros. Finalmente, se para frente a vosotros y os mira uno a uno. Podéis sentir todo el poder de esa mirada casi ciega.

Finalmente la anciana levanta un brazo. En el silencio de la plaza, se oye un aleteo y un cuervo, negro como la noche, vuela desde un tejado hasta posarse en el hombro de la anciana. La mujer, se resiente bajo el peso del animal pero sigue con la mano alzada hasta bajarla y darle de comer al cuervo, el cual, grazna con fuerza.

La anciana, hace un gesto a la niña, que le entrega las bolsas. La anciana se acerca a Lilith y mirando hacia arriba, ya que es bastante más baja, pone una de las bolsas pequeñas en la mano de Lilith. La bolsa parece contener algo que se mueve. 

- Seguid al cuervo para encontrar el Musgo. Esta bolsa contiene su comida. Acampad, donde se pare el cuervo y sólo donde lo haga. Pero recordad el camino... el cuervo os llevará a vuestro destino; pero no os traerá de vuelta...

Se vuelve hacia la niña, y coge la otra bolsa, que despide un olor agrio y desagradable. Se acerca a Kazurh, y pone la bolsa en sus manos.

- Una vez lleguéis a vuestro destino, pone esta mezcla en agua hirviendo. Los Seres de Fuego, vendrán a vosotros y os llevarán al Musgo.

Finalmente, se gira y coge el saco grande de manos de la niña y lo pone en manos de Itán.

- Llenad el saco de musgo, pero no más... Luego, traedlo.

La niña se descuelga un pequeño zurrón que lleva colgado y se lo da a la anciana, la cual se acerca a Morrowir y se lo tiende.

- Aquí hay una pasta capaz de curar las heridas graves... pero no os salvará de la muerte.

Finalmente, la niña le entrega a la anciana seis pequeñas botellitas. La mujer, se acerca a Atros y pone en su mano tres de ellas.

- Si la Rabia te asalta... ésto te aliviará - Aquello huele como el mejunje que alivió la rabia ayer.

Se acerca a Itán y pone las otras tres en su mano y le hace un gesto de asentimiento con la cabeza.

Luego, se aleja de vosotros y se os queda mirando mientras parece murmurar algo por lo bajo mientras cierra sus ojos mediociegos. Poco a poco su voz va subiendo y os dais cuenta de que está canturreando en vieja lengua chasind. Su voz sube y baja hasta que finalmente, levanta el brazo y el cuervo, con un graznido, echa a volar rumbo al sur. Se posa en una alero, vuelve a graznar y de nuevo vuela hacia el sur.

 Lilith guardó aquel extraño presente, dándole las gracias en voz baja a la anciana, y enterrándolo en una parte de su mochila que no tocase a sus pertenencias más preciadas, sin que su estómago le permitiese ver de que se trataba, al menos, de momento. Aguardó pacientemente a que ella y la niña acabasen de repartir todo lo necesario y luego se dirigió a sus "ya no tan nuevos" compañeros:

 - Vamos chicos, sigamos al grajo.... camino al sur.

Aunque agradecía la hospitalidad de aquellas buenas gentes y sabía que nuevos peligros los aguardaban en el camino, lo cierto es que se sentía aliviada al ponerse de nuevo en marcha.

El descanso me ha dejado casi como nuevo, y tras desayunar nos visitan las personalidades del pueblo, incluyendo a una recuperada hija del alcade a la que sonrío. Finalmente, hace su entrada Stoyanka, misteriosa, casi teatral...

La escucho atentamente. Cuando me da el saco, lo sujeto con cuidado y reverencia. Cuando me da las botellas, las tomo algo avergonzado. Mi deuda con ella se acrecienta. En ese momento, casi deseo que me pida que la defienda de alguien o de algo, que de una buena paliza al herrero sí, esto estaría bien..., pero logro contener mis emociones, y me concentro en visualizar el éxito de nuestra misión, al pensar que es por ese éxito por el que Stoyanka ha apostado por mi vida.

Si es así, lucharé para pagar mi deuda... No te fallaré, Stoyanka.

Una vez en marcha, y tras salir del pueblo y alejarnos unos cuantos cientos de pasos, extraigo de mi bota mi daga nueva y examino su filo.

Sí señor, Itán, una preciosidad. Me pregunto si, además de bonita, también puede cortar...

Al poco tiempo, me acerco en una carrera hasta la posición de Lilith al frente de la expedición, y me propongo darle al palique junto a ella, ya que es, con diferencia, la persona junto a la que más quiero estar durante todo el trayecto.

Seguro que le parezco tonto... Pero cuando me mira, me entra un nosequé... además, está como un pan untado en queso...

- Eh... -rompo finalmente el hielo, con voz algo ronca. ¿Se acordaron de darnos provisiones para nosotros? ¿O tan sólo llevamos esa comida para pájaros?

Con mi mejor sonrisa camela-jovencitas, me esfuerzo por caminar al lado de Lilith, y por mostrarme solícito ante sus deseos no expresados, fijándome en su lenguaje no verbal.

El desayu8no es mas que agradable, pero al rato la anciana me pone los pelos de punta y el desayuno se me viene a la boca, por lo que nada mas el cuervo vuela y Lilith llo sigue, no tardoo en coger a la mula por las riendas y avanzar rapidamente, deseando alejarme de alli, la brujeria... eso no es natural.

- No te preocupes elfo, estoy revisando la mula y parece que han cumplido su parte. ¿Que nombre vamos a ponerle? - de siempre es sabido que viajar con acompañantes sin nombre da mala suerte, ya sean humanos, perros o mulas.

Morrowir avanzó hasta quedar junto a Kazurh dispuesto a seguirle, al tiempo que comentaba con éste una pequeña broma. Creo que Kazurh estará bien, se parece un poco a ti.

Mi viejo amigo parece estar de mejor humor, y eso no hace sino mas ameno el viaje.

- Y tanto, los dos cargamos con el peso de los demas JAJAJAJAJAJA

Bueno, todo lo que nos ha dado la anciana me hace pensar que el camino va a ser mucho más complicado que un día de campo.

Guardo bien la botella, esperando que haya líquido suficiente para calmar mi posible ira.

En silencio, comienzo a andar pensando en cómo un pajarraco nos va ha hacer de guia.

Empezáis a alejaros del pueblo bajo la atenta mirada de casi todos los presentes. Cuando estáis a unos cincuenta metros, la anciana os grita:

- ¡¡Recordad!! ¡¡Debéis volver antes de tres días!!

Itan

Spoiler (marca el texto para leerlo):

El cuervo, vuela hasta un árbol y allí se posa graznando esperando que lo alcancéis. El viento empieza a soplar con fuerza y negras nubes empiezan a cubrir el cielo presagiando lluvia y ocultando el agradable sol de la mañana.

Pronto, dejáis atrás los campos de cultivo y los últimos vestigios de civilización para internaros en terrenos yermos y cubiertos de matorrales. El cuervo os guía una y otra vez con sus graznidos. Los terrenos baldíos, dan lugar a viejas colinas de cresta redondeada. Al cabo de un par de horas, ya no divisáis el pueblo tapado por las colinas y pesadas gotas empiezan a caer aunque aún dispersas. Delante de vosotros, siguen las colinas, aunque en el brumoso horizonte se distingue el lugar al que ninguno de vosotros le gustaría ni acercarse, La Espesura de Korkari. 

El cuervo, posado en una piedra, os grazna de nuevo.

Morrowir seguía a Lilith la cual iba guiada por el cuervo, el viaje había comenzado bien, pero según iban avanzando el paisaje y el tiempo calmaron los ánimos del guerrero, cuando finalmente pararon un momento a descansar la visión de la Espesura de Korkari impactó en sus retinas. Esto tiene que estar lleno de engendros tenebrosos, debemos ir con cuidado, no hace tanto que se libró la batalla contra la horda y aún pueden estar buscando supervivientes.

El camino se hace rapido y antes de darnos cuenta el pajaro vuelve a graznar, algo que no ha hecho desde que partimos.

- ¿Acaso quiere que acampemos aqui?

Sólo llevamos dos horas de camino, no creo que esa sea su intención. Creo que nos está guiando al mismísimo infierno, y no estoy seguro de que estemos preparados para ello.