Partida Rol por web

Fui leyendo los informes uno, recordando al mismo tiempo cosas que nos había contado el extranjero y después dejándolos encima de la mesa para que Helga también pudiese examinar los documentos que yo terminaba de leer.

Una vez teminé con todos los documentos me quedé sentado, pensando en quien podría ser un buen primer objetivo y a quien dejar para después. Como tampoco teníamos nada que hacer ya que ese tal Christopher no estaba por aquí, decidí quedarme sentado en el cómodo sillón, esperando a que ese individuo apareciese o que Helga quisiese ir a algún lugar, que en cuyo caso iría con ella.

-¿Y qué necesito? Ahora mismo no tenemos un objetivo claro, no voy a quedarme sentada esperando a que alguien nos mande a morir como kamikazes. Al menos que pueda hacer alguna mierda por aquí, como conseguir runas- me miré la ropa y luego a él. No comprendía por qué se reía, pero para mí el sentido del humor no existía. La gente en las calles no bromeaba o se divertía, a no ser que fuera a costa del sufrimiento de otro.

-Os darán equipo no te confundas...no sois kamikazes...aquí no somos de esa clase de gente...y menos estrategas de esa baja clase... Benedict te miró de nuevo de arriba a abajo ...si que tenemos cosas que hacer...¿no te gustaría sentir  como una persona corriente?...sentir la felicidad, el amor, pasión por algo que haces en general cualquier cosa no sé...o volver a desear las cosas...es algo natural que todos tenemos seamos de la clase que seamos.

-No- respondí de inmediato a su pregunta, aquello no entra dentro del tema a tratar. Mis sentimientos no eran importantes si alguna vez los tuve, lo único a lo que podía agarrarme era a la ira y la venganza, como hacía en ese momento. No había cabida para más. -Si tienes que equiparme hazlo ya, quiero ir a ese barco.

Fui leyendo los documentos, a la misma velocidad con la que iba Robert. Se me hizo bastante rápido el leerlos , pues las vidas que llevaban según los informes era interesantes y curiosas. Me dejó preocupada aquel al que llaman "El mil caras", pues a saber quien podría ser... Alguien que te puede apuñalar perfectamente por la espalda. De todas formas todos tendría una cosa en común: No son inmortales.

-Terminé... Menudo historial tienen esta gente.¿No crees...?- pregunté a Robert, en un intento de obtener su opinión sobre los historiales, a la vez que me masajeaba los párpados debido a la lectura.

-Me temo que eso no me corresponde a mí exactamente...y perdona que te diga, pero eso del barco no deberías decidirlo a la ligera...mientras este yo para frenarte los piés no voy ha dejarte ir a un suicidio porque sí.. dijo con tono serio ...en cualquier caso iremos a buscar a Christopher para arreglar lo del equipo...vamos al bar a ver si ha llegado ya ese cabeza hueca.

Entrando en la taberna Benedict Ingram un jóven caballero de pelo oscuro, vestido con pantalones de traje camisa y chaquetilla acompañado por Trash comenzó a oirse una serie de golpes en la puerta de madera basta al otro lado de la taberna entonces la puerta se abre dejando entrar las gotas de lluvia trasladadas por el aire dentro y accede a la taberna un hombre de estatura media, pelo castaño claro con cejas pobladas y ojos verdes también bien vestido pero con toda la opa lleno de agujeros y en sus brazos varias piezas de chatarra incluso alguna oxidada...-Buenos días...ya he vuelto de "hacer la comprar"... tras dejar los metales en el suelo a un lado cosa que no le hace mucha gracia al "tabernero" mira a los nuevos ...¿ustedes son los muertos que caminan, no?.
 

"Si... admito que son unos sujetos interesantes. Pero llegará el momento en el que pasen de ser interesantes a ser muertos" le contesté a Helga.

Instantes después entraron Trash y otro hombre, a los que saludé con un gesto y antes de poder preguntar por la identidad del hombre que acompañaba a Trash, entró en la estancia otro hombre que afirmaba haber traido la "compra".

"Efectivamente" dije contestando a su pregunta y me acerqué a él "Y tu eres..."

Mientras Tucker y yo opinábamos sobre nuestros objetivos, llegó Trash de a saber donde, acompañado de un hombre que no habiamos visto antes, aunque parecía que él si que nos conocía. Permanecí en silencio, esperando la respuesta del hombre ante la pregunta de Tucker.

No me convencían los razonamientos de aquel lunático, pero claro, a él tampoco parecían convencerle los míos. Al acuerdo que llegamos fue que así no podía hacer nada, era suficiente. Entré de nuevo en el bar para ver a un rubio trajeado que no me sonaba de nada. ¿Era de este de quien hablaba Benedict? ¿Qué nombre había dicho?

-Heeeey- dije como saludo breve, mirando al recién llegado de arriba a abajo y sin disimulo alguno. -Muertos que caminan suena algo mal, yo preferiría los que casi mueren. ¿Qué compras?- añadí a la pregunta de Robert sobre la identidad del recién llegado.

-"Material", eso es...¿que sino?... Christopher pidió con un dedo alzado una copa a Samuel y este le sirvió una cerveza en jarra de cristal ...me llaman Christopher y me encargo de hacer cosas útiles a diferencia de los otros...en cualquier caso...él que ayuda a los "que casi se mueren" o al menos lo intenta.

No comprendí si el no hacer cosas útiles se refería a mí, a alguno de los presentes en general o quizás a Benedict. De ser este último hasta podría entenderlo, aunque bueno, para mi gusto era más idiota en algunas cosas que inútil. Más bien parecía una fuente útil de muchas cosas, muchas que seguramente no querría contarme. Como fuera el tal Cristopher estaba diciendo que nos equiparía, o algo así.

-Si ayudas a los que casi se mueren, ergo yo misma, necesito armas- dije sin más, directa. Yo tenía ya un objetivo, mientras no me dieran otro, iría a por él. O lo intentaría. No tenía miedo a la muerte a estas alturas, pues estaba viviendo con tiempo prestado.

"De hecho, yo te estaba buscando por la misma razón" dije cuando Trash habló sobre las armas. "Estábamos haciendo tiempo hasta que aparecieras con un poco de lectura" me acerqué a la mesa, cogí los informes y se los ofrecí a Trash "Toma, esto te interesa... ¿Y quién te acompaña?" pregunté mirando al joven que había entrado con Trash a la taberna.

Miré los papeles con el montón de letras, que se apegotonaban y que no comprendía. Yo no era como ellos tres, yo no sabía leer y me había criado en las calles. Le devuelvo los papeles conforme me los tiende.

-Quizás luego- contesté, eludiendo mi incapacidad para leer o escribir así. -Él es... Mejor que se presente él solo- dije a Robert, no por ser maleducada (aunque eso me diera igual) sino porque el ego de Benedict sería mucho más feliz así, dándose a conocer y hablando. Anda que no le gustaba hablar.

Me seguía preguntando a que se refería Cris con el "material" comprado. Supuse que no tardaríamos en verlo. -Bueno, ahora que estamos todos reunidos... ¿Que toca ahora?- pregunté a Cristopher y a Benedict, viendo que ya estabamos el grupo al completo.

Christopher se toma un vaso con algún tipo de bebida oscurecida de la barra...-Es fácil...ese tío se llama Benedict... dijo mirando al acompañante de Trash ...un capullo arrogante cuya función aquí no mola un carajo...pero camina con aires de grandeza por tener conocimientos acadiemicos.

-Académicos, grandísimo ignorante.... le replicó Benedict.

-¿Sabes como funciona la caldera...señor ciencia?... Benedict sólo bufó y puso cara de asco ...lo suponía...bien y ahora que estamos en ello...¿te piras y me dejas llevar a estos chicos al taller?... Benedict se marcha con aparente enfado dando un portazo tras él ...jajaja...¡que le jodan!.

Arqueé una ceja ante los comentarios del tal Christopher, pero me sorprendió más la respuesta de Benedict que se marcha. Él que había sido tan deslenguado conmigo y ahora agachaba las orejas, parece que le faltaba más sangre de lo que demostraba en determinados momentos.

-No dudo que Benedict es idiota, pero su función no parece tan estúpida- contesté al tal Christopher, del cual me fiaba menos que del científico chiflado. -Ahora lo importante, equipar a los casi muertos- le recordé.

El comentario de Trash le hizo esbozar una sonrisa...-Claro...claro..."importante"... después miró de soslayo a Trash y después miró al resto ...acompañadme por favor al taller... acompañasteís a Christopher fuera, el día estaba ahora taciturno y muy nubloso había bastante barro por el suelo...estabaís junto a la orilla del mar, el edificio usado como cuartel general estaba rodeado por altos edificios de viejos ladrillos en mal estado a la derecha, a la izquierda el alto muro con una botella de vino y una jarra de cerveza pintadas como marca de la compañia  y en el centro antes de llegar al conjunto de rocas amontonadas para evitar las innundaciones de la marea...había una especie de almacén algo así como un aparcamiento individual de nuestra realidad...la gran puerta metálica de entrada estaba abierta...la planta principal del almacén estaba atestada de chatarra...en los laterales las herramientas, mesas de trabajo...y toda clase de caos del orden inluso olía a oxido por otro lado había una especie de segunda planta realizada con pasarelas metálicas de tono negro a la cual se accedía por una escalerilla de emergencia colocada junto a la puerta ...diganme...¿que clase de estilo de combate les beneficia más?...sean como niños, me han pedido que esteís perfectamente contentos con vuestro equipo.
 

Si me gustaba poco cómo me miraba Benedict, me gustó aún menos la mirada del nuevo señor de barbas. Lo seguí, porque sabía que debía y porque él me equiparía, no por otra razón. Aquel hombre no debía pensar tampoco que tenía algún poder sobre ellos. Una cosa es ofrecer hospitalidad y otra creerse el puto rey del mundo.

Aquel sitio estaba lleno de trastos por doquier, pero yo no presté atención a ninguno, sino que lo hice al rubio cuando por fin nos propuso algo interesante. -Yo quiero una pistola... Y una daga, una que pueda esconder fácil y muy afilada- miré alrededor, tocando sin remedio algún que otro cacharro.

No me metí en la conversación entre Trash y Cristopher, y menos aun al meterse con Benedict, ya que me sentaría mal meternos con el honmbre que nois ha dado cobijo. Tras acabar la conversación, por fín estabamos de camino a lo que parecía ser el lugar donde forjarían nuestras armas. Una vez allí, Cris preguntó qde arma nos preferiríamos .-Hazme el mejor tipo de espada ligera que sepas hacer. Puedo adaptarme a cualquier tipo de hoja. Un florete, una ropera... lo que veas. - Fui entrenada completamente con cualquier tipo de espada. Da igual que tipo de hoja me diese, sabría empuñarla y usarla.