Partida Rol por web

Oigo un ruido al otro lado de la puerta.- ¿Como que quien soy? ¡Yo soy yo!.- Afirmo con rotundidad.- ¿A quien mas esperas?

Al oir la voz de Hundra me levanto y me acerco a Bit, le cojo las llaves con un gesto y abro la puerta.

- Hola, Hundra. Pasa...- Digo invitandola a entrar con la mano.

Al acercarme a Bit le susurro antes de abrir la puerta.

-Disimula tu estado, muchacho...-

Entro con cierta desconfianza, negando con la cabeza y cierro tras de mi.- Mañana temprano tengo que salir ha hacer unas cosas.- Afirmo mientras me tumbo en una esterilla.- Necesito dormir un poco, terminar de reponerme, si necesitais algo de mi mejor hablar ahora pues me molesta que se me despierte con tonterias.

Anhknut está realmente confundido, entre unas cosas y otras, y cuando Hundra entra la saluda con un gesto, mientras mira furtivamente hacia Eban, al parecer en forma de consejo, y hacia Bit.

Veo las señas que se hacen entre ellos y no me gusta nada ¿Que demonios sucede?.- pregunto algo enfadada.- Si teneis algo que decirme tener el valor de hacerlo.

Yo también creo que me recostaré a dormir un poco...Uggg...Ademas, quien sabe, quizás me ofrezca a acompañarte mañana preciosa! agrega algo cansado el nomada, rememorando su fallida seducción en la posada del Dragon Rojo...
Vas a ir a la reunión con Dulcea supongo? dice el agotado aventurero.

- Supones bien.- espeto.- Pero ire sola, ya me avisado que puede ser una trampa... no estoy segura pero ella necesitara alguien que la proteja si yo caigo.- Le digo señalando a la mujer que duerme como una bendita.- Esos cabrones a los que quiero sorprender son buenos con la espada....yo no dejare la mia lejos de mi mano pero es mejor cubrir todas las opciones posibles.

Eban podria quedarse a cuidar de Perla, de Diego, ....y de mi, que muy bien no estoy......piensa Bit, pero se lo guarda para si.
Mientras tanto, te vendría bien que un sacerdote de Erketo se acompañe, si es una trampa, me gustaría estar ahi...y el templo de Derketo tiene muchos fieles nuevos últimamente,...al menos eso me han comentado.

Bit se recuesta en un extremo de la sala, dispuesto a descansar. Ya son tres los pacientes del medico, y si Hundra tiene razón, seguramente se unirán otros dos cimerios a la mañana siguiente...

Desde la distancia, el nómada señala unos frascos encima de una pequeña mesada de trabajo.
Ademas...asi nuestro anfitrión, podría estudiar eso. Si algo ocurre a perla, y esperemos que eso no pase, sin duda todos querríamos saber en que consisten esos extraños líquidos de colores verdad?

Ufff, en verdad quiero ir contigo mi rubia cimeria... sigue, aun en su cansancio, insidioso, quizas ya conociendo el buen humor de la barbara...
Pero si me tengo que quedar, al menos podré conversar unas horas con mi colega shemita...seguro hay muchas historias para rememorar guiña un ojo, con sorna.

Miro a bit-yakin fijamente.- Yo me levantare temprano, el que quiera seguirme que lo haga pero no garantizo la seguridad de nadie.

Me siento tentada a hacer algo mas, si es una trampa podria morir mañana mismo... pero no... por alguna razon imcomprensible prefiero dormir sola... ¿que me esta pasando?.- me pregunto a mi misma antes de tirarme en la esterilla.- Buenas noches.- Gruño.

- No sé si es la mejor idea que yo os acompañe, puesto que no soy en absoluto un hombre de armas, pero puedo ayudar de otras maneras, espero. En cualquier caso, habrá que descansar para mañana...

- No necesito a mi lado a quien no quiera estarlo.- espeto ante el ultimo comentario.- Tampoco creo que su presencia pueda solucionar nada, haria mas bien si se quedara... yo no necesito a nadie, me se defender sola.

Levanto los hombros con resignación.

- Yo me quedaré, no hay más remedio. Estoy algo cansado de no salir de casa, pero mientras tenga pacientes que atender... Esta es mi tarea - Me levanto y miro a Hundra.

- Deja que te acompañe, si él quiere - Digo señalando a Anhknut - Tengo el presentimiento que ará falta alguien que reflexione antes de actuar por si acaso.

Respecto a los frascos... Cuando Perla se levante ya hablaremos. Bueno...- Me dirijo hacia mi habitación, me vendra bién algo de intimidad - ...Si necesitais cualquier cosa ya sabeis donde estoy.

Bien, todos os retiráis a dormir mas o menos. Aquella noche no pasa nada extraño, bueno, nada mas.

Estáis todos en el salón de la casa de Eban, acomodandos como podéis entre las sillas, montones de cojines, la mesa-camilladequirofano, y demases. Parece que han pasado unas cuantas cosas, pero todo eso no es muy importante ahora. Mañana será otro día. Muy largo.

Esuna suerte encontrar una mochila, que según Eban, nunca había estado ahí.

Está echa con el pellejo de un animal girado y zurcido de forma tosca pero eficiente, en su interior, hay una manta y una estera piel y lana que parece ser bastante cómoda rellena de algún tejido mullido (en comparación con el suelo)

Es posible que lo dejara Moghcorb ahí esa noche, así que mas o menos cómodos podéis pasar la noche yrecuperaos de vuestras heridas (los que las tenéis, claro)

Tal vez sea bueno preguntarle a la almohada como vais a explicarlo ocurrido con el cofre y los frascos.

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Cuando parece que todos están ligeramente dormidos, El Shemita nota como otro cuerpo caliente se acerca suavemente a su lecho, colándose bajo su manta mientras escuchas su respiración profunda y caliente aferrada a tu torso que has desvestido para dormir.

No es una noche muy calurosa pero nunca se debe menospreciar la compañía.