Partida Rol por web

El falso Caballero del Toro observa a los aprendices con los brazos cruzados. Supongo que un poco de información no les vendrá mal. Después de todo... están encerrados aquí

- Hace 30 años, yo era un joven como ustedes. Aspiraba a un manto sagrado, entrenado por mi maestro, Jari de la Osa Mayor. Mi fuerza aumentaba día a día, mi habilidad en el combate también. Pero una vez estuve liste, Jari me dijo que no podría vestir un manto sagrado... que ninguna armadura me requería aún. Podía pasar el resto de mis días como un soldado, como un simple guardia... yo, quien había despertado el 6to Sentido! Yo que había superado a mi mismo maestro!

- Partí entonces, dejando al Santuario atrás. Pasó semanas en soledad, comiendo solo lo que mis manos podían cazar, durmiendo bajo la luna. Y fue así que la Luna descendió sobre mí; era un hermosa mujer con cabello ondeante como el agua y una corona de grandes espinas. Hécate, era su nombre; y me contó la verdad.

- La verdad, sobre cómo Atenea dominaba la Tierra con mano de hierro. Como solo aceptaba en el seno de sus guerreros a aquellos que eran ciegos, que aceptaban su palabra sin cuestionarla. Me habían rechazado... por no doblegar mi vista a sus preceptos. Pero ella me aceptó.

- Me llevó... a los lugares de la Muerte. A las salas olvidadas en los confines del Inframundo. Y allí ella me entrenó, para este día.

Escucho la historia de Jaras bajando minimamente mi guardia

-es una triste historia Jaras, ya que fuiste engañado por esa diosa que te ofreció lo que tu querías y lleno tus oidos de mentiras. Atenea gobierna dejando a los humanos en libertad, y pide a sus guerreros que sean capaces de ver, la única explicación para que aceptaras tan facilmente las mentiras de Hecate es que deseabas creerlas, cualquier cosa por conseguir una armadura. Si estabas dispuesto a sacrificar tu honor por la gloria comprendo que ningún manto sagrado te eligiera. Lo siento-

- ¿Acaso esperaste a que una Armadura te reclamara? - pregunté a Jaras. A lo mejor una Armadura de las que estaban siendo portadas por un Caballero podría haberte reclamado en breve.

- En vez de esperar elegiste el camino rápido y dejaste que Hécate manipulara tu mente hasta el punto de dar de lado todos los ideales de Caballero que aprendiste en el Santuario.

- Aún así yo te digo que estás a tiempo de cambiar. De dar de lado a la mentida de Hécate y volver a la luz del Camino de los Caballeros de Atenea. Acompañanos, ayudanos y personalmente haré todo cuanto esté en mi mano para que seas investido Caballero de Atenea recuperando tu mancillado Honor.

Souga se mantenía firme en su posición, había escuchado la historia de Jaras, pero a diferencia de sus compañeros, el no tendría ninguna compasión.

- Jaras, eres un cobarde, me das asco. No solo eres un cobarde, sino también una rata que se ha escapado por el tirante. Si realmente hubieras merecido una armadura esta te hubiera elegido llegado el momento correcto. Eres debíl, no mereces más que la muerte, jamás permitiría que alguien como tú se acercará a Athena.

Miro para ambos lados a sus compañeros, no podía creer que se dejaran llevar por las palabras del falso caballero.

- Hecate....ESCUPO!!!en su cara, arpía mentirosa y manipuladora que se aprovecha de las mentes debiles -niega con la cabeza- terminemos de una vez toro, deja que acabemos con tu sufrimiento, preparate a morir, aunque sea haz este acto con honor.

La cara de Jaras fue cambiando. Tal vez algo parecido a comprensión, al alivio de que alguien hablara con él sobre estos temas, sobre su propio dolor al ser expulsado del Santuario, habían comenzado a ablandar su corazón. Tal vez, incluso, se encontraran frente a un nuevo aliado.

Claro, hasta que Souga habló. Sus palabras torcieron el gesto del gran caballero del Toro en un rictus, toda la maldad volviendo a sus facciones. Se cuadró. Su Cosmos se encendió con motas negras, como insectos elevándose y muriendo al llegar a la cúspide, o ceniza agitada por el aire caliente y enloquecido de una fogata. 

- Entonces, así será. Tus compañeros hablan con cordura, tal vez incluso con sabiduría para sus cortos años. Pero tú, pequeño mocoso que solo exhala estupideces por la boca, deberías aprender a guardar el aliento! 

Señaló a Harjas y Foon Xao. Pueden marcharse. Hay honor en sus palabras, y tal vez incluso luego continuemos nuestra charla. Sin embargo, él, su grueso dedo apuntó al Caballero del León Menor, debe aprender modales. Mi Diosa lo reclama.

- Prepárate cachorro. Y dame tu mejor golpe, porque será el último!

Una media sonrisa se dibujo en el rostro de Souga, hacia mucho tiempo que no peleaba, esta deseando pelear con el falso toro, pues ya con anterioridad había peleado con adversarios de mayor poder, sabía lo que podía llegar a esperar de este tipo, pues tenía la arrogancia de un caballero de oro, pero le faltaba la sabiduría, pues sus palabras habían tenido efecto y había logrado enfurecerlo, ahora solo restaba vencerlo y quebrarlo, esa sería la unica manera de sacarle mayor información. Los caballeros de Athena debían aprender a ser duros con sus rivales, al menos eso le había dicho uno de los caballeros en su entrenamiento y el se lo había tomado muy a pecho..."alguien tiene que hacer el trabajo sucio Souga, no todos los Santos son debotos de ello, pero algunos debemos cargar con esa responsabilidad..." El sería uno de ellos, el quería hacer el trabajo sucio, aquel que los demás no deseaban, pues había comprendido que estaba dispuesto a cumplir con su misión ante Athena.

- Veamos como se puede tomar al toro por las astas....

El leon menor comenzó a caminar hasta que en un veloz y repentino movimiento lanzo su ataque.

- Golpe del León Furioso!!! (30/15)

directo a la cabeza del toro.

Las palabras de Souga cuando ya casi habíamos convencido a Jaras consiguen enfurecerme

-Souga estúpido, un caballero ha de saber cuando luchar y cuando hablar. Jaras podría haber hecho un servicio al santuario e incluso se podría haber redimido. Va siendo hora de que afrontes los resultados de tu soberbia-

Aunque siento mi cosmos arder de furia, y no precisamente hacia el enemigo del santuario, me aparto a un lado y me cruzo de brazos, tal vez a Souga le vaya bien una lección, de todos modos no estoy dispuesto a permitir que muera

Asiento a las palabras de Foon Xao. Definitivamente Souga tenía que aprender la lección y por ahora no pienso hacer nada por impedir que Jaras se la enseñe.

- Jaras, hazme un favor. Enseñale la lección pero no lo mates. Si lo haces no me quedaría más opción que vengarlo.