Partida Rol por web

El el lejano norte helado, una fortaleza de piedra yace casi completamente cubierta de hielo y nieve. Es el lugar donde los fieles Caballeros de Atenea resguardan la Vasija de Poseidón, recipiente que contiene el alma del Dios derrotado en la Guerra Santa.

En su interior, dos Caballeros de Bronce, Haru de Andrómeda y Shimi del Lince, buscan indicios de la desaparición de los guardianes. Al poco de ingresar y separarse de sus compañeros, son atacados por un feroz guerrero encapuchado, que resulta ser Lóh, Sombra Oscura de Leo.

Tras un terrible combate ambos jóvenes Muvianos inmovilizan a Lóh gracias al temible poder de las Cadenas de Andrómeda.  La habitación, devastado por el furioso poder del Lince, es solo una ruina calcinada mientras el enemigo de Atenea hinca un rodilla en tierra.

- Me han... derrotado.

Una risa nerviosa recorre el lugar, disipándose en el aullido del viento que azota la fortaleza.

Shimi bajo la intensidad de su cosmos al ver que el combate habia terminado, sabía que su hermana no permitiría que siguieramos una vez que nuestro enemigo se habia rendido. Y era norma de la caballeria permitir la rendición. Asi que ya más tranquilo dijo...

-Y bien, dinos para quien trabajas y que quereis!!!

Haru se relajó al ver que su enemigo atendía razones y dejaba la violencia a un lado. Al sentir que la rendición era sincera, atenuó su cosmos al igual que su hermano y replegó sus cadenas. No era correcto dejar atado a un guerrero que había presentado batalla honorable y había aceptado su derrota.

En actitud tranquila, aguardó las respuestas de Loh a las preguntas que había efectuado su hermano.

No me hagas que vuelva a quemarte, serpiente de cascabel!!!

Aún de rodillas, el muchacho portando la copia de la Armadura de Leo mantiene una mirada soberbia.

- Sirvo a Hécate, Diosa del Cosmos y la Noche. A quién sirve ella, sin embargo, no puedo revelarlo, pues no lo sé.

Las piezas de su armadura comienzan a caer al suelo, muertas. Ven? La he traicionado. Su poder me abandona, así como esta armadura. Es una pena... todo lo que yo quería era ser un fuerte caballero en batalla.

Has hecho bien Loh....dirigente al santuario de Athena....ella podrá hacer de ti un fuerte caballero de batalla....ella tendrá fe en ti

¡Hécate! Los Dioses vuelven a manifestarse en la Tierra... ¿qué es lo que ocurre? Haru meditó preocupada las implicancias de lo que Loh acababa de comentar. ¿Qué buscaba esta Diosa? ¿Por qué quería volverse contra Athena? Sin embargo, la joven muviana poco podía deducir de las palabras vertidas por el caballero.

-Dinos Loh... por qué Hécate se quiere alzar contra Athena? Athena vela por los intereses de la Tierra, ella cuida de la humanidad. ¿Qué ambiciona la Diosa del Cosmos en este plano? ¿Por qué te ha enviado hasta aquí, donde descansa la urna de Poseidón?

El joven muchacho sacudió la cabeza. No lo sé, lo repito. Los planes de los Dioses están tan por arriba del conocimiento de los mortales... Incluso ustedes mismos, por qué están aquí? Qué pretende Athena con encerrar a otro Dios? Puede este balance ser bueno? 

Lóh se incorpora lentamente. Estábamos al mando de otro. Un Caballero que Hécate tiene en gran estima... un caballero peligroso. Un caballero con un Cosmos como nunca viera yo mismo. Él...

Las sombras a su alrededor se intensificaron, su mirada se volvió vidriosa. Una lanza negra perforó su pecho desnudo desde atrás, disolviéndose en negras volutas de sombra. Lóh escupió sangre, se dobló, y comenzó a caer al suelo.

El mismo Cosmos que detectaran antes, la misma risa jactanciosa, llenó el ambiente. Las puertas de la habitación se abrieron, como invitando...

Nooooooooooo.....Loh!!!!

shimi vio como el caballero redimido moría ante sus ojos antes de revelarles el nombre de un caballero que tendría muchas respuestas.

Quien eres?!!!!! Desvelate!!!

Shimi encendió de nuevo su cosmos ardiente

Loh había resultado ser un caballero honorable. Lástima que su Diosa no servía a los nobles fines de proteger la Tierra y velar por la humanidad. Sin embargo, su punto de vista era, cuanto menos, peculiar.

Por suerte el caballero parecía dispuesto a responder a las preguntas que los hermanos le habían planteado. Sin embargo nunca llegó a hacerlo. Alguien, desde las sombras, se había encargado de silenciar al falso Leo. Había sido un ataque rastrero, a traición y sin embargo, el cosmos que se percibía era poderoso.

Nuevamente resonó la risa. ¿Quién estaba allí? ¿Por qué se escondía?

-¡¡¡Cobarde!!! Has matado a traición a un buen caballero. ¿Quien eres? ¿A quién sirves que tienes tan poco honor?

Al igual que lo había hecho Shimi, con rabia controlada, la pequeña Haru comenzó a hacer arder su cosmos.