Partida Rol por web

Una oportunidad, tenían una sola oportunidad para salir de aquel atolladero. La Excalibur desde el inicio de su primera misión se las había tenido que ver con mil problemas y ninguno de ellos sencillo... Quizás por eso Cristina había albergado la esperanza de no convertirse en polvo estelar... Vio como el timonel echaba un ojo al polizón, como se ponía a maniobrar y como al muy jodido roquero suspira adolescentes le temblaba la mano a la hora de dirigir la nave hacia su salvación. Quizás otro capitán hubiera tratado de que sus últimas palabras resultasen emotivas, pero es que ni siquiera las clases de Yoga iban a ser capaces de contener su rugido.

-¿PERO QUE COÑO LE PASA LIGHTMAN?-bufó a pleno pulmón fuera de sí-CENTRES DE UNA PUTA VEZ O LE JURO POR TODOS MIS ANCESTROS QUE LO ÚNICO QUE VA A VOLVER A CONDUCIR EN ESTA VIDA O EN LA OTRA, SON COCHES DE CHOQUE

El impacto del torpedo había dejado el panel de escudos en amarillo, desde luego su capacidad de ataque superaba a la nave de la federación.

El plan estaba trazado, las piezas sobre el mapa mostrando el camino hacía la victoria pero si algo había aprendido el vulcano es que los cálculos nunca fallan sobre el papel, pero la realidad no está hecha de papel.

La maniobra no sería la adecuada, la computadora de navegación pita a desde la consola del piloto indicando la deriva en la maniobra.

Los klingon podían frotarse las manos quizá su próximo disparo sería el último.

El vulcano miraba su consola calculando si aún restaba alguna posibilidad del anunciado fracaso.

La situación comenzaba a distorsionarse demasiado mientras Erika intenta mantenerse en pie dado el impacto de la nave enemiga. Había que crear un plan de urgencia porque no tendrían otra opción de sobrevivir, ya sentía refulgir su odio al estar en el espacio. 

Al margen de ello, la voz de Cristina resonó en aquel lugar, momento en el cual, la Comodoro, asintió conforme mientras va pensando que hacer. Era la primera vez que se enfrentaba en una situación similar.

Levanto la cabeza de los mandos cuando oigo farfullar a la capitana.

- No sé si en el protocolo de la Flota entra el griterío y la chabacanería en las normas de mando a los subordinados - digo mirando a Muk - Aunque supongo estamos en una situación bajo mucha presión.

Vuelvo a centrarme en los mandos de la nave, en un inútil intento de que la respuesta de los mecanismos fuera diferente.

- Capitana, si cree que mover un amasijo de acero de más de doscientos metros y ochenta mil toneladas mientras intentamos no chocar con otra nave y esquivamos otra que nos supera en potencia y armamento es un juego de niños, le invito a tomar los mandos y que nos demuestre cómo salir indemnes de esta situación.

Carguen torpedos y prepárense para disparar en cuanto estemos en posición.

-Torpedos Listos capitana.-

Jankowsky había enviado la orden a la armería, los torpedos estaban listos y el también. La capitana solo tenía que dar la orden y al  comandante no le temblaría el pulso.

La capitana había incomodado a Johny y este no se había mordido la lengua al responderla.

Mierda chaval, céntrate en pìlotar, no es momento de discusiones... - Solo lo pensó, mientras, casi de modo inconsciente, lanzaba una mirada furiosa a Johny mientras hacía un gesto negativo. Jan no quería meterse en la discusión consideraba al joven un gran piloto pero a veces sus hormonas y su juventud le traicionaban. Ahora lo único importante era salir de la situación con un mínimo de daños, todo dependía del piloto.

Cuando la maniobra parece representar la condena inminente para todos, los sistemas automáticos de inercia compensan la gravedad de los gigantes gaseosos de los lindes del sistema solar, cuya distancia igualmente afecta los movimientos de todos los objetos, incluido las naves que juegan el baile mortal en la inmensidad del espacio.

Mientras tanto, en el turboascensor, Gaeris logra zafar del ligero agarre de Diane al enviarla lejos con la fuerza de sus piernas. La doctora termina cayendo sobre la silla del capitán, entre los vaivenes de la nave al realizar la complicada maniobra.

De este modo el mercenario desalineado trepa por el hueco del turnoascensor para llevar la sorpresa que el gigante Orionita le ha seguido los pasos. Ahora los dos se encuentran en un reducido espacio sobre el túnel del ascensor. Y encima de ellos se encuentra el casco interno de la nave junto a un montón de tuberías y mecanismos.

El pequeño desliz del timonel da la oportunidad a la nave klingon de mantener su posición ante la treta de los humanos, incluso dejando atrás al único adversario digno. La Archon pierde ventaja y distancia por el inusitado movimiento del lento crucero enemigo.

Ahora la NX debe lidiar con los disruptores ventrales de la D5, cuyo fuego implacable es dirigido a las nacelas de la nave terrestre en un intento de deshabilitar su movilidad.

Usaremos las "cosas afiladas", por lo menos hasta que esté quietecito y no de la lata.

¿Qué tengo que tirar? 5D+1???

Exacto. 5d desglosado agregando 1 al final.

Unger, tras recibir la órden no dudó un instante. El preparar el arma y dispar, podría ser una posibilidad, que entre otras cosas se hacía un poco lenta para su gusto, así que, haciendo uso de sus "cosas afiladas" que ya portaba en las manos, se lanzó sobre su "presa" con la intención de neutralizarla ... y descuartizarla si fuera necesario.

 Veo que el Orión me a seguido y trata de acabar conmigo en una pelea de cuchillo... Cuando eso es precisamente lo peor que podría hacer hecho. Con un hábil movimiento, esquivo su ataque, al mismo tiempo que, con una grácil floritura, saco mi cuchillo aparentamente de la nada y le asesto una serie de ataques veloces, precisos y brutales...

Ya dirás DJ si lo he hecho bien o que me falta por hacer.

La maniobra no había conseguido el suficiente ángulo y la oportunidad, todavía posible, estaba apunto de pasar. Sirril modificó sus datos con la nueva posición, adquiriendo al momento unas nuevas coordenadas desde donde realizar el disparo necesario para incendiar el tanque de oxígeno.

Nuevamente el vulcano transfirió los datos a la Archon y a la Excalibur con un breve mensaje La ventana que hace esto posible esta a punto de cerrarse.

- Capitana, si cree que mover un amasijo de acero de más de doscientos metros y ochenta mil toneladas mientras intentamos no chocar con otra nave y esquivamos otra que nos supera en potencia y armamento es un juego de niños, le invito a tomar los mandos y que nos demuestre cómo salir indemnes de esta situación.

- Haga de una puñetera vez su trabajo y no me toque más los cojones o le juro que lo utilizaré de ancla- le dijo con fuego en los ojos, aquella bravuconada del timonel iba a tener consecuencias y eso era algo que se adivinaba perfectamente en la ira contenida de la española. En una situación como aquella lo último que necesitaba la Excalibur era que el piloto se enzarzara en una discusión con la capitana- fije las coordenadas del señor Sirril y por el amor de Dios, ¡CENTRESE!.

La ventana que hace esto posible esta a punto de cerrarse.

-Cierto- asintió Cristina más que consciente de la premura con que debían realizar sus acciones

-Torpedos Listos capitana.-

-¡FUEGO!- ordenó al señor Jankowsky aferrándose a lo primero que se le puso por medio, en aquella ocasión el asiento del timonel

-¡FUEGO!-

Cuando la capitana no había llegado a pronunciar la segunda sílaba de la esperada palabra el dedo de Jankowsky ya estaba pulsando el botón que lanzaba los torpedos. No estaba nervioso, sabía que la capitana daría la orden y ardía en deseos de ejecutarla.

-Ahí van Capitana. Un regalo de la Tierra para esos indeseables.- Jankowsky esperaba hacer blanco, había practicado a fondo en simuladores durante el poco tiempo que estuvo en la tierra y se había puesto al día con los controles tácticos de la nave pero aún no era un experto.

La situación se complicaba, los klingon los tenían a tiro y la Excalibur no conseguía zafarse de ellos. Aakesh estaba concentrado en los mandos intentando ayudar en el pilotaje a Lightman. Al escuchar su réplica a la capitán Aakesh le miro de reojo

Pedazo de idiota bocazas

--Lightman, cállese y limitese a pilotar la nave. Ahora no es momento de abrir la boca.

Las palabras de Sirril le hicieron centrarse de nuevo en los mandos. 

Cada vez tenemos menos margen

Pero las palabras de Jankoswky le hicieron sonreír. Por fin la Excalibur devolvería el golpe.

Ya, ya... todos a gritar pero en el fondo me necesitan en los mandos de la nave porque no saben ni como encender una lámpara de mesa.

Haciendo caso omiso de las palabras de la capitana y de Muk, me centro nuevamente en el tablero que tengo delante mio. Intento recordar todo lo aprendido en la Flota, todas las horas de simulador, todas las maniobras posibles y los simulacros de batalla. Parece que los mandos no son tan esquivos y la nave se deja manejar mejor.

En el reducido espacio del turboascensor las dos armas de filo chocan entre sí levantando chispas por doquier, anunciando la muerte inmediata de aquel que cometa el mínimo error.

Quizas la única sorpresa es la extrema agilidad y reacción del “humano” que combate contra el sargento MACO de la nave. Igualmente el Orionita es un oponente que no se debe subestimar bajo ningún concepto.

El torpedo de la Excalibur fue interceptado a mitad de camino por las defensas del crucero Klingon y destruido de inmediato. Lo que deja en evidencia la ventaja bélica del oponente con respecto a sus defensas contra torpedos. La D5 ni siquiera intento esquivar el ataque ante la confianza de sus artilleros.

En ese instante la Archon haciendo uso de su capacidad de maniobra suelta sobre la nave Klingon dos de sus cuatro contenedores principales de Deuterio, a la espera de la acción de la Excalibur que debería abrir fuego sobre la nave Klingon y así incendiar los tanques para una poderosa explosión que dañaría la nacela averiada del crucero D5.

En respuesta el D5 abre fuego con todo lo que tiene sobre la nave de Narsu, con la suerte del timonel que logra evitar los rayos de los disruptores pesados.

Ahora es cuando la NX debe actuar, aunque el último ataque fallido demuestra lo difícil de la tarea.