Partida Rol por web

Durante las cuarenta y ocho horas siguientes muchos pacientes obtuvieron el alta médica pese a continuar tratamientos ambulatorios por los siguientes días. Tal fue el caso del comandante MACO Silky Mursart, quien tuvo que regresar varias veces a la enfermería durante los días siguientes para atender sus costillas y que estas soldaran correctamente.

De esa manera Silky obtuvo la alta médica definitiva el mismo día del funeral. Casualmente ese día habría mucha tarea para todos los presentes, sin contar la reunión de oficiales solicitada por De Alba y el evento de cine por la noche.

Otro asunto aun mas difícil era el estado psíquico de los tripulantes de la Valian, los cuales continuaban en coma por algún destino que escapa a las habilidades y tecnologías de la doctora en jefe. El único paciente completamente recuperado es la comandante Simon Ellie, quien había sufrido un brote psicótico luego de ser rescatada en la pirámide, pero luego en la Excalibur ella reacciono muy bien al tratamiento aunque deberá continuar bajo medicación durante los siguientes días.

La vasija con “el agua milagrosa” resultó ser simple agua bi-destilada, libre de minerales e imperfecciones. Walker asumió que el refinamiento del líquido tal vez serviría de catalizador para las energías cuánticas que daban lugar al proceso de curación/clonación.

Sin la maquina el agua realmente no tiene ningún uso particular.

- Enfermería, aquí de Alba. Respondan por favor.

Alice es quien responde al llamado de la capitana. En este momento ella se encuentra de guardia cuando su jefa tiene sus ratos libres.

-Aquí Rochard. ¿Qué sucede? Por seguridad hemos trabado la entrada a la enfermería.

- Señora Rochard, continúen con la enfermería clausurada por seguridad. Necesito que me diga si continúan todos los supervivientes de la Valiant dormidos, o si ha habido algún cambio en el estado del tripulante que aún conserva el dispositivo alojado en su cabeza.

Alice sorprendida por la pregunta en medio de una situación de emergencia suspira antes de responder – No hay cambios en la tripulación de la Valiant y en el alférez Gómez. Sobre la extracción del dispositivo creo que Walker tenía un plan. Aquí estaremos hasta que lleguen los de seguridad- 

Bajo la estricta vigilancia del comandante y sus hombres la enfermería retoma su cauce normal de trabajo, aun con bastantes heridos de los últimos días. Si a todo esto hay que agregar los tripulantes de la Valiant y las muertes recientes el resultado es un nuevo pandemonio donde el caos es el pan de cada minuto. Al menos no hay naves atacando la Excalibur…

Walker con su personal selecto pronto comienza la ardua tarea de buscar la causa de la muerte de los tres ingenieros. Será una noche larga en la morgue, donde el café apenas servirá para mantener despierto al personal que ya lleva tres o cuatro turnos sin descanso…

Como si no estuvieran ya a falta de espacio, ahora la enfermería estaba además ocupada por los MACO. En cierto sentido, no podía quejarse después de los recientes acontecimientos; sin embargo, no podía dejar de pensar que, tal vez, hubiera sido mejor destinarlos allí cuando viajaron hacia B-Sygnus y su vida se encontraba en juego y no ahora que se enfrentaban a un mal que, adoptara la forma que adoptara, no parecía del tipo de los que se abatían con pistolas pháser. Si tuviera que elegir un lema para que los soldados llevaran bordados en sus uniformes como la cristalización de su filosofía, este sería sin duda "más vale tarde que nunca"... pero no era el momento de distraerse con temas como esos: debía encargarse, de nuevo, de realizar el "favorito" de sus trabajos en la nave; no dejaba de alegrarse en momentos como ese de que no hubiera familiares en la nave que pudieran protestar por el hecho de que sus parientes fueran a ser descuartizados porque, por muy útil que resultara, la autopsia realizada a un muerto no dejaba de ser eso. 

-Asqueroso...- Pensó, imaginando lo que se le venía encima una vez instaló los cuerpos en la morgue. Sin embargo, se guardó de revelar sus pensamientos al exterior y convocó a sus dos ayudantes principales -Auxiliar Blake, la necesito en la morgue: tenemos tres nuevos cadáveres para diseccionar en busca de un elemento letal indetectable para todo tipo de sensores. Dudo que podamos encontrar mucho más con nuestros considerablemente inferiores sentidos pero nuestras posibilidades se agotan.- Indicó, antes de volverse hacia la francesa. Recordaba demasiado bien lo que ocurrió durante el análisis del Gorn y no deseaba que ocurriera un incidente. -Auxiliar Rochard, mientras tanto encárguese de realizar un encefalograma de los supervivientes de la Valiant para explorar la posibilidad de que hayan desarrollado capacidades psíquicas a imagen y semejanza de los nativos de B-Sygnus. Haga llamar también a la comandante Ellie para realizarle también un escaneo cerebral completo: en estas circunstancias no se puede dejar nada al azar.

-Encantadora profesión la de médico espacial, no puedo comprender por qué aún quedan vacantes.- Pensó para sí misma, ocultando su nerviosismo bajo un barniz de sarcasmo y molestia. Lo que le había ocurrido a las víctimas no tenía la menor probabilidad de ser contagioso pero, en caso de que lo fuera, sabía quién tenía todas las papeletas para contagiarse. Antes de desaparecer en la que iba a empezar como considerar menos morgue que carnicería, indicó al nuevo oficial -Señor Jankowski, tiene vía libre para ponerse cómodo en la enfermería siempre y cuando no nos disturbe ni a mí ni a mis subordinados, no toque ningún aparato y no se tumbe en ninguna de las camillas: como puede ver, dada la cantidad de pacientes, estoy segura de que asfixiaría a alguien. Por lo demás, si es que queda algo, puede sentirse como en su casa.- Terminó con abierto sarcasmo tras realizar sus advertencias. Tras ello, se puso los guantes y se dispuso a realizar su desagradable tarea.

Sirril llegó a la enfermería para ver a la doctora.

Doctora Walker, ¿ha podido realizar los escaneres de actividad cerebral sobre los tripulantes de la valiant?¿algún resultado?

El vulcano trasteaba con su tricorder y un tricorder médico como contrastando datos.

Diane estaba desapareciendo de camino hacia la morgue cuando el Oficial Científico hizo su aparición. Se volvió apenas, lanzándole una mirada inquisitiva a los tricorder que tenía en la mano, antes de contestar con un tono de voz que resultaba más frío incluso que lo que era habitual en ella -Mis ayudantes se están encargando de eso en este preciso momento. Puede ayudar a la auxiliar Rochard en los análisis si así lo desea, señor Sirril; en este momento, sin embargo, me temo que realizar una autopsia completa es mi prioridad.- Tras lanzar una última mirada fugaz, se guardó sus pensamientos y se internó en la sala sin esperar respuesta.

Me pareció notar que a la doctora no le gustaba demasiado tener que hacer autopsias y tampoco parecía convencida de sacar algo en limpio de estos cuerpos.

Antes de ponerse a trabajar no dudó en obsequiarme con una de sus mordaces perlas invitándome a ponerme cómodo, como si fuera un invitado indeseado.

-Doctora, no pretendo molestar, si estoy aquí es por su seguridad y la de sus auxiliares. Y no creo que sea necesario ese tono.- A esta mujer parecía molestarle todo.

Entonces la capitana me llamó al puente.

-Vaya, ha tenido suerte, mi compañero Silky me relevará, he de ir al puente.

No esperé respuesta y salí de la enfermería rumbo al puente sin dilación.

 La primera autopsia continúa siendo una incógnita sobre la causa de la muerte. Todos los tejidos y órganos se encuentran en perfecto estado, con la única excepción de una degradación en el color natural del tejido cerebral.  Diane considera factible un desbalance químico bastante severo, lo cual podría generar la variación de la coloración de la materia gris.

Por ejemplo la ausencia (o el exceso también) de algún mineral es fuente de la decoloración además de una posible causa mortal. Lo único extraño es porque solo afecta al tejido cerebral.

Ese punto continúa en un misterio hasta analizar el tejido afectado. 

Casualmente fue Blake quien apuntó el indicio tras el análisis de Diane.

La muchacha a costas de horas de desempeño como responsable temporal de la enfermería obtuvo un poco de autoestima y por ende mejor desempeño.

Nada. Esa fue la palabra del día en la enfermería.

Tras correr varios análisis, algunos más complejos que los anteriores, la respuestas seguían eludiendo a los profesionales de la enfermería. Alice era también otra de las personas con el semblante frustrado por los resultados. – Hasta ahora nada, por lo cual la ayuda del señor Sirril será bienvenida. – agrega Rochard luego de analizar a los pacientes en coma de la Valiant.

El estado de los tripulantes no había variado en lo más mínimo desde su rescate. El rumor era que jamás se recuperarían, y eso estaba por verse.

Alice envió a un auxiliar a buscar a la comandante Simón, que se encontraba recluida en un  camarote custodiado por un soldado. Con el paso de los minutos el auxiliar tardaba en llegar hasta que por fin una llamada de Ellie rompe el silencio. –Habla la comandante Simon. ¿Hasta cuándo estaré recluida? Les recuerdo que el vicealmirante Hogard es amigo de mi familia. ¡Exijo mi liberación ahora! ¿Me escuchan? No voy a someterme a más estudios porque me siento muy bien a diferencia de ustedes. – al parecer la paciencia de la comandante de la Valiant llegaba a su fin, y con ello el inicio de sus demandas.

Con los nuevos filtros el análisis sobre la tripulación de la Valiant allí presente no deja dudas al respecto. Ellos también fueron atacados psíquicamente, drenando su capacidad mental hasta ser reducidos a simples cuerpos sin mente. En el caso de los tres ingenieros de la Excalibur el caso es más severo.

Sus psiques fueron absorbidas por un telepata de gran capacidad. La ausencia de ciertos químicos vitales para el cerebro es la muestra de ello. Aparte la carga eléctrica y magnética es nula en ellos, especialmente en sus cráneos.

Tras realizar algunos análisis sin demasiada fortuna y viendo que la doctora seguía con la autopsia el vulcano decidió salir para completar sus investigaciones

La doctora apenas fue consciente de los cambios que ocurrían en la enfermería, tales como las llegadas y partidas de los comandantes MACO y del señor Sirril. Se encontraba demasiado ocupada desmembrando el cadáver y concentrándose en que su expresión no reflejara el asco que sentía ante esa concentración de sangre y vísceras. Su vocación (si es que tenía) había estado dedicada desde un primer momento a la teoría y a la investigación, no a lidiar con enfermos y muertos.

Lo único bueno que sacó de todo aquello fue que no se llevó una decepción cuando, una vez todos los órganos fueron revisados y cada milímetro de tejido fue inspeccionado, no se encontró nada en absoluto. Lo cierto es que era el resultado que había esperado desde un primer momento. El desbalance del cerebro, por otro lado, podía llegar a ser una pista... aunque no estaba muy convencida acerca de sobre qué. ¿Cómo podría ser que fuera la única parte del cuerpo afectada?

-Bien hecho, auxiliar Blake- Tuvo que reconocer un poco a regañadientes, cuando la mujer señaló el detalle. Se quitó los guantes mientras añadía -Siga investigando sobre ello: realice un análisis químico en profundidad de las neuronas y compruebe qué clase de mineral podría haber provocado una reacción semejante. En caso de que sea necesario, puede tomar una muestra de tejido de los tripulantes de la Valiant para comprobar si presentan alteraciones similares, aunque supongo que habría que abrirles el cráneo para obtener una comparación objetivo... y, no, no le estoy ni ordenando ni dando permiso para realizarles una lobotomía. Solo estaba pensando en alto.- Añadió al final, en parte con sarcasmo y en parte para cubrirse las espaldas: no estaba muy segura de la opinión que sus compañeras de trabajo tenían acerca de ella.

Volvió a la enfermería para comprobar el resultado de las investigaciones de Alice, y no le agradó comprobar que estas también habían resultado infructuosas, incluso con la ayuda del vulcaniano. Tampoco le agradó comprobar que la señorita Ellie estaba dispuesta a realizar un nuevo motín en su territorio. Conectó el intercomunicador para decir con toda la frialdad que pudo reunir -Comandante, por si no se ha dado cuenta, estamos varados en mitad del espacio bajo riesgo de muerte: le aseguro que estaría feliz de que el vicealmirante viniera hasta donde nos encontramos en una nave aunque fuera solo con la intención de reprenderme. Adicionalmente, sus protestas tienen poco peso cuando lo que se encuentra en riesgo es la seguridad de la nave. Tiene cinco minutos para acudir a la enfermería.- Indicó, antes de cortar la comunicación y dirigirse hacia su ayudante -Auxiliar Rochard, prepárase para someterla al mismo análisis neurológico que al resto de supervivientes una vez que se presente.

Volviéndose hacia el comandate Silky, añadió -Comandante Silky, ya ha escuchado la conversación. Solicito permiso para que, en caso de necesidad, uno de los miembros de su pelotón destinados a este área acuda a donde se encuentra la señora Ellie para traerla, a rastras si es necesario pero preferiblemente con un sedante. La señora Rochard puede indicarle donde se encuentran.- Lo cierto es que, a pesar de sus palabras, había más de orden que de petición en el tono de la doctora. Pero, después de todo, los MACO habían sido asignados para proteger su zona y asegurarse de que se cumplía el orden también era una forma de protección.

Tras arreglar esos asuntos, se dirigió de vuelta a la morgue preparada para realizar una segunda autopsia. Tenía que asegurarse de que el desajuste cerebral de la anterior víctima no era un caso aislado sino una lesión compartida y comprobar si podía extraer algo más de utilidad. Tenía la sensación de que el tiempo se estaba ralentizando y que los días duraban meses.

La última autopsia arrojó resultados sorprendentes a diferencia del anterior procedimiento.  Todo ello sumando a los análisis de sus auxiliares llegó a la conclusión de la siguiente teoría.

El desequilibrio químico pone en duda todos los conocimientos terrestres sobre la neurociencia aplicada en los campos energéticos del cerebro.

Por accidente Walker descubrió los compuestos químicos que corresponden al “fluido” neuronal encargado en parte de la generación de los campos magnéticos cerebrales y sus cargas iónicas por la red neuronal, los axones y las dendritas.

En definitiva la causa de la muerte de los tres tripulantes se debe al “robo” del campo eléctrico cerebral, el cual por falta de este cambia su color ante la ausencia extrema de partículas con carga eléctrica.

No fue un componente externo, ni un agente biológico desconocido. El motor de la muerte de los tres ingenieros fue un organismo mucho más avanzado que algo microscópico. Algo con la capacidad de arrebatar la “energía mental” de las personas.

Algo que posiblemente camina entre los tripulantes o se oculta en las sombras de la nave.

Bajo ningún concepto voy a rebajar mi autoridad ante usted y sus formas arcaicas de mando. ¡Quiero que sepa que sus días de servicio están contados! ¡Antes exijo hablar con el capitán y el primer oficial! ¿Está claro? – la respuesta de la mujer es absoluta, al igual que sus ideas acerca de someterse a mas estudios médicos.

Diane reprimió un bufido cuando concluyó su análisis del segundo cadáver. Al menos, no podía decir que no se lo esperara, pero las implicaciones que podía tener la existencia de un asesino suelto por la nave eran, cuanto menos preocupantes. Dado el grado de tensión y estrés que estaban soportando todos ellos, la posibilidad de que la desconfianza llegara hasta los extremos de provocar un linchamiento era un peligro a tener en cuenta. De no ser por la imposibilidad de que un individuo cualquiera pudiera llegar a asesinar de ese modo, cualquier tripulante podría haber sido considerado sospechoso solo por el hecho de que el miedo a la muerte casi segura a la que se enfrentaban pudiera haberle generado una respuesta neurótica. Y tampoco había que olvidar que, dada la antinatural ruta de regreso que habían tomado al volver de B-Sygnus, nada les aseguraba de que no hubieran transportado igualmente a una criatura extraña a la nave, aunque al menos parecía que los escáneres habían borrado esa posibilidad. Pero, de nuevo, parecía. Interrogantes y más interrogantes.

Tras escuchar la voz de la capitana a través de los sistemas de la nave, se acercó al intercomunicador de la morgue para responder:

-¿Diez tripulantes? Espero que se encuentren en camino, porque nadie ha llegado a la enfermería en este tiempo. Pero no se preocupe, capitana, no tengo ninguna queja al respecto de la cantidad de trabajo: de hecho yo misma sugeriría analizar a todos los tripulantes de la nave si hiciera falta.- Hizo una pequeña pausa, antes de añadir -Adicionalmente, tengo los resultados de la autopsia: la muerte fue debida al robo del campo eléctrico cerebral, lo que impidió el paso de la corriente iónica a través de las neuronas del cerebro. Y, cuando digo "robo", me refiero a que no se ha debido a una enfermedad o a un organismo microscópico sino que, como sospechábamos, ha sido debido a la acción voluntaria de un organismo consciente y material como nosotros. En otras palabras: o tenemos un intruso homicida escondido en la nave... o alguien ha adquirido capacidades inusitadas y las está usando para asesinar a sus antiguos compañeros por razones desconocidas.

-En otro orden de las cosas, le remito las quejas de la comandante Ellie, la única superviviente de la Valiant que se encuentra en estado consciente y que, como ya le indiqué en la reunión, presentó un cierto desequilibrio mental al despertar en el planeta B-Sygnus. Se niega a someterse a más análisis médicos y exige su liberación inmediata, ambas decisiones a las que me opongo con toda la autoridad que puede tener un Oficial Médico. Había pensado en enviar un MACO a sedarla para poder hacer mis estudios con tranquilidad, pero demanda hablar con usted y supongo que no puedo negarle al menos ese derecho... pero mi paciencia se agota y no dudo que la suya hará lo mismo en cuanto la escuche durante al menos medio minuto; así que, comuníquese con ella si lo desea y avíseme de cuándo puedo proceder.