Partida Rol por web

Se sobresaltó al reconocer la voz de su capitana soltando un improperio que, aunque lo había dicho en su idioma, Jankowsky comprendió perfectamente al no ser la primera vez que se lo oía. Le dió la impresión de que se trataba de una discusión de poca importancia, Cristina dejando claro quien manda. Al menos parecía estar bien.

Miró a James a quien imaginó también sorprendido por los gritos y se encogió de hombros. -Supongo que no será nada- Le dijo quitándole importancia. Al mismo tiempo también esperó a que James tomara la iniciativa. Habían sido advertidos de que alguien se movía hacia aquí podría ser el agresor de Ollander si es que había sido una agresión y no un accidente.

Mientras esa maldita cosa esté pegada al jodido brazo de mi paciente, la dejará y la tocará cuando yo le diga, ¿queda claro?- le respondió el doctor a Daniel en un tono autoritario que no admitía replicas para luego volver a dirigirse a la capitana -¡PUES NO ES SUFICIENTE, JODER, ASÍ QUE ESFUERZATE MÁS, COÑO! Y si no quieres que te chille en el puto oído, no me des un puto motivo para hacerlo- le respondió, todo ello sin que su mirada se apartase en ningún momento de Ollander ni sus manos dejasen de moverse sobre el brazo de este, quitando fragmentos con cuidado, desinfectando, cerrando heridas y en definitiva, remendando aquel estropicio en la medida que le era posible con los medios con los que disponía -Y habla en puto cristiano, joder- añadió.

Por suerte, al menos, antes de que Matthew tuviese que gritarle al inútil de Daniel que parecía dispuesto a abrir la puerta sin comprobar quien era, la capitana lo hizo por él… aunque no pareció que hiciese mucho efecto en su comportamiento errático, pues en lugar de abrir, ahora se acercó diciendo que les ayudaría a sujetar a Ollander.

¡Estate quieto de una puta vez e informa por el maldito comunicador de nuestro estado!- le gritó al escuchar la transmisión de James, alterado tanto por el estado de Ollander como por las idas y venidas de aquel tipo hacia la puerta.

Aunque el camarote donde se encontraba seguía con la puerta cerrada y bloqueada desde dentro impidiendo que nadie entrase hasta que no se abriese, eso no evitaba que los sonidos del interior, o más bien gritos pudiesen salir y escucharse por fuera, en concreto los del doctor Matthew.

... esa maldita... pegada al jodido... paciente... tocará ¿queda claro?

¡PUES NO ES SUFICIENTE, JODER, ASÍ QUE ESFUERZATE MÁS, COÑO! Y si no... chille en... puto... no... motivo para... Y... en... cristiano, joder.

Y tras varios segundos de relativo silencio la transmisión de James desencadenó otro grito

¡Estate quieto de una puta vez e informa por el maldito comunicador de nuestro estado!

El doctor, pese a su creciente malhumor fuera de lugar, empela toda su habilidad en reparar el brazo de Ollander tanto como puede en ese camarote hasta que sea el momento de tratar al paciente en su enfermería como es debido.

Utilizando las ultimas drogas disponibles y el resto del material del botiquín Matthew detiene el sangrado y acondiciona el brazo tanto como puede al implementar un entablillado con gel espumante de secado instantáneo, lo cual es idóneo para el tratamiento de huesos fracturados en el frente de combate. Con el brazo inmovilizado y el sangrado detenido luego llega la tanda de calmantes y anestésicos que detienen el deterioro del tejido por la falta de circulación.

De esta forma es posible que Jack despierte y sea capaz de moverse parcialmente por su cuenta, al menos en parte y con ayuda de alguien más.

Lo más importante, si despierta, es que podrá informar a todos sobre lo sucedido.

Cristina se sorprendió cuando Daniel le hizo notar que lo había llamado por su nombre de pila... Era verdad, no lo hacía desde la Academia, un ligero sonrojo por el desliz coloreó sus pálidas mejillas, aquellos fallos debía de evitarlos, y más en presencia del lengua sucia del doctor... Ella seguía teniendo rango de capitán aunque lo cierto es que después de todo lo vivido había empezado a relajar el trato y era algo que debía de corregir.

- Cierto... Hacía tiempo que no le llamaba así... - un esbozo de sonrisa quiso dibujarse en los labios de la española pero el bozarrón del doctor la calló haciendo incluso que una parte del cabello de Cristina se moviera y se le quedasen los ojos abiertos como platos ante el tropel de insultos... Una situación algo parecida a unos dibujos terrestres de la tierra que se llamaban mangas donde se exageraban esas escenas para añadir humor... Sólo que en aquella ocasión sólo conseguirian que a uno de los pacientes del doctor le diera un síncope.

- El que no me tiene que chillar es usted "cojones" ¿se ha olvidado de que soy
capitán "coño"? Y hablo perfectamente el cristiano, lo estoy poniendo a parir pero en español

Entonces al escuchar a James miró hacia la puerta de manera automática y con cierto apremio, que se intensificó al reconocer a Jan.

- ¿Señor Stevenson, señor Jankowski, son ustedes? "Joder" señor Willwood ya me apaño yo con el doctor, abra la puerta, por favor

El que no me tiene que chillar es usted "cojones" ¿se ha olvidado de que soy
capitán "coño"? Y hablo perfectamente el cristiano, lo estoy poniendo a parir pero en español

Entonces al escuchar a James miró hacia la puerta de manera automática y con cierto apremio, que se intensificó al reconocer a Jan.

- ¿Señor Stevenson, señor Jankowski, son ustedes? "Joder" señor Willwood ya me apaño yo con el doctor, abra la puerta, por favor

El intercomunicador suena

-Aquí Aakeh en el Puente de Mando, nos encontramos el señor Newton, Lightman y un servidor junto a un bicharraco atado con una cadena, que parece vigilar. De momento sin novedad.

Mis ojos se clavaron en el doctor. No se quien se pensaba que era yo, quizás un simple limpiador de esos a los que se veía a la legua que le gustaba pisotear y humillar con su excelente vocabulario lleno de insultos y palabras mal sonantes. Aquello hizo que la pequeña sonrisa que me dedicó Cristina se esfumase de mi mente. - Necesito paz... quizás perderme. - Pero sabía lo que en ese momento deseaba de verdad, contemplar ese brazalete que me había maravillado desde que se lo vi a la Capitán y que aún no se había quitado. - Lo manchará de sangre...

- Sí, Capitán. - Al menos mantenerme en la linea de mando me hacía bien. No quería ni imaginarme que ocurriría si no me quedase ni eso. Me levanté y caminé hacia la puerta, haciendo caso omiso de la instrucción de "don insultos gratuitos" a hablar por el intercomunicador. Era como su prohibición de ver el brazalete. Si la Capitán me dejaba verlo, ¿quién era él para impedirlo?

Desatranqué la puerta y asomé la cabeza.

Desatranqué la puerta del camarote y asomé la cabeza.

- Pasen por favor. - Indiqué a los presentes, invitándoles a entrar a la enfermería más sucia que jamás hubiese visto. Si el ingeniero sobrevivía a esto sin perder el brazo por una infección, se podría decir que se trataba del hombre con más suerte de la galaxia.

Mis ojos se volvieron a centrar en aquellos camarotes y cuartos donde se ocultaban tantas cosas, útiles sin duda. La voz de megafonía anunció nuevamente a una criatura atada, pero esta vez en el puente de mando. Una nueva voz aseguraba que la nave era "segura" siempre que no nos acercásemos a sus tripulantes. - Capitán, ahora que tiene más compañía, quizás debería permitirme seguir buscando... quizás encuentre otro detector de movimiento... o... no se... creo que cualquier herramienta nos será útil en este momento. - Golpeé con los nudillos el metal de la pared desde el pasillo sin dejar de mirar el interior del camarote. - Sobre todo si vamos a pasar mucho tiempo aquí... esto está que se cae a pedazos...

... estaré por aquí... - Indiqué dándome la vuelta y mirando hacia donde ir. Quizás debería llevarme el detector de movimiento conmigo.

Salí de mi confusión para entrar en una discución sin precedentes. Parecía ser que el doctor y la Capitana no se estaban llevando muy bien, pero logré sentarme en la cama y hablarles.

-Haya paz -dije, adolorido, de pronto recordé lo que me había pasado-. Avisen por intercomunicador ya, hay un golem encadenado en ingeniería.

En ese momento entra el mensaje de Mukherjee.

-Bueno, parece que lo han encontrado, ¡que tengan mucho cuidado! Yo me he salvado por los pelos...
 

Cristina al ver a James, Eduard y la mujer silenciosa, se relajó un tanto, y más aún cuando escuchó a Muk. Parecía que la situación se había controlado pero debían aguardar 17 horas para poder acceder a una nave decente y evitar en todo lo posible a la tripulación de aquella tartana... si tuviese tripulantes normales podría haberse echado incluso a dormir... pero no era el caso y...

- Capitán, ahora que tiene más compañía, quizás debería permitirme seguir buscando... quizás encuentre otro detector de movimiento... o... no se... creo que cualquier herramienta nos será útil en este momento. - Golpeé con los nudillos el metal de la pared desde el pasillo sin dejar de mirar el interior del camarote. - Sobre todo si vamos a pasar mucho tiempo aquí... esto está que se cae a pedazos...

... estaré por aquí... 

Daniel se lo acababa de confirmar...

- Señor Wilwood, está prohibido deambular por la nave y menos aún sólo... Iré con usted en todo caso- dijo deseosa de ver que pasaba en el puente- aguarde un poco para ver que tal se encuentra Ollander

-Bueno, parece que lo han encontrado, ¡que tengan mucho cuidado! Yo me he salvado por los pelos...

- Señor Ollander- le sonrió- menudo susto nos ha dado... tranquilo parece que la situación se ha solucionado, ahora debemos tratar de permanecer en lugar seguro y no mezclarnos con la tripulación de esta nave, será mejor que descanse ¿Qué es lo que ha pasado exactamente? 

Le dijo a su ingeniero para ponerse de pie y acercarse a Daniel y a los recién llegados, dispuesta a salir de allí.

- Supongo que el puente entrará dentro de la zona segura, me gustaría poder ser informada mejor de la situación- le dijo tanto a Stevenson como a Jankonsky.

James entro en la zona de camarotes unto a Jan y Diana con un gesto de agradecimiento a Daniel, justo Ollander parecía haber recobrado la consciencia e hizo referencia a un golem, al escuchar aquello junto a la comunicación de Karl todo empezaba a coger algo de sentido.

¿Un golem encadenado? en el puente hay un vigilante igual, no se si será el mismo pero no ha mostrado nada en contra nuestar. ¿Esta seguro que le ataco, no pudo tratarse de un malentendido o hubo provocación?¿que sucedió exactamente?

Por una parte la inexistencia de un polizón era un alivio aunque sin duda nadie podía estar tranquilo con aquel golem a la espalda.

Cristina parecía estar más animada, aunque aquello parecía seguir pegado a su brazo. James cruzo la mirada con la capitana.

¿Esta bien? En 17 horas nos reuniremos con una nave de la federación, Doctor la capitana parece estable por lo que a no ser de que lo vea claro, cualquier intervención que implique riesgo puede aplazarse hasta el encuentro. Respecto al polizón parece que no existe, ese golem se deja ver y hasta aclarar lo sucedido será mejor permanecer lo más juntos posible.

El comunicador se abre con la respuesta de Stevenson

Recibido señor Newton, parece ser que el capitán tiene razón y no hay un intruso, Ollander ha despertado y parece que el incidente ha sido con el golem. Hasta aclarar lo sucedido tengan máxima precaución y no deambulen por la nave solos o sin una buena razón, en 17 horas nos reuniremos con la flota.

En la jodida enfermería el único rango que cuenta es el de medicina- le respondió Matthew a la capitana, a pesar de que no es que estuviesen precisamente en una enfermería. Sin embargo, en el fondo se dio cuenta de que tal vez se había excedido bastante más de lo habitual, aunque teniendo en cuenta el estado de Ollander y los medios que tenía para tratarle, raro era que no hubiese dicho nada más. Además, el hecho de que la capitana, en lugar de simplemente intentar apegarse al rango, se le encarase y le “pusiese a parir” también hizo que se relajase un poco -Pues póngame a parir en un idioma que entienda… que jodida falta de educación- añadió, con un atisbo de sonrisa y un intento broma al final.

En fin, con el jodidamente poco material que tengo, no puedo hacer más por él- dijo cuando finalmente hubo terminado, o al menos, lo que se podía llamar terminado en aquellas condiciones -Joder, más nos vale que encontremos una nave con instalaciones decentes… y que nadie haga ninguna maldita estupidez. Apenas queda algo como para curar un maldito rasguño- comentó, más para sí mismo que para los demás.

Una vez terminó de tratar a Ollander, Matthew se permitió el lujo de sentarse a descansar, pues lo cierto es que si operar ya era cansado, hacerlo en aquellas condiciones podía ser extenuante, por muy acostumbrado que uno estuviese… aunque al menos, el ver a su paciente estable hizo que se calmase considerablemente. Al menos hasta que le vio intentando levantarse en cuanto despertó.

¡¿Se puede saber qué haces?!- le preguntó a Ollander cuando vio que se incorporaba para sentarte -Te acabo de recomponer el jodido brazo, vuelve a tumbarte en la maldita cama- le dijo, molesto por su comportamiento -Siempre igual, ven que pueden mediomoverse y piensan que están bien…- masculló Matthew para sus adentros -Ya se ocuparán el resto de el maldito golem o lo que quiera que sea la jodida cosa que le haya destrozado el brazo- añadió mientras le obligaba a tumbarse de nuevo -Y usted, ¿Dónde narices cree que va?- le preguntó a la capitana al escuchar que quería marcharse -No hemos acabado con eso- le dijo señalando al guantelete.

Señor- saludó el doctor cuando James entró -Si, está estable.. más o menos. Y desde luego con el poco material médico que tengo, no me arriesgaré a intentar extraerle esa maldita cosa…- le dijo -Pero ni siquiera he podido hacerle pruebas aún, así que no pienso dejar que se vaya a ningún lado hasta que vea como esa jodida cosa le está afectando- sentenció.

Doctor, agradezco que se tome ta. En serio su trabajo, pero si no hay una amenaza inminente creo que la capitán se merece un respiro.

James hablaba en un tono apaciguador y tranquilo, mientras miraba a la capitana notando su necesidad de salir de allí.

Nuevamente James abre el comunicador.

Creo que unas horas de descanso le vendrán bien a todo el mundo incluido usted doctor. Tenemos 17 horas por delante y una misión de rescate que terminar, será mejor que dosifiquemos los esfuerzos y hagamos turnos en el puente.

comandante, dijo girandose a Jan Si esta bañera tiene que entrar en combate, quizá sea buena idea que revise el armamento a bordo, pero por favor no lo haga solo.

Estaba fuera del camarote cuando escuché la voz de la Capitán detrás de mí, indicándome nuevamente que no me moviese solo por ahí. - Sí... sí... pero sabe que odio las multitudes y son ya demasiados en ese pequeño lugar. - Me quejé antes de abrirme paso ante todos y recoger el detector de movimiento que había dejado sobre una de las camas. - Con esto encontraré a quien sea. - Dije agitándolo en mi mano, a la par que Cristina se ofrecía a venir conmigo. - Bueno yo... no rechazaría jamás su compañía, Capitán. - Mis palabras eran sinceras. Ella había logrado mantenerme centrado años atrás, sabía como hacerlo... aunque pareciese que lo había olvidado, así pues esperé en el pasillo a la salida de la mujer.

Al menos los recien llegados nos traían buenas noticias. Aunque aún debíamos pasar 17 horas en aquella chatarra voladora y yo sin poder mantener mi cabeza centrada en nada. - Me volveré loco aquí... lo se...

- ¿Al puente? - Pregunté asombrado. Lo cierto era que pensaba que se uniría a mi en esa búsqueda de material útil en aquel lugar. No obstante, en el puente había una criatura encadenada, seguramente igual a la que atacó al ingeniero. Eso había picado mi curiosidad lo suficiente como para no poner pega alguna e ir al puente con la Capitán.

- Veo que le ha gustado el brazalete. - La dije una vez estaba a mi lado. - Aún no se lo ha quitado. Sigo teniendo curiosidad por él. - Sonreí y escuché al médico hablar desde el camarote. Supuse que hablaba con los recien llegados y sobre el herido, así pues comencé a caminar sin saber bien hacia donde iba, hablando con la Capitán. A fin de cuentas, ella me indicaría el camino correcto según avanzásemos.

- Y dígame, ¿dónde lo encontro? Porque no lo llevaba en la Excalibur... me hubiese dado cuenta... seguro... - Dije a la mujer sin mirarla, mientras continuaba caminando por aquel desconocido lugar.

No diré que no me vendría bien el descanso…- le dijo Matthew a James -Pero no puedo descansar mientras aún tengo pacientes- dijo -Y respecto a la capitana, tal vez lo merezca, pero con lo peligrosa que es esa jodida cosa, insisto en que al menos hay que hacerle un escáner antes para ver como narices le afecta- insistí, poco dispuesto a ceder y a dejar que de Alba se marchase por ahí sin supervisión.

Jankowsky miró a Daniel sin decir nada y entró. Saludó a Jack con un movimiento de cabeza y frunció el ceño al oirle decir lo del golem. Antes una hidra, ahora un golem, a Jankowsky ya le empezaban a caer pesadas esas criaturas que creía mitológicas pero que, al parecer, una vez metidos en la profundidades del cosmos todo es posible.

Sonrió amable a Cristina, se sentía realmente aliviado de verla bien y rebosante de energía y, como siempre, poniendo a cada uno en su sitio. ¡Cómo era posible de que ella misma hubiera dudado de sus capacidades de capitana!.

Dejó hablar a James a quien consideraba, al fin y al cabo, el responsable de toda esa situación en una palabra, el jefe (aunque no tuviera un rango tan alto en realidad).

El médico seguía siendo brusco pero sabía hacer su trabajo por lo que Jankowsky se lo disculpaba, estaba sometido a una serie de presiones extra debido a su oficio.

Jankowsky consideraba primordial que el médico revisara el dipositivo que Cristina llevaba adosado al brazo. En caso de que le estuviera produciendo un profundo daño físico, y todo apuntaba a que así era, debían buscar urgentemente la manera de sacárselo y cuanto antes, mejor.

-Cristina creo que deberías mandar a Aakesh al puente, que es lo suyo, y mientras es mejor que te miren bien eso.- Dijo con una calma absoluta en su voz, sabía que ella odiaba que le dijeran lo que tenía que hacer pero esperaba que fuera razonable y no se lo tomara a mal. La relación de ella con Aakesh era extraña pero, sus segundo en la Excalibur, era el más indicado para sustituírla en esa nave extraña.

Si esta bañera tiene que entrar en combate, quizá sea buena idea que revise el armamento a bordo, pero por favor no lo haga solo.

Jankowsky asintió, aunque era un oficial táctico novato era un experto comandante MACO por lo que sabía donde podría buscar y encontrar puntos débiles y fuertes en una nave.

-Bien, ¿quien me acompaña?- Dijo separando su manos dejando ver sus palmas como si esperara un abrazo.