Partida Rol por web

Nada más llegar a la esquina de la casa, Karak pudo confirmar lo que ya sospechaba. A pesar de los impactos de L4 el caza no se había estrellado. De hecho se las había arreglado para aterrizar, algo que con el escaso espacio que había era casi un milagro.
También se fijó en dos cosas bastante reseñables. La cabina del caza estaba abierta, y vacia, y un rápido vistazo descubrió a su piloto. El cuál se estaba quitando el casco dejando ver a un whipid de casi dos metros. Pero lo que más llamaba la atención era el sable de luz de color verde que tenía encendido.

Supongo que no querréis rendiros ¿Verdad? Preferiría no tener que pelear con vosotros.

Sin duda alguna era un Jedi lo que tenía delante, de él venía la perturbación en la fuerza que habían sentido antes Reedha y él. Y estando cerca suyo podía confirmar que era muy poderoso en la Fuerza.

L4 avanzó sobrevolando el poblado con la Fury y buscó la nave enemiga en la zona boscosa tras la cabaña.

Al sobrevolar el poblado L4 pudo ver, antes de desviar la nave debido a la montaña, como el caza había logrado aterrizar milagrosamente.
El droide parecía con intenciones de disparar, pero Laynia le habló en ese momento. Parecía habersele pasado lo que fuera que tenía antes.

Ten cuidado al disparar. La cabaña donde Dess'iree está haciendo el ritual es esa. Si le impactas, o si el caza explota, es muy posible que la distraigas. Y el ritual no es fácil.

Karak miró divertido a aquella mole. 

— ¿Que te parece si intentas convencerme con algo mejor? Dime, ¿A que has venido? Estamos en medio de un pequeño ejercicio que preferiría no interrumpir con un combate. Así que quizá podamos llegar a un entendimiento. —

Por supuesto Karak no tenía ninguna intención de dejar que aquel individuo peludo saliera del planeta con la cabeza pega a su cuello, pero si podía sacar algo de información antes de seccionarla mejor que mejor. Karak miró entonces el sable del jedi, miró el suyo, apagado por ahora... pero con la mano lista para encenderlo.

— Para no querer pelear... eres tu el que tiene el arma preparada. —

Podía sentir un gran poder en aquel ser, quizá sería prudente examinar primero sus intenciones. Si algo sabía de los jedis es que siempre se podía hacerles hablar antes de empezar una pelea...

Reedha llega a la puerta de la casa justo para ver como Karak sale corriendo hacia la parte trasera. No tiene claro lo que ha visto pero puede sentir una fuerte presencia en la Fuerza del lado luminoso en la dirección a la que va. La misma sensación que tuvieron antes. Sin duda hay un Jedi allí, y bastante poderoso además.

Antes de virar, L4 puede ver como el piloto del caza ha logrado, de alguna manera milagrosa, aterrizar con la nave en el poco espacio que hay entre la casa y la montaña. Sin estrellarse.
Le había parecido un buen piloto, pero hacer eso estaba bastante más allá de los buenos pilotos.

Karak se había acercado, la carlinga del caza estaba abierta por lo que el piloto había salido de allí. Seguramente estaría hablando con el sith.

Al sobrevolar la zona posterior a la cabaña, el androide pudo observar que el caza había aterrizado en el único y minúsculo trozo de terreno entre la cabaña, la montaña y los bosques cercanos. Sin duda una maniobra increíble.

El piloto ya había descendido de la nave y Karak estaba muy cerca como para abrir fuego. Además, como bien le había indicado Laynia, si abría fuego y el tiro se desviaba podría dañar la cabaña, o si acertaba y el caza explotaba, podría desconcentrar de igual forma a Dess en su largo ritual.

Mantuvo la nave sobre la zona, con el sistema de apuntado fijado en el enorme jedi.

Reedha alzó la voz para llamar a su compañero, intentando proyectarla hacia el exterior para molestar lo menos posible a Dess.

— ¡Karak! Ese Jedi tendrá que venir aquí o pasar por delante si quiere ir a la cueva*. Será mejor enfrentarnos a él juntos... — «Y con un maldito plan... Y, de paso, una nave que le dispare hasta que le tengamos cuerpo a cuerpo». Pensó, maldiciendo una vez más la impulsividad del sith.

Se podía escuchar la voz de Reedha a lo lejos, acercandose, con lo que el Whiphip se empezó a reir. O al menos eso era lo que Karak creía al escuchar el sonido que hacia.
Mientras en lo alto la Fury trataba de mantenerse firme en el sitio sin moverse demasiado.

La verdad es que tienes razón, y me disculparía por ello si no fuera porque el "ejercicio" que estáis haciendo está perturbando a los espíritus de la zona, y exuda al lado oscuro como hacia tiempo que no veía. Así que me temo que no lo puedo permitir. Y es una lastima porque en verdad odio la violencia.

En ese momento el sith pudo notar un despliegue de Fuerza puro, aunque no iba dirigido a él si no a la Fury.

Karak miró a la cabaña, de donde venía la voz de su compañera. Gritó para que la escuchara.

— Parece que no está aquí para pelear. O eso dice. Si quieres venir quizá pueda contarnos a los dos con que intenciones viene... Aunque nunca he visto a ningún jedi negociando o hablando con su espada encendida la verdad. —

Fue entonces cuando atacó a la nave...

— Guerreros de la paz... farasantes, que impotentes por su propio código no son capaces de seguirlo y se excusan en estos momentos para desahogarse. — Karak activó entonces su sable de luz, esperando ganar algo de tiempo para Reedha con la palabrería.

Aprovechó que estaba concentrado en lanzar lo que fuera a la Fury para lanzar el una buena sesión de rayos...

La Fury trataba de mantenerse en una posición estática, seguramente para poder apoyarlos, ya que si se acercaba más podía llegar a estrellarse contra la montaña a menos que fuese un buen piloto. Pero así ya intimidaba bastante, o eso creía Reedha. Pero mientras se dirigía a la parte trasera de la casa, la sith pudo notar una sensación de poder crudo de la Fuerza. E iba dirigida contra la nave.

Karak miró a la cabaña, de donde venía la voz de su compañera. Gritó para que la escuchara.

— Parece que no está aquí para pelear. O eso dice. Si quieres venir quizá pueda contarnos a los dos con que intenciones viene... Aunque nunca he visto a ningún jedi negociando o hablando con su espada encendida la verdad. —

Fue entonces cuando atacó a la nave...

— Guerreros de la paz... farasantes, que impotentes por su propio código no son capaces de seguirlo y se excusan en estos momentos para desahogarse. — Karak activó entonces su sable de luz, esperando ganar algo de tiempo para Reedha con la palabrería.

Aprovechó que estaba concentrado en lanzar lo que fuera a la Fury para lanzar el una buena sesión de rayos...

En la Fury, L4 trataba de mantener estática la nave. Pero no era nada fácil, en un momento dado incluso parecía que se iba a dar contra la montaña.

En el suelo Reedha llegaba a tiempo de ver a Karak lanzarle un relampago al Jedi, un Whipid de casi dos metros con un sable de luz de color verde. Este detuvo con su espada el haz de energía sin que le llegara a afectar.

Por su parte, el whipid señaló a la nave de los sith y ésta se movió contra la montaña sin que el droide pudiera hacer nada por evitarlo, o lograba maniobrar o lo pasaría mal.

Karak se lanzó al ataque. No podía permitir que siguiera lanzando la nave contra la montaña. Si lo mantenían ocupado quizá L4 pudiera recuperar el control. El jedi por desgracia no tuvo problemas en detener el ataque de Karak con bastante facilidad..

— Maldita sea — El sith se dió cuenta de que el poder y destreza de aquel enemigo superaban con creces la de los dos aprendices...