Partida Rol por web

Después del plato de Blake el que le pusieron a Nina era algo muy soso, se ve que esta chica es de gusto refinado, puede que se sepa desenvolver en ambientes que no son mi terreno.

En el salón la cosa parece que era propicia, ahora estaban separados, con el pobre chico solo mientras su compañera soporta a los pesados de turno.

- Kimbria que te parece si Ayuz va por el chico, seguro que con sus dotes lo deja ya aturdido, en vez de ir a seducir a la zeltron yo puedo ir por ella en plan de amiga rescatadora, que te parece?

Nuestros objetivos se alejan en dirección al salón mientras los compañeros se terminan su almuerzo. Nos levantamos y acudimos a la salita.

Veo el panorama y escucho a Nina. Puede que fuera mejor decirle lo del ex-novio pero intentar que se lié conmigo con la excusa de ponerles celosos. Quizás así incluso ni necesitaríamos de somnífero.

- Tampoco es necesario llevarlo al terreno sexual, puedes acercarte empatizando como que tú también te sientes un poco despechada, confraternizando con él y listo. Estando vulnerable seguro que no opone demasiada resistencia a tomarse la copa y cuando se esté quedando dormido te ofreces a acompañarlo a sus habitaciones.

 Detuve a mis compañeros con un gesto y les dije:

 - Esperad, antes de intentar nada, voy a comprobar una cosa...

 Me concentré y traté de vislumbrar el futuro, para saber que pasaría si me acercaba a la zeltron, como si fuera alguien que hubiera conocido hace un tiempo y que se acercaba a saludarla.

- Anda, esto parece divertido. - exclama Blake al entrar en la estancia y oír la música - ¿Tendrán cockteles amberusianos? - se pregunta Blake mientras localiza la barra - ¡Voy a pedir, ahora vuelvo!

Mientras cuchichean sobre como deberían actuar, decido seguir a Blake en silencio a la barra; de todas formas yo no seré quien se ponga a seducir a nadie, y separarnos físicamente un mínimo, puede ser una gran idea si el foco de atención se centra en un grupo, para que el otro pueda maniobrar.

Y quien sabe, quizás desde la barra podamos ver u oir desde otra perspectiva.

-Te acompaño.

Mientras planeáis que hacer a continuación, no tardáis demasiado en daros cuenta que seguís de pie junto a la puerta y que tarde o temprano llamaréis la atención. Por eso, tal vez lo mejor sería ocupar una de las mesas con la suficiente cantidad de sillas como para que todos podáis sentaros y así continuar pensando que hacer a continuación.
Sin embargo, antes de que podáis moveros, Blake se marcha hacia la barra siendo seguida casi de inmediato por Ray. Además, Dacen se mantiene en silencio y en una postura pensativa, probablemente centrado en algún rollo jedi.

Al llegar a la barra, Blake llama a uno de los camareros droides y luego de una espera de menos de un minuto ya que los presentes apenas supera un cuarto de la capacidad del salón, este se acerca a vosotros.

-¿Qué os sirvo? -os pregunta el droide con una voz metálica que intenta parecer simpática.

Aunque a diferencia de los viejos maestros de la Orden tu no tienes el poder de las visiones, si eres capaz de sentir la Fuerza dentro de todos los seres vivos y de percibir sus fluctuaciones para así poder adelantarte a lo que sucederá.
Por eso, al centrarte en la zeltron y en los que la rodean, llegas a la conclusión de que podrás acercarte a ella sin problemas pero que si simplemente la saludas, terminarás teniendo que competir por su atención con los otros dos pasajeros. Si quieres tener la oportunidad de hablar en privado con ella, la única opción es esgrimir una escusa de peso que te permita “rescatarla” y alejarla de la barra. Además, tu “rescate” tiene que ser rápido para así no darle tiempo a los dos pasajeros para que reaccionen.

Bueno chicos digo, mirándoles. Voy a ir a la barra a pedir dos copas y echamos el somnífero en una, que espero poder darle.

Sin más, sigo a Blake y Ray a la barra y pido dos bebidas (algo para quitar penas) y hecho una dosis en una de ellas.

- Esta bien yo os acompañare y hablare con la zeltron, para ver como esta el tema, llevaré encima la dosis que nos sobra a nosotros.

Con calma se acerca a la barra, y justo cuando van a llegar cambia el rumbo y se pone frente a la zeltron.

- Hola a todos, mi grupo es un poco aburrido, que tal por aquí? Además si me uno ya estaremos pares...

 Sin perder tiempo, me acerqué a la Zeltron y la saludé efusivamente:

 - ¡Hola!, ¡sabía que eras tú, hace años que no te veía, querida!. ¿Como te han ido las cosas, desde entonces?. ¡Debemos de ponernos al día cuanto antes!.

 La cogí calidamente de la mano y, tras darle un beso en el dorso, me dispuse a llevarla a mi camarote, lejos de los demás, antes de que reaccionaran.

- Gor, ¿buscamos mesa para dos o confiamos en que nos traigan algo? Mejor vamos a ver si queda algún reservado libre, quiero comentarte algo.

miro a la mon calamari, "Claro que si" le digo a Kimbria y cuando nos hayamos escondidos, la miro, no sabía que quería comentarme "¿que es lo que quieres comentarme?, ¿hay algo en la que pueda sacar provecho a mis habilidades?" 

Ante la pregunta del droide camarero, Blake piensa un poco y al final se decide por una bebida.

- Un cocktel de aguardiente clamorisiano, agitado, no revuelto, por favor - sentencia con una sonrisa.

Aprovechando que está cerca de la zeltron, agudiza su oído para poder percibir lo que estaban hablando.

Mientras que el droide camarero le prepara a Blake el cocktail que ha solicitado, Ayuz se une a vuestro grupo y no tarda demasiado en hacer su propio pedido. Una vez que ambas tienen sus respectivas bebidas, la twi’lek coloca disimuladamente el somnífero en uno de los vasos y la noble afina el oído y se dedica a escuchar la conversación de la zeltron con sus dos “pretendientes”. Por desgracia, Blake no consigue oír nada interesante ya que la conversación es trivial y los dos hombres solo intentan cortejar a la mujer de piel rojiza.

Aún así, antes de que podáis reuniros con vuestros compañeros o seguir con vuestros planes, sois espectadores de una situación bastante cómica: Usando todo su carisma, Nina se acerca a la zeltron y a sus dos acompañantes con intención de unirse a la conversación aunque antes de que pueda sentarse junto a ellos, Dacen aparece y se marcha con la mujer, dejando a vuestra compañera a solas con los dos hombres, los cuales no tardan en invitar a Nina para que ocupe el asiento que dejó vacío la zeltron.

A pesar de que avanzas directamente, Nina se te adelanta y se une al grupo en el que se encuentra la zeltron. Aunque en un principio parece ser un contratiempo, en realidad resulta ser una ventaja ya que, involuntariamente, tu compañera mantiene entretenidos a los dos hombres que acompañan a la mujer de piel rojiza.

-¡Ey! ¡Eres tú! -te responde la zeltron siguiéndote la corriente de una forma bastante convincente- Si, la última vez que te vi fue poco antes de que te ascendieran y te trasladaran a otra sede -agrega mientras se pone de pie y te agarra del brazo- A mí me ha ido bien y por lo que veo, a ti también.

A pesar de que solo te agarra del brazo, la zeltron se pega tanto a ti que tienes que recitar en silencio las estrofas del Código Jedi para mantener la compostura… Aún así, no perdéis tiempo y ambos os alejáis a paso rápido de la barra, dejando atrás a Nina y a los otros dos pasajeros. Sin embargo, cuando os acercáis a la puerta de sur de la sala de estar, la mujer se suelta con suavidad y se para frente a ti.

-Te agradezco por el “rescate”, eran unos verdaderos pesados -te dice con un seductor pero también armonioso tono de voz- Además, cuando puedas, también dale las gracias de mi parte a tu amiga, si no fuera por su distracción hubiera sido más difícil deshacerse de esos dos -agrega refiriéndose a Nina y a su intervención- Bueno, ahora que estamos libres de molestas interferencias ¿compartirás unas copas conmigo? -te pregunta con una alegre sonrisa mientras señala con una delicada floritura la pequeña mesa que está a medio metro de donde os encontráis.

Al acercarte al grupo, la mirada de la zeltron y de los dos hombres se centra en ti aunque rápidamente uno de ellos te responde.

-Por supuesto, siempre es un placer conocer a otra compañera de trabajo.

Desgraciadamente, antes de que puedas sentarte en uno de los taburetes, Dacen aparece fingiendo ser un viejo conocido de la zeltron.

-¡Ey! ¡Eres tú! -responde la mujer de piel rojiza, siguiéndole la corriente a tu compañero jedi de una forma bastante convincente- Si, la última vez que te vi fue poco antes de que te ascendieran y te trasladaran a otra sede -agrega la zeltron mientras se pone de pie y agarra del brazo a Dacen- A mí me ha ido bien y por lo que veo, a ti también.

Tras notar como la mujer te guiña un ojo con sutileza pero también con complicidad, como si te agradeciera el haber proporcionado una distracción para que Dacen la “rescatara”, no te queda más opción que limitarte a ver como ambos se alejan. Luego de unos segundos de silencio en los que los dos acompañantes de la zeltron esbozan casi involuntariamente una mueca de desprecio hacia el jedi, el hombre que todavía no había hablado interviene.

-Parece que volvemos a ser un grupo impar… -dice melosamente mientras te mira con una sonrisa que intenta ser seductora- Yo soy Osalid ¿con quién tengo el placer de hablar?

Mientras escuchas al hombre, puedes ver desde el rabillo del ojo como Dacen y la zelton se detienen cerca de la puerta sur de la sala, a medio metro de una pequeña mesa.

Dejando que vuestros compañeros se encarguen de la zeltron y de su enamorado, vosotros ingresáis en la sala donde se encuentran los reservados e inmediatamente comenzáis a buscar con la mirada una mesa vacía pero también a los investigadores restantes. Además, mientras lo hacéis, os dais cuenta de que la música que resuena en la estancia tiene un volumen un poco más alto que el del resto de la sala de estar, seguramente para mantener cierta privacidad y que sea más difícil escuchar conversaciones ajenas.

Al cabo de unos pocos segundos de búsqueda, avistáis al líder del grupo y a su segunda al mando, los cuales se encuentran charlando y bebiendo en un reservado ubicado en el otro extremo de la sala. Una vez localizados los investigadores, os centráis en buscar una mesa vacía y aunque rápidamente veis que hay varias, no tardáis en daros cuenta que solo dos de ellas cuentan con una buena posición táctica: La primera se encuentra a un par de pasos de donde estáis y aunque se ubica a varios metros de los investigadores haciéndoos imposible oír su conversación, os permite mantener siempre la línea de visión y espiar lo que hacen; mientras que la segunda está contigua a la de los investigadores, dándoos así la posibilidad de escuchar lo que dicen siempre y cuando vuestros oídos sean lo suficientemente finos, aunque debido a la pared que separa ambas mesas hace que sea imposible observarles.