Partida Rol por web

César asiente y toma los papeles que dejas. Los va leyendo mientras se levanta de la mesa y se acerca a un mueble que tiene algo alejado del centro del despacho. Abre el mueble y saca un par de vasos.

- ¿Agua? ¿Seguro? - pregunta sacando una botella de lo que parece whisky. Espera unos segundos tu respuesta mientras sigue leyendo el contrato. 

Se te acerca con la bebida pertinente en una mano y la deja junto a ti en la mesa. Con paso lento repite los movimientos hasta llegar de nuevo al mueble, servirse una copa y sentarse contigo. Su copa no está casi nada llena. Lo justo para un trago, pero claro, la clave reside en el sabor. 

Tras unos minutos termina de leer y asiente. Lo vuelve a leer y tarda unos minutos más. Asiente de nuevo y abre su chaqueta para sacar un bolígrafo bastante elegante. Firma las páginas. Da un trago a la copa.

- Perfecto señor Clark - dice con media sonrisa - Dime, habéis adelantado algo? Podría ayudaros de alguna forma? - pregunta interesado.

Releo el sms de Marion. Lo cierto es que no tenía nada mejor que hacer y estaba claro que su búsqueda había mostrado mejores resultados que la mia.

Barajo las posibilidades y el tiempo que tengo. Sí... para comer está bien.

Contesto a su sms: "Cuenta conmigo. Estoy en 32 minutos"

Con mi objetivo ya decidido y convencido de que voy a pasarme gran parte del día investigando a estos dos tipos, me meto un refrescante chicle en la boca mientras conduzco. Aprovecho los semáforos para mirarme un poco sus expedientes aunque no saco nada que me llame la atención especialmente, después de todo, no iba a ser tan fácil.

La ciudad está en ebullición, los atascos, los volantazos, los claxons pitando alto y claro y los insultos son la tónica general. Subo el volumen del radiocasette y me concentro en la música y la carretera. No tengo ganas de pelearme con ningún imbécil.

Cuando llego a donde Jon Helmeth vive, aparco en un lugar cercano pero suficientemente alejado para no levantar sospechas. Allanemos de nuevo. Pienso divertido.

Sólo hay una diferencia notable respecto al resto y a Jon Helmeth. Jon fue el primero de su promoción y siempre ha tenido unas notas extraordinarias. Ha ganado varios premios con publicaciones sobre la purificación del agua. 

A parte de esto no hay nada más.

La vida de Jon Helmeth es monótona como la de los anteriores. Nada remarcable, nada reseñable, nada que parezca extraño. Es un biólogo que trabaja para EasyWater y lleva una vida acorde a su salario. No tardas mucho en descartarlo como posible sospechoso. Se asemeja mucho a los anteriores, normales todos ellos.

Vas a retirarte cuando algo llama tu atención. Una mujer que te resulta familiar se queda en su portal esperando. No tardas mucho en darte cuenta. Es Elara Simonds, la jefa del departamento de I+D de EasyWater. Pasan unos pocos minutos y sale del portal Jon. Ambos se saludan y comienzan a caminar juntos.

Interesante. Pienso mientras sonrío al ver a ambos sospechosos juntos. ¿Por qué se habrán citado? Me pregunto. Lo cierto es que es un dato interesante, pero que sin contexto no es relevante. Lo mejor es que me dirija cuanto antes donde el siguiente objetivo e ir descartando objetivos.

Jon parece muy normal, pero el hecho de verle con otra sospechosa me pone en tensión. Por el momento, mejor dejarlo pasar.

Anoto el detalle en el expediente una vez estoy en el coche. Arranco y me dirijo a la vivienda de Daniel Hegg.

Dejas atrás a los dos empleados de EasyWater y te diriges hacia el último de la lista. Daniel Hegg.

Los atascos de nuevo. Eso te retrasa un poco aunque no demasiado. Cuando llegas a su vivienda aparcas el coche siguiendo con tu método de cautela y te diriges a allanar de nuevo.

Su expediente al igual que el de los demás no revela nada trascendente. Buen estudiante, buen empleado. Es algo mayor que el resto y antes que EasyWater trabajó en otras empresas del sector, todas ellas de pequeña categoría. No consigues sacar mucho del vecindario aunque llegas a ver a una mujer entrar y salir de su casa varias veces. Una para hacer la compra otra para bajar a poner la colada.. 

Según la información que te ha dado Marion y el propio Vittio no ha adquirido nada relevante en los últimos meses.

Tu chicle ya no tiene sabor y lo cambias. Miras el edificio por última vez y te metes en el coche de nuevo para cerrar el expediente. Nada relevante de nuevo. Vibra tu móvil. Es un mensaje de Marion.

Ey, chicos. He encontrado algunas cosas. Creo que estamos siguiendo la pista equivocada. ¿Podemos vernos para comer?

El deber me llama. Pienso de forma socarrona al ver el mensaje de Marion en el movil. ¿Estamos siguiendo una pista incorrecta? ¿En serio? Tras cambiar el insaboro chicle, hago una perdida a Marion a modo de respuesta y pongo el coche en marcha para volver a la oficina, no sin pensar en que aún me falta de revisar a Elara.
 

Tu móvil suena una vez. Es una perdida de Luke.

No puedo evitar una carcajada al escuchar su imitación de Rodrick. Lo ha clavado el cabrón. Y ciertamente yo también espero que Mcliher tenga cuidado. Mezclarse con las bandas no es moco de pavo. Sonrío mientras me encojo de hombros. 

- Ella sabe cuidarse. - Aseguro antes de que el teléfono suene sobre la mesa. - Es una tipa dura. - Echo un breve vistazo a la perdida de Luke y me la tomo como una confirmación. 

Después me giro un poco, para mirar a Heinz y me echo un poco hacia delante con los ojos cargados de curiosidad. - ¿Y qué es eso que vas a enseñarnos? Hazme un adelanto, anda. En lo que esperamos a los demás.

Sonrío al ver el whisky, que jodida manía de beber sólo porque pueden permitírselo- Nunca permitiría que un cliente bebiera solo- le digo aceptando la copa. La disfruto, un poco más de lo que admitiría, la verdad, mientras Cesar revisa el contrato.

La vista es poco estimulante es un despacho tan sobrio, el tiempo se me hace largo y acabo de llegar. Me levanto y también me pongo a comprobar que ha firmado donde es y a repartir las copias.

- Señor vittio, en cuanto tengamos algo sólido, se lo haremos saber inmediatamente- aprovecho su ofrecimiento- ¿conoce usted a Leivan Dolpher?- hablar con ese señor, nos podría decir con exactitud cuando se robo el proyecto, ya que no fue antes del concurso, sino durante.

El señor Vittio ha firmado en todas y cada una de las copias con elegancia. Por los sorbos que da a la copa parece más bien que estuviera mojando sus labias y saboreando que bebiendo propiamente dicho.

Asiente a tus palabras 

- Entiendo. Perdona mi insistencia. Estas cosas llevan su tiempo y su método, lo sé - dice y ves que pasa la mano por el pelo. Parece algo nervioso.- La pérdida del contrato nos ha traído un agujero enorme.. y tal vez tengamos que despedir a algunas personas para poder seguir adelante. No me gusta esa idea.

Cuando le preguntas por el hombre ves que parece reconocer su nombre pero no ubicarlo.

- Creo que si.. - dice pensativo y al final te mira - Creo que era uno de los interventores del concurso. Me suena haber leído su nombre - dice y te mira - ¿Crees que tenga algo que ver?

Heinz se rasca la cabeza pensativo. Parece que se debate entre enseñártelo y no enseñártelo. Finalmente se sienta cerca de ti y te mira.

- Por eso quería ir al centro comercial el otro día  - te dice con tranquilidad - Pero entre la policía y que apareció Ian.. - dice y se cruza de brazos - No pude acercarme a recoger las piezas - murmura y ves que mueve sus dedos. Mantiene el misterio deliberadamente. Aunque sabes lo celoso que es Heinz con sus cosas y sus creencias de que pueden estar escuchandoos y analizandoos en ese mismo momento. - Pero nos ayudará. Sí. Si funciona nos ayudará, a ti te gustará. Tal vez más adelante te pida ayuda para programarlo - dice aunque no parece muy convencido de que te vaya a terminar pidiendo ayuda. 

No termina de explicartelo pero no deja de hablar.

- Con ayuda de Roderick volví a lo que queda de mi casa - dice y sonríe - ¿Recuerdas que explotó? - dice como si aquello fuera algo que le puede pasar a cualquiera - Y conseguí recuperar algunas cosas, proyectos que empecé.. - dice y notas como mira constantemente tu ordenador. Parece contento y orgulloso. - Tengo que priorizar. Organizar. Preparar - dice repasando mentalmente y vuelve a ajustarse sus gafas - Y claro. Ayudaros con los casos. Como pueda.

Lo escucho con paciencia y una media sonrisa divertida en los labios. Lo cierto es que está consiguiendo azuzar mi curiosidad sobre ese proyecto que se trae entre manos, pero dudo mucho que sirviese de algo presionarlo. Cuando él lo considere apropiado, nos lo enseñará. 

Asentí al tema de su casa. Vaya si lo recordaba. Que explotase una casa no era precisamente algo que sucediese cada día, aunque cualquiera que lo viese pensaría que no le había afectado demasiado. - Joder, Heinz, pues eso es una suerte. Habrás podido recuperar un montón de trabajo perdido. - Lo cual no estaba segura de si me alegraba o me daba pánico. 

Al ver cómo se le iban los ojos hacia el ordenador mi sonrisa se acentuó y me moví un poco, haciéndole sitio y enseñándole los últimos papeles que había impreso. - Mira, estoy intentando rastrear estos cinco millones de dólares. - Señalé los lugares en los que se veían los movimientos de esa cantidad rodeados con rotulador. - He llegado hasta un banco suizo y ahora estaba a punto de intentar colarme en su base de datos. ¿Quieres echarme una mano? - Era una oferta que seguramente no le haría a ninguno de los otros. Pero es que ellos sólo me distraerían sin entender realmente lo que estaba haciendo. En cambio con Heinz había trabajado mano a mano en más ocasiones en la universidad. Confiaba en él para ello. 

Le quito importancia con la mano.

-Estamos descubriendo cosas "raras"- digo con otro tono más lento la palabra- seguro que los podrá readmitir pronto, le aseguro que la empresa se recuperará- le guiño un ojo- tenemos acciones en ella.

Paladeo el whisky también. Y aclaro lo del interventor.

- Su nombre ha salido, hay que ver hasta que punto está implicado- dejo el vaso en la mesa- si no le suena de nada, pues mejor.

Alza la copa a modo de brindis cuando dices que la empresa se recuperará.

- No quiero hacerme ilusiones.- dice - Aunque encontrarais algo.. supongo que será complicado revertir la situación. Hidronet es un gigante. Y esos siempre tienen todo de su lado - dice moviendo la copa.

- No me suena más allá de eso - te dice pensativo - Siento no poder ayudar más en ese tema. Aunque sin duda podría preguntar si a alguno de mis socios o de mis compañeros le suena.

Tu móvil vibra. Es un mensaje de Marion.

Ey, chicos. He encontrado algunas cosas. Creo que estamos siguiendo la pista equivocada. ¿Podemos vernos para comer?

Sonrío y dejo el vaso definitivamente en la mesa. Me levanto mientras recojo la documentación y me la pongo bajo el brazo.

-La gente adora ver caer a los gigantes. En los cuentos son los malos- le extiendo la mano para despedirlo- no quiero robarle más tiempo- mi móvil vibra, meto la mano y le doy mi tarjeta, mi número de teléfono y nombre, de color gris plata con las letras en blanco. Es muy simple, pero es que nunca se de que estoy trabajando así que es una especie de comodín.

Cuando salgo de la oficina con el móvil en la mano escribiendo el mensaje, me acerco a la secretaria y le dedico una de mis sonrisa nivel 7, no creo necesitar más.

-El señor Vittio, me ha dicho que le pida su número por si tengo alguna duda, y que la invite a cenar esta noche por las molestias- miento descarada, pero encantadoramente, me apoyo en la mesa y mirada de cachorro perdido.

Tu móvil suena de nuevo. No ha pasado mucho tiempo desde que sonara por Luke.

Es un mensaje de Ian.

¿Sitio y hora? Ian.

Mientras espero la respuesta de Heinz el móvil vibra, así que estiro la mano para echar un vistazo al mensaje y respondo rápidamente.

¿A las 13.30 en la oficina?

El señor Vittio coge tu tarjeta y sonríe para después guardársela en el bolsillo.

- Estamos en contacto - te dice antes de que dejes su despacho.

Cuando te acercas a la recepcionista y le hablas notas cómo sonríe. No sabes si se lo ha creído o no se lo ha creído pero apunta su número en un papel y te lo pasa desviando la mirada de ti hacia el ordenador. Sigue sonriendo. - Salgo a las seis - te dice - Llámame si quieres - añade para sin dejar de sonreir volver a su trabajo.

Vibra tu móvil de nuevo. Es un mensaje de Marion.

¿A las 13.30 en la oficina?