Partida Rol por web

Esos monstruos una vez fueron seres humanos como nosotros o vosotros- os comenta a todos los presentes el hombre de la máscara mientras se dirije hacia el cuerpo de Sigmund -ahora son más bestias que hombres. Ayudadme a cargar con el cuerpo de vuestro compañero.

Yegor Semionov y Otis Vranjes se acercan para ayudarle a llevar el cuerpo -no se como habeis llegado a este lugar pero se que no saldreis con vida de aqui. Esas cosas -dice señalando en la dirección donde se encuentra la puerta del edificio - no son lo peor que vereis en este lugar.

El hombre se va con Otis de la habitación, cargando entre ambos con el cadaver.

Hay un traidor entre nosotros -dice Akako enigmática -¿quién se ha podido vender a los perros de la AMG? ¿quién de vosotros nos da la mano mientras oculta el cuchillo? -La mujer parece enfadada pero os percatais de que, por primera vez desde que empezó el viaje, se encuentra realmente asustada.

Antes de empezar a acusarnos los unos a los otros deberiamos saber como se encuentra este sitio -comienza a sugerir el rico empresario -si tienen comida y agua para nosotros, si tienen armas, energía, de donde salen esas cosas, porque atacan el edificio, cuantos años llevan aqui y otro buen montón de preguntas -aconseja el hombre.

No debemos empezar a acusarnos los unos a los otros, debemos mantenernos unidos para sobrevivir en este lugar de locura -dice el hombre con carisma aunque también os percatais de que se encuentra bastante nervioso y asustado -os propongo que descubramos todo lo que podamos y posteriormente hablemos entre nosotros.

Ahora me encuentro mas preocupada que nunca, no solo tenemos a esas bestias ahí afuera acechándonos, si no que entre nosotros hay alguien que nos puede enterrar un cuchillo por la espalada cuando estemos dormidos, esta situación se pone cada vez mas preocupante y debo conseguir alguna pista.

-Atho, que dices si exploramos un poco el lugar, me gustaría saber donde y como estamos ubicados, no se sabe si necesitemos correr mas adelante- mirándolo con cara de preocupación.

¿Alguien conocía a Sigmund realmente? Sabía demasiadas cosas... quizás el asesino fuera él y ése era su último intento por perjudicarnos.

Antes de que me interrumpan, añado:

No estoy diciendo que fuera él, ni que tengamos que relajarnos. De hecho, yo no me fío de ninguno de vosotros...Si tuviera que tener en cuenta las acciones de la mayoría en cuanto a supervivencia, me parecéis más suicidas que otra cosa.

Atho, llama a tu novia y tú rubio. Tengo algo que enseñaros.
Nos apartamos un poco a algún rincon y les enseño la carpeta que encontré en la orilla.
Es cierto que estábamos fichados y nos estaban vigilando... Puede que el asesino se haya ahogado.

No sé si fiarme de esta gente.

¿Has mirado si falta la ficha de alguien?

Cuando Mousa se refiere a mí como la novia de Atho, en ese mismo instante mis mejillas cambian de un blanco a un rosa intenso, bajo la mirada un momento, y comento a los presentes, -¿pero como estamos seguros que el infiltrado esta muerto?

Ojeamos la carpeta, pasando las páginas con sumo cuidado para que no aumente su deterioro.
La encontré en la orilla mientras buscaba ramitas para el fuego. Ví que había datos míos y me asusté, además era muy difícil ver nada porque estaba mojada, ahora que está seca espero poder leer algo más.

¿Alguno de vosotros se encuentra entre los datos de información desconocida?
Miro de soslayo a los demás, consciente de que podrían tener motivos para sospechar de mí.

No habla de mí. De todas formas no nos conocemos unos a otros, por lo que cualquiera podría hacerse pasar por alguno de los desconocidos para desviar la atención.

Miro a los tres que tengo alrededor. Atho y Juliana por un lado y el extraño Mousa. Casi podría fiarme de ellos, puesto que sus acciones casi siempre han sido en la dirección adecuada.

-Pues mi nombre no figura en estos papeles, bueno, al menos en los que se puede leer- y eso es un poco más preocupante, puede que piensen mal de mi, ahora la poca confianza que había entre nosotros creo que se ha desvanecido, aunque aun confió en Atho y Mousa.

En fin, espero que esto no nos salga caro. Vigilad vuestra espalda.
Dicho esto me dirijo a explorar el edificio. Llamo a la puerta que se encuentra en la casilla 23 horizontal 14 vertical. Si no me abre nadie la abro y echo un vistazo al interior.

La puerta se abre y ves un ámplio cuarto de baño, típico de instalaciones públicas con varios orinales, lavabos y puertas en las que se encuentran los inodoros.

El cuarto de aseo no parece haber sido limpiado últimamente pero te percatas de que tiene gran antiguedad y que debió ser cuidado con mucho ahinco en otro tiempo para que todavía permanezca utilizable.

También ves que dos de los lavabos están manchados con abundante sangre seca.

¡Tu! -le dice el mercenario a Mark Mijail -los hombres enmascarados que viven aquí están preguntando por hombres armados que les puedan ayudar -te dice -ven a ayudarnos si no tienes nada mejor que hacer -dice con sarcasmo mientras os mira y os ve hablando en voz baja.