Partida Rol por web

 .-Gracias..-frustrado michael se dirigó al piso inferior. Joder ahora soy recadero

-El placer ha sido mío, señores.

Sigo avanzando por el pasillo hasta llegar a la puerta de a otra habitación con escaleras, aunque por el camino miro a través de las puertas por las que voy pasando, si es que están abiertas.

Mientras vas al piso inferior ves a un hombre de color dirigiéndose a las escaleras de la esquina derecha. Él no se ha percatado de tu presencia.

Observas también, mientras caminas por el edificio, que este es bastante grande y muy bien construido, aunque parece antiguo y poco cuidado, al menos en los últimos tiempos.

Alcanzas al hombre mientras este mira una habitación a medio camino.

Avanzas hacia las otras escaleras mientras vas observando las demás habitaciones. La primera de ellas se resiste a tu intento de abrirla, está cerrada con llave, como bien sabes.

La segunda puerta lleva a una estancia vacía, con varias camas y un par de mesillas de noche. Mientras observas dicha habitación notas como un hombre se te acerca, un hombre que no forma parte de los nativos.

Mark ve como el grupo de hombres armados sale del complejo y él los sigue. Andan unos metros cuando la lider, llamada Gea, se para y os señala a la torre.

Debeis entrar en la torre y adentraros en los pisos inferiores de esta, allí activareis la depuradora de agua -os informa la soldado -además, deberíais subir a los pisos de arriba y encontrar algo de dinamita para que, una vez arreglada la depuradora, voleis el acceso hasta ella, evitando que vuelva a ser desconectada -prosigue -o envenenada.

Te encuentras en tu madriguera, una gran sala de piedra en las profundidades de un edificio humano. La puerta que accede a tu hogar sigue cerrada, obstaculizada eficazmente con grandes piedras que solo tu puedes mover. Gracias a eso puedes dormir tranquilo, sin que te ataquen los perros mutantes o las otras cosas que pueblan el edificio.

Bajas las escaleras y te diriges al primer piso bajo tierra. En la habitación en la que te encuentras no ves a nadie, aunque te percatas de que la luz de este piso es más debil que en el piso superior.

 .-Hey tio, ¿eres  tu emile o su hermano? me han dicho que los busque.- Michael le puso la suavemente la mano en el hombro al sujeto para llamarle la atención.

Llevas más de un día caminando por la llanura, tras sobrevivir al ataque de una bestia que hundió tu barco. Contigo van dos hombres, mercenarios o aventureros como tu, armados con subfusiles.

A vuestro alrededor solo hay más y más llanura, con unos pocos árboles deformes y feos y algunos matojos y arbustos.

No habeis visto a nadie desde que llegasteis a la costa nadando y apenas habeis hablado entre vosotros.

André retrocedió rápidamente ante el contacto del desconocido y echó mano al mango de su machete.

-Soy André. ¿Quién eres tú?

 Michael hizo lo mismo empuñando levemente el rifle, se relajó un poco y extendió la mano abierta.-Michael encantado, me envía Gea, dice que tal vez tengas algún trabajo para mi y yo tengo noticias para ti.-

Despierto. Abro los ojos y observo la entrada. Todo esta bien.

Estiro las patas delanteras, desentumeciendolas, luego las traseras.

Hambre

Me quedo totalmente quieto, contengo la respiración, escucho.

Sacudo la cabeza, y saco la lengua. Bostezo.

Hambre

Avanzo hacia la entrada. Empujo una piedra con la cabeza, la hago girar. Luego otra. Otra.

El camino esta despejado. Un paso fuera del refugio. Levanto la cabeza y olfateo el aire.

Un olor a podrido y a heces se cuela en tu olfato tras abrir la puerta. También hueles a otros seres, caninos, y a carne en descomposición. Sales a un estrecho pasillo, sin luces, las paredes están desmoronadas y con numerosas grietas.

Puedes elegir por que lado avanzar.

Descomposicion. Lobos. Seguro.

Avanzo junto a la pared. Mis garras resbalan en las piedras. Mi cola se mueve, despacio, golpeando la pared a cada paso.

Hambre. Exterior. Presa.

Me dirigo al exterior, fuera de la oscuridad, en busca de caza.

Donald estaba harto de andar sin encontrar nada mas que el horizonte y el mismo paisaje una y otra vez, creo que debemos hacer un alto en el camino, llevamos bastante andado y desde esta situación podemos ver si alguien se nos acerca a nosotros. De todas maneras no sabemos donde nos encontramos. Lo mejor será descansar un par de hora antes de proseguir la marcha. Tras comentar su idea en voz alta, Donald se agacha lentamente y toca la tierra, no creo que tengamos problemas para hacer un pequeño fuego. Ahora voy a acercarme a ese par de arboles y coger un par de ramas secas. Intenta hacer algo de provecho o descansar, pero estar atentos a cualquier movimiento extraño

Donald se dirige con paso firme hacia los arboles que se encuentran a unos 12 pasos dejando a sus compañeros a sus anchas. No me gusta esto, prefiero la zona de bosque, tan solo espero no encontrar algún tipo de problema antes de encontrar refugio, pensaba mientras sacaba el cuchillo de su cintura y se disponía a recoger un par de ramas seca y algunas piedras. Todo eso lo iba metiendo en la mochila, sin llegar a partar sus sentidos de su alrededor. Por suerte, estos arboles están bastante seco y no creo que tenga problemas en crear un fuego.

Unos minutos mas tarde, Donald volvía sobre sus pasos sin echar cuenta sobre lo que hacía sus compañeros. al llegar al punto de donde partió. Donald volvió a agacharse hasta ponerse de rodilla dejando su rifle justo al lado y la mochila. Volvió a elegir su cuchillo como herramienta, pero esta vez cambiando su función. Con la ayuda de la hoja y sus manos, Donald se expuso a cavar un pequeño agujero de unos 20 centimetros, con la idea de rellenar el fondo con las piedras y dejar reposar encima ambas ramas recogidas partida en varios trozos pequeños. Luego intentaría crear un pequeño fuego con que poder calentarse algo con un ramita dura la cual tendría que pulir antes de intentar crear un poco de fricción en otra rama más ancha. Aunque todo esto tan solo era una mera idea en su cabeza, pues no precisaba del material necesario para poder realizarlo todo con premura.

André se relajó un poco y apartó la mano de su machete.

-Si, como he oído, os atacó una banda de mutantes ahí fuera, seguramente no nos vendrá mal tener un guerrero más entre nosotros. Esos monstruos no dejan escapar a sus presas tan fácilmente. -dijo estrechando la mano de Michael- Y dime, ¿qué noticias  me traes?

Creo que lo mejor será que comencemos a dar una pequeña vuelta por la zona- comenta- quizás podamos ir hacia los pisos de abajo, e investigar que hay por los mismos. ¿Que dices?

 Michael miró a ambos lados,y después caminó un par de pasos.-Me alegra conocer a una persona que no me apunta desde que he llegado,pero la noticia no la debería de gritar al aire vamos a un lugar privado, necesito fumar.-