Partida Rol por web

Miro esa luz con detenimiento.

-¿Quién lo diría? Un brujah siguiendo las órdenes... ¿Qué hiciste con tu rebeldía, Yakov?-le pregunto dulcemente sin ánimo de sonar despectiva ni antipática, de echo, le he hecho caso y he comenzado a volver sobre mis pasos.

La verdad es que no parece un mal chico, de echo, todos me parecen buena spersonas, aunque Alyss consiga sacarme de mis casillas.

Le espero para volver junto a Tobías.

Deje que Kashya, me adelantara unos pasos y aun asi sus palabras se me quedaron grabadas a fuego en la mente y sonrei.

Sin previo aviso te cogi de la mano y te acerque hasta mi, haciendote casi chocar conmigo. No te solte y me quede mirandote a los ojos donde viste una seductora luz verdusca en los mios. mientras te sujetaba entremis brazos fuertes. Deslice una medio sonrisa.

No te quedes con la duda mirrremos un poco mas si quierrres...- Tras esas palabras susurradas donde arrastraba la erre por cuestion del idioma te solte del abrazo, pero no me separe ni un milimetro de ti.

mi instinto me daba un mal palpito con aquella luz, pero la preciosa Kashya, habia despertado algo que quiza pensaba que estaba dormido- despues de verr de que se trrata informamos ¿Da?

Mi mirada felina de indiferencia se cruza con la de Yakov y, suavemente, lo empujo para que respete mi espacio vital.

-Está bien-le digo manteniéndole lejos de mí, pero sin despegar mi mirada de la suya-.Miremos un poco, no creo que sea nada grabe.

Luego espero a que camine delante mío, dejándole llevar la iniciativa.

-Puedo ir delante si quieres, creo que mi visión nos vendrá bien para esto-le comento intentando sacar partida a mis características como gangrel que soy.

"Avanoz o avanzas, pero respeta mi espacio queridisimo Yakov" pienso recordando sus ojos verdes luchado contra los míos ambarinos.

Me apartaste suavemente poniendo las manos en mi pecho y di un paso hacia atras sin dejarte de mirar a los ojos y deslizar una medio sonrisa seductora.

Aparte unos mechones de mipelo que me tapaban los ojos, mientras te escuchaba.

Solo seRra un vistacito Rrapido....- Sonrei y me di la vuelta para caminar delante tuya y acercarme un poco mas para ver que era esa luz.- Como quieRras Kashya, delante o detRras se te seguiRra viendo pRrciosa...-me volvi para mirarte y con una sonrisa te guiñe un ojo.

Una chica con carracter...me gusta...

Le sonrío amablemente.

-No es preciosa lo que quiero verme, es saber qué narices es eso-digo señalando a la luz del fondo.

Luego avanzo delante de él fijando mis ojos en la luz que se ve a final y tratando de utilizar mis entidos agudizados para tratar de vislumbrar de qué se trata rápidamente. Sigo escuchando esa melodía en mi cabeza pero no logro descifrar de qué se trata. Trato de concentrarme para escuchar bien esa melodía y para ver de que se trata esa luz lejana mientras avanzo lentamente.

La cloaca tuerce un poco a la izquierda. Mientras, piensas en que te has hecho el hombre, has mostrado tu masculinidad y has aparentado no tener miedo. Pero no te gusta nada la idea de ver de dónde proviene la luz. No sabes por qué, pero la luz te parece el portador de una mala noticia.

Al girar, te viene a la mente un imagen: un anillo, de plata brillante, engarzado con una piedra negra, mate y oscura como la noche.

El túnel tuerce ligeramente a la izquierda. Al girar, veis una pesada puerta metálica entreabierta, por donde se cuela una luz ambarina y unas notas musicales suaves y cristalinas:

Al acercaros veis que la puerta es pesada, gruesa y llena de remaches. Una puerta blindada. La abrís con cuidado y pasáis dentro. Un cuarto pequeño, húmedo y lúgubre os da la bienvenida. Podéis ver un camastro, una pequeña mesa de madera oscura, y una estantería con las repisas dobladas por el peso de gruesos libros de aspecto antiguo. También hay un armario grande de un solo cuerpo.

En una esquina, sobre una pequeña cómoda, hay una antigua gramola en funcionamiento, de donde sale la voz de Édith Piaf.

Por todos lados hay manchas de sangre y objetos esparcidos y rotos. La mesa está rota por la mitad, muchos libros han caído de la estantería y una lámpara de pie ilumina la habitación desde el suelo. Todo está manchado de rojo carmesí.
El cuerpo de Alcibíades está boca abajo en la cama, mientras su cabeza cortada está en el suelo.

En una de las paredes hay un papel clavado con un puñal en el que se puede ver un extraño símbolo en forma de cruz:

No es que te veas tu, es lo que veo yo....- Sonrei y te deje pasar.

Te segui de cerca mientras pensaba en las imagenes que me venian a la cabeza apretando los dientes hasta marcar los musculos de mi mandibula. Al estar detras de Kasha, podia disimular que aquello no me terminaba de gustar.

lo dicho lo que nos encontramos era una sangria de sangre y alce una ceja.

Joderr, parrece que llegamos tarrde...

Paso delante de Yakov, el espectáculo parece grotesco y mis ojos tratan de quedarse con todos los detalles posibles.

-Parece que al pobre le han dado su merecido-le comento a Yakov mientras mis ojos se pierden en la inmensidad de la habitación-. Creo que quien sea se ha llevado a la chica-le comento casi susurrando.

Sigo girando mis ojos por la habitación.

-¿Volvemos?-le pregunto mirándole a los ojos nuevamente.

Obsrvaba las salpicaduras de sangre por todos los lados y en otras circustancias quiza me hubiera maravillado aquella imagen de vetas escarlatas. la sangre me parecia sexy, pero esta por alguna razon no lo era. Era mas bien una carniceria y me dio lastima aquel tipo

Mire a Kashya y me di la vuelta despacio.

Si serra mejorr inforrmarr al Rresto, de que se nos acaban de adelantarr....

Me giro y salgo al pasillo de nuevo esperando a Yakov.

-Igual ellos aun no han regresado... igual lo interesante estaba a este lado-le digo seria pero tan dulce y amable como suelo sonar siempre.

Coloco mi pelo rojo suavemente rizándolo un poco con mi mano y los rizos rojos caen sobre mi cara pálida de ojos ambarinos. No pretendo ser sensual, pero la sensualidad corre por mis venas y mis movimientos así lo demuestran casi sin quererlo.

Espero a Yakov y una vez viene comienzo  andar de vuelta junto a nuestros compañeros.

Vas a seguir a Kashya de regreso cuando, de pronto, recuerdas lo que significa ese símbolo: es la "cruz Tau", la cruz de la "Sociedad de Leopoldo", la Inquisición.

Recuerdas la vez en que Jean Carlo te habló de ella, de sus purgas y de su incansable empeño en destruíros.

Piensas que no debe ser ninguna buena noticia que vuestros caminos se hayan cruzado.

La escena no es agradable, pero, al menos, no eres tú la que yace decapitada en la cama, piensas.

Al girarte para salir de la sala, notas una corriente de aire, cálida y débil, que parece salir de la esquina donde está el armario.

No me paso desapercibida la sensualidad que despedias, que aunque no fuera a proposito la tenias. me quede embelesado, mirandote con ojos felinos y seductores.

Pero me acorde de algo, me sonaba el simbolo que habia dibujado en un papel y clavado en una de las paredes.

¡Clarro!- Dije respondiendo a tus palabras y cogi una de tus manos para detenerte.- Solo es un momento....tengo que Regresarr a esa habitacion.

Con dulzura, pero si con premisa te arrastre de nuevo a la habitacion. Una vez alli te solte la mano y me dirigi hacia el papel y lo arranque para enseñartelo.

Es la Crruz de Tau, y perrtenece a la "Sociedad de Leopoldo"....En otrras palabrras, es el simbolo de la inquisicion

Mientras Yakov comenta lo que sabe me dirijo con cuidado hacia el armario.

-¿La inquisición?-le pregunto escuchando las palabras que dice mostrando el suficiente interés mientras me dirijo hacia el armario-. He notado una especie de ventisca proveniente de aquí-le explico mirándole a los ojos a la par que señalo el armario.

Poso mis manos sobre él y apartándome a un lado estiro un brazo y lo abro con cuidado por si algo tiene que saltar que no salte sobre mí.

"Todo esto es muy raro" pienso.

Kashya se acerca al armario de madera oscura. Nota como el aire sale del espacio que queda entre el armario y la mugrienta pared. Mete una mano por detrás del mueble y empuja hacia ella. El armario se retira con cierta facilidad, creando un ángulo agudo con el muro.

La corriente de aire proviene de un estrecho y oscuro pasillo que se interna en la oscuridad. Estaba cerrado con una puerta del mismo tipo que por la que habéis pasado hace unos instantes, pero en ese momento se encontraba abierta.

Os asomáis y véis que el pasillo termina a escasos pasos de vosotros, donde la luz de las farolas ilumina una escala de metal a través de la tapa de la alcantarilla.

Devolvi la mirada, con una sonrisa y por mas que te miraba mas exotica me parecias. Te dirigiste a la puerta del armario sin dejar de mirarme.

La Inquisicion, aun siguen entre nosotrros y lo unico que quierren es exterrminarr a los vampirros...

En ese momento empujaste las puertas del armario y este se abrio como en los viejos castillos donde habian una infinidad de pasillos secretos y casualmente se escondian en librerias o armarios.

Me asome junto a ti y aparte de oler tu perfume, pudimos ver esa entrada de la calle a traves de las alcantarillas.

Hummm interresante...-Me volvi hacia ti y te sonrei mientras miraba aquellos ojos ambarinos.

Mis manos se deslizan suavemente por las puertas de ese armario y lo abro tranquilamente. Siento una inmensa necesidad por subir esa escalera y saber qué habrá arriba, pero mi sentido común me dice que deberíamos vovler. No está en la naturaleza de un gangrel ser rebelde como en la de los brujah, aunque la curiosidad es algo que me caracteriza.

Miro a Yakov de nuevo centrando mis ojos en los suyos.

-Creo que ahora sí que deberíamos volver-le digo sin apartarme de la puerta.

Realmente no quiero irme, pero sé que es lo que debemos hacer aunque un simple "miremos a ver qué hay" me convencería para tirar hacia delante por esa puerta.

Decidís volver sobre vuestros pasos. El disco de la gramola se detiene con un leve crujido y atravesáis la puerta. Al final del túnel os esperan Tobías, Alyss y Ayelen. Alyss parece enfadada porque la linterna ya no da luz, y no para de gruñir por lo bajo y agitarla con violencia.

Le comentáis lo que habéis visto y le enseñáis el papel que estaba clavado en la pared. Tobías lanza un gruñido y dice:

-La cosa se complica... ¡joder, lo que nos faltaba!

Desandáis vuestro camino y salís al exterior, al descampado lleno de cadáveres y al aire veraniego.

En vuestras cabezas todavía están las imágenes del cuarto ensangrentado, de la cabeza de Alcíbiades en el suelo y la luz de la ciudad que se filtraba por la tapa de la alcantarilla en ese pasadizo secreto, en ese túnel que no sabéis si debería haber sido abierto.

Andáis hasta que llegáis a una verja que os cierra el paso. Las ratas han debido pasar por un hueco que deja un barrote roto a la altura de tus rodillas. Intentas pasar, sería divertido sentirse un gusano y pasar entre los barrotes. Sí, un gusano sería divertido.

Pero sólo tu cabeza puede pasar por el angosto hueco, así que gruñes y te vuelves hacia tus compañeros. Ellos ya está volviéndose, y tú corres tras ellos.

Os metéis en el túnel que han tomado Kashya y Yaokov cuando la luz de tu linterna de apaga. Eso te cabrrea mucho, parace que la suerte no te sonría, y empiezas a agitarla y zarandearla en el aire.

Llegáis donde están Yakov y Kashya. Empiezan a hablar de un tipo decapitado, de un pasadizo secreto y de no sé qué de la Inquisición. Tú estás demasiado concentrada en tu linterna rota que no les prestas antención.

FIN DEL PRIMER ACTO