Partida Rol por web

Ayelen mira de reojo a su compañero rubio. No le gusta cómo la mira, parece que la está desnudando con su mirada. A pesar de ello, mantiene la compostura, aunque no sepa muy bien cómo se hace eso en una reunión del Sabatt.

Antonia le da las llaves del coche a Yakov. Están atadas por un llavero plateado en forma de elefante.

Al salir de la discoteca, el concierto de los grillos continúa. El coche, según Cortázar, es un Ford Fiesta azul marino aparcado a dos calles de allí, frente a un almacén de papel. Nos os cuesta encontrarlo, principalmente porque no hay ningún coche en toda la calle.

Os subís y, una vez dentro, Tobías le dice a Yakov, que está al volante, que tiene que ir al Paseo de Extremadura, casi en Cuatro Vientos.

- Puedes tomar la M-40 -comenta.

Cuando llegáis al lugar convenido, Jean Carlo está junto a la chiquilla de Erick y a una joven de aspecto enfermizo. Yakov, al que Vicen llama siempre El ruso, viene acompañado por Tobías y su inseparable abrigo con olor a cabra, y por una chiquilla de coletas y cara jovial.

Desde donde estáis podéis oír a los coches pasar a toda velocidad por la carretera de Extremadura. Os encontráis junto a la pared de ladrillo de un viejo cuartel. Todavía conserva las torres de vigilancia y la alambrada de espinos.

Son las doce menos diez de la noche, y la mayoría de las ventanas están oscuras. Al pasar cerca de algunas podéis oir el ruido de algún ventilador, mezclado con algún ronquido o de los gruñidos ininteligibles de los que se aventuran por el reino de Morfeo.

Tobías no espera a saludos ni otras ceremonias sociales. Se carca al grupo de Jean y dice:

- Uno de mis contactos me ha dicho que usa un pequeño edificio de aquí para guardar la droga, pero que anoche no pudo entrar porque había unos perros enormes que no le dejaron pasar. Me dijo que se pasaría, pero parece que esa maldita rata no va a venir.

Hace una pequeña pausa y prosigue:

- Puede que el cobarde de Alcíbiades se esconda allí.

Tengo todavía grabada la imagen de Alyss comiéndose a ese pobre inocente cuando nos reunimos con ellos. Mis ojos se cruzan con los de Erick en mi imaginación tratando de borrar la imagen de Alyss de mi mente, jamás vi a nadie comer con tanta ansia, y mis labios no pueden sino hacer una especia de sonrisa dulce, al pensar en sus ojos, sonrisa que sólo me sale cuando le sonrío a él, aunque está vez va dedicada al suelo hacia donde nadie pueda malinterpretarla.

"¿Por qué es tan endiabladamente guapo?" pienso mientras intento centrarme en lo que Tobías ha venido a decirnos.

-¿Perros?-no puedo evitar preguntar.

Luego mi mirada se dirige hacia Jean Carlo, una mirada que pregunta ¿qué hago? ¿se lo digo?

Asenti a las indicaciones de Tobias y sin decir nada en todo el camino conduje hasta llegar al lugar.

Callado y con las gafas de sol puestas mire al otro grupo dejando que hablara Tobias. No pude evitar mirar mas a los integrantes femeninos, pero intentaba repartir mi atencion al resto de gente y al edificio.

Sonrei por el comentario de la chiquilla de Erik. Deslizando una medio sonrisa, mientras pensaba en que podia ayudar. Cortazar me habia dicho que fuera con ellos y parecian que teniamos que entrar en ese viejo cuartel para buscar a alguien.

Los perrros de este siglo no son como los de antes..- Recorde como eran los perros de los alemanes en la 2ª guerra mundial, podian despedazarte de un solo mordisco.

Volvi a mostrar una medio sonrisa.- ¿Hay que colarrrse o prrobamos a llamarrr al timbrre haberrr si nos abrren?- Hablaba bien Español, aunque se me notaba en mi voz ronca, un marcado acento ruso.

Me había mantenido en silencio, saboreando aún el sabor de la sangre de aquel humano, maldito chucho, aún resonaban sus ladridos en mi cabeza.

Había mas gente, pero no presté atención, no quería hablar, hasta que dijeron perros - Perros - froté mis manos - me gustan los perros, ¿puedo jugar con ellos? - sonreí de forma macabra, me gustaba hacer añicos los huesos de los perros, soltaban unos soniditos tan lastimeros ...

Me di cuenta de que aún iba con esa ridicula bata de hospital, Erik no había cumplido su promesa, me adelanté andando de forma torpe y me puse frente a el - ¿Y mi vestido? mira - señale una mancha de sangre en la bata, el condenado humano se había resistido un poco - Estoy sucia y fea y yo quería mi vestido - cambié el hilo de la conversación, seguramente hablaban de algo importante, pero yo quería mi vestido

Baje la mirada triste - ¿me prometes que después me lo das? - hice un puchero y mi tristeza se convirtió y una sonrisa - Eres tan mono - salté y le abracé, como era bastante chiquitaja, me enganché en su cuello y mis pies colgaron un poco

- ¿A quien tengo que matar? - volví junto a Jean Carlo y Kashya - Matar, matar, matar - canturré dando palmaditas 

-¡Por favor!-digo bastante molesta.

Esta chica consigue que los pensamientos más dulces se borren de mi mente.

-Un maldito malkavian, tuvo que traer a un maldito malkavian- digo entre dientes tratando de que nadie lo esuche.

Mi cabreo con esta chica va en aumente pues parece no tomarse las cosas en serio nunca.

-Vayamos donde tenemos que ir, por favor-casi ruego a todos.

-Creo que se refiere a perros ghouls- comentó.- Me contaron una vez que los perros ghouls son mucho más grandes que los normales.

Dijo Ayelen mientras se escondía detrás de Yakov. No le gustaba su forma de mirar a las mujeres. Bueno, más que su forma, lo que le molestaba era que sólo mirase a las mujeres.

-Salido de mierda- pensó.

No paraba de mirar a Alyss. Había dicho que le gustaban los perros. Quizás podrían hacerse amigas por compartir gustos.

-Eeehh... sí. Se trata... de... perros ghoul...-aclara Jean.- Al-alcíbiades es un... viejo nosferatu perte... neciente a la Camarilla.

Se acercó a Yakov y continuó:

-Nos hemos... enterado que vive con... estooo... su chiquilla... Ka-kassandra. Queremos... raptarla y así poder chantajearle... De esta forma... podríamos acceder... a las... alcantarillas.

Se giró y saludó a su pupilo:

- Buenas Yakov... ¿qué tal todo? Hacía... bastante... que no nos veíamos.

- Efectivamente-continuó Tobías.- Alcíbiades es un nosferatu que controla las alcantarillas. Si pillamos a su chiquilla, no puede recurrir a sus amiguitos de la Camarilla porque ha violado la 3ª Tradición.

Se acercó al muro y comenzó a tocarlo y mirarlo.

- ¡Me cago en la hostia puta! ¡¿Dónde cojones se ha metido "El Chiqui" para que nos diga por dónde pasar?!

A lo lejos veis acercarse corriendo a un tipo más bien bajo y algo regordete, vestido como un patriarca gitano: de negro con y sombrero de ala corto también negro. Cuando llega a donde estáis, su frente está perlada de sudor.

- Jefe... perdó po el retraso... è qu'había atacco en la carretera d'Etremaura.

Las cosas pasan a mi alrededor y yo sólo deseo que comencemos a hacer lo que sea que tengamos que hacer.

"¿Coger a la chica de Alcíbiades? Pues cojámosla, pero movámonos" pienso mientras apoyo mis dedos en mi frente como si me doliera la cabeza y me la masajeo pues oír a Alyss preguntar por su vestido, el acento extraño del tipo perfecto y mis recuerdos y dudas de si contar o no lo que creo que sé hacen que realmente necesite reorganizar mi mente.

Para colmo de los males llega El chiqui, alguien que parece sacado de uno de los programas de Goma Espuma. Suspiro sin malicia es sólo que Alyss ha conseguido de verdad crispar mis nervios y ahora cualquier cosa me molesta.

Trato de recolocar mi pelo y organizar un poco mi vestimenta. Con la tensión no me he dado cuenta que Alyss sigue llevando mi chaqueta y que yo voy con una camiseta de tirantes bastante provocativa. Por inercia miro mi chaqueta puesta sobre la menuda chica y una mueca se dibuja en mi rostro al verla manchada de sangre.

Vuelvo a suspirar y vuelvo a masajear mi frente esperándo a que comencemos a andar.

Tobías cogió a su contacto por la solapa de la camisa y le echó en cara que llegaba tarde. "El Chiqui" intentó disculparse diciendo que era culpa del coche.

El vampiro le soltó y le preguntó por donde saltaba él el muro. Temblando, "El Chiqui" se acercó a la pared, mirando de reojo a todos los allí presentes, con una mirada mezcla de curiosidad y de miedo. Quizá pensaría que los amigos de Tobías podrían ser tan poco amigables con el propio Tobías.

Retiró la hiedra que cubría un trozo de la pared.

- Po aquí se puee pasá, jefe- dijo con su marcado acento andaluz.- Sólo hay que pisá en lò güecò. Arriba no ha eppinò, así que no hay problema.

El tío este parece sacado de una película...¿cómo puede hablar así? Si casi ni le entiendo..."  mis ojos miran al extraño apuesto de acento aparentemente ruso. "Pobre... seguro que él tampoco" pienso mientras me adelanto.

-Entonces, ¿pasamos o qué?-pregunto con ganas de terminar con esto d euna vez.

Alce una ceja divertido cuando vi a la morena Alyss, hablar sola* pidiendo un vestido a alguien imaginario. Incluso la vi levantar las manos en el aire y decir "Mono" a alguien. negue con la cabeza e hice un gesto de que estaba loca. Muy guapa pero como una cabra. Cuando comenzo a decir lo de matar, matar, matar... Me lo termino de confirmar.

¡Madrre mia, la chica esta como un jodido cencerrro!

Ayelen se coloco detras mia y dijo lo de los perros Ghoul, gire la cabeza y sonrei. Volvi la mirada a Jean Carlo, con una sonrisa cariñosa. Este era como un padre para mi, pues me habia acogido y enseñado muchas cosas.

Nosferratu de la Camarrilla....¡beg!- Hice un gesto de asco, no me gustaban muchos aquellas viejas glorias de piel apergaminada y mirada de rata. Me revolvia el estomago pensar en que se les caia trozos de cara si no se alimentaban y si lo hacian lo hacian de sangre corrompida.

Asenti a lo del secuestro- Bien, no prroblema...-

Muy bien maestrro, de aqui parra alla como siemprre....Perro ya me quedo de nuevo una temporrada por aqui ¡Me alegrro verrle! Pensaba visitarrte hasta que me llamo la Corrtazarr, para esto...- Le coloque la mano en el hombro con afecto sonriendole. Dije antes de que interviniera Tobias.

Me pregunte para que la querian, pero no lo pregunte abiertamente.

Aparecio ese tal "Chibi" y no le entendi ni una palabra, aun no dominaba los acentos del sur que se comian las palabras como si de pescaito frito se tratara.

Tobias le cogio de la pechera y pense que se lo merecia por hablar de aquella manera tan rara.

Retiro la hiedra y dejo ver por donde podiamos pasar. Me adelante un poco colocandome al lado de Kashya- En teorria las mujerres tendrriais que irr prrimerro...perro perrmiteme que incumpla eso esta vez- Baje mis gafas para enseñarle mis ojos verdes como las estepas en primavera, cuando se deshace el hielo de el lugar de donde procedo. La dedique una sonrisa seductora cargada de hoyuelos y de una blanca dentadura. Volvi a colocarme las gafas y a proceder a saltar el muro por donde nos indicaba el del sombrerito que no se le entendia...

Me había quedado distraida, en la inopia, había oido algo de que teníamos que coger a una chica, o secuestrarla o ... a saber que, yo estaba pensando en mis uñas, estaban rotas y amarillentas, feas ...

- Espera - dije de pronto al escuchar a un hombre - Tu hablas raro - me acerqué a el - Habla - le dije mirándole a los ojos esperando que dijera algo - ¿Que te pasa en la boca? es adorable! - dije con una gran sonrisa - aunque raro, hablas raro, pero me gusta, ¿te gusta? - le pregunté a Kashya

- Yo quiero ir con los perros - me cogí al brazo de Yakov - ¿Puedo ir contigo? ¿puedo? ¿puedo? - di unos pequeños saltitos como una niña inocente - Nosotros jugamos con los perritos y ellas - señalando a Kasya y a Ayelen - congen a quien tengan que coger, o matar, o secuestrar o no se que, no me importa - negué - Pero yo quiero ir con los perritos, me encantan los perritos - enseñé una sonrisa tan amplia que deje ver todos mis dientes 

Mi mirada se cruza con la del chico nuevo por unos segundos.

"Tiene unos ojos bonitos" pienso mientras nuestros ojos luchan, mar contra fuego.

-Pasa primero yo...-le comencé a decir, pero esa maldita loca Alyss vuelve a ponerse a hacer tonterías como lleva haciendo desde que la conozco-. De echo, pasa con ella-le digo mientras me aparto para dejar que Alyss se lleve al cautivador de ojos bonitos.

Los dejo ir delante sin ponerme en medio pasando de si me tocará ir a secuestrar a la chica o enfrentarme con los perros. Cualquier cosa es buena si es lejos de esa malkavian loca.

Me quede un segundo prendado de aquellos ojos ambarinos, en esa cruzada de miradas. Kashya, tenia una preciosa cara de porcelana y me recordo a una muñeca. La sonrei, mientras me colocaba las gafas de nuevo sin dejar de mirarla hasta que el hechizo de sus ojos fueron interrumpidos por la pizpireta Alyss.

La mire con una sonrisa, intentando comprender que le pasaba por la cabeza a esa chica que se cogia a mi brazo dando saltitos. Tenia una bonita sonrisa y era guapa, la verdad que todas ellas eran bellisimas.

La tape la boca con mi mano, mirandola con una mueca divertida.- Si quierres entrrarr conmigo tendrras que estarrr calladita. Te rrecuerrdo que no estamos entrrando porr la puerrta prrrincipal...lo que significa que no querremos que sepan que entrramos.- Retire la mano despacio mirandola y hablando despacio para que me entendiera.

Esto no es un juego..si quierres luego cuando acabemos jugamos. Perro ahorra intentarremos entrrar en silencio ¿OK?

Mire a Kashya, un segundo como diciendola que entrara ella conmigo mejor, parecia mas seria y entrando con Alyss, temia la reaccion pues haria que perdieramos el factor sorpresa.