Partida Rol por web

Tengo sed

3.- "Mi verdadero tu"

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13/11/2017, 14:25
Director
- Tiradas (1)

Motivo: Engañar Jess

Tirada: 1d20

Resultado: 13(+10)=23

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13/11/2017, 14:44
Maese Corvinus Heliodon

Amanecer

Observatorio de maese Corvinus Heliodon

Santuario de Pelor

 

    Los aventureros despertaron uno a uno en el hall del observatorio astronómico reconvertido en albergue. El gran maestre había hecho todo lo posible por acomodarlos invocando todo tipo de almohadones, mantas y hasta una chimenea que ardió toda la noche, pero fuea había nevado y el suelo de piedra estaba helado como si hubieran dejado la puerta mal cerrada.

Nalfeim se despertó ojeroso. Le había costado conciliar el sueño tras descubrir que Naja Naja era su hijo entregado al monasterio de Sarpa Rajnï. El reencuentro había sido frío y lleno de reproches. Cuando Fornund le preguntó, el clérigo torció los labios y le echó la culpa de su insomnio a los ronquidos del enano y su pupila de piel verde.

Corvinus bajó de su habitación con los primeros rayos de sol. Los ciclos de día y noche se habían vuelto caóticos y era difícil precisar el tiempo que había transcurrido desde la última puesta de sol.

-Rápido, debemos usar mi heliodón antes de que el sol vuelva a desaparecer- dijo señalando el inmenso telescopio instalado en el piso superior. El mago volvía a entrar en un estado de frenesí en el que olvidaba rituales tan sagrados como dar los buenos días y desayunar con sus invitados.

.

Corvinus caminó entre los aventureros repartiendo tareas para ayudarle a manejar su artefacto:

-Dámasor: ¿recuerdas la manivela del azimut que te comenté ayer? Necesito que la gires hasta que el telescopio alcance la altura del sol.

Naja Naja: tu manejarás la manivela que hay al otro lado para controlar las coordenadas horizontales-

Fornund: Necesito que cargues la caldera con el ámbar del arcón que tiene al lado- dijo señalando una estufa de la que salían varias cañerías hacia el telescopio- Llénala como si fuera carbón y luego haz que prenda. Cuesta un poco- Le advirtió. -Ah, y necesito consultar el libro-

-¡Una fortuna es lo que te va a costar ese fuego!- El enano no salía de su asombro. Sabía que los conjuros consumían gemas, pero una caldera alimentada de ámbar puro rayaba lo obsceno.

Corvinus Pidió ayuda a Nerisnath con unos diagramas mágicos y cuando todo estaba listo se reunieron alrededor del gran telescopio para contemplar el conjuro capaz de controlar el mismísimo sol.

-Después de esto el día y la noche serán como siempre han sido. Una vez hayáis rescatado a la hija de Tergrar y no me necesitéis más, me retiraré- Anunció con sentimiento de culpabilidad.

Fornund cumplió su palabra y devolvió el arcanábulo a su legítimo dueño pero cuando el magister abrió el tomo por el último capítulo, las páginas se hallaban en blanco

 -¿Qué demonios…?- Corvinus empezó a pasar las páginas en blanco, cada vez más nervioso, hasta llegar a los primeros capítulos donde sólo había fragmentos de su diario. -¡¿Qué clase de broma es esta?! ¡No hay tiempo!¡El conjuro solo puede lanzarse en la puesta o a la salida del sol…Podría no haber otra en meses, o nunca más!- Exclamó dejando caer el libro a los pies del enano.

Nalfeim lo recogió y pasó la mano por su cubierta de cuero. No había rastro de los siniestros ojos que parpadeaban y miraban en todas direcciones. Miró a Fornund y dijo: -Esta es la imitación que hizo Shanshar para darle el cambiazo Yazlik y Morrigan- Su gesto se endureció por la gravedad de lo que podía ocurrir -Tu custodiabas el libro auténtico. Déjaselo sólo un momento y después lo destruiremos para que nadie vuelva a jugar a ser dios- Rogó al paladín. Pero el enano negó con la cabeza sin entender nada. Él había recogido el libro auténtico después de la explosión que había matado a Shanshar.

Corvinus señaló a los aventureros con un dedo acusador: -¡Sois como todos esos buscavidas…Me habéis engañado. Sólo habéis venido a saquear las reliquias del santuario!...¡Pues ya estáis devolviendo todas las que os he prestado!-

Su dedo se alzó hacia el techo y comenzó a chisporrotear con la energía de algún conjuro en preparación.

- Tiradas (5)

Tirada oculta

Motivo: Averiguar intenciones Fornund

Tirada: 1d20

Dificultad: 23+

Resultado: 10(+9)=19 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Averiguar intenciones Naja

Tirada: 1d20

Dificultad: 23+

Resultado: 17(+10)=27 (Exito)

Tirada oculta

Motivo: Averiguar intenciones Nalfeim

Tirada: 1d20

Dificultad: 23+

Resultado: 1(+3)=4 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Averiguar intenciones Nerisnath

Tirada: 1d20

Dificultad: 23+

Resultado: 6(-1)=5 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Averiguar intenciones Dámasor

Tirada: 1d20

Dificultad: 23+

Resultado: 3(+9)=12 (Fracaso)

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13/11/2017, 15:04
Director

La locura y el recelo vuelven a tensionar la situación. Corvinus parece estar tan sorprendido como tú del cambiazo. Todos os miráis de reojo tratando de desenmascarar al culpable. Cuando el monje se marchó con su padre, perdió de vista al resto de sus compañeros. Al escrutarlos solo te llama la atención las botas mojadas de Jess. Lo asocias con la nevada de anoche y a su vez con su aspecto esplendoroso y radiante. Tal vez haya saciado sus necesidades vampíricas, pero no ves relación directa con el cambiazo del libro.

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13/11/2017, 15:13
Director

La locura y el recelo vuelven a tensionar la situación. Corvinus parece estar tan sorprendido como tú del cambiazo. Todos os miráis de reojo tratando de desenmascarar al culpable.

Jess tiene un aspecto radiante esta mañana. Tal vez haya saciado sus necesidades vampíricas sin que te hayas enterado, pero no ves relación directa con el cambiazo del libro. Jagga mira reiterativamente a Sîglü, pero rehúye tu mirada. No te imaginas que podría hacer una analfabeta con un libro. Menos aún con uno tan peligroso. Quizás simplemente no apruebe la conversión de su amiga.

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13/11/2017, 20:23
Naja Naja

- ¡Ugh!- Naja Naja se levantó en el hall del observatorio sin saber muy bien cómo había llegado allí. No recordaba casi nada de la noche anterior desde que abandonara la mesa para bajar al sótano. Retazos de su tensa conversación con Nalfeim le venían a la mente así que supuso que su progenitor lo habría dejado allí en un acto paternal que le repugnaba. Ahora mismo se encontraba fatal. Tenia la boca seca  y pastosa y un terrible dolor de cabeza. Las sienes le palpitaban y la piel transpiraba alcohol por cada uno de sus poros. Al menos la voz de Tergrar en su cabeza parecía atenuada y no le martilleaba como si estuviera de cuerpo presente.

- Ehm, shi, shi...- La maldita manivela. Se incorporó con cuidado pues estaba mareado. Necesitaba comer algo pero su anfitrión había pasado a la acción . Estaba muy excitado por revertir el daño que había hecho lo que al monje le parecía la actitud correcta. Se colocó en la posición que le dijo el poderoso mago y trató de hacer su papel lo mejor posible que su estado le permitía. Sin embargo, de pronto, todo pareció volver a salirse de madre.

- Yo vi cómo Formund guardaba el verdadero libro.- Trató de tranquilizar al mago que parecía apunto de atacarlos de nuevo. Nalfeim apoyaba sus palabras pero también añadía la posibilidad de que alguien hubiera dado el cambiazo con un falso arcanábulo. ¿Quién podría haber hecho algo así? 

Fornund, no.- El paladín era un enano de firmes valores incapaz de hacerles algo así por mucho que hubiera querido que el mago destruyera el arcanábulo. Al escrutar a todos sus compañeros sólo le llamó la atención las botas mojadas de Jess.

¡Maldita sea!

No tenía porqué haber sido ella pero desde luego era la primera de la que sospecharía. Sin embargo aquello que tuviera las botas mojadas no demostraba nada, tan sólo que había salido. 

- Eshpera Corvinush...eshto nosh shorprende tanto como a ti...

Tal vez hubiera saciado sus necesidades vampíricas...

- Jess...- El cuerpo del monje se tensó en cuanto se dirigió a la joven vampira.- ¿No habrash...- No acabó la pregunta y se dirigió a la puerta del observatorio. Necesitaba ver si podía detectar algún rastro en el exterior y, de paso, bloquear la puerta de salida.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Supervivencia(rastros)

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+5)=24

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14/11/2017, 04:54
San Dámasor el Ilmaterino

La noche ha estado para mí plagada de sueños intranquilos y de pesadillas. Sospecho que es la forma que tiene mi mente de decirme que no consigue acomodar todas las peripecias que estamos viviendo y no puedo culparla, estoy mayor y la mayor parte de lo que sucede me desborda y me resulta difícilmente comprensible. Tantos nombres, tantas caras...

Empiezo a tener problemas para distinguir lo que es realidad de lo que es fruto de mis fantasías oníricas. Un joven mago reventando en pedazos, ¿verdad o sueño? Un sol sangriento que me guiña un ojo y me enseña los colmillos, ¿verdad o sueño? La pequeña Jessy convertida en vampiresa, ¿verdad o sueño? La hembra de orco gorda amamantando a Tormund, ¿verdad o sueño? La parlanchina calavera de Naerish afeitándome las barbas a mordiscos, ¿verdad o sueño?

De todas estas cosas, la que más me inquieta es la última y lo primero que hago nada más despertar es mesarme mis largas y alborotadas barbas grises para asegurarme de que siguen estando donde las dejé.

No tengo mucho tiempo para contrastar el resto de las cuestiones que me intranquilizan porque rápidamente el inquieto Corvinus comienza a asignarnos a todos tareas incomprensibles. ¿Qué demonios es un heliodón? ¿Y un acimut? ¿Cómo puedo accionar la manivela de un cachivache que acaba de sacarse de su chistera de mago?

Casi me siento aliviado cuando afirma que no puede llevar a cabo su ritual porque le hemos dado el libro equivocado. Menos mal. Al menos ha sido por eso y no porque yo haya accionado la manivela equivocada...

Pero si ese no es su libro, ¿dónde está el suyo? ¿Cuántas copias de ese tomo horrible existen y cuántas tenemos nosotros? Yo creía que teníamos el original; bueno, el único.

Parece que el hombre-serpiente tiene una conjetura de qué ha sucedido. Yo tengo la mía propia.

—El-el-el sue...lo está he-helado —señalo con obviedad en dirección a la puerta de entrada—. ¿Po-podría ese Lord Lusmond ha-haber enviado a alguien a-a-anoche a robarlo?

Si los demonios pudieron entrar en la posada de Tergrar, también han podido colarse en el refugio de Corvinus, ¿no? Sería un grave descuido para un mago tan poderoso, pero quién sabe. ¿O aquello también fue parte del sueño?

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14/11/2017, 09:17
La Gran Jess

Ante la pregunta iniciada y nunca terminada de Naja Naja, Jess se llevó la mano a la cara, avergonzada. Si hubiese tenido sangre circulando en esos capilares, hasta se habría puesto colorada. Si la estaba acusando de lo que ella creía que la estaban acusando, las fugas íntimas de una señorita son siempre un tema delicado.

Si has encontrado toda la casquería que soltaron ayer mis entrañas-dijo a Naja Naja-, ¡juro que pensaba limpiarlo antes de irnos!

Mentira podrida. Se iba a marchar del observatorio dejándolo todo guarro y haciendo que un pobre anciano se tuviese que agachar a limpiar los suelos. ¡Muahahaha! ¿Puede haber un culmen mayor a la maldad de Jess la Mala?

En cuanto al libro... Ella, como vampiresa, era la mayor perjudicada porque el día se dilatase en detrimento de la noche. Quizás el más interesado en sabotear el proceso fuese Fornund, por aquello de que es un paladín y que los vampiros no le gustan, pero le pegaba más protestar y objetar que usar subterfugios.

Pero ese tema era menor. Lo realmente importante era que el malvado Corvinus le quería quitar sus cosas nuevas (o reliquias antiquísimas de segunda mano llenas de polvo, según se mire), y eso no lo iba a permitir.

¡Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita!-le hizo una pedorreta de autoafirmación en lo dicho-¡Además! ¡Eres tú el que iba a traicionarnos!-Jess señaló la estufa para el ámbar-El ámbar es catalizador solar, solo puede ser usado para dilatar las horas del día. Para prolongar la noche y dejar las cosas como estaban, se necesita un catalizador lunar. ¡Lo tenías todo preparado para hacer un día perpétuo! ¡Nos estabas engañando desde el principio!

Jess llevó la mano a su saquillo de trucos. La última vez que intentó atacar a Corvinus, el muy canalla había sacado un símbolo sagrado que le había impedido a Jess acercarse más. ¡A ver si tenía algún símbolo que repeliese tigres! Uno de esos peluditos Señor Bigotes, con las patitas blancas como si llevasen calcetines, que dan ganas de abrazar y estrujar. Si un tigre se come a Corvinus, se convertiría en la mascota favorita de Jess. Más aún que Ryn, la rinoceronte empalademonios.

Pero sería la suerte la que determinaría el animal que Jess sacase de la bolsa...

Por favor, que salga un Señor Bigotes, que salga un Señor Bigotes...

 Uy, sí...-dijo la vocecilla en su cabeza de Jess la Buena, la que habría limpiado el suelo de sus tripas antes de irse-¡Adoro al Señor Bigotes! ¡Ojalá saques al Señor Bigotes! ¡Es tan abrazable!

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+3)=13

Tirada oculta

Motivo: Bolsa de trucos canela: 1-30 Oso pardo; 31-60 León; 61-80 Caballo ligero de guerra con arreos y silla; 81-90 Tigre; 91-100 Rinoceronte.

Tirada: 1d100

Resultado: 77

Notas de juego

Máster, en una tirada de saber naturaleza en la partida anterior, me suena que Lord Lustmord necesitaba un catalizador lunar para lograr una noche perpétua en lugar del ámbar, pero no recuerdo el material. ¿El catalizador lunar era la plata?

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16/11/2017, 16:55
Fornund Thornod

Fornund había pasado una noche intranquila, como muchos de los presentes allí. La visita al almacén de donaciones del observatorio había sido fascinante, y desde luego, productiva. El enano se había hecho con un brazalete, un estandarte y un pendón. Los había estado repasando y limpiando, agradeciendo a Moradin haberle dado la oportunidad de encontrarlos. Mientras tanto, había notado algo muy grave, algo en Jess, algo que tendría que compartir con los demás cuando ella no estuviera delante, si era posible. La muchacha había tenido que salir a toda prisa y lo que había sucedido fuera, aunque esperado, no era menos desagradable por ello. Al verla entrar, un sentimiento funesto se prendió en el corazón del viejo Paladín, aunque quiso seguir albergando esperanzas. 

Realizó un primer turno de semi-guardia, que usó para rezar y terminar de limpiar y arreglar su equipo, tras lo cual se durmió como un lirón tratando de olvidar los malos modales de Siglü durante la cena - poco a poco viejo amigo, tardarás años en que se comporte de una forma más normal, eso tenlo por seguro. - pensó mientras se arrebujaba en las mantas. Varios expresaron algunas quejas por el suelo, frío como la nieve, pero él no se quejó, pues a él no le molestaba tanto la fría piedra como a los demás, al contrario, estaba acostumbrado a dormir en la piedra, algo natural para su raza, y el frescor de la misma le reconfortaba, aunque había que decir que el calorcito que desprendía la hoguera tampoco le venía mal a sus pies.

Por la mañana, tras rezar de nuevo a Moradin y vestirse con su armadura, revisar equipo y sentirse preparado, trató de desayunar, pero fue imposible ya que el mago entró como una tromba y comenzó a asignarles tareas. La suya le dejó boquiabierto, pues alimentar con joyas una hoguera era algo casi anatema para su raza. -¡Una fortuna es lo que te va a costar ese fuego!- pensó sin salir de su asombro. Sabía que los conjuros usaban gemas, pero aquello era demasiado, casi obsceno. A pesar de ello, cada uno ocupó su sitio en aquel baile de magia.

Pronto todo se fue al garete.

El mago le pidió el libro y Fornund se lo entregó, pero resultó no ser el libro, y pronto las acusaciones flotaron en el aire, las malas caras y respuestas tensas e incorrectas. Corvinus alzó su mano, comenzando a invocar a saber qué. E incluso Jess se dispuso a contraatacar.

Aquello debía detenerse a la orden de ya.

- ¡¡MALDITA SEA!! ¡TODO EL MUNDO QUIETO Y TRANQUILO DE UNA VEZ O NO RESPONDO DE MIS ACTOS!! ¡¡AQUÍ NADIE A VENIDO A ESTAFAR A NADIE!! - gritó Fornund, con la cara roja como un tomate. - ¡SIGLÜ! - dijo a voz en grito, encarándose con la Orca - Te voy a hacer dos preguntas. Quiero que entiendas que un paladín como yo siempre dice la verdad, y su aprendiz, es decir tú, SIEMPRE debe decir la verdad. Primera pregunta ¿Has tocado mi libro?, segunda pregunta ¿sabes si alguien aquí presente lo ha tocado o te lo ha pedido a tí o a alguien más? -

Las preguntas estaban en el aire...y sin detenerse, alzó la mano - Moradín, dame el poder de detectar el mal -  y detectó el mal, dando la vuelta sobre sí mismo para abarcar a todos los presentes.

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17/11/2017, 08:59
La Gran Jess

Jess agarró una de las bolas de la bolsa de trucos canela, pero debido a los gritos de advertencia de Fornund, tan elevados que si hubiesen sido escritos tendrían al menos doble exclamación por el eco, la muchacha mantuvo su mano en el interior del saquillo. No iba a sacar al Señor Bigotes, ni a ningún otro animalejo adorable. No si eso acarreaba terminar con el abdómen en las rodillas del Gran Fornund y recibiendo unas azotainas en el culete.

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17/11/2017, 18:42
Director

- Yo vi cómo Formund guardaba el verdadero libro.-

- Eshpera Corvinush...eshto nosh shorprende tanto como a ti...-

Naja inspeccionó los rastros de nieve apisonada que había en la entrada del observatorio.  La nieve caída posteriormente había cubierto unas huellas de calzado como para impedir seguirlas, pero el monje sospechaba una vez comenzó a nevar, alguien había podido rondar por allí.

Nalfeim asintió y salió a comprobar las huellas, pero regresó sin aportar nada nuevo.

—El-el-el sue...lo está he-helado —señalo con obviedad en dirección a la puerta de entrada—. ¿Po-podría ese Lord Lusmond ha-haber enviado a alguien a-a-anoche a robarlo?

-Desde luego. Morrigan intentó hacerse con él en repetidas ocasiones- Respondió Corvinus acariciándose la barba.

-¡Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita!-le hizo una pedorreta de autoafirmación en lo dicho-¡Además! ¡Eres tú el que iba a traicionarnos!-Jess señaló la estufa para el ámbar-El ámbar es catalizador solar, solo puede ser usado para dilatar las horas del día. Para prolongar la noche y dejar las cosas como estaban, se necesita un catalizador lunar. ¡Lo tenías todo preparado para hacer un día perpétuo! ¡Nos estabas engañando desde el principio!-

-¡Tú eres tonta!- Estalló Corvinus incapaz de articular una respuesta más elaborada. Recuperó un poco la compostura y trató de poner en su sitio a la joven con argumentos más elaborados: -Las reliquias pertenecen a la iglesia de Pelor, como su guardián solo puedo disponer de ellas, así que nunca tuve potestad de entregarlas.- Rebatió con satisfacción -En cuanto al catalizador solar…No creo que estés a la altura para entenderlo, pero la noche no la crea la luna, sino la ausencia de sol…Jo-ven-ci-ta- Apostilló frunciendo el ceño.

Jess estaba a punto de lanzar alguna de las criaturas de su bolsa cuando el enano arrinconó a Sîglü:

¿Has tocado mi libro?, segunda pregunta ¿sabes si alguien aquí presente lo ha tocado o te lo ha pedido a tí o a alguien más?

Sîglü se encogió de hombros y meneó la papada al negar con la cabeza.

El enano lanzó su conjuro para ayudarle. No detectaría mentiras, pero si un ser maligno entre ellos. Los ojos del paladín destellaron con el fulgor vengativo de Moradín, Fornund se detuvo en la única aura oscura que encontró. Con gran pesar miró directamente a la joven Jess. A la vista del enano, su amiga y protegida era una vaina seca, retorcida y oscura. Sus ojos destellaban un color anaranjado que ya había visto antes, pero tras aquella oscuridad, había un hilillo de luz que luchaba por sobrevivir. El enano pasó su dedo por el cuello de la chaqueta de la joven y descubrió una gota de sangre reseca.

Jess seguía con la mano metida en su bolsa de trucos. Entonces Jagga dio un paso al frente. Se hizo un silencio en el que todos esperaban que hablase. La tensión se podía mascar en todas aquellas miradas clavadas en la salvaje. La piel verde hizo una mueca con la cabeza a su compañera minera y dijo:

-Dízelo. -

Los ojos de Sîglu se entrecerraron hasta convertirse en dos tajos.

- Tirar fuegu para evitar muchaz-muchaz guerraz- Insistió Jagga.

-¡No te creo!- Bufó Corvinus que se abalanzó tanto sobre el fuego mágico de la chimenea que sus barbas empezaron a oler a pollo churrascado.

Jagga dio otro paso para plantarse delante de Fornund. El enano leyó temor y audacia en aquellos iris rasgados. Entonces la orco vació todo el contenido de su zurrón a los pies del paladín. Había todo tipo de porquerías, pero ni rastro del arcanábulo. -Nu tener libru- Insistió señalando el fuego.

.

Notas de juego

me suena que Lord Lustmord necesitaba un catalizador lunar para lograr una noche perpetua en lugar del ámbar

Espero no haberme liado con mi propia historia. Para manipular el sol, el catalizador es siempre el ámbar (ya sea para dejarlo en lo alto de cielo u ocultarlo tras el horizonte).

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18/11/2017, 10:13
Nerisnath

Nerisnath se llevó las manos a la cara mientras negaba con la cabeza ante lo que estaba aconteciendo. Sentía una sensación entre ira y frustración, que el intercambio de palabras de los presentes no hizo más que acentuar. – ¡Por todos los dioses!, terminó exclamando, lo suficiente como para ser oída aunque muy lejos del nivel sonoro que podía llegar a alcanzar su compañero enano.

 – Dejadlo ya…, añadió dando un paso al frente. – Estaremos todos de acuerdo en que estamos en el mismo barco y por lo tanto… obligados a remar en la misma dirección, ¿no?, comenzó diciendo de forma más sosegada con el propósito de calmar los ánimos. – Jess podrá ser muchas cosas…pero NO una ladrona por muy ensombrecido que tenga el alma por los sucesos recientes, dijo acompañando de un gesto de apoyo a su compañera, a pesar de que mantuviese sus reservas para sí misma.

- "¡Eso es!, ¡Ponlos en su sitio!, ¡JÁ!", cizañeó Talitha, colocada permanentemente a la espalda de la maga.

– ¡Silencio!, respondió, mandándola callar al instante. - Veamos… Alguien… ¡me da igual quién y el motivo!... ¿pero alguien comprobó en algún momento el libro tras la explosión?, dijo recorriendo con la mirada a cada uno de los presentes. – Antes de levantar falsas acusaciones deberíamos aclarar ese detalle porque, por lo que a mí respecta… puede ser que en ningún momento hayamos regresado con el libro de conjuros verdadero, comentó dirigiéndose ahora al poderoso mago, - Lo han podido intercambiar antes de regresar, lo cual explicaría el por qué Lord Lustmord no ha enviado a sus demonios a recuperarlo, ¿no crees?, sentenció con mirada recriminadora sobre Corvinus. – Crear una réplica de un objeto es una tarea tan sencilla que hasta el mago más torpe podría realizar… no hablemos ya si además se tratase de alguien más poderoso… Piénsalo un segundo…, añadió.

Nerisnath permitió unos segundos para que Corvinus sospesase aquella posibilidad, tiempo en el que su mirada se fijó en el fuego por el tanto hincapié hacia la orca. – ¿Por qué motivo…?, meditaba mientras se aproximaba hasta él para investigarlo.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Buscar en el Fuego

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+5)=16

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18/11/2017, 10:33
Naja Naja

- La nieve ha ocultado lash huellash, pero haberlash haylass. Alguien estuvo por ahí fuera.- Se apartó de Nalfeim , que había salido tras el monje, como si apestara a mierda fresca y se centró en la discusión que se desarrollaba delante de sus ojos.

¿Las orcas?- No parecía que la gorda pielverde, a la que Fornund y él salvaron de ser devorada por el cadáver gigante, tuviera mucho que ver pero, ¿las otras dos? Los ojos de todos se posaron en el fuego de la habitación.

- No creo que eshe libro prenda shi shobrevivió a la exploshión.- Apuntilló el monje y se quedó esperando a que Corvinus lo sacara del fuego si es que era verdad lo que insinuaban las orcas. Miró a la maga Nerishnath con cierta ira pro su contestación.- Jessh ya no esh la que conocishte...- Naja Naja tampoco era el mismo en aquellos momentos. Estaba poseído por Tergrar y el descubrimiento de que Nalfeim era su padre hacía que viviera un torbellino de emociones en su interior que hicieran difícil mantener su habitual compostura.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Averiguar intenciones vs Orcas

Tirada: 1d20

Resultado: 10(+10)=20

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18/11/2017, 11:21
La Gran Jess

Jess soltó la bola de invocación y sacó la mano de la bolsa de trucos canela. Así pudo dar una palmada al dedo de paladín cuando invadió su espacio personal. En serio, máximo respeto para el Gran Fornund, pero en ocasiones se vuelve un poco sobón de más.

No devolvió la mano a la bolsa, sino que la usó para hacer aspavientos, enfadada porque Corvinus le había llamado tonta.

¡¿Tonta?! Brrrr... Pero vamos a ver... Si a ti Morrigan te tomó por el pito del sereno. ¡Te vinculó como familiar! ¡Te convirtió en cuervo! Para tonta tu tonta barba. Cualquier niño de cuatro años sabe que la noche la trae la luna, que va empujando el día. Es astrología básica-dijo, en lugar de astronomía-. Y los regalos, tururú. Que el templo de Pelor está por ahí-señaló a la puerta-, y esto es solo un observatorio. Que se te vió el plumero cuando dijiste que eran ofrendas... ¡Por mí como si quieres llamarlos souvenirs! Si estaban aquí era porque se las habías cogido a la Iglesia de Pelor, ladrón.

"Tonta", "alma ensombrecida...", "no es la que conociste...". Madre mía, me caen palos por todas partes...

A Jess le bajaron los humos cuando Naja-Naja volvió de buscar huellas fuera.

Bueeeno... puede que, por un casuaaaal... yo saliese ayer por la noche del observatorio. Me aburría un montón y aquí solo hay cosas viejas... y... y... ¡hice un muñeco de nieve!-exclamó orgullosa.

Aquella confesión no ayudaba mucho, porque no les decía nada sobre si las huellas de Jess en el exterior habían sido las únicas, pero la escapada encajaba con la sospechosa mancha de sangre que había encontrado el Gran Fornund en la chaqueta.

Hay una cosa que no entiendo... Se supone que Corvinus escribió el libro inducido por Morrigan, así que sabe todo lo necesario para mover... LA NO-CHE, y hacerla más larga. ¿Podríamos seguir adelante con el experimento con lo que saquemos de sus recuerdos? ¿Una regresión en la que evoque lo que escribió en el libro meses atrás? ¿O veo demasiados espectáculos de títeres y eso solo pasa en la ficción?

Jess miró a Nerisnath por si era capaz de lanzar un conjuro de hipnotismo sobre Corvinus. El propio Corvinus podría inscribir un pergamino para que lo ejecutase la señora mayor de la calavera parlante, como segunda opción. Y, en teoría, ahora que Jess era vampiresa, también podía hipnotizar gente, pero aún estaba muy verde como para controlar la totalidad de sus poderes.

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18/11/2017, 19:07
San Dámasor el Ilmaterino

No sé nada de magia, ni de eclipses, ni de mediodías eternos, pero sí que sé de demonios y éstos deben estar disfrutando de lo lindo de nuestras disputas internas cuando deberíamos estar preparándonos para combatirlos y rescatar a Elyzabeth.

Pensábamos que Corvinus nos ayudaría a encontrar una cura para el vampirismo pero hasta el momento no nos ha dado más que quebraderos de cabeza. Que si el sol para arriba, que si el sol para abajo... Y todo este follón porque ha perdido un libro maldito. Pues en buena hora se ha perdido.

—Nos e-e-encantaría ayudarte a... buscar tu libro —le aseguro, mientras comienzo a revolver entre las brasas con las manos desnudas por si acaso hubiera allí algún rastro del quemado volumen—. Pe-pero deberíamos estar buscando a Elyzabeth. Y una... cu-cu-cura para... eso.

Termino, señalando a la pequeña Jessy. La pobre es una muchachita encantadora y me da mucha pena lo que está sufriendo por haber sido una buena chica y dejarse morder para alimentar a su famélica hermana.

Notas de juego

RE 10 fuego.

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19/11/2017, 20:17
Fornund Thornod

El enano suspiró y tragó saliva, entreviendo que el alma de Jess peleaba con todas sus fuerzas contra la maldad que la inundaba por momentos. Su mirada se clavó en Siglü, que confesó su acción. Fornund miró el fuego y no pudo decir que se enfadara por la acción de la Orca. Ladeó la cabeza y alzó los hombros... - Entiendo. - le contestó a la Orca. - Pero no vuelvas a hacer algo así sin consultarme primero. - Sentenció. Las acusaciones volaban de un lado a otro y el ambiente parecía caldeado, pero de alguna forma, ya no como antes. - He tratado de ver si había algún ser maligno disfrazado, como el demonio de la posada, pero no parece que lo haya. Yo mismo cogí el libro, y en un principio, era el mismo maldito libro con dientes y demás cosas, de hecho, tuve que meterlo en un saco para evitar que me mordiera. Podría ser que alguien hubiera dado el cambiazo, pero eso ahora mismo no puedo saberlo. Lo que sí puedo asegurar es que mientras yo lo llevé, no vi ni sentí a nadie que tratara de arrebatármelo.

Las afirmaciones de Naja Naja sobre la Pequeña Gran Jess no le gustaban nada, aunque no podía refutar tamaña verdad. Ya no era la de antes, y pronto ya no podrían recuperarla. Debían darse prisa. Negó con la cabeza ante las réplicas entre Corvinus y Jess, aunque la idea de la joven era buena, no creía que tuvieran tiempo para estar perdiéndolo, cosa con la que coincidió el Santo. 

- Estoy de acuerdo con Dámasor. ¿Puedes hacer algo por Jess ahora? Se nos está yendo...y no podemos seguir perdiendo el tiempo. -  

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20/11/2017, 10:04
La Gran Jess

Cuando el Padre Dámasor señaló a "ESO", Jess giró la cabeza para ver en la dirección a la que apuntaba, mostrando al anciano su nuca. Solo había un rincón oscuro del observatorio, con una carta astral clavada con chinchetas a la pared y una mesita con un globo terráqueo muy cuco.

Jess movió en círculos su índice, mientras señalaba a su sien, como quien juguetea con su melena o como dando a entender que el viejo Ilmaterino chocheaba. Fue el Gran Fornund el que hizo referencia a Jess.

A ver... llevo treinta y dos horas sin dormir. Si creéis que se me va la cabeza un poco y que mi atención no está al cien por cien con vosotros, me gustaría veros en mi misma vigilia. Seguro que estabais peor que yo, con unas ojeras que os llegarían al suelo y cayéndoos por los rincones de puro sueño.

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20/11/2017, 12:04
Maese Corvinus Heliodon

   Nerisnath apartó a Corvinus de la chimenea para examinarla, El fuego mágico era un hermoso conjuro de llamas azuladas que despedían suficiente calor para caldear todo el observatorio. Si arcanábulo había ardido realmente allí, no había quedado ni sus cenizas.

Dámasor fue más allá y metió las manos en las llamas. Sus dedos palparon la base de la chumenea, pero tampoco halló nada. Sîglü se santiguó estirándose el lóbulo de la oreja. Naja Naja vio como cruzaba una mirada con la otra salvaje de piel verde, después se acercó a la lumbre y alargó una de sus garras hacia las sinuosas llamas. De inmediato la apartó aullando de dolor. La orca corrió a calmar su mano en la nieve dejando la sala con olor a panceta achicharrada.

El monje sacudió la cabeza. Aquello disipaba sus sospechas hacia la orca morcillona, pero no sobre su compañera. Siguió los pasos de la enorme piel-verde fuera del edificio y se detuvo sobre la nieve a pensar.

…Muñecos de nieve…Muñecos de nieve…¡Y un cuerno! Pensó el monje estirando y tensando cada músculo según su estricto ritual de entrenamiento. Naja Naja encontró alguna huella dispersa. Bajando la ladera, ya casi en el pueblo de Dungapur, logró avistar un montículo de nieve con nariz y brazos hechos con ramas. Una sonrisa enorme hecha con piedras oscuras, parecía burlarse de él desde la distancia.

 

 

Sîglü regresó al observatorio con rabia contenida. – ¡¿Ƞa Ψâr γʋr lʋzka βin-ģnuduƙ*?!- Bufó a Jagga. Parecía que la orca iba a lanzarse contra su compañera cuando Fornund tomó la palabra

- Entiendo. - le contestó a la Orca. - Pero no vuelvas a hacer algo así sin consultarme primero.-

Sîglü agachó las orejas y asintió con una mezcla de alivio y resignación. No sin lanzar otra mirada fulminante a Jagga.

Dámasor y el enano trataron de que Corvinus emplease sus poderes para curar a Jess, pero el gran mago estaba enzarzado en todo tipo de insultos y acusaciones cruzadas con la muchacha.

¡Por mí como si quieres llamarlos souvenirs! Si estaban aquí era porque se las habías cogido a la Iglesia de Pelor, ladrón.

-¡¿Souvenirs?! ¡¿Reliquias sagradas como el gran Estandarte del Coraje o Pendón nobiliario te parecen Souvenirs?!- Bramó Corvinus señalando un hermoso paño bordado que el paladín lucía sobre su armadura. Siguió despotricando sobre las nobles intenciones con las habían sido creados y donados a la iglesia. -¡Si vuelves a llamarme ladrón te convierto en forúnculo!- La amenazó con el dedo crepitando de energía.

-¿Podríamos seguir adelante con el experimento con lo que saquemos de sus recuerdos?-

-Dejar mis recuerdos donde los he encerrado, bastante he sufrido con Morrigan y el padre que la vampirizó, repicando en mi cabeza- Negó entre dientes.

Corvinus se volvió hacia el santo y el paladín a los que tenía por razonables: -No pienso agotar todas mis energías en redimir ese engendro…El orden cósmico está por encima de esa…De ese pendón nobiliario- Dijo señalando a Jess. -Pero tiene razón en una cosa, debemos de intentar lanzar el conjuro incluso sin el libro. El ámbar está ardiendo y el sol en posición. Podría ser nuestra última oportunidad. Si queréis hacer el bien, este es el momento-

El magister lanzó una última mirada en plan “Tu quédate ahí quietecita” a Jess y volvió a subir las escaleras. -Mirar- Dijo señalando el sol despuntando entre las cumbres. -Tiene que ser ahora- Encendió un incienso que mejoraba su concentración e invocó una serie de pequeños conjuros para ayudarle.

-Señorita- Dijo a Nerisnath, -¿Hará el favor de vigilar que esa joven no me distraiga?- Dijo refiriéndose  a Jess. -Padre Dámasor, y el señor Naja-Naja, si son tan amables de operar esas manivelas a mi señal. Señor Fornund, ponga esa caldera a máxima potencia, no queda ámbar para un segundo intento.

-Señor Nalfeim: Es posible que quede inconsciente después de hacer esto-  Advirtió en voz baja. -Y vosotras dos…- Dijo a la pareja de orcas. -Ya la habéis liado bastante, quedaros quietecitas junto a la vampirita-

Notas de juego

(*) -¡¿A qué ha venido eso hija de gnomo?!-

Cada uno que ayude a Corvinus proporcionará un bono.

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20/11/2017, 13:33
San Dámasor el Ilmaterino

La acalorada discusión entre Corvinus y la pequeña Jessy no tarda en convertirse en un molesto ruido de fondo que ignoro mientras rebusco en la chimenea con la esperanza de encontrar un libro que si estuvo allí en algún momento, ya no lo está.

—A-a-aquí no hay na-nada —afirmo con convicción, aunque mucho me temo que nadie me está escuchando, más entretenidos con la algarabía a la que no tardan en sumarse la pareja de hembras orco.

Esta mañana todo el mundo parece majara perdido y no es para menos, hay un príncipe demoníaco conspirando contra nosotros. O tal vez sea porque el errático movimiento del sol esté afectando a nuestro descanso. Yo soy un pobre viejo y a mi edad resulta más fácil quedarse dormido que permanecer despierto pero me imagino que pueda estar afectando a los más jóvenes. Si dándole vueltas a una manivela puedo hacer que el sol vuelva a ponerse en su sitio, estoy encantado de brindar mi dudosa ayuda a esta empresa.

Aunque trato de poner la mejor de las voluntades, lo cierto es que este artefacto de Corvinus está ideado por un genio para ser operado por más genios y está claro que yo no lo soy. Temo que a nuestro anfitrión termine sufriendo una apoplejía mientras trata de explicarme por tercera vez cuál es el manubrio que tengo que accionar, cuál es el modo de hacerlo y cuándo debo acometer dicha tarea. Por suerte para él, los problemas de salud sí son mi especialidad.

—A-ahora ya lo... tengo claro —le prometo, mientras observo su rostro enrojecido y su ceñuda mirada de desconfianza—. Se-seguro. Bueno ca...si se-se-seguro...

Notas de juego

Estoy dispuesto a ayudar a Corvinus, aunque no sé si seré más una ayuda que un estorbo ;)

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20/11/2017, 19:54
Naja Naja

Cuando Naja Naja vio el muñeco de nieve en la lejanía tuvo que frotarse bien los ojos para asegurarse de que no se movía ni se reía de él con esa sonrisa burlona. Desde luego tenía la peculiar firma de Jess.

Menuda resaca...- Volvió a entrar en el observatorio con la cabeza martilleándole con cada persona que gritaba en ese alboroto como pocos había presenciado desde que se formara el variopinto grupo. Ya no sabía quién le mentía, ni quien decía la verdad. ¿Estaría Corvinus jugándosela con aquel experimento? Se limitó a ocupar su puesto y mover la manivela cuando el poderoso mago le dio la señal.

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20/11/2017, 20:50
Nerisnath

Nerisnath hizo un leve asentimiento con la cabeza tras la petición de Corvinus. Damasor estaba en lo cierto… el desafortunado incidente con el libro los único que les estaba haciendo era perder el tiempo. Un tiempo demasiado valioso y que corría claramente en contra del grupo.

Así pues, mientras parte de sus compañeros, lo elegidos por el gran mago, se ponían manos a la obra para ayudarle con sus mejores intenciones, Nerisnath se aproximó a hacer compañía a Jess, aunque tan sólo sirviese para mantener a Corvinus centrado en su tarea.

-Dejémosle hacer lo que tenga que hacer… y así podremos proseguir con lo nuestro…, le susurró.