Partida Rol por web

Tengo sed

3.- "Mi verdadero tu"

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08/10/2017, 20:35
La Gran Jess

¡¿Pero por qué te pones de su parte?!-dijo a Dámasor-¡Pero si es el que la ha liado parda!

Ser hija vampira primeriza también tiene tanto intríngulis como ser padre primerizo, y aquellas convenciones sociales de los "adultos vivos" descolocaban a Jess. ¿En serio era necesario calmarse? ¿No sería mucho más sensato en esta situación hundir la mano bajo el diafragma de esa sucia alimaña barbuda, deslizar el brazo entre sus vísceras y apretar el puño hasta espachurrar el corazón, siempre desde el respeto?

Tal vez el hambre nublaba el buen juicio de Jess, y la capacidad de comprender su entorno. Por eso, cuando el Padre Dámasor se le acercó, mientras la espadachina recordaba las palabras de Ely, Jess mantuvo las distancias y retrocedió a un rincón. Según la hija del Gran Tergrar, cuando el sacerdote se le acercaba mucho, quemaba.

¡Alto! ¡No te acerques más!

A lo mejor ese poder también afectaba a Jess, por ser ahora una adorable colmilluda. A lo mejor dependía de si Jess era buena o mala, y en aquel momento no podía estar segura de si cometió alguna fechoría a lo largo del año. Quizás... Bueno, el Gran Tergrar riñó a Jess por hablarle mal a las orquitas mineras. Y el guardia de Tamar le dijo que qué hacía ella manipulando los guanteletes malditos de Yazlik. Y también estaba ese asuntillo menor de trazar pentagramas y convocar estirges demoniacas condenando a todo el bosque con una plaga de la que no tenían solución. Luego estaba el tema de no haber llorado la muerte del Guapo Shanshar. ¿Era una mala persona por ello? No, porque cuando la Ely vampira lloraba, lo hacía con sangre, y era todo una guarrada. Casi mejor no llorar.

En cualquier caso, no necesitaba experimentar un acercamiento doloroso innecesario. No se quedaría cerca de Dámasor, al igual que no metería una mano en una fogata. Jess retrocedió antes de que el clérigo se acercase lo suficiente para quemarla. Se quedó en un rincón, despotricando.

Qué bonito...-ironizó-Tsk. Uno de los amigos más viejos del Gran Tergrar confraternizando con el hombre que le quería levantar a la esposa. ¡Vergüenza debería darte! Yo no voy a decir nada, pero por temas menos sórdidos los dioses han retirado sus favores a sacerdotes malos amigos como tú... Como ves que también tiene barba cana como tú, hacéis piña. ¡Cuánto copora...! Corparo... ¡Cuánto Corporativismo!

Y prosiguió diciendo palabras en un extraño idioma, como las personas que son poseídas por el diablo...

¡Hipsters! ¡Yayoflautas! ¡Heteropatriarcado!

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09/10/2017, 12:48
Naja Naja

La revelación que le hizo el monje lo trastocó por completo .-¿Cómo puede ser? ¿A Tergrar se lo comió un lobo!-Preguntó más sorprendido que incrédulo.

- Murió pero shu eshpíritu no abandonó eshte mundo por algo y ahora permanece dentro de mí.- Explicó el monje lo más rápido que pudo dada la situación. El egoísmo del poderoso mago no cabía en aquella habitación, tan grande le parecía a Naja Naja que era. Él se había dejado engatusar por Mórrigan, había sido tan súmamente tonto de dejarse engañar por ella, pero ahora no resulta que no se permitía confiar en aquellas criaturas. El monje observó con prudencia las brumas que hacían surgir el mago y , aunque no conocía el conjuro, sabía de buena tinta de lo que los magos eran capaces.

¡Atrapalo!- Su pensamiento le hizo reaccionar a pesar de sentirse un poco torpe. Antes de que la niebla se solidificase o apareciese algo tras ella, Naja Naja trató de ponerse tras el mago para inmovilizarlo.

Aprende niña.-Y es que la orden del monje se especializaba en ataques de presa, como haría una serpiente con una de sus presa. Suintención no era hacer daño a Corvinus sino hacer que se detuviera.- Eshtate quieto, viejo.

- Tiradas (3)

Motivo: Ini Naja Naja

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+4)=7

Motivo: Ataque CaC para Presa vs Corvinus

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+9)=27

Motivo: Prueba de presa vs Corvinus

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+10)=18

Notas de juego

- Movimiento detrás de Corvinus.

- Presa a Corvinus (+4AB+2FUE+4dote=+10). No sé si puedo o no, por lo roleado ya por Jess. Si no hubiera ya combate pues me quedo donde estoy. 

 

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11/10/2017, 10:50
Nerisnath

-Santo Dios, ¿Os habéis vuelto locos? ¿Recordáis a qué hemos venido? - Bufó al ver el cariz que tomaba la situación.

La maga roja abrió los ojos de par en par cuando la convocación de Corvinus comenzó a alcanzar un tamaño que alcanzaba el techo. Repasó el conjuro de disipación que llevaba preparado y alzó ambas manos: -Dámasor, haz entrar en razón a unos y a otros. Yo me encargo de eso-

Nerisnath estaba convencida de poder disipar esa criatura antes de que llegas a este mundo y pronunció las palabras con total precisión, pero su poder resultó simplemente insuficiente. Por primera vez en su vida se quedó quieta con la boca abierta sin saber qué hacer.

- Tiradas (1)

Motivo: Disipar Convocación

Tirada: 1d20

Dificultad: 31+

Resultado: 5(+7)=12 (Fracaso)

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11/10/2017, 12:19
Nalfeim Do'Imra

Nalfeim se santiguó y rezó por no tener que enfrentarse al mago por muchos errores que hubiera cometido. Al ver como fracasaba Nerisnath, No creía que ninguno de sus conjuros tuviese alguna opción, pero entonces el clérigo recordó un viejo ardid y pronunció unas palabras rápidas en un lenguaje incomprensible. Al mismo tiempo que la criatura tomaba forma, un sólido muro se materializó entre ellos y la criatura, impidiendo el contacto visual entre ambos.

-No tardará en darse cuenta del truco- Murmuró con nerviosismo.

 

Notas de juego

Nalfeim lanza: Imagen silenciosa

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11/10/2017, 12:46
Maese Corvinus Heliodon

   La parte buena de Jess se había rendido al conjuro del santo, relajando, si no su corazón (pues ya no tenía), si su sed de sangre. La Jess mala sin embargo, había salido de su escondite y aunque hubiera perdido esa batalla, ganaba terreno a marchas forzadas. Una sensación de vacío y falta de empatía había tomado posiciones en su interior, y estaba dispuesta a dar la batalla por su alma. La presencia de Dámasor pasó a ser más abrasadora que cálida*, y así el santo arrinconó a la joven vampira contra la pared del observatorio.

A ojos de Jagga, los humanos resultaban tan belicosos como los orcos, pero igual de incomprensibles que los elfos. La orco se situó detrás del santo y desenfundó su pico de minera, dispuesta a abrirle el cráneo al viejo si su querida Jess se lo pedía.

Uno de los amigos más viejos del Gran Tergrar confraternizando con el hombre que le quería levantar a la esposa. ¡Vergüenza debería darte!

-¡Calla niña!¡No sabes lo que estás diciendo! Yo…Yo no.- Respondió Corvinus. La vergüenza le hizo tartamudear como a Dámasor, pero su áspero carácter asomó de nuevo: - ¡Jamás he necesitado a nadie, y menos una esposa!- Bramó con rotundidad.

Corvinus arrancó de su túnica una escarapela bordada del dios Pelor y la alzó en dirección a la joven. -¡Vade retro, ser de la oscuridad!- Su voz retumbó en la sala, pero en los finos oídos de Jess, el sonido fue dolorosamente ensordecedor y la joven no pudo evitar enterrar la cabeza bajo sus brazos**.

-¡Hipsters! ¡Yayoflautas! ¡Heteropatriarcado!-

-Es inútil, ¡Tus conjuros no tienen poder sobre mí!. Yo soy el gran maestro de…- Corvinus arqueó una ceja al ver al monje deslizarse a su espalda como una serpiente y se encaró con él.

- Murió pero shu eshpíritu no abandonó eshte mundo por algo y ahora permanece dentro de mí.-

-¡Espera!, yo no tenía nada en contra de Tergrar, no tuve más remedio ¡Morrigan me pisaba los talones y tenía que poner a salvo mi grimorio, si hubiera caído en sus manos habría sumido al mundo en una noche perpetua!- Se excusó. Naja llegó a agarrar una de las muñecas del mago, pero este se revolvió con una facilidad inesperada para alguien de su edad. Al igual que el ilmaterino, su vitalidad parecía tocada por los dioses. El forcejeo se prolongó y los nudosos brazos del mago comenzaron a ganar terreno. Los dientes de Naja rechinaron al aplicar toda su fuerza para efectuar la llave.

 -¡¿Qué crees que estás haciendo jovenzuelo?! ¡Me vas a obligar a castigarte!¡Carpa, ayúdame!- Gritó el mago agotado por el esfuerzo.

Unos largos tentáculos de colores, rizados como las guirnaldas de una piñata, atravesaron el muro quimérico conjurado por Nalfeim y se abrieron paso hacia los aventureros. A continuación, emergió un ser tan hermoso como aterrador a medio camino entre una carpa y un dragón. Su cuerpo estaba cubierto de escamas de vivos colores como un pez ornamental. De su cabeza surgían decenas de aletas alargadas que flotaban en el aire con gracilidad, sin embargo, muchas de ellas estaban rematadas por afiladas agujas, casi transparentes que recordaban a las de un pez venenoso. El monstruo clavó sus insondables ojos blancos en dirección a Naja y a Jess y flotó en el aire alzando sus tentáculos hacia ellos.

Gracias a Shanshar, Sîglû había aprendido que cuando matas a un mago, su magia desaparece con él, de modo que se lanzó en ayuda del monje para derribar al arrogante vejestorio. La inmensa orco se subió sus andrajosos pantalones y se lanzó sobre Corvinus. -¡PUR MURADIIIN!- Rugió acelerando su orondo corpachón para aplastar al mago. Sus carnes se agitaron con cada zancada y sus pies descalzos resonaron sobre el suelo de piedra. Corvinus propinó una patada en las espinillas al monje logrando intercambió sus posiciones en el último momento, Sîglû no pudo evitar arrollar Naja y los tres contendientes salieron disparados en diferentes direcciones como un juego de bolos.

-¡No los mates!- Balbuceó Corvinus desde el suelo, todavía sin saber lo que le había golpeado.

Una decena de tentáculos descendieron en completo silencio sobre Naja Naja. El monje esquivó los tres primeros, pero las cintas de colores lo envolvieron como a una momia carnavalesca y lo elevaron el en aire sin que pudiera hacer nada para evitarlo. Naja trató de rebullirse, pero la fuerza del inmenso pez volador era incomparable con la de cualquier humano, por duro que hubiese sido su entrenamiento.

-¡SE ACABÓ!- Gruñó el mago. -Sé todo el bien que habéis hecho…-Dijo alzando la palma de la mano a modo de reconocimiento -…Estáis locos por haberlo intentado siquiera. Por eso no deseo haceros ningún daño. Así que no me obliguéis- Dijo poniéndose en pie y clavando sus ojos en los aventureros.

Entonces les lanzó un ultimátum -Ahora largaos o vuestro amigo se convertirá en papilla. Os lo juro por el sol-

- Tiradas (5)

Motivo: Prueba de presa Vs Naja

Tirada: 1d20

Dificultad: 18+

Resultado: 8(+12)=20 (Exito)

Motivo: Sîglü Ataque de presa Vs Corvinus (flanq)

Tirada: 1d20

Dificultad: 18+

Resultado: 2(+9)=11 (Fracaso)

Motivo: TS-Vol Carpa Vs ilusión-Nalfeim

Tirada: 1d20

Dificultad: 14+

Resultado: 14(+5)=19 (Exito)

Motivo: At tentáculo Carpa Vs Naja +15

Tirada: 10d20

Dificultad: 20+

Resultado: 16(+15)=31, 1(+15)=16, 4(+15)=19, 18(+15)=33, 20(+15)=35, 12(+15)=27, 6(+15)=21, 1(+15)=16, 10(+15)=25, 9(+15)=24 (Suma: 247)

Exitos: 7

Motivo: Presa Carpa Vs Naja

Tirada: 7d20

Resultado: 11(+23)=34, 12(+23)=35, 8(+23)=31, 11(+23)=34, 9(+23)=32, 7(+23)=30, 3(+23)=26 (Suma: 222)

Notas de juego

(*) El alineamiento de Jess baja de bueno a Neutral a efectos de reglas.

(**) Corvinus mantiene a raya a Jess como acción estándar usando un símbolo sagrado.

(Ver MMI,p 258) Debes mantenerte a 5´ y no puedes tocar ni atacar a Corvinus el resto del encuentro.

Naja: Estas inmovilizado por una presa. La criatura te saca 2 categorías de tamaño.

Tablero: http://pyromancers.com/media/view/main.swf?round_id=218238

Asalto nº 1

Nombre

CA

Pg

PgT

Estado, efectos, etc.

Duración

Nalfeim

20

41

 

+3Pg/impacto. RD3/-

 

Fornund

27+1

67

 

+4 a ser derribado

 

Jess

17+

60-55

 

A raya de Corvinus

 

Naja Naja

20+1+

56

 

Inmovilizado

 

Nerisnath

16+1

33

 

Arm. Mago* +6CA, +2TS

7h.

Dámasor

17+2

38

 

RD5/mág. +5pg C rápida Globo, Círculo 20´+2CA, Ts,

 

Jagga

17 esc

36

 

 

 

Sîglü

15

46

 

Sens luz -1At

 

Corvinus

18

?

 

 

 

“Carpa”

?

?

 

10 At. Alcance 40´ Agarrón, Desgarram. Constreñir

 

Dámasor: No hay criaturas malignas así que tu círculo no es efectivo

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11/10/2017, 17:20
San Dámasor el Ilmaterino

Aunque se me escapa buena parte del significado de las reconvenciones que la pequeña Jessy me dirige, sí consigo hacerme una idea de hasta qué punto le disgusta mi actitud dialogante. Sin embargo, no puedo hacer otra cosa en un mundo donde la sangre se derrama con demasiada liberalidad para mi gusto.

No estoy del todo seguro de si ha sido el ardor juvenil de algunos de mis compañeros o la cerrazón senil de los que estamos más achacosos la que nos ha puesto en esta situación sin retorno, pero persistir por este camino únicamente traerá un sufrimiento estéril.

—Nos ma-ma-marchamos —le aseguro al exaltado Corvinus antes de que decida tomar una decisión que acabe con la vida del hombre serpiente—. Con o... sin su a-ayuda vamos a com...batir a Lord Lusmond el pri-pri-príncipe de los demonios. Ha secuestrado a Elizabeth y te-te-temo que haga con ella lo que hizo con... ¿mor-mor-Morgiann? Sea lo que sea. Y te...nemos que en-en-encontrar una cura para la pequeña Jessy, si no-no es aquí, en otra... otra parte. Le devolvemos su li-li-libro, señor co-co-Corvinus. Sentimos las molestias y la...mentamos que no nos pueda a-a-ayudar. Que Ilmáter le bendiga.

Si vamos a adentrarnos en las puertas del Abismo, el libro carnívoro no nos sirve de mucha ayuda a nosotros y seguramente será peor si cae en manos de los demonios que si vuelve a estar en posesión de su legítimo dueño. Quizá así incluso se replantee su decisión de rechazar de plano nuestras demandas.

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11/10/2017, 22:39
La Gran Jess

¡AAAAAGH! ¡Aparta ese símbolo de mí!-gritó a Corvinus, aunque era ella la que trataba de acercársele para rebanarle el pescuezo.

A Jess la situación le retrotrajo a su infancia. De niña, cuando llegaba tarde a casa por estar jugando hasta el anochecer, o cuando no se comía el brecol, la castigaban con cosas de curas. Eso frecuentemente implicaba tener que coger un rosario de pelor y rezar pasando las cuentas hasta no sentir los dedos.

Jess creía que ese trauma ya lo había superado. Nunca supuso ningún problema en el pasado. Había visto el símbolo de Pelor millones de veces sin que le produjese tanto rechazo como ahora. Incluso tenía algunos amigos raritos que lo llevaban al cuello, como el Gran Nalfeim.

Seguramente aquello era un efecto secundario de ser vampiresa. Algo así como que te vuelves más sensible y tus recuerdos se vuelven más vívidos, y todo te afecta, y todo te sienta mal. Ser vampiresa era como tener la regla, solo que chupando en vez de soltando sangre. Sí... debe ser eso, que Jess está más sensible...

¡Carcamal cara de caca! ¡Tú no tienes derecho a sujetar ese símbolo! ¡Eres herético, y un mal bicho! Tus experimentos van contra dios, ¿y ahora imploras por su protección? Tú no eres el único que puede pedir ayuda a sus mascotas... Sacaré un tigre de mi bolsa de trucos canela, y te va a dejar rayado... O sacaré un león que te hará tirarte de los pelos de la melena... O sacaré un caballo que te va a hacer huír de aquí al galope... O un oso pardo que te hará exclamar "pardón, je ne comprends pas"... O a Rhyn. Oooooh, jojojojo... Tú no quieres saber lo que Rhyn es capaz de hacerle a los seres malvados como tú...

Sin dejar de rebuscar en el interior de la bolsa, Jess se mordió el labio mientras de reojo miraba a Naja Naja. ¡Menudo idiota! Mira que dejarse atrapar... Se notaba a la legua que estaba poseído por el Tonto Tergrar. Se lo tenía bien merecido... Además, no era que hubiese cogido como rehén a nadie que importase en el corazoncillo, ahora exiliado, de Jess. El cara de lagarto era uno de los nuevos, uno de los aventureros que acompañó al Tonto Tergrar en otras aventuras. No era un amigo. No era alguien con el que tuviese mucha relación. Ni siquiera era un camarada de batalla, ya que cuando los babau y los lobos con cuernos atacaron la posada, lucharon en puntos muy alejados. No le debía nada, Corvinus podía ordenarle a Carpa que hiciese con Naja Naja lo que quisiese. ¡No era asunto de Jess!

Brrrrr...

Hay una línea entre que tu gran amor muera en un accidente mágico, víctima de su propia avaricia por los conocimientos, y que ejecuten a un conocido por tu culpa. Jess seguía sin ser capaz de sentir la pérdida del Guapo Shanshar, pero si Naja Naja muriese, entonces eso sería obra de las acciones de Jess. Sacó la mano de la bosita de trucos canela, sin ninguna bola peluda que poder romper contra el suelo para invocar a animal alguno...

Está bien... Nos vamos.

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13/10/2017, 13:04
Naja Naja

- ¡Arrg!- Maldijo el monje cuando el correoso viejo se le escapó de su agarre. Pero la cosa no quedó ahí sino que una lluvia de tantáculos procedentes de la carpa invocada por el poderoso mago se hacían con su cuerpo, aprisionándolo. ¡Menuda ironía! El cazador cazado. Un  monje de la orden de La mordedura de la Cobra iba a encontrarse su Final estrangulado. Naja Naja se revolvió como un perro rabioso pero, cuando lograba zafarse de un tentáculo con sus espasmódicos movimientos otro ocupaba su lugar, apretando de tal manera que se iba quedando sin aire en los pulmones.

Maldijo a Corvinus y su infinita soberbia. Posiblemente el espíritu de Tergrar percibiera la inminente muerte del receptáculo que ocupaba ahora y, aunque para el etéreo ser no fuera un problema de supervivencia, sí que lo era para Naja Naja. El monje nunca había tenido miedo a morir hasta que la esencia de Tegrar le había transmitido, no sólo sus intensas emociones, sino sus más profundos secretos.

-¡Pa...- Naja Naja parecía querer decir algo cuando uno de los tentáculos se le enrolló en el cuello interrupiéndole. Pero el monje había sido rápido interponiendo la mano entre la presa, logrando zafarse de ella con un tirón que le laceró la piel.- ¡Padre!- La última bocanada de aire fue expulsada de los pulmones dando forma a aquella palabra. Los ojos inyectados en sangre de Naja Naja, hinchados por el efecto de la presión, se clavaron implorantes en el clérigo de medina edad y cabellos plateados, Nalfeim.

- Tiradas (1)

Motivo: Prueba de presa vs Escapismo

Tirada: 7d20

Resultado: 2(+17)=19, 6(+17)=23, 11(+17)=28, 18(+17)=35, 15(+17)=32, 18(+17)=35, 10(+17)=27 (Suma: 199)

Notas de juego

34, 35,31, 34, 32, 30, 26 

vs

19, 23,28, 35, 32, 35,27 

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15/10/2017, 17:04
Maese Corvinus Heliodon

¡Tú no tienes derecho a sujetar ese símbolo! ¡Eres herético, y un mal bicho! Tus experimentos van contra dios, ¿y ahora imploras por su protección?

-¡Como pica eh!- Respondió acercando el símbolo aún más para empujar a Jess hasta la puerta-¡Yo he obrado milagros que os salvaron la vida! Hice que el sol volviese a salir por el horizonte aniquilando a la plaga de vampiros. De no haber sido así, todos habrían corrido tu suerte- Su tono se suavizó al no acabar de comprender algo: -Por cierto, ¿Cómo acabaste así?-

El sol aún no se había ocultado tras las montañas y cuando la joven se vio expulsada al exterior, no tuvo más remedio que abrir la sombrilla para no achicharrarse. Corvinus bajó el símbolo y se llevó las manos a la cabeza.

-Ah, ya entiendo- Dijo dando por sentado que Morrigan había mordido a Jess. - ¡¿Pero Morrigan no estaba muerta?!- Estalló de repente. La última vez que la había visto, la poderosa vampira estaba tiesa con una flecha clavada en el corazón. Corvinus señaló alternativamente a Jess, Fornund y Nalfeim con un dedo acusador. -¿A qué estabais jugando?- Dejó que saliesen todos y sacudió la cabeza. -¿Sabéis?, no me importa, me las arreglaré solo.- Resopló.

-¡Padre!-

Nalfeim se retiraba cabizbajo del observatorio cuando Naja lo dejó petrificado con una sola palabra. El clérigo se dio la vuelta y comprendió al fin el motivo por el que el monje lo había estado observando todo el camino. Miró la cara tatuada de escamas de Naja, casi estrangulada por los tentáculos. Los brazos del viejo clérigo cayeron a los costados y dejaron caer al suelo la lanza que siempre lo acompañaba.

-Os lo ruego Corvinus, liberarlo de una vez. No volverá a haceros daño. Os doy mi palabra- Dijo arrodillándose frente al gran mago.

 

-Largaros- Gruño Corvinus en voz baja. El pelorita hizo un gesto con la mano a su criatura y esta depositó al monje en el suelo.

-¿Quién ha hablado antes?- Preguntó Nalfeim a Naja. -¿Eras tú, o era Tergrar?- El clérigo tomó el rostro del monje en sus manos y preguntó. -¿Cuántos años tienes chaval?-

Corvinus no tenía ningún interés en aquella escena. Se disponía a cerrar la puerta cuando Dámasor intervino con un último y desesperado intento de reconciliación:

Con o... sin su a-ayuda vamos a com...batir a Lord Lusmond el pri-pri-príncipe de los demonios. Ha secuestrado a Elizabeth y te-te-temo que haga con ella lo que hizo con... ¿mor-mor-Morgiann? Sea lo que sea. Y te...nemos que en-en-encontrar una cura para la pequeña Jessy, si no-no es aquí, en otra... otra parte. Le devolvemos su li-li-libro, señor co-co-Corvinus.

-He dicho que os larguéis- Dijo dando un portazo tan fuerte que activó el saludo de la aldaba mágica.

-bienvenidos peregrinos, Pelor os acoge con sus radiantes brazos- Dijo la voz musical.

La puerta comenzó a abrirse sola pero el mago volvió a cerrarla de nuevo con un violento puntapié.

 

   Los aventureros decidieron retirarse a un lugar a la sombra donde desvelar el significado de las palabras del monje y decidir su siguiente paso. Les perseguía la sensación de que el ascenso hasta el santuario había sido en vano. Entonces la puerta del observatorio volvió a abrirse una vez más. Corvinus asomó sus barbas y les lanzó una mirada recelosa: -¿De verdad traéis el libro y pretendíais a ir a por Lord Lustmord?- Les preguntó desde el umbral sin acabar de creérselo.

Nalfeim asintió con la cabeza y susurró a sus compañeros:

-Tengo una vieja historia que contaros, pero antes debemos lograr su ayuda- Explicó refiriéndose a Corvinus. Sin elevar la voz preguntó a Jess y a Naja: -¿Qué posibilidades hay de ser amables con un mago megalómano?...Os lo preguntaré de otra manera: ¿Qué posibilidades tenemos de regresar del averno y curar a Jess y a Ely sin su ayuda?-

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17/10/2017, 10:47
Naja Naja

El aire entraba de nuevo en sus pulmones y la sensación era la misma que cuando un sediento, de labios resecos y agrietados, por fin se sacia con un poco de agua: alivio. Sin embargo, por dentro, Naja Naja tenía sentimientos enfrentados que generaban emociones trbulentas. Dentro de él tenía lugar una tormenta con rayos y ensordecedores truenos. Cuando Nalfeim le puso las manos encima, en su escamado rostro, las apartó de malos modos para incorporarse algo tambaleante.

- Treinta y dosh añosh.*-Contestó al clérigo sin intención de profundizar en el tema en ese mismo momento. Sí, había implorado por la ayuda del que podría ser su progenitor en un momento en el que creía que iba a abandonar este mundo y se sentía avergonzado por ello. ¿Había sido él o había sido forzado a hacerlo por Tergrar? El monje ya no sabía lo que salía de sí mismo o lo que provenía del espíritu de su viejo amigo. Todo se mezclaba en su interior como si de uno de los potajes de Tergrar se tratase. De pronto le entró una angustia incontrolable. ¿Y si cuanto más tiempo pasara poseído más permanente se hiciera la situación? Su cuerpo trabajado a base de duro entrenamiento y dolor era su mayor tesoro, su única pertenencia. Si Tergrar se apoderaba de él, ¿qué le quedaría entonces a Naja Naja? Contuvo una primera arcada que casi le hizo vomitar. Sí, eso debía hacer. Expulsar a Tergrar de su cuerpo. Una segunda convulsionó su cuerpo haciéndole probar el amargor de la bilis.

- ¡Broooarrggh!- Lo echó todo y, al igual que cuando volvió a tomar aire tras estar estrangulado, se sintió aliviado. No era la primera vez que vomitaba, ni mucho menos. Las grandes borracheras a las que se daba últimamente cuando el dolor era insoportable le llevaban a un estado parecido. Con el dorso de la mano se limpió la comisura de la boca. El peligro había pasado, al menos de momento, y se encontraban fuera del observatorio. 

- Corvinush esh el culpable de todo.- Dijo Tergrar en boca de Naja Naja para justificarse, aunque sabía en lo más profundo de su alma que no era así. El culpable final era Lord Lustmond, o eso le decía Naja Naja. El monje se encontraba en tensión, como si cada palabra le costara un mundo.- Pero shi hay que claudicar...¡Ely!Esh lo másh importante. Tenemosh que reshcatarla.- Naja Naja no estaba acostumbrado a aquella vorágine de emociones. Le costaba pensar con su habitual frialdad. Normalmente le indicaban su misión y la cumplía sin rechistar, sin apenas mostrar sus emociones al respecto, como le habían enseñado. Los monjes de su orden se aprovechaban de los huérfanos a los que abrían sus puertas, carentes de ataduras emocionales, para crear una especies de autómatas a su servicio. Pero ahora no sólo sentía las emociones de Tergrar, sino que el difunto aventurero había destapado un secreto que revolvía las entrañas del monje de la Cobra como nunca había sentido.

Naja Naja retomó su propia voluntad y trato de calmarse, respirando con tranquilidad. Muerto Tergrar, coincidía con él sobre que Ely era lo más importante. Pero, ¿cómo acabarían con Lord Lustmond si ni siquiera había sido capaz de enfrentarse a Corvinus? La única solución ante la incapacidad de uno mismo era unir fuerzas.

-Ninguna.- Acabó contestando Naja Naja a Nalfeim agachando la cabeza para no cruzar con él la mirada. El monje se retiró un poco y pegó un trago del licor contenido en su propio bastón. Era un licor hecho por él mismo al que denominaba "Veneno de la Cobra". Era tan fuerte que un solo trago podía dejarte mareado. Lo escupió tras enjuagarse la boca pues, si ya no pensaba con su habitual claridad, lo menos que necesitaba era emborracharse. Desde la distancia agitó el puño cerrado en dirección al observatorio.

- Me lo debe. Dile que me lo debe, Nalfeim. Por su culpa mi hija estha...muerta.- Insistía el atormentado espíritu.

Notas de juego

*No soy tan "chaval" XD

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17/10/2017, 18:29
Fornund Thornod

- Un día y medio, un día y medio perdido por su cabezonería de ir a implorarle a un mago ayuda...¡maldito mago que comenzó todo ésto! - pensó Fornund, haciendo los últimos metros hasta la casa-observatorio-laboratorio de Corvinus.

Una vez dentro, se mantuvo callado con terquedad enana, a pesar de que, por momentos, todo parecía írseles de las manos, incluso se permitió alentar a la Pequeña Gran Jess cuando ésta saltó a por el Mago, sabiendo que era improcedente, pero sin duda, satisfactorio ante la idea de ver al Mago sufrir un poco por todo el daño que ya había hecho. Pero todo se salió de madre cuando Naja Naja, dominado por los sentimientos de Tergrar, atacó al Mago, momento en el cual a Corvinus no le quedó más remedio que defenderse. Incluso Siglû, interpretando erróneamente el silencio e inactividad de Fornund como aquescencia (tampoco iba tan desencaminada) cargó contra el mago dispuesta a ayudar al monje verde.

Finalmente, el mago se hizo con las riendas de la situación y les hechó fuera, mientras a Fornund le daba la sensación encontrada de estar haciendo tantas cosas bien como mal. Algo le pasaba a Jess, lo había notado en el interín del momento, y su preocupación por ella subió varios grados. Algo pasaba también con Naja Naja y Nalfeim, pues les estaban dando a entender a todo el mundo que eran padre e hijo, algo que sorprendió al Paladín.

Una vez fuera, trató de calmar sus emociones y centrarse en el problema, algo siempre complicado con tantas cosas sucediendo a la vez. Estaban fuera y con la única posibilidad de ir a por Lord Lustmort. - Al final vamos a hacer lo que yo había sugerido al principio,  y quizá nos habríamos ahorrado que mi pequeña Jess....- estaba diciendo en voz baja pero con cierta resabiadez en el tono, cuando Corvinus asomó y les preguntó, receloso, si realmente habían ido a entregar el libro y a luchar contra el demonio.

Nalfeim se giró rápidamente y les susurró una simple pregunta.

- Parece que ninguna, Nalf. - contestó Fornund, entendiendo que si el mago les había tirado fuera con tanta facilidad, no tendrían muchas posibilidades contra los demonios sin su ayuda. No le gustaba un pelo admitirlo, y menos viniendo la ayuda de Corvinus, pero era obvio que necesitaban aliados en éste asunto, y puede que no le gustara Corvinus ni un pelo de su barba, pero no podía negar que era poderoso. 

- Sí, hemos venido a entregar el libro, y sí, tenemos intención de ir a por Lord Lustmort y sacarle a golpes la forma de curar a Ely y a mi....Jess. - contestó Fornund, tanto a Nalfeim como a Corvinus.

Encarándose con el mago, el enano cruzó los brazos y lo miró ladeando la cabeza ligeramente. - Mira, Corvinus. No me gustas y no te gusto, pero si queremos acabar con ésto no nos queda más remedio que trabajar juntos. Están sufriendo muchas personas, entre ellas, algunas que yo supongo que, aunque sea en poca medida, aprecias, porque no soy tonto. Puede que sea enano, pero no ciego. Isabella, Ely, Jess, incluso Tergrar. Todos están pagando por algo que tú sabes bien. Nosotros vamos a ir a enfrentarnos a ése demonio, y vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para impedir que, sean cuales sean sus planes, los lleve a cabo...eso después de obligarle a devolver a Ely y a Jess a la normalidad si es que antes no somos capaces de encontrar un medio para hacerlo sin tener que recurrir a extorsionar a un demonio, aunque sea a palos. La pregunta es...¿y tú? ¿Qué vas a hacer? ¿Nos ayudarás a enmendar la situación? - dijo, extendiendo sus guanteletes hacia el mago mientras descruzaba sus brazos. - Creo que es un magnífico momento para respirar, tranquilizarse y pensar qué es lo que realmente importa, si nuestros egos o el destino de las personas que nos importan. -

Al finalizar su frase, sus ojos se cruzaron con los de Jess, mostrando mucho dolor por lo que le estaba pasando. Quería a ésa chiquilla, y no permitiría que le pasara nada, pero ella también tenía que saberlo, y en eso le había fallado Fornund. - Jess, cariño, no voy a permitir que eso siga haciéndote daño. No caigas más, por favor. Resiste, yo sé que puedes, tú eres muy fuerte. Lo has demostrado en muchas ocasiones. No dudes que haré todo lo que pueda para ayudarte. - intentó transmitirle a la joven todo el cariño que llevaba dentro, y casi como un niño, se puso a llorar.

Llevaba mucho tiempo aguantando sus emociones, con todo lo que le había pasado, con todo lo que había pasado......y finalmente, se derrumbó. Las lágrimas caían a borbotones por su cara y su barba, mientras sus hipidos eran como los de cualquier persona que ha llegado a su límite y necesita desahogarse.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Diplomacia

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+10)=29

Notas de juego

Tiro diplomacia, para convencer a Corvinus y para lo que el DM guste.

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17/10/2017, 20:30
La Gran Jess

¡Genial! Justo lo que faltaba... El enano se ha puesto a llorar.

Jo. Dejad de ser tan condescendientes conmigo. No soy una muñeca de porcelana ni una carga. No es a mí a quién hay que salvar, sino a Ely. Yo estoy bien... Me siento rara, y es como si ahora estuviese bajo nuevas leyes universales, pero por lo demás no tengo ningún problema "grave". Quizás una carraspera en la garganta... cof, cof... como si estuviese cogiendo un catarro. Pero no tengo fiebre-dijo, tomándose la temperatura con el dorso de su mano en su fría y mortecina frente-. En serio, dejad de dramatizarlo todo.

Jugaba con la sombrilla, haciendo rotar el mango. Suspiró.

Agh, bueno... Supongo que lo de la carpa gigante fue bastante impresionante. Tal vez Corvinus sí sea útil, después de todo.

¡Está bien!-accedió a contarle parte de la historia al viejo astrónomo-¡Hablaré! La versión corta es que Morrigan no moría con la luz del sol, porque le protegía su perfume. ¿Cómo se llamaba? ¿Eau de Noche Líquida? Unos demonios vinieron a robarnos a Morrigan. Ely y yo... y también Jagga, huímos. Pero antes saqué a Morrigan de nuevo al sol, y se deshizo en chiribitas.

Jess hizo una pausa para mirar hacia arriba, a la tela negra de su sombrilla. Su miedo al sol hasta ahora había sido irracional, como el de un animal evitando el fuego, pero por primera vez tomaba consciencia de que el asunto del sol era muy peligroso para ella.

Dejé que Ely me mordiese. Después, un demonio apareció disfrazado de Morrigan y se llevó a Ely por un portal dimensional, justo tras decirme que Ely iba a ser la sustituta de Morrigan en los planes de Lord Lustmord. Quiere usarla para nosequé de matar dioses.

El Gr... El enano Fornund tiene una tiza demoniaca para abrir portales y coger un atajo, pero el grupo está lleno de viejunos conservadores que quieren llegar hasta Ely sin asumir riesgos, por el camino largo: la grieta en las cuevas. Pero yo creo que es una sandez y que no volvería a pasar nada malo otra vez por intentar de nuevo abrir portales demoniacos.

Jess detuvo su relato. Creía que Corvinus era un cobarde, y que la mención de Lord Lustmord, los demonios y el abismo iba a ser suficiente para que el astrónomo se echase para atrás y no les acompañase. Seguía sin caerle bien, a pesar de que era capaz de convocar peces de colorines muy monos.

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19/10/2017, 17:46
San Dámasor el Ilmaterino

Siento pena por Corvinus, encerrado en su torre sin más compañía que su locura. Siento pena por el atormentado Tergrar, que no puede encontrar descanso porque sus dos hijas han sido convertidas en vampiresas. Siento pena por la propia Elyzabeth, secuestrada por un demonio terrible...

Pero no puedo sentir pena por nosotros. Nosotros estamos bien y nos tenemos los unos a los otros y tenemos a Ilmáter, el Dios Quebrantado, con nosotros. No entiendo a qué vienen estos llantos y esta necesidad de refugiarse en la bebida. Y, sobretodo, no entiendo por qué mi buen amigo Nalfeim ha perdido la fe en los dioses para depositarla en exclusiva en el solitario Corvinus. Ninguno somos imprescindibles, pero juntos tenemos más posibilidades de triunfar que por separado. Aún así, aunque tuviera que ir yo solo al Abismo a infrentarme a ese príncipe demoníaco, lo haría sin dudarlo.

Afortunadamente la pequeña Jessy no ha perdido ni un ápice de su entereza y continúa mostrando su contagioso entusiasmo, que me hace sentir 10 años más joven.

—¡Ese es el e-e-espíritu! —exclamo, poco dispuesto a que mis rodillas tengan que soportar la fatigosa tarea de bajar todas las escaleras que hemos subido para llegar hasta aquí—. Yo no sé nada de por...tales pero parece una idea tan bue-bue-na como cualquier... otra.

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20/10/2017, 22:19
Maese Corvinus Heliodon

Anochecer

Observatorio de maese Corvinus Heliodon

Santuario de Pelor

 

- Treinta y dosh añosh.*-

Nalfeim miró a través de los ojos del monje conteniendo sus emociones.

-Te contaré un secreto- Dijo en voz baja. -La vida es una hija de…-

En ese momento Naja echó la primera papilla y el clérigo sintió que era tarde para darle lecciones.

Entonces Tergrar comenzó a hablar por boca de Naja Naja. Interrumpiendo la conexión que Nalfeim buscaba con su pasado.

Desde la distancia agitó el puño cerrado en dirección al observatorio.

- Me lo debe. Dile que me lo debe, Nalfeim. Por su culpa mi hija estha...muerta.- Insistía el atormentado espíritu.

Al escucharlo, el gran mago contrajo las cejas con cara de circunstancias y se limitó a dejar la puerta entornada para que los aventureros pudieran entrar.

Nalfeim bajó la voz hasta hacerse casi inaudible y sonrió maliciosamente. -Corvinus se merecería que le poseyeran a él. Así Naja y yo podríamos podríamos recuperar el tiempo perdido- Nada más decirlo sacudió la cabeza. La idea era tan oportuna como imposible.

 

Los esfuerzos diplomáticos del ilmaterino y sus compañeros al fin dieron sus frutos. Fornund fue el primero en acercarse y martilleó al mago con una respuesta tan dura que acabó de desquebrajar la coraza de indiferencia del gran maestre.

-Esto…Mirar, siento lo que les ha pasado. De verdad- Respondió con torpeza, sin llegar a reconocer su parte de culpabilidad. -Si. Os ayudaré- Asintió con la mirada perdida.

Corvinus dudó si dejar pasar a la vampirizada Jess, pero su alegre forma de hablar, incluso cuando relataba su dramática historia, no encajaba con la siniestra imagen que tenía de los vampiros, y acabó por invitarla a entrar de nuevo en el observatorio.

La majestuosa carpa voladora se había desvanecido a Corvinus le costaba confiar completamente en ellos.

-¡Tu ahí, eh!- Dijo a Jess, señalando a una distancia prudencial de sí mismo. En su bolsillo no dejaba de manosear el bordado con la efigie de su dios. -¿En qué estabas pensando para dejar que te mordiese Ely?- Preguntó poniendo los ojos en blanco.

Corvinus lanzó una última mirada a su telescopio, apuntando a un sol que languidecía en el horizonte.

-No hemos empezado de la mejor manera- Dijo a los aventureros -Permitirme arreglarlo-

 Se frotó las manos para entrar en calor y chasqueó los dedos varias veces. Con el primer chasquido apareció una chimenea en mitad del hall y caldeó el lugar con su lumbre. Con el segundo chasquido, una mesa alargada y sillas tras cada aventurero. Y con el tercero, la mesa se llenó de manjares de todo tipo. Jagga miró con aprensión a Jess que no podía disfrutar de nada de aquello. Sîglü ignoró las lecciones que el paladín le estaba inculcando sobre el decoro y se abalanzó sobre las fuentes de comida como un animal hambriento.

-Santa madre de dios- Murmuró Corvinus horrorizado. El mago tendió una servilleta a la minera y esta se lo agradeció con un gruñido ininteligible. La salvaje hundió sus garras en la comida como si fueran palas y llenó la servilleta a modo de hatillo.

El mago continuó animando todo tipo de objetos para acomodaros. Saltaba a la vista que a pesar de la multitud de peregrinos que debían acudir al santuario, Corvinus era un individuo muy solitario. No tenía servicio ni ayudantes y recurría a la magia para resolver cualquier necesidad.

Nalfeim aprovechó el momento de relajación para confesar su secreto. Explicó que tuvo que entregar a su hijo en adopción, fruto de un encuentro harto inapropiado. Tergrar se ocupó de entregarlo al monasterio de Sarpa Rajnï, para que recibiese una buena educación. El reto de detalles los compartió con Naja Naja mientras Sîglü, embotada por el vino, graznaba canciones picantes en su lengua salvaje.

Tras la cena Corvinus aprovechó para contar cómo el famoso arcanábulo llegó a sus manos:

-Una hermosa mujer con un sombrero verde me lo entregó siendo estudiante. Ya contenía la mayoría de conjuros que tiene ahora. Solo rellené los huecos que faltaban de la investigación que ha causado tanta polémica- Confesó lanzando una mirada al telescopio. – Su encuadernación era siniestra y era demasiado bueno para no ser una trampa, pero no hallé ninguna maldición entre sus páginas. No fue hasta mucho más tarde, que descubrí lo letal que resultaba el libro para alguien que no fuera yo mismo- Corvinus apoyó la frente en las manos y continuó: -La maldición eran sus conjuros junto con mi afán de conocimiento, que me hicieron progresar con demasiada facilidad, lo que casi nos lleva a una noche eterna- Explicó masajeándose sus encanecidas sienes. -Tengo la horrible sensación de que mi vida ha sido solo una jugada de un demonio con la paciencia de un ser inmortal. Es incluso posible que esperase que yo inventara mi conjuro solar para fuera un humano quien destruyese el mundo- Miró a Jess y se sintió reflejado en el pequeño monstruo en el que se había convertido la joven. -Tal vez fuera ese el plan al que te refieres para destruir a los dioses.

-Será mejor alejarme de ese libro. Solo lo necesito para devolver el Sol a su sitio. Después podéis llevároslo; pero os lo ruego, esa última página con “mi gran conjuro” no debe caer en manos de Lord Lustmord. Por eso tampoco debería acompañaros en vuestra misión de rescate- Explicó con gesto grave.

-Si queréis descansar, os ofrezco mi casa. Yo estaré arriba- Corvinus chasqueó los dedos con gesto cansado y la vajilla comenzó a desaparecer. Al mismo tiempo varias mantas y futones se materializaron alrededor de la chimenea. -Abrigaros bien, Aquí refresca por la noche. Mañana abriré un portal hacia donde me pidáis. Podéis coger cualquier libro de la biblioteca y si necesitáis armas o equipo, buscar entre las ofrendas que hay en el sótano. Servirán mejor a los dioses en vuestras manos que cogiendo polvo.-

Notas de juego

Todos subís a N8

Podéis equiparos con 8.000Po +100Po por cada rango que tengáis en Tasación.

Dudas al Off-topic. Si lo tenéis claro, poner el equipo nuevo en Creación de personajes.

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20/10/2017, 22:28
Director

Notas de juego

Jess: Aún no has cogido fuerzas suficientes para subir otro nivel de engendro. Debes morder a alguien poderoso para conseguirlo.

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21/10/2017, 09:56
La Gran Jess

Jess alejó cinco pies la silla de la mesa, para que los malos modos de Sîglü no esparcieran la comida hasta su ropa.

Ya que estamos de confesiones-dijo, por Nalfeim-, explicaré el motivo por el cual me dejé morder por Ely...

Yo la había notado de bajón desde que la rescatamos, y sabía que no se sentía muy animada. Pero surgió en la conversación la posibilidad de ir a cazar ardillas, y Ely se entusiasmó. Es mi mejor amiga, estaba pasando un mal momento, y yo quería ayudarla. Y cuando probó la sangre de ardilla y vió que no le gustaba, y me miró con esa carita... y puso esos ojitos... ¿Quién le puede decir que no a esos ojitos?

No encontré voluntad para resistirme. Era como si todo lo que pudiese hacer fuese complacer sus deseos, sin ninguna capacidad crítica, y...-entonces cayó en la cuenta-¡ay, la leche! ¡Pero qué cabrita! ¡Me hizo uno de esos trucos de control mental! Claro, dicen que esas cosas solo afectan a las mentes más brillantes como la mía... ¡Pero qué cabrita!-repitió, con su limitado repertorio de decir palabrotas e insultos-¡Me manipuló! ¡Me traicionó! Y yo la consideraba mi amiga... Agh. Caray con la mosquita muerta...

No estaba enfadada. Bueno, sí, un poquito. Pero se había sentido muy tonta por acceder a que Ely chupase su sangre, y resulta que no, que Jess es lista, que solo estaba dominada por una vampiresa lagartona. Le puede pasar a cualquiera. Esa noticia lo compensaba todo, porque era reconfortante saber que no era una estúpida. Es otro superpoder vampírico, la autoestima, el ego desmesurado, sentirse superior a los demás. Averiguar que no había cometido un error, que aquello no era culpa suya, y que por tanto era perfecta en todos los sentidos, hacía que lo demás importase menos.

Yo creo que el lugar más seguro para esconder el acranálubo... arcarrábulo... el libro, es una biblioteca pública. Esos sitios siempre están vacíos. Ni corres el riesgo de que Lord Lustmord lo recupere, ni corres el riesgo de que caiga en las manos de algún visitante accidental, porque las bibliotecas no tienen de eso. Claro, que... como yo no he pisado nunca una biblioteca pública, tampoco puedo estar segura de si hay gente o no.

Lo que no entiendo es porqué Lord Lustmord no ha enviado a sus demonios a recuperar el arc... el libro, desde que envió al enano Yazlik la otra vez, antes de conocer al Padre Dámasor y al resto. Tengo la sensación de que van a asaltar este observatorio antes de que yo acabe esta fraaaa...-hizo una pausa, y miró a su alrededor, pero nada pasó-Antes de que yo acabe esta fraaaaa... ¿No? Guay.

Bueno, no me gusta nada de comer de lo que hay en la mesa, así que me voy al sótano a ver qué encuentro. Te has marcado un puntazo, Corvinus. Solo por eso, ya no te morderé. Eso de un anciano con barba que reparte juguetitos podría ser el principio de una leyenda. "Y viajaba en su trineo volador tirado por carpas...", sí, una buena historia... A todo el mundo le gustan los ancianitos entrañables que dan regalos.

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21/10/2017, 12:35
Naja Naja

Naja Naja se había aficionado al alcohol para mitigar el dolor físico pero no estaba acostumbrado a sentir el dolor emocional que sentía desde que Tergrar le revelara que el viejo Nalfeim era su padre. Éste mismo lo confirmaba en medio de la cena, así sin más, como si entregar a un hijo fuese como dejar un objeto a buen recaudo. No funcionaba así. Naja Naja no había conocido más que la vida monacal por lo que, aunque se había preguntado por su procedencia en multitud de ocasiones, no le había provocado más sentimiento que la curiosidad comprensible en estos casos. Pero ahora, muchos sentimientos enfrentados bullían en su interior. Tantos que lo aturullaban y apenas probaba bocado. A lo que sí que le daba era al vino, que bebía casi con igual afán que Siglu engullía las numerosas y suculentas viandas. ¿Sería tan efectivo contra el dolor del alma?

- Uy shiii...la vida esh una auténtica...¡hic!...hija de puta...- Acabó la frase que su supuesto padre había dejado inconclusa. Lo bueno de la lengua bífida de Naja Naja es que apenas se notaba la diferencia en su forma de hablar cuando estaba borracho. ¿Todo el dolor, todo el sufrimiento que había padecido y que aún sentía, y que antes le había parecido algo inherente a su vida, a su condición de huérfano, todo había sido consecuencia de un padre desprendido? No de un accidente que hubiera matado a sus padres, ni siquiera resultado de una cruenta batalla o injusta guerra, no. Ni siquiera era huérfano. Había soportado todo el duro entrenamiento de los monjes siempre resignado a aquella premisa.

No tenía nada mejor...

Pero no era así. Su padre aún estaba vivo pero se había desprendido de él, quizá molesto por su existencia. Desde luego hubiera sido una carga. Alargó la mano hacia una de las botellas y vertió todo el contenido en su copa. A pesar de tambalearse ya por los efectos del alcohol, no derramó ni una sola gota del exquisito líquido. Levantó la copa para hacer un brindis.

- Brindo por nuestrosh mayoressh. - Siempre había sido un hombre respetuoso con los ancianos. En ellos estaba la gran sabiduría que les otorgaba la experiencia. Tergrar, Fornund, Ric, Nalfeim, Dámasor, Corvinus...Los pilares que sostenían su fe en ellos se habían agrietado y se derrumbaban por momentos.- Padresh aushentesh...- Bebió un trago. Ese iba por Nalfeim con toda la saña que pudo transmitir con la mirada en su estado.- Padresh incopententesh...- Bebió otro trago mirando a Fornund, el cual apenas tenía culpa, pero era amigo de Tergrar, el cual había demostrado su incapacidad como progenitor, visto lo visto.- Viejosh locosh...- Turno de Corvinus y Dámasor. Remató la copa y se levantó de la mesa haciendo chirriar la silla en el piso. Salió de allí raudo, pues no podía asegurar que no volviese a atacar a Corvinus. Lo único que quería era aplastar la cara de todos aquellos vejestorios con sus puños. Justo antes de salir echó la vista atrás para ver por una vez más el rostro ajado de Nalfeim. Ahora lo veía claro, aunque apenas recordase su propio aspecto de antes de iniciar el Camino, su transformación física. Su mente le retrotrajo a la boda de Tergrar con Isabella. En ese momento él era un joven de aspecto envidiable que hacía volver la cabeza a todas las mujeres que se cruzaba Su pelo, blanco como la plata, le daba además un toque exótico irresistible.

Blanco como la plata...igual que él.- ¿Y Tergrar desde siempre había sabido su secreto? Estaba indignado. Repugnado de no poder quedarse a solas , pues el espíritu del viejo aún residía en él.- ¡DEJAME SHOLO!- Gritó antes de salir de la estancia donde los demás comían.

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23/10/2017, 13:36
San Dámasor el Ilmaterino

Me alegro de que finalmente Corvinus decidiera cambiar de parecer respecto a nosotros y nuestras intenciones e incluso se muestre dispuesto a brindarnos la hospitalidad de su hogar después del fatigoso viaje que hemos hecho para llegar hasta aquí.

Sentado a la mesa bien surtida como de manera frugal, picoteando de uno u otro plato como un pajarillo, con menos apetito que curiosidad por los diferentes sabores. Una actitud que contrasta vivamente con el modo en que la oronda mujer orco ingiere la comida, como si fuera a ser la última de su complaciente existencia.

Mientras como, escucho el relato de nuestro anfitrión y no puedo evitar preguntarme quién sería aquella misteriosa mujer de sombrero verde y con qué intenciones entregaría a un aprendiz de mago un grimorio tan poderoso. Sin embargo, la conversación discurre en otros términos y la pregunta no tarda en quedar olvidada en algún lugar de mi mente senil.

No acostumbro a beber licores pero imagino que esta es una ocasión tan buena como cualquier otra y hacer una pequeña excepción y brindar con el deprimido hombre-serpiente. No acabo de entender cuáles son las causas de su aflicción pero me parecería una desconsideración por mi parte no corresponder a su brindis.

—Y por los dio-dio-dioses, que son los... mayores de todos —añado con candidez.

Por mi parte, no tengo ninguna intención de tomar prestados ninguno de los cachivaches que Corvinus guarda en su casa pero no consigo quitarme de la cabeza las palabras de nuestra pequeña vampiresa relativas a las intenciones del príncipe demoníaco.

—Si hay en ese li-li-libro algo que... pueda a-a-amenazar la existencia divina... ¿No de-deberíamos destruirlo? —pregunto con No sé si tal cosa es posible pero llevárselo directamente a Lord Lusmond no parece la mejor idea— U ocultarlo al me-menos como su...giere Jessy.

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25/10/2017, 18:52
Fornund Thornod

Tras tranquilizarse y enjuagarse las lágrimas, atendió las explicaciones de Jess y del resto, todo tras pasar de nuevo al interior del Observatorio, con un Corvinus derrotado anímicamente. Entendía a la pequeña gran Jess y no quería hacerla sentir peor, pero una promesa era una promesa, y él la cumpliría.

El ágape le hizo bien, y le dio tiempo para comer y beber sin retenerse. Tenía hambre y sed, y una buena comida era una buena comida ahí y en lo más profundo de una mina. Ignoró a Siglû y sus maneras, ya tendría tiempo de enseñarle algo, si es que era posible. El descubrimiento de que Nalf y Naja Naja eran familia, padre e hijo nada menos, era algo sorprendente, pero por las actuales circunstancias, algo casi irrelevante, al menos así lo sentía él.

Claro que él no tenía nada que ver en dicha historia y con tantos vaivenes emocionales, se sentía algo aturdido como para ponerse en la piel de alguno de los dos. La historia del mago le hizo pensar en la joven del sombrero verde que le entregó el arcanábulo al mago....obviamente, era algún plan trazado hacía tiempo, de eso no había duda.

- Bien. Ahora lo importante es ver qué hacemos. Yo estoy de acuerdo con el Santo. Hay que destruir el libro, pues es la forma más sencilla de evitar que caiga en las manos de ése demonio...y más si Corvinus no lo necesita para nada más. Ya hemos visto el mal que puede hacer, así que, lo mejor es deshacernos de él cuanto antes. -

La propuesta de Corvinus de armarse o equiparse con ofrendas que había recibido en su casa le causó sorpresa, y se mostró debidamente agradecido. - Gracias Corvinus, haremos lo que podamos para restañar las heridas causadas. -

Se dirigió hacia el sótano para curiosear.

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06/11/2017, 14:06
Maese Corvinus Heliodon

Anochecer

Observatorio de maese Corvinus Heliodon

Santuario de Pelor

 

Lo que no entiendo es porqué Lord Lustmord no ha enviado a sus demonios a recuperar el arc... el libro,

-Pienso que prefiere hacer el mal, manipulando a las personas. Eso las separa más de sus dioses y los debilita sin dar la cara.-

—Si hay en ese li-li-libro algo que... pueda a-a-amenazar la existencia divina... ¿No de-deberíamos destruirlo?-

Corvinus se manoseó la cara nervioso. -Una parte de mi te da la razón ilmaterino. Pero te prevengo que, aunque solo sea por accidente, ya he comprobado que este artefacto se resistirá a ser destruido-

Fornund parecía decidido a destruir el libro también, de modo que el mago insistió en que le ayudaseis por la mañana con el telescopio y después podríais arrojarlo al fuego.

Te has marcado un puntazo, Corvinus. Solo por eso, ya no te morderé.

El magister no parecía muy preocupado por la chiquilla y respondió con timidez -Si volvéis a ver a Isabella, decirla que os he ayudado- Poco a poco los aventureros descubrían el lado humano del mago megalómano.