Partida Rol por web

Tengo sed

3.- "Mi verdadero tu"

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06/11/2017, 14:08
Director

-TUM-TUM, TUM-TUM- Jess veía como sus compañeros movían los labios, pero dejó de escuchar nada de lo que decían. Solo sentía el atronador sonido de sus corazones resonando en sus oídos, su cabeza, sus pensamientos…Llamándola.

-Estoy aquí- susurró una voz que no supo reconocer. Miró alrededor suyo. Corvinus sonreía ante su propuesta de esconder el arcanábulo en una biblioteca y respondió sin dejar de señalar el libro en manos de Fornud pero por encima de sus palabras el atronador -TUM-TUM- De todos ellos.

Sintió como sus colmillos se desplegaban milímetro a milímetro, clavándose en sus fríos y amoratados labios.

-Ya estoy aquí…Tu verdadero yo-

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06/11/2017, 14:09
Director

Sentados a la mesa se escuchó un rugido. Todos excepto Sîglü, dejaron de comer y cruzaron miradas de preocupación. Ya estaba…las peores pesadillas de La Gran Jess se harían realidad y volverían a atacarlos allí donde intentasen descansar. Entonces se escuchó otro rugido: Mas fuerte, más hondo y mucho más cerca de lo que todos habían creído. La oronda minera miró hacia el vientre plano de Jess y señaló con sus dedazos pringados de comida.

-Tienez moztruo dentru – Después lanzó una risotada.

La tripa de la joven espadachín volvió a rugir. Jess se llevó las manos al vientre para acallar los embarazosos retortijones. Al parecer el hambre no era la única necesidad que sentía y Jess corrió a buscar una mata donde aliviarse. Su cara contrastaba con la de la salvaje, que volvió a atacar los postres sin ningún pudor.

-¿Cómo puede ser que…? Quiero decir…Que ya no hará eso ¿No?- Nerisnath quería entenderlo sin herir la sensibilidad de nadie.

-Me temo que no es lo que parece- Respondió Nalfeim con gesto grave. El clérigo se levantó de la mesa y se asomó por la puerta para vigilar a la muchacha sin invadir su intimidad.

Los calambres que Jess sentía iban de mal en peor. No recordaba tanto dolor desde que el sol estuviese a punto de abrasarla la mañana siguiente a su “nacimiento”. Al abrigo de la oscuridad, la joven se bajó los pantalones apresuradamente y literalmente se vació por dentro.

-PCHOF-PCHOF-CHOF- Sonó como una red de pescado vaciándose sobre la dársena del puerto y recordó a los que la habían presenciado, la traumática transformación de Ely días atrás.

-¿Estás bien?- Preguntó la maga roja desde la puerta del observatorio. Ni en sueños se acercaría ahora mismo. Y a juzgar por el sonido viscoso, evitaría pasar por allí por la mañana.

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06/11/2017, 14:11
Nalfeim Do'Imra

Nalfeim contrajo los labios. Aquello estaba fuera de sus conocimientos y bajó al sótano. No por el interés en las reliquias que Corvinus guardase en las cámaras del santuario, sino por otro tesoro aún más grande que acababa de serle devuelto.

-Naja…Espera. Tenemos que hablar-

El rencor del monje se le clavaba como una aguja en el corazón y a pesar de que apenas lo conocía, no soportaba su rechazo.

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06/11/2017, 14:12
Director

Jess abrió las piernas en una posición impropia de una señorita, pero todos los agujeros de su entrepierna estaban vomitando sus entrañas rezumantes de una pasta oscura como la tinta de un calamar. De nuevo el rugido retumbó muy dentro de ella como una bestia que quisiera devorarla por dentro.

-Estoy aquí. Debes alimentarte- Jess se asustó. Era su propia voz entrando en su cabeza como el Babau.

La Jess buena. La que acariciaba a Botones y encontraba simpáticas a las ardillas, quiso escapar de aquel depredador bestial y desalmado. Sintió que se sumergía en su propia oscuridad y cayó al suelo entre sus propias vísceras. Al mirar hacia arriba vio su propia entrepierna y a ella misma, de pie con un rostro duro y feroz, observándola sin emoción alguna.

-No vas a escapar. Todavía no. Te necesito-

La Jess buena agitó los brazos en su propia inmundicia tratando de huir de ese Yo monstruoso, pero la vampira le mostró los colmillos, se agachó sobre ella y la absorbió por donde había salido.

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06/11/2017, 14:13
Director

Notas de juego

Cuando Jess regresa, su aura es sombría. Su espíritu jovial parece al límite de quebrarse y dar paso a un ser oscuro.

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06/11/2017, 14:13
Director

Notas de juego

Cuando Jess regresa, su aura es sombría. Su espíritu jovial parece al límite de quebrarse y dar paso a un ser oscuro.

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06/11/2017, 14:14
Nalfeim Do'Imra

Nalfeim alcanzó a Naja y lo sujetó por el brazo. De inmediato lo soltó temiendo recibir un golpe, pero al menos había recuperado la atención del Monje.

El viejo clérigo ofreció una copa de licor a su hijo. -Mi pelo y la vida monástica no es lo único que has heredado de mi- confesó bebiendo un buen trago y dejando sus ojos perdidos en el alcohol. -Tu madre y yo éramos unos críos cuando nos conocimos. Se llamaba Virena. Era una sacerdotisa del templo donde te criaste. Aquello no debía de ocurrir, pero como tantas cosas en esta vida, sucedió. Se presentó nueve meses después en la taberna de Tergrar. Entonces tenía otro nombre y otro dueño. Tanto ella como yo teníamos nuestros votos. Las normas de la serpiente son muy severas y las consecuencias podrían haber sido muy graves, especialmente para tu madre y para ti. Acordamos que yo te entregaría al templo para que te criases allí como un huérfano. De ese modo tu madre podría seguir a tu lado, aunque jamás lo supieses. Virena no logró ocultar su embarazo a todo el mundo y Tergrar se ofreció a llevarte al templo para reducir las sospechas sobre nuestro plan. Así podría visitarte de vez en cuando, pero algo salió mal y tu madre desapareció sin dejar rastro. La busqué durante años, pero jamás pude averiguar si la mataron o se marchó para no manchar tu futuro en el monasterio. Yo quise creer lo segundo y por eso tampoco regresé. Lo creas o no, renunciamos a ti para que pudieras llegar a ser lo que eres ahora.- Nalfeim se acabó la copa y añadió. -Tu rencor no me es indiferente, así que te pido que lo dosifiques hasta hacerlo soportable. Estoy decidido a recuperar el tiempo perdido-

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06/11/2017, 14:15
Director

Jess regresó al salón del observatorio pálida como la luna. Sus ojos enrojecidos estaban idos como si hubieran visto un fantasma. Hasta la calavera de Nerisnath, se reservó sus comentarios mordaces para mejor ocasión.

Ahora Corvinus miró con aprensión a la muchacha. Manoseó algo en su bolsillo y se retiró a una habitación del primer piso para dormir.

Notas de juego

Decirme si hacéis algo esa noche o cambiáis algún conjuro para la mañana siguiente y seguimos.

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06/11/2017, 14:17
Jagga

La sed no dejaba dormir a Jess. De hecho, ahora por la noche se encontraba más activa que nunca. Había intentado acurrucarse y cerrar los ojos para parecer una más del grupo pero el sonido de todos esos corazones la estaba volviendo loca.

Salió un momento a tomar aire y contemplar las estrellas. En realidad no respiraba. De haberlo hecho habría salido vaho pero estaba fría como la escarcha que se estaba formando sobre la hierba.

Escuchó la puerta tras de sí. Jagga se echó por encima unas pieles y entornó la puerta para no despertar a los demás.

-Jagga quiere dar cumida a Jezz- Explicó tan directa como siempre. De inmediato la orco ocultó el cuello bajo la capa y matizó sus intenciones: -Nu yu, peru zi otru- Dijo enseñando sus fuertes brazos sujetando a una víctima imaginaria.

Jess levantó las cejas y Jagga insistió: -Jagga conocer a Yazlik antez que a Jezz. Jezz cumer u volver loca u peor, volver caca- Dijo señalando las matas donde Jess había evacuado sus intestinos y buena parte de sus vísceras.

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06/11/2017, 21:36
San Dámasor el Ilmaterino

Si ese libro maldito puede ayudar a Corvinus a poner el sol en su sitio otra vez, no tengo ningún problema en que haga uso de él tanto como lo necesite. A fin de cuentas le pertenece a él y no a nosotros. No puede decirse que se esté mostrando particularmente colaborador con nuestra causa pero sí se aprecia una notable mejoría respecto de sus intenciones iniciales y me consta que cuando se llega a nuestra edad resulta muy difícil cambiar la forma de proceder de cada uno.

Confiaba en que después de tantas andanzas la cena al menos trascurriera sin incidentes pero parece que algo ha indigestado a la pequeña Jessy y no puedo dejar de solidarizarme con sus problemas intestinales. Los míos son la causa de que haga tiempo que como de forma tan frugal.

Juraría que esta noche está particularmente pálida y tiene el pelo especialmente grasiento. Como sanador solo me atrevo a recomendarle un baño caliente pero mucho me temo que su dolencia va más allá de la ciencia médica. En el pasado logré hacer remitir temporalmente los síntomas que aquejaban a las dos hijas de Tergrar pero ahora sospecho que no hay nada que pueda hacer pare revertir lo ocurrido.

También es mala suerte morirse, convertirse en fantasma y descubrir que tu hijo no es tuyo y que tus dos hijas legítimas han sido infectadas por alguna clase de enfermedad que se transmite del mismo modo que los perros contagian la rabia. Pobre viejo Tergrar...

Llegados a este punto solo hay dos formas de enfrenterse a la epidemia: o erradicar a los infectados o encontrar un remedio en el origen de la enfermedad. Como no me veo con ánimo para lo primero, supongo que eso significa que no deberíamos demorarnos más en entrar en el Abismo en busca de ese Lord Lusmond. Si existe un antídoto para la corrupción que Morgiann ha extendido, debe tenerlo ese señor demoníaco.

Notas de juego

Conjuros preparados para la nueva jornada.

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07/11/2017, 11:45
La Gran Jess

Jess abrió los ojos de par en par y miró a Jagga. A la fiel y apetitosa Jagga.

¿Tú...? ¿Quieres ayudarme...? ¿A mí...?

Bendito Stum. Antes de que le salvase la vida, Jagga no habría movido un dedo por ella. Ahora era la más leal aliada. A su vez, Jess había derrotado a su odio por todo aquello que oliese a orco. Tenía que ver con la victoria de la Jess mala. Eso le había calmado. Le había despojado del ímpetu de la juventud. Y sin esos prontos, la realidad se volvía más nítida, y lo que había sido un goloso aperitivo, se había convertido derrepente en una valiosa herramienta.

Hagámoslo... Vayamos al Santuario de Pelor para ponernos las botas. ¡No, espera!

La mención de Yazlik le picó la curiosidad, pues relacionaba más a ese enano con el libro de Corvinus que con su propio autor. ¿A qué sabía la sangre de aquel libro? ¿A qué sabía la magia?

El libro de Corvinus está vivo, ¿verdad? Y si está vivo tiene sangre, ¿verdad?

En realidad, los hongos y las plantas también eran seres vivos, y no tenían sangre. Pero ser un astuto brazo del mal no te hace más listo.

Entremos en el observatorio, Jagga. Quiero hincarle el colmillo a esa cubierta de piel, a ver qué hay debajo. Y si me deja un regusto a celulosa, luego podemos ir al Santuario a por un dulce postre...

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07/11/2017, 21:25
Naja Naja
Sólo para el director

- Naja Naja...- Contestó el monje de malos modos desembarazándose del agarre del viejo clérigo. Estaba harto de que no pronunciaran su nombre al completo. El dolor que sentía en las entrañas era algo nuevo para él. Escuchó la historia de Nalfeim con la ira creciendo en su interior como un torbellino incontrolable. Tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por no desahogarse convirtiendo el rostro del viejo en una pulpa sanguinolenta con sus propios puños. El espíritu de Tergrar trataba de tranquilizar al monje para ayudar a su amigo. Estaba claro que entre compañeros de aventuras, ambos unos golfos carentes de valores, debían ayudarse.

Aunque Naja Naja no quisiese escuchar a Nalfeim el nombre de su madre rebotaba como un eco en su cabeza.

Virena, Virena, Virena...- Normalmente Naja Naja contenía sus emociones pero el alcohol y la posesión le tenían desestabilizado por completo.

Tanto ella como yo teníamos nuestros votos.

- ¡Pfffff!- Bufó el monje pro no reírse a carcajadas en la cara de Nalfeim. 

Me cago en tus votos.- Tergrar reprendía al monje por su lenguaje pero no estaba ahora para soportar nada así que bebió otro trago de su propio licor.

Lo creas o no, renunciamos a ti para que pudieras llegar a ser lo que eres ahora.

- Debería agradecérsshelo, claro. Buuuuuchassh graciasssh, qué cobsideradossssh.- Había sufrido tanto dolor durante su entrenamiento en el monasterio. Antes lo tenía casi asumido. No tener padres implicaba que debía gratitud a aquellos que lo habían criado, a pesar de la crueldad de su formación como monje dela Cobra. Sin embargo, tener la certeza de que sus padres habían estado vivos todo ese tiempo, al menos uno, y que no le hubieran sacado de allí, como si hubiera sido algo de provecho en lo que le habían convertido, le llenaba de rabia.

Pegó otro trago largo y el alcohol empezaba a nublar completamente su vista y acallar las estúpidas excusas que le lanzaba Tergrar desde su interior. Dio un par de amenazantes pasos hacia Nalfeim pero chocó con la esquina de una mesa llena de cachibaches, tirando al suelo una gran parte de ellos con sonoro estruendo.

- Tu...ya...no....decidessh ba-da...viejo.- Iba a golpearle el pecho pero se quedó sin fuerzas. Sus piernas ya no le sostuvieron y en vez de golpear a Nalfeim le echó los brazos alrededor del cuello, medio inconsciente de la borrachera.

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07/11/2017, 22:13
Jagga

   La salvaje asintió a todas y cada una de las palabras de la vampira. Incluso a aquellas que no eran preguntas ni afirmaciones. Jess se preguntó si aquello era fidelidad ciega a su juramento, o su yo mala la había hechizado como Ely había hecho con ella. El recuerdo de verse a ella misma (desde abajo) la perseguía. Aún no era capaz de dar crédito a su experiencia extracorpórea. Mientras aclaraba sus recuerdos propuso a Jagga hacerse con el libro. La orco pareció dudar unos segundos. De todos los aventureros, el enano era el más intimidante para la piel verde, pero accedió a quitarle el libro si aquello saldaba su deuda.

Entraron a hurtadillas. El hall del observatorio estaba en completa oscuridad pero aquello no era impedimento para ninguna de las dos. Jagga parecía llevar el latrocinio en sus verdes venas, salvo por un pequeño patinazo con los restos de comida diseminados por Sîglü. Nalfeim se revolvió en el enorme almohadón que hacía de cama y siguió respirando profundamente. Jess se acuclilló frente al paladín. El robusto enano ahora se le antojaba frágil y apetitoso, dormidito como un querubín. Se mantuvo firme en su decisión y se limitó a mover el retaco brazo del enano lejos de su mochila. Jagga deslizó sus garras y extrajo el arcanábulo envuelto en el paño de raso con el que Shanshar lo había envuelto. La piel verde lo sostuvo con una garra. Miró fijamente a Jess y alargó la otra con la palma hacia arriba.

-Mi stumm- Le pidió a Jess mucho más fuerte de lo que era prudente a escasos centímetros de un enano al que acababan de robar.

- Tiradas (8)

Motivo: Moverse sigilosamente Jess

Tirada: 1d20

Resultado: 18(+15)=33

Motivo: Moverse sigilosamente Jagga

Tirada: 1d20

Resultado: 3(+21)=24

Tirada oculta

Motivo: Escuchar Fornund

Tirada: 1d20

Dificultad: 24+

Resultado: 12(+2)=14 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Escuchar Naja

Tirada: 1d20

Dificultad: 24+

Resultado: 3(+5)=8 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Escuchar Nalfeim

Tirada: 1d20

Dificultad: 24+

Resultado: 15(+3)=18 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Escuchar Nerisnath

Tirada: 1d20

Dificultad: 24+

Resultado: 16(-1)=15 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Escuchar Talitha

Tirada: 1d20

Dificultad: 24+

Resultado: 18(-1)=17 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: Escuchar Dámasor

Tirada: 1d20

Dificultad: 24+

Resultado: 6(+6)=12 (Fracaso)

Notas de juego

Tiro por jagga y por Jess con un bono +10 para representar que todos están dormidos.

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08/11/2017, 12:27
La Gran Jess

El ceño de Jess se contrajo. Jagga le había ofendido. ¿Exigir su Stum? Jess no lo quería para nada, pero era como si la orquita hubiese puesto sobre la mesa su intención de serle desleal. Al final puede que sí, puede que todos los orcos sean igual de traicioneros.

Aquí no, fuera...-susurró.

Jess sacó de su mochilita un libro. Era la falsificación que le había dado Shanshar antes de ir a las montañas para engañar a Yazlik. La situación nunca se desarrolló en la dirección en la que pudieran dar un cambiazo al enemigo. Aquella noche serviría para dar el cambiazo a un aliado.

La joven vampira señaló la falsificación y luego a la mochila del Gran Fornund, para que la semiorca metiese el libro entre las posesiones del enano de modo que pudiera consumarse el engaño. ¿Seguiría pidiéndole el stum si Jagga creía que nadie se daría cuenta jamás de su robo?

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08/11/2017, 15:20
Jagga

-Aquí no, fuera...-

Jagga frunció el ceño aún más. Nadie salvo un ogro o una sacerdotisa drow la habrían ganado, y menos una chiquilla humana, por vampirizada y vacía por dentro que se hubiese quedado.

La salvaje sostuvo la mano hacia arriba sin pestañear, pero al final el enano farfulló algo entre sueños y la minera se apeó del peligroso duelo. La piel verde entregó el tomo, dieron el cambiazo al paladín y salió fuera refunfuñando: -Comu piedra en culo, zuy orca-zuy tonta, nada en la cabeza. ¡Ifulki!- Mascuyó entre insultos en su lengua tribal.

Jess salió detrás y entornó la puerta tras de sí antes de alejarse unos pasos del observatorio.

A sus ojos, la piel de la orco brillaba bajo la luz de las estrellas. Jagga sintió como la miraban y se ciñó la capa de pieles tan arriba que le tapaba la boca.

Jess apartó el paño y observó la encuadernación del libro una vez más. El cuero olía a humano. Al acercar la nariz, los párpados se abrieron y la observaron con recelo. Las costuras se tensaron con leves movimientos, pero la temible boca llena de dientes no apareció entre sus pliegues.

 

Jagga interrumpió su análisis:

-Na´ ka-azer aquí. Curvinu ez repelente comu mozquituz er buzque- Protestó de nuevo.

La orco se pensó un poco más las siguientes palabras antes de pedir su stumm por última vez:

-Tu zer coza utra. Jezz acabar chupandu Jagga y ezu nu guztar Gruumusha ni a Jagga-

- Tiradas (1)

Motivo: Prueba de carisma Jess

Tirada: 1d20

Dificultad: 7+

Resultado: 15(+3)=18 (Exito)

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10/11/2017, 18:17
La Gran Jess

Así que estamos sincerándonos la una con la otra, ¿eh?

Oh, creo que aquí ha habido un malentendido... Nadie va a chupar tu sangre, Jagga. Un vampiro no es muy distinto a un ser humano. En ambos casos, lo que queremos comer son las cosas que tienen un aspecto apetitoso y exótico. Tú no eres apetitosa. Eres fea. Y no eres exótica. Eres tan común que resultas vulgar. Créeme, querida... lo último que querría en esta vida sería probar tu sangre. Elegería morir de sed antes de... es más, me arrojaría al mismísimo sol antes de hundir mis colmillos en tu rugosa y maloliente piel verde.

Este libro, sin embargo...

Jess lo abrazó poniéndolo a la altura de su cara. Lo olió. Sintió el calor de su encuadernación en piel humana acariciándole las mejillas, y solo lo separó de ella para volver a hablar.

Este libro es hermoso. Este libro es único. Lo más exótico y singular que existe en este universo. No tengo ni la más remota idea de si un vampiro puede digerir su sangre, o tan siquiera de si hay una sangre que digerir. Pero sé que lo quiero. Porque mi familia era muy pobre, y de niña nunca podía tener cosas bonitas. O porque he sido una niña muy buena, y me lo merezco. Elige tú la respuesta que más te guste.

Soy una vampiresa. Viviré para siempre. Mis cosas favoritas se romperán. Mis cimitarras se oxidarán. Mi ropa favorita se apolillará. Pero este libro... es algo que me acompañará por el resto de la eternidad. El primer objeto del que puedo decir: "es mío". Y yo soy de él. Tengo a Ely, claro. Si es que llego a encontrarla. Pero yo sé que nos pelearemos, puede que en diez años, puede que en diez siglos. Me volverá a abandonar, como cuando eligió irse con la falsa Morrigan por el portal demoniaco.

Tú no lo harás, ¿verdad, bonito?-dijo al libro-Tú nunca me dejarás.

Jess besó la cubierta, con sus fríos labios de muerta viviente. Arriba, a la izquierda del ojo. Luego giró el libro confusa. Ni siquiera sabía si lo estaba sujetando al revés. ¿Alguien le había preguntado alguna vez a aquel libro cómo quería ser sujetado? ¿Si con el ojo para arriba o con el ojo para abajo?

Llevó la mano atrás, a su mochilita. Sacó de ella el Stum de Jagga, manteniéndolo en alto, a la altura de la frente.

Para ganarte tu Stum deberás hacer una última cosa. Prométeme, por tu Stum, que nunca jamás le contarás a nadie esta conversación. Que nunca contarás lo que ha pasado esta noche. Ni el robo del libro, ni que ahora el que tiene el paladín es falso, ni que el verdadero está ahora conmigo. ¡Por tu Stum!

Si incumples tu promesa, serás una orca sin Stum. Y le diré al Gordo Fornund al que tanto temes que tú se lo robaste. Te hará daño. Y nunca volverá a confiar en una orca. Rechazará a su discípula y tu amiga Sîglu no podrá ser paladina, y se enfadará contigo. Puede que no vuelva a hablarte nunca. O peor, puede que siente su mastodóntico trasero encima tuya y te aplaste.

A Jess no le agradaba dejar a aquel cabo suelto con vida, pero no tenía opción. Si empezaban a desaparecer miembros de la expedición, en seguida empezarían a sospechar de Jess y preguntarse si ella se los había comido. Era mejor así. Una orca estúpida tenía una mente que le sería muy fácil de manipular.

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10/11/2017, 21:28
Jagga

Jagga frunció aún más el ceño.

-¿Qué tié malu mi piel. ¡Yu zer maz-maz guapuna de clan!- Protestó estirándose  el carrillo hacia atrás. Casi parecía que ahora quisiera que la mordiesen, pero jagga había vivido horrores indescriptibles a manos de Yazlik, y no tenía ninguna intención en acabar como el capataz.

-Tu zi que goler a pochu. Tu alma ze pudre y ze va pur pataz- Dijo señalando la mancha oscura del césped donde Jess había sufrido su siniestro retortijón. -Típicu jumano…Típicu chupa-chupa to juntu- Bufó ofendida. -Jezz nu maz de loz zuyoz- Dijo señalando el observatorio. -Van traicionar prontu- La advirtió.

Cuando Jess acercó la cara al libro para olerlo, este gruñó. Uno de los pliegues cuarteados se abrió mostrando una hilera de afilados dientes de color café. Los ojos no parecían tener derecho ni revés al no estar junto a ninguna nariz, pero el libro pareció reconocer igualmente el aroma de Jess y cambiaron su expresión recelosa. Toda la piel se suavizó y desaparecieron las peligrosas fauces.

Jagga dio un paso atrás. La joven que la había salvado de la muerte se estaba transformando en algo siniestro, pero su temor se transformó en rabia cuando Jess nombró a Sîglü.

-Ni guztar libru, Ni guztar enano…Sîglü ma-miga. Sîglü nu nezezita dioz mineru, ¡Grumusha ser dioz e todus loz orcuz!- Sus ojos brillaron de ira al sacar lo que opinaba de la conversión de su compañera. Sin embargo, cuando Jess le enseñó su stumm, la minera enmudeció como si su mismísimo dios la observase en ese momento. Se hizo un largo silencio en el que la piel verde sopesaba sus opciones y finalmente se estiró del lóbulo de la oreja y gruñó de mala gana: -Jagga jura-

Notas de juego

Dame pistas de lo que vas a hacer para cerrar este paréntesis cuando amanezca. Quiero continuar el hilo con todos los jugadores este fin de semana a ser posible.

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11/11/2017, 23:45
La Gran Jess

Jess tendió el Stum hacia su legítima dueña. Ambas estrecharon sus manos con el Stum en medio, y cuando la vampira la soltó, el Stum ya estaba de nuevo en poder de Jagga.

Puedes irte...

¡Lo sabía! ¡Sabía que en el fondo la Jess Mala era un pedazo de pan! Podías haberle hecho daño a Jagga, y no lo hiciste.

¡Cállate!-pareció como si hubiese mandado callar a Jagga.

No puedes engañar a tu corazón, por muy lejos que esté de tu cuerpo: eres buena gente, y lo sabes.

¡No!-replicó a la vocecilla cándida de su interior-Si no la mato aquí mismo es porque los demás sospecharían de mí si Jagga desapareciese.

¡Qué mona! ¡Buenaza, que eres una buenaza!

Grrrr... ¡Qué te calles!

La advertencia de Jagga de que la iban a traicionar se la tomó con escepticismo. Jess llamó a Jagga fea, y era normal que ella le contestase con que no le quería nadie y que la iban a traicionar. Ninguna de las dos creía eso de verdad. Jess se sabía adorable, y a ellos los estimaba débiles. No tomarían una decisión así contra ella, como no la tomaron contra Ely. No con el Gran Fornund y el Gran Nalfeim liderando el grupo.

Jess esperó a que Jagga volviese al interior del observatorio. Con esa intimidad, abrió la boca de manera indecorosa para una señorita, tratando de encontrar un ángulo para hundir los colmillos superiores en el lomo del arcanábulo para chuparle la tinta.

Notas de juego

Guardo el libro en el interior de la mochila mágica de Heward. Si no conseguí sangre por chupar el libro (cosa más que probable), merodeo el santuario durante un par de horas. Al ver que no me puedo colar en ninguna casa sin ser invitada, vuelvo al observatorio antes del amanecer, con la esperanza de que el Gran Nalfeim se vuelva a cortar las venas para darme de comer.

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12/11/2017, 13:33
Director

Puedes irte...

-Jagga zer vientu montaña. Ir zi quieru, nu ir zi no quieru- Respondió altiva. La salvaje lanzó una larga mirada desafiante para afirmar su libertad recuperada. No tenía mayor interés en seguir a la humana y regresó al cobijo del observatorio para entrar en calor.

-¡Cállate!-

Jagga no miró hacia atrás, pero su frustración hacia la humana estalló: -¡Nu problema!. ¡Nu volver a hablar! Nunca-Nunca- Gruñó, seguido de una retahíla de improperios en su idioma.

La joven vampira se quedó a solas con el libro. Un búho ululó desde los árboles en protesta por el gélido viento que soplaba. Unos finos copos, duros como la arena, se enmarañaron en la melena de Jess. La joven se apartó el flequillo de la frente y se quedó con medio mechón en la mano. No alimentarse tenía su coste. Una cosa era ver y oír cosas raras y otra bien distinta era quedarse calva. Sin pensárselo dos veces desenvolvió el arcanábulo y le clavó con fuerza sus colmillos. Sus dientes se habían endurecido hasta convertirse en armas letales. Sintió como atravesaba la cubierta de piel y perforaba las hojas. El tacto era duro, el sabor insípido y el objeto no poseía ni una gota de sangre o fluido para alimentarla.

-Tal vez si mordiera los ojos…- Pensó la vampira. Pero en cuanto aflojó su mordida, el libro se revolvió y apareció aquella boca erizada de dientes para morderla en la cara. Jess dejó caer el libro y se apartó con la velocidad del rayo. Escuchó como las mandíbulas chasqueaban mientras el libro caía sobre la nieve recién caída. Por suerte no le había hecho daño. Cuando Corvinus avisó a Fornund de que su libro se resistiría a ser destruido, no se imaginaba algo así. Lo envolvió en el paño con ayuda de sus nuevas cimitarras de hierro frío y lo escondió en su mochila. Al agacharse vio que algo le colgaba de la cara. Trató de ver su reflejo en el filo de la espada, pero solo vio un oscuro e inquietante vacío. Al tocarse notó el tacto del cuero. Tiró pensando que se trataría de la cubierta del libro enganchada en uno de sus colmillos, pero descubrió que era su propia piel la que había quedado colgando. Su corazón no se aceleró, pero sí notó esa inquietud cuando crees que algo trerrible puede haber sucedido. El trozo de piel que tenía entre sus manos era bastante grande, en un extremo se distinguía el color amoratado de uno de sus labrios y en el otro un párpado con todas sus preciosas pestañas. Se palpó y comprobó con horror que le faltaba media cara. Sus músculos y tendones seguían intactos y no sentía frío ni calor, ni dolor alguno. Solo una sed insoportable que la hizo ponerse de pie, guardar su trozo de cara y buscar una víctima de verdad.

Las calles de Dungapur estaban desiertas y joven trató asaltar alguna casa, Sus manos eran capaces de retorcer los picaportes hasta arrancarlos de las puertas,  pero una fuerza sobrenatural le impedía atravesar cualquier umbral. Entonces escuchó los gritos de una mujer:

-¡Eres un golfo y un vago…Luego me vienes con que estás cansado!-

-No es tan tarde, solo he tomado unas cervezas con los amigos para celebrar que se han ido los orcos y todos esos muertos vivientes- Respondió un hombre desde la calle con tono ligeramente ebrio.

La mujer respondió con un portazo. El hombre giró sobre sus talones con resignación y se topó con los centelleantes ojos de Jess delante de su cara.

El desconocido entrecerró los ojos sin dar crédito a lo que veía. -Jooo tía…Te falta un trozo de cara- Dijo con cara de asco. La vampira no pudo resistir un segundo más y se abalanzó con tanta ansia sobre el cuello del aldeano que ambos acabaron en suelo.

El hombre tosió por la caída y trató de quitarse a Jess de encima. -¡Eh no estoy tan desesperado para hacerlo con una tan fea…!- No pudo acabar la frase. Jess le mordió tan fuerte que notó las cervicales del borracho quebrarse bajo sus colmillos.

- Tiradas (5)

Motivo: TS reflejos Jess Vs Libro

Tirada: 1d20

Dificultad: 30+

Resultado: 19(+10)=29 (Fracaso)

Motivo: Daño Libro Vs Jess

Tirada: 4d6

Resultado: 13

Motivo: Jess. Buscar víctimas de noche

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 20(+6)=26 (Exito)

Motivo: Jess. Golpetazo Vs víctima

Tirada: 1d20

Dificultad: 11+

Resultado: 1(+10)=11 (Exito)

Motivo: Jess. Golpetazo Vs víctima

Tirada: 1d20

Dificultad: 11+

Resultado: 9(+5)=14 (Exito)

Notas de juego

Te recuperas del daño que te ha hecho el arcanábulo, así como de cualquier pérdida de SAB que sufrieses por falta de alimento.

Cargando editor
13/11/2017, 09:17
La Gran Jess

Suck, suck, suck, suck...-chuperreteó, con ansia, como si se tratase de churrasco.

La sangre estaba calentita, pero morder con fuerza no fue la más feliz de las ideas. Con su presa muerta, la sangre empezó a empeorar su sabor.

Nota mental. ¡Apunta, Jess Buena! Nota mental: no hacer el carroñero, chupar solo la sangre de seres vivos.

La Jess Mala no sabía si la Jess Buena estaba tan callada porque tomaba notas con esmero, o porque traumatizada se había hecho un ovillo en el interior de su mente para bloquear el recuerdo de aquel crímen. Jess se palpó la cara.

Aaaawh... vuelvo a ser guaaaapaaah...

No había cicatrices que echar en cara al libro maldito, así que no estaba enfadada con él. Además, siendo justos, Jess le había mordido primero. Pero ojalá pudiera hacerse entender con el arcanábulo para explicarle que si se convertía en un libro vampírico, podría transformarse en murciélago y ver mundo con Jess a su lado.

Por contra, si estaba enfadada con el marido irresponsable. ¡La había llamado fea! ¡Y estaría dispuesto a serle infiel a su mujer si Jess fuera su tipo! Jess la Mala puede ser mala, pero es que lo de aquel hombre no tenía perdón. Lo peor de todo era que a lo mejor, por haberle mordido, se transformaba en vampiro. Jess no quería a vampiros de esa calaña sueltos por el mundo, solo gente normal y guapa, como Ely y ella... y quizás Shanshar, si no se hubiese muerto en la explosión. Porque lo peor que le puede pasar a alguien que va a vagar eternamente por el mundo es volver a cruzarse cada cien o doscientos años con un cretino. Hay que ser una vampiresa responsable con el medio ambiente.

Jess sacó su cimitarra mágica y degolló el cadáver de un tajo. De cuello para abajo, metió el cuerpo en su mochilita. La cabeza la llevó en las manos. Una vez alejada de Dungapur, dejó el cadáver lejos del camino, para que alimentara a las alimañas y los carroñeros. La cabeza la enterró en la nieve, pero... ¿cuándo iba a ser la próxima vez que pudiese jugar con la nieve si iba al plano del abismo? Jess hizo rodar el montón de nieve en el que había enterrado la cabeza. Luego hizo otras dos bolas de nieve aún más grandes. Las puso una en cima de otra.

Ah... Necesito ramitas para los brazos. Y piedritas para los botones, los ojos, y la sonrisa. ¡Yujuuu! ¡A buscar!

Se puede ser una Jess Mala, y saber pasárselo bien. Una vez terminado el muñeco de nieve, se volvió al observatorio para esperar a que los demás despertasen, un poco sucia y cubierta de nieve.