Partida Rol por web

Thanes de Carrera Blanca

4. Una Mina Tomada al Asalto.

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09/07/2014, 18:49
Sigvatr

Sigvatr lanzó un grito agónico y cayó de bruces al suelo. Tosió, ahogándose en su propia sangre.

—Padre, ¿por qué me has abandonado? —dijo en un hilo de voz.

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09/07/2014, 18:50
Carcette

—No es que te haya abandonado —gruñó Carcette mientras Sigvatr caía inconsciente—. Es que tu padre es un maldito Príncipe Daédrico.

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09/07/2014, 18:52
Uthgerd

Uthgerd soltó el espadón, cruzó el cuerpo de Sigvatr de una zancada y se acercó para que Khaled se apoyara en su hombro.

—¡Khaled! ¡Khaled! —repitió, asustada.

Perdón por el Kill Steal del PNJ.

Sigvatr se ha quedado a -7 pg. Por si queréis estabilizarlo.

Enhorabuena a todos. Buen combate.

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09/07/2014, 19:41
Elynea

A Elynea le dieron verdaderas ganas de meterle una patada en el trasero a Carcette sólo para que se cayera de bruces al suelo aprovechando que estaba justo detrás de ella. Pero se contuvo.

Sí, una pena que no sea de esos que van por ahí salvando a aquellos que quieren verlos muertos—gruñó apoyando las manos en las rodillas—. Nos habríamos ahorrado todo esto.

Emitió un sonido mezcla de bufido y jadeo. Aquella mujer comenzaba a ponerla francamente de los nervios pero estaba convencida de que sacaría más provecho tratando de enseñarle poesía a una piedra que mostrándole lo evidente.

El combate había terminado, y gracias a todo lo sagrado, había terminado con todos ellos vivos. Estaba reventada por el esfuerzo intenso de tener que estar corriendo y canalizando conjuros a tanta velocidad pero el alivio lo compensaba.

Sigue de una pieza—resolló al ver acercares a Uthgerd con semejante sofocón—. Bueno... más o menos.

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09/07/2014, 20:54
Khaled

La espada akaviri cortó el costado Sigvatr, pero la energía que corría por la hoja se disipó en su carne, inofensiva. La sorpresa, pues esperaba que el golpe fuera letal, impidió al guardia rojo armar su defensa a tiempo. El hijo de Dagon giró sobre sí mismo, trazando un arco con su espada a dos manos que mantuvo a raya a sus enemigos y abrió las tripas de Khaled como si fuera un cerdo.

Apenas tuvo tiempo de sujetarse la herida, justo entre la coraza y el cinturón, por la que amenazaban por escaparse los órganos internos. El tajo había sido tan potente que, en lugar de rebotar en la pelvis y desviarse, había seccionado el hueso como un cuchillo de carnicero. ¿Muerto por un fanático gilipollas? Khaled, eres un imbécil...

Solo los buenos reflejos de Elynea permitieron que sobreviviera al golpe mortal. La magia se extendió por sus heridas, la que le hubiera costado la vida y la que le había propinado el clannfear en el cuello, reparando los daños más urgentes. Sintió entonces el peso de las manos de la sacerdotisa en su hombro, y una nueva oleada de magia recorrió su cuerpo, confortante, alejando el dolor y la conmoción.

Estaba listo para seguir combatiendo, pero ya no hizo falta. Motivada por la rabia, con el nombre de Khaled en los labios, Uthgerd abatió a Sigvatr de dos brutales golpes. Sin esperar siquiera a comprobar si había muerto, arrojó el mandoble al suelo, saltó sobre el cuerpo y sujetó al guardia rojo por debajo del hombro.

Aunque no necesitaba la ayuda, permitió que la mujer le hiciera apoyarse en ella.

—Estoy bien, Uthgerd —dijo, sonriendo. Empezaba a sentir el dolor de las heridas que no habían sanado por completo, y Delphine seguía en problemas, pero por un momento podía permitirse disfrutar de la sensación de estar vivo. No todos los días se escapaba de la muerte cuando ya te tenía entre sus brazos—. Incluso puedo caminar. Te dejaría que me llevaras en brazos, pero he visto que a ti también te daban lo tuyo.

Desvió la mirada hacia la sacerdotisa de azura. La dunmer tenía el rostro congestionado y resollaba por el agotamiento. Demasiados hechizos complejos en unos instantes. Uno se jugaban el cuerpo, y otros el alma.

—Y gracias a ti, Elynea. Tienes una botella de sujamma esperando en Carrera Blanca. Si no sobrevivo al viaje, dile a Sigrun que vas a de mi parte, y bébetela a mi salud.

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09/07/2014, 22:50
Suro

Suro se alegró del final del combate, pero eso no se trasladó a su rostro, rápidamente comenzó a examinar los alrededores, para no encontrarse ninguna sorpresa, incluido al hijo del daedra.

- Sigue vivo, y no debería vivir, la muerte será un bajo precio por tanto dolor que ha causado, le permitirá reunirse con su padre, con la zorra de su madre, o con quien sea. Si alguien tiene estómago, que lo remate, a mí esas tareas no me gustan... 

No estaba mal, un buen final para una dura noche, a punto habían estado de perder al mejor de sus guerreros, pero habían conseguido sobrevivir y eso, dado el nivel del enemigo, ya era mucho. En cuanto examinase la cueva, tocaría dormir, ya iba siendo hora.

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10/07/2014, 09:40
Karin

Frustrada por haber contribuido en tan poco a la victoria, únicamente con unos versos aquí y un canto allá, Karin suspiró. No estaba de humor para charlar sobre qué hacer con tresbrazos, aunque coincidía con Suro en general. Se acercó a Khaled y a Uthgerd. 

- Has luchado como un hijo de Skyrim, Khaled, como la hija de Skyrim que yo no he sabido ser - luego miró a Uthgerd -. Y tú, Indómita, has hecho honor al pueblo nórdico

Luego se apartó haciendo un gesto de reconocimiento a Suro, a quien desde entonces tendría por parangón del arco y el pulso firme, en busca de sus flechas, más por tener algo que hacer para no mirarles a los ojos que porque le importaran mucho. Al pasar junto a Elynea, que había salvado al menos dos vidas directamente y bastantes más de forma indirecta, le puso la mano sobre el hombro.

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11/07/2014, 11:41
Narrador

Gracias a su minuciosa búsqueda, Suro encontró:

2 mochilas
8 pitones
2 sacos de dormir
piedra de afilar
7 jarras de hierro
símbolo sagrado de hierro de Mehrunes Dagon con compartimento secreto (vacío)
100' de cuerda de seda
material de escalada
10 platos de madera
lima de uñas
11 tenedores
3 mudas de plebeyo
cepillo para el pelo
armadura completa de gran calidad
polvo de afeitado (50 dosis)
2 bolsas para el cinto
martillo
peine de madera
10 barriles (vacíos)
acero y pedernal
cubo
vial de especias variadas
3 picos
espada larga de gran calidad
50' de cuerda de cáñamo
200 gr. de jabón
olla de hierro
esponja
trípode de madera (para olla de hierro)
10 antorchas
cucharón de madera
espadón (sin indentificar)
raciones de viaje para 5 días
4 sacos de arpillera
13 cuchillos
odre de agua
2 ropas de abrigo
cepillo
8 tazas
cuchilla de afeitar
frasco de perfume
sartén de hierro
11 cucharas
ramita yesquera
altar portátil (Mehrunes Dagon)
escudo pesado de acero de gran calidad
estuche para mapas con mapa de la comarca de Carrera Blanca
garfio de escalada
10 velas
espejo
tijeras
mineral de alumbre
10 cuencos de madera
linterna sorda
botella de vino
4 pintas de aceite
leña para 1 día
daga

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11/07/2014, 11:53
Uthgerd

Uthgerd sonrió. Era difícil verla sonreír así, pero le hacía parecer mucho más joven.

—Gracias, Karin. Y gracias, Elynea. Nos has salvado la vida —dijo tendiendo la mano a la dunmer para que se la estrechara al modo en el que lo hacían los guerreros, por el antebrazo.

Uthgerd es camarada de Khaled y de Elynea y su carácter indómito les inspira para ganan un bonificador +1 de moral a su TS de Voluntad siempre que ella esté presente.

Karin ha avanzado por la senda de la amistad. Suro ha avanzado por la senda de la rivalidad, pero aún es más amiga que rival.

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11/07/2014, 12:05
Carcette

Carcette dio un paso adelante y preparó el martillo.

—Si me lo permitís, yo acabaré con su vida. Ha matado a mucha gente buena. Aunque os dejaré la cabeza reconocible, para que podáis cobrar la recompensa por ella en Cauce Boscoso.

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12/07/2014, 14:37
Elynea

Elynea hizo un gesto vago con la mano. Si no se lo permitían lo iba a hacer igual (o peor: iba a ponerse a protestar) y de todos modos le importaba un ardite aquel mehruniano así que si Carcette quería ser quien lo enviase a Oblivion de un martillazo, no sería ella quien se lo impidiera.

—......

Notó entonces la mano de Karin sobre su hombro y giró la cabeza mirándola con expresión indescifrable, aunque a los pocos segundos apartó la vista. Aun le pitaba en los oídos lo que había dicho antes así que no sabía qué pensar pero si se quedaba mirando fijamente a la bardo seguro que terminaría dando la impresión de que ésta la molestaba.

«Y si haces eso sin decir nada, también la va a dar, genio» resopló en su fuero interno.

Si me presento en Carrera Blanca sin ti, probablemente Sigrun me la tire a la cabeza por no haber evitado que se quede sin trabajo—suspiró entonces volviendo a enderezarse para contestarle a Khaled. Sabía que aquello no ocurriría en ningún cuadro posible pero quería evitar un silencio incómodo—. Así que intentemos que seas túquien me la de.

Quería agradecerle al guarda rojo el comentario en si; el sujamma era una de las bebidas dunmer más caras y, aunque también era de las más fuertes (y por tanto no de lo primero que pediría en una barra) le recordaba lo mucho que echaba de menos Morrowind.

«Y haría falta alguien experto en descifrar jeroglíficos para que se diese cuenta de que lo que estabas haciendo era darle las gracias» gruñó para sus adentros.

Se fijó entonces en el brazo que le tendía Uthgerd y se lo estrechó con firmeza, lo había visto y hecho cientos de veces desde que había llegado a Skyrim. ¡Al fin, una cosa a la que era fácil responder! ... por supuesto, la única que no requería hablar para ello.

—No es nada. Encantada de ayudar.

O la que menos requería.

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12/07/2014, 21:39
Suro

- No vamos a ir a Carrera Blanca por ahora, tenemos trabajo en la frontera Sur. Y no voy a andar de viaje por ahí con la cabeza de un daedra, en unos días apestará. Llévala tú, cobra la recompensa, no compensará tus camaradas muertos pero al menos permitirá que les ofrezcas una buena cena a los supervivientes. 

El batidor volvía a estar serio, como era su costumbre. Terminada la batalla le pesaban las muertes, el cansancio, y el dolor por la tarea que tenía por delante. La bajada de adrenalina conllevaba una sensación de cansancio y desazón, la conocía y la esperaba, y sabía que era cuestión es esperar a que pasase. Pero mientras tanto negros pensamientos nublaban su mente y no podía evitarlo.

- No soy de muchas palabras, ya lo sabéis, pero habéis luchado todos como unos jabatos. Estoy orgulloso de teneros de compañeros, de poder ayudaros. Eso os incluye a todos, naturalmente, incluyéndote a ti Carcette, eres una guerrera asombrosa. Pero hoy has aprendido dos lecciones, y te ruego que no las olvides. Hoy Elynea nos ha salvado a todos, a algunos directamente, y a los demás porque de no salvar a nuestros compañeros seguramente nosotros habríamos corrido la misma suerte, espero y deseo que eso te ayude a pulir tu forma de pensar. Por mi parte, no puedo estar más feliz de tenerla cerca en momentos como estos, tan feliz que le daría un beso si no tuviese miedo de que me devolviese un puñetazo -la sonrisa del batidor parecía tímida pero era sincera, estaba bromeando y no intentando un acercamiento amoroso que habría resultado muy extraño-. Uthgerd, disculpa si te molesté al hablar durante el combate, temía por tu seguridad, en modo alguno cuestionaba tu iniciativa, fue una suerte que vinieses con nosotros. Si hoy te hubiesen visto los compañeros, estoy seguro que les pesaría su decisión. Karin... No sé si habitualmente tienes más suerte con el arco, pero jamás había escuchado una arenga como la tuya, estoy seguro que sin ella mis flechas no habrían dado en el blanco. Khaled, pensé que te perdíamos, me alegro de que no haya sido así, pienso esconderme detrás de ti en todos los combates, vaya golpes... 

Ya estaba, al viejo se le daba mucho mejor, pero había hecho lo posible, había que unir al grupo, hacerles sentir a todos que eran importantes, subir su moral... No era el mejor para ello, no tenía el carisma ni el carácter. Karin lo habría hecho mejor pero parecía apesadumbrada por los errores en los disparos, sin duda, o Uthgerd, en aquella furia había algo de contagioso, pero era casi tan taciturna como él. Pero a falta de que ellos diesen el paso, por ignorancia o por timidez, él lo había intentado.

- Recoged lo queráis de todo eso y vamos a dormir. Khaled, aún tengo dos cargas del cinturón, si aún estás herido avísame, mañana por la mañana volverá a funcionar.

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13/07/2014, 13:02
Karin

Karin sonrió a Suro con gesto cansado.

- ¿Esos? Han sido los mejores disparos de mi vida - bromeó -. Soy un poco inútil, pero te agradezco esas palabras; me reconforta haberte enardecido

Luego, un poco más animada, fue hacia Khaled, dubitativa, porque él aún estaba herido y se contuvo para abrazarle, aunque el Guardia Rojo no se libró de un beso en la mejilla.

- Habría ido a Sovngarde a traerte de los pelos si Elynea no fuera tan jodidamente competente, y seguro que uthgerd me hubiera acompañado - dijo sonriendo -. Eres un jodido maníaco y me has dado un buen susto

Suspiro. La adrenalina se estaba esfumando, se empezaba a sentir muy cansada.

- ¿Alguien quiere compartir el vino? Es lo suyo después de una victoria, ¿Custodio? - dijo guiñándole un ojo a Carcette, esperando escandalizarla un poco

Se dirigió hacia las cosas que Suro había desvalijado en busca de la botella. ¿Sería buena?

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13/07/2014, 22:19
Khaled

Khaled asintió a las palabras de las mujeres y el hombre.

—Ya… ya, podemos dejarlo antes de echarnos a llorar. Ha sido una buena pelea, pero las habrá mejores, ¿eh?

Y tengo una muy concreta en mente.

Khaled se echó a reír con ganas. Todos parecían emocionados por la victoria. Su primera batalla juntos había sido más dura de lo esperado, y algunos de ellos habían sufrido verdadero peligro, podían haber muerto. Besos, lágrimas, abrazos y apretones de antebrazos. Camaradería y regocijo.

Pero el discurso de Suro había sido demasiado. El cazador se empeñaba en asegurar que era un hombre silencioso, de pocas palabras, pero lo cierto era que le podía la soledad. Tanto tiempo viviendo en una cabaña de los bosques lo dejaba con ganas de hablar, y hablar, y hablar. La noche anterior, la historia de Aerin, y ahora esto.

—Necesitas una esposa —dijo a Suro, dándole una palmada en la espalda—. O quizás un crío o dos. Aunque es mejor una esposa con quien puedes divertirte haciendo a los críos.

Tras lo ocurrido, no quedaba más remedio que descansar en la mina. Estaban demasiado cansados y heridos como para realizar el viaje a Cauce Boscoso y enfrentarse a los thalmor, que no solo les superaban en número, sino que, a esas alturas, ya debían estar alerta. Unas cuantas horas más de morderse las uñas, torturarse y confiar en la habilidad de Delphine para sobrevivir hasta la noche.

—Todos estamos heridos. Volvamos arriba a lamernos las heridas, suavizar el doloe con vino —lanzó una mirada fugaz a Karin—, y descansar.

Mientras hablaba, Khaled se acercó al cuerpo de Sigvatr. Bajo la armadura, el pecho del fanático se elevaba y deprimía levemente. Seguía vivo, apenas. Podían sanarlo y llevarlo a Carrera Blanca a ser interrogado y juzgado. Carecían de los medios o el tiempo para hacerlo. Y su final, empero, iba a ser el mismo.

Miró a los ojos a Carcetee y apoyó la punta de la espada en la garganta desnuda.

—Dije que era nuestra responsabilidad —dijo, dejando caer el peso de su cuerpo sobre la empuñadura, enterrando el extremo de la espada en el cuello del Hijo de Dagon—. Hasta el final. Además, ese martillo no es apropiado para rematar a nadie.

No se sentía bien haciéndolo, pero no había otra forma. Aunque Carcette había sido tan parte del grupo como cualquiera de los thanes o Uthgerd, la carga de terminar el trabajo no recaía ya en sus hombros.

—Ven con nosotros. Creo que todavía tienes algo más que contarnos.

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14/07/2014, 17:10
Elynea

Pese a que la cara de Elynea estaba totalmente seria, una de sus cejas se disparó hacia arriba con extrañeza cómica cuando Suro escenificó tan explícitamente lo mucho que se alegraba de tenerla en el grupo. No dijo nada porque, primero, no tenía ni idea de qué se suponía que debía decir después de tal arenga en su favor, y segundo porque básicamente, lo del puñetazo no iba muy desencaminado.

La recompensa se cobra en Cauce Boscoso, no en Carrera Blanca—carraspeó—. Sólo vamos a pasar una noche aquí y nos pilla de camino. No creo que haya problemas con la recompensa.

No se habían dejado la piel allí y no había estado soportando a todos aquellos Vigilantes de Stendarr desestimándoles flagrantemente como que para ahora se cobraran ellos el crédito de haber acabado con Sigvatr. La reacción de Khaled sin embargo le llamó la atención

Bueno, si a alguien le interesa mi opinión: creo que ese martillo puede crujir costillas más que bien—acotó—. Pero supongo que eso también vale.

Miró la estatua de Mehrunes esculpida en la roca como quien mira algo que le inspira bastante repulsa y, acto seguido, el cuerpo sin vida de Krista justo en el altar de debajo. ¿Cómo había llegado a aquello? Pasar de ser una madre preocupada por su hijo a llegar al punto de terminar arruinando vidas ajenas por él. Había límites y límites.

Alguien debería lijar esa pared...—gruñó antes de dirigirse de nuevo a la entrada.

No les aguaría la fiesta a los demás si querían celebrar la victoria, pero ella no tenía ganas de celebrar nada.

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09/08/2014, 18:04
Carcette

Carcette se echó el martillo al hombro, en una pose imponente. Declinó la invitación de Karin, declarando ser abstemia.

—No te confundas, arquero —respondió después a Suro, aunque miraba a Elynea—. Para mi no es ninguna aliada. Es sólo una herramienta, nada más.

Echó a andar al pasillo por donde habíais venido, colocándose al lado de Khaled.

—No voy a revelar información a la que sólo tienen acceso los altos cargos de la Vigilia —zanjó taxativamente—. Pero estoy en deuda con vosotros. Habladme de ese hombre que teníais prisionero y del nido del vampiros y veré cómo puedo ayudaros.

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09/08/2014, 18:31
Uthgerd

Uthgerd sonrió brevemente cuando Suro dijo que los Compañeros podían reconsiderar su inclusión, pero se guardó mucho de expresar en voz alta lo que fuera que le había pasado por la cabeza. En lugar de ello, cambió drásticamente de tema de conversación.

—A falta de aguamiel le daré un tiento a ese vino —le dijo a Karin—. Vino de Alto. Al menos no es esa porquería aguada que sirven en las tabernas.

La nórdica se acercó a Elynea.

—Oye, ¿podemos hablar un momento a solas?

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09/08/2014, 23:14
Suro

- Ese hombre y ese nido de vampiros son mi responsabilidad -respondió Suro con frialdad, la misma con la que la seguidora de Stendarr le había respondido -No quiero ser otra herramienta para ti, tendrás que buscarte otras herramientas ahora que has guiado a la mayor parte de las que tenías a la muerte.

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09/08/2014, 23:24
Elynea

Elynea respondió esbozando una sonrisa amarga cuando Carcette la calificó de forma tan específica.

Y qué más da si las herramientas se rompen, después de todo, son sólo herramientas... —dijo empleando la misma estructura que la humana había utilizado al calificar gratuitamente a los Príncipes Daédricos, como si le terminase la frase.

Ella se había preocupado por Carcette cuando ésta la había necesitado pero Carcette no parecía dispuesta a darle crédito alguno... y la verdad es que le importaba un ardite. La ex-Custodio podía negar la realidad, pero no podía cambiarla, y Elynea tenía la conciencia bien tranquila con respecto a dicha realidad.

Agradecía el apoyo de Suro pero ella no entraría en guerra de comentarios mordaces. No tenía sentido. Años y años de odio entre daedrinos y vigilantes no iban a arreglarse en un minuto... desgraciadamente.

En ese momento, algo enorme se acercó a ella. Bueno, concretamente Uthgerd se acercó a ella. Pero el caso es que tuvo que mirar hacia arriba. La pregunta la hizo parpadear por inesperada, eso sí.

—¿Eh? Sí, claro.

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11/08/2014, 11:14
Karin

Karin lanzó una mirada asesina a Carcette - La herramienta tiene oídos, Custodio; si vas a ser tan desconsiderada y vas a despreciar a alguien que te salva la vida ten la decencia de hacerlo a sus espaldas 

Sin esperar respuesta, arranchó el corcho del vino con los dientes, lo escupió y le ofreció la botella a Uthgerd antes de que marchara con Elynea - El botín para la vencedora, Indómita

Luego se situó junto a Suro, apoyando silenciosamente sus palabras