Partida Rol por web

Carcette blandió el martillo en un movimiento circular para lanzar un repentino golpe de arriba abajo que pilló al clannfear desprevenido. La fuerza del golpe lo empujó contra el suelo, haciéndole soltar un agudo chillido.

—¡Madre! —gritó Sigvatr, mientras el cuerpo de Krista se desplomaba sobre el altar.

Su respuesta no se hizo esperar. Envió un poderoso golpe con el mandoble que Uthgerd no pudo detener y retrocedió, buscando la pared.

Turno de Khaled.

1. Karin
2. Suro
3. Carcette
4. Sigvart
5. Khaled
6. Krista
7. Clannfear
8. Elynea
9. Uthgerd

No, joder... Quería a la madre viva. No porque fuera inocente, pues su alianza con su hijo, por natural que fuese que una madre se mantuviera al lado de su retoño, la convertía en cómplice de sus fechorías. Sospechaba que Carcette sabía más sobre el ritual que había engendrado a Sigvatr, pero si estaba equivocado, la desgraciada mujer era su mejor oportunidad para descubrir más sobre ello. Aunque hubieran pasado años, décadas, desde el nacimiento del fanático, la responsable aún podía seguir libre, sembrando Skyrim con la semilla de Dagon.

Mientras se abalanzaba sobre el clannfear vio el cuerpo desplomarse. Visualizó en ella el rostro de Sigrun, el de Delphine. Las dos mujeres compartían edad con la madre de Sigvatr.

Solo un monstruo más se interponía entre él y el final de ese combate. Si tenía ocasión de alcanzar al Hijo de Dagon, rodeado como estaba por Suro, Carcette y Uthgerd.

A. Mov: F12.
A. estándar: Canalización arcana a clannfear.
Daño: 13 (físico) + 20 (eléctrico) = 33.

Esquiva a Sigvatr.

La estocada de Khaled, rodeada de chispas, hubiera destrozado a un oso. Pero el clannfear era una criatura de Oblivion y, aunque malherida, tenía suficientes fuerzas como para devolverle el ataque al guarda rojo. Giró en redondo y le cruzó la cara con la peligrosa cola con tres púas.

Turno de Elynea.

1. Karin
2. Suro
3. Carcette
4. Sigvart
5. Khaled
6. Clannfear
7. Elynea
8. Uthgerd

Elynea gruñó algo ininteligible entre dientes aunque no quedó claro si fue por la muerte de Krista o por el porrazo mayúsculo que se llevó Uthgerd después.

Había que acabar con Sigvatr ya y el único obstáculo que quedaba molestando era el clannfear pero ella estaba demasiado lejos como para llegar por el momento hasta él así que murmuró una plegaria y señaló a la criatura como quien determina un blanco.

Al instante, una estrella de seis puntas hecha de fuerza pura y que brillaba con un fulgor fantasmal se materializó delante de la criatura. Era del tamaño de un escudo y rodó como una sierra sobre el grueso pellejo del clannfear emitiendo un sonido que hacía rechinar los dientes pero no consiguió enterrar lo suficiente los dientes como para hacerle daño.

Elynea se mueve a I15, gasta 3 PC y lanza Arma Espiritual en F13.

PG: 31/48
PC: 29/43
 

Dejadme alguna tirada de 2 cifras, anda, que os las estáis quedando todas vosotros.

—¡No me digas lo que tengo que hacer, Compañero! —rugió Uthgerd.

La nórdica, inmersa en un frenesí sangriento, avanzó tranzando un potente arco con el espadón. Pero algo pasó a medio camino, su aullido se convirtió en algo muy parecido a un grito de dolor cuando blandió el mandoble con tanta energía. Su golpe se quedó un palmo corto... dejándola vendida al contraataque de Sigvatr.

Uthgerd está en D15

Turno de Karin/Suro.

1. Karin
2. Suro
3. Carcette
4. Sigvart
5. Khaled
6. Clannfear
7. Elynea
8. Uthgerd

Suro seguía intentando moverse por el frente para acabar con los enemigos secundarios, él no era el guerrero más capaz de hacer daño, pero si podía ir cargándose a los daedras convocados y permitir a sus guerreros rodear aquel monstruo con demasiados brazos... 

Los versos de rencor e ira de Karin cayeron por su garganta como si bajara la marea cuando tuvo frente a ella y tan cerca a aquel ser de Oblivion que sin duda tenía nombre (un nombre que Elynea conocería), pero que para ella sólo era el lagarto-de-púas-pinchos-y-dientes. Si hacía una canción tendría que documentarse...¡Pero no podía pensar en ello! Ésa cosa le aterraba. Sólo podía pensar e sus dientes partiendola en dos, en sus garras arrojándola a Sovngarde...o quizá a Luna Sombría...

Su miedo y su rabia latían en su muñeca cuando preparaba el arco, la flecha temblaba en la cuerda. Las sienes le palpitaban y la muñeca la falló en el último momento. La flecha pasó detrás de Khaled.

- ¡L...lo siento! - gritó Karin

Casi le parecía ver los ojos condescendientes de una arquera mucho mejor que ella que sin duda no habría tenido nunca tanto miedo. Podía oírla decirle compasivamente "no pasa nada, Pajarillo, yo te protegeré".

La Thane Karin de Carrera Blanca, incapaz de acertarle a un lagarto gigante en una cueva...

Carcette miró por encima del hombro a Karin un segundo antes de incrustar su enorme martillo de guerra en la espina dorsal de la criatura. El Clannfear lanzó un último chillido de dolor pero, en vez de desplomarse al suelo, se esfumó como lo habían hecho los scamps.

La guerrera de Stendarr se detuvo un momento, dejando paso a Khaled para que atacara a Sigvatr antes de hacer lo propio.

Sigvatr no desaprovechó el hueco que le había dejado Uthgerd. Entró a matar, sin jactarse de ello o adornarse, con la eficacia de un profesional. El golpe fue demoledor, y el pesado filo del guerrero de cuatro brazos dobló el acero de la armadura de Uthgerd como si fuera de hojalata.

Esquiva contra Khaled.

Uthgerd dobló una rodilla y escupió sangre. Miró con incredulidad a Khaled durante un par de latidos de corazón que al guarda rojo le parecieron meses. Se estaba muriendo, y lo sabía.

Entonces sucedió lo inaudito: la nórdica tomó aliento, crispó el rostro, apretó los dientes y se levantó.

—¡Victoria o Sovngarde! —rugió con más fuerzas de las que le quedaban.

Uthgerd está en negativos. Sólo se tiene en pie por los pgs temporales de la furia bárbara.

Turno de Khaled

1. Karin
2. Suro
3. Carcette
4. Sigvart
5. Khaled
6. Elynea
7. Uthgerd

Khaled estuvo a punto de irse al suelo cuando hizo además de apartar el cuerpo del clannfear de su camino, y su brazo atravesó el aire. Jodidos daedra... masculló, trastabillando hacia delante hasta recuperar el equilibrio, más allá de Carcette.

Los espadazos de Uthgerd habían fallado por centímetros, y Sigvatr había contraatacado con precisión. No parecía un espadachín excepcional, pero sí competente, y sabía aprovechar la ventaja que le otorgaban sus brazos adicionales. En condiciones normales, la guerrera hubiera tenido posibilidades, pero herida como estaba, recibió dos cortes, que se añadieron a las heridas que ya le había provocado antes. Era solo la pura ferocidad la que la mantenía en pie.

Uthgerd devolvió la mirada a su amiga. Una mirada de confianza. El combate acabaría pronto. Rodeado de enemigos, Sigvatr caería ineludiblemente, y Elynea estaba junto a ellos para evitar que ellos dieran con sus huesos en la tierra prematuramente.

Con Uthgerd al borde del colapso, no podía permitirse el lujo de enzarzarse en un intercambio prolongado de golpes. Escupió apresuradamente un conjuro que guiaría su espada hacia los puntos más vulnerables de su objetivo, dejó que la electricidad corriera por el filo, se abalanzó de costado contra el escudo del Hijo de Dagon y lanzó una profunda estocada por encima de la plancha de metal.

Ataque (10 +1 Karin +20 True Strike -6PA) (y un +3 que me he dejado por el contacto electrizante)
Acción rápida: Impacto verdadero apresurado (aptitud "lanzamiento rápido" gastada por hoy).
Acción movimiento: C14.
Acción estándar: Canalización arcana a Sigvatr.
No acción: Usar empowered spellshard para aumentar el daño de contacto electrizante (2/3 cargas).
Daño: 21 (físico) + 20 (eléctrico) = 21.

Esquiva: Sigvatr (CA 22)

PC: 18/25.
Pg: 17/48.

—¡Pues que sea victoria!

Elynea señaló a Uthgerd con el brazo con el cual no estaba "dirigiendo" el shuriken fantasmal en el momento en el que vio que caía de rodillas. Un destello de luz plateada emanó de la guerrera nórdica cerrando la herida casi mortal que acababa de recibir.

La dunmer cogió mucho aire; aquello iba a ser arriesgado pero a Oblivion con ello si servía para salvarle la vida.

Soltando un rugido que distaba de ser el alarido aterrador que había soltado antes la Indómita pero que sí compartía sus ganas por acabar con aquel condenado engendro, embistió hacia ella como si fuese un ariete arrojado a derribar una puerta. Solo que no pretendía derribar ninguna puerta; volvió a plantar las manos en la espalda de Uthgerd como si con ello quisiera evitar que se desplomase y el brillo de antes se intensificó haciendo que las heridas de la guerrera dejaran de sangrar.

En el turno de Uthgerd, Elynea gasta 3 PC para lanzar Cerrar heridas como acción inmediata y le cura 11 PG.

En su turno, Elynea se mueve a E15, gasta 5 PC para lanzar Curar heridas graves y le cura 30 PG

PG: 31/48
PC: 21/43

Uthgerd soltó un gemido de puro alivio cuando la magia curativa de Elynea le recorrió el cuerpo. Se estremeció un momento y viendo que Sigvatr se giraba para hacer frente a Khaled, progresó por por su espalda y le asestó un golpe a la rodilla que hizo trastabillar al hijo de Dagon.

Sigvatr ha resistido 5 puntos de daño físico tanto de Khaled como de Uthgerd.

Uthgerd y Khaled están en posición de flanqueo.

Turno de Karin/Suro

1. Karin
2. Suro
3. Carcette
4. Sigvart
5. Khaled
6. Elynea
7. Uthgerd

Suro sabía que su parte en el combate prácticamente había terminado, pero podía ayudar quizás a que acabase antes aquella pesadilla daédrica. El no era ni tan bueno golpeando ni tan fuerte como lo eran los guerreros, pero quizás si conseguía pinchar una arteria pudiese debilitar antes al cuatrobrazos, o algún tendón que le impidiese golpear tan fuerte. 

Así qeu se movió por el campo de batalla unos segundos hasta encontrar un ángulo en el soltar una flecha en un lugar vital. Hasta que pudo clavar una flecha en la parte interna de la rodilla, el final de tantos aventureros... 

Sintiéndose peor que inútil (dejando aparte su burlón cántico al iniciar el combate), Karin sabía que su honor estaba en juego, y no sólo su honor, su amor propio, su orgullo de nórdica. Acababa de ver a Uthgerd lanzar al aire un desafío tan poderoso, tan glorioso, que le había parado el pulso durante un segundo. Y allí estaba ella, a salvo a pesar de unas quemaduras mientras todos los demás contribuían a la victoria.

Se acercó a la Custodio con rabia, con la furia de su tierra, Skyrim. La tomó por el hombro y la miró a los ojos. Recordó una breve letanía guerrera que solía cantarse entre los veteranos cuando su padre era joven. Un cántico de ira, rencor y venganza.

Por los que no vuelvan
Para que puedan descansar
Y por los que vivan
Que regresen al hogar
Es tu deber, guerrero
Sin respiro luchar
Hasta ver la victoria
O en la tierra acabar

Terminó apretando su mano sobre el hombro de Carcette y lanzando un grito de guerra desarticulado, tan salvaje como su patria.

Furia sobre Carcette

PC: 19/22 (-3)

Uthgerd era todo aspavientos y gritos de batalla. Cuando la canción de furia afectó a Carcette se convirtió en ira fría y contenida. El rostro de la que fuera Custodio de la Vigilia se tensó como la piel de un tambor y se lanzó hacia delante, lista para dar muerte a la abominación daédrica.

Sigvatr trabó su arma con la de ella, y la rechazó empujándola hacia atrás.

Pero la atención de Sigvatr estaba en Khaled. El guardia rojo le había propinado un golpe terrible, y el hijo de Dagon estaba dispuesto a devolverle el favor. Giró sobre si mismo para ganar potencia y envió un tajo con el mandoble paralelo al suelo... un golpe mortal que podía partir a Khaled en dos.

A falta de una intervención milagrosa de Elynea, Khaled caería al suelo muerto con -11 pgs y no podría actuar.

Sigvatr cambia su Esquiva y la designa contra Suro.

Turno de Elynea

1. Karin
2. Suro
3. Carcette
4. Sigvart
5. Khaled
6. Elynea
7. Uthgerd

Elynea contuvo el aliento y señaló esta vez a Khaled en un acto reflejo desesperado. El espantoso tajo que había sufrido el guarda rojo se cerró al instante y, pese a que este seguía francamente maltrecho, logró que la vida no se le escapara en medio de una cascada de sangre.

Estaba empezando a sentirse agotada de verdad y tanto el sudor que le perlaba la frente como los jadeos que había empezado a soltar eran prueba de ello pero aun así corrió tras la retaguardia del guarda rojo y lo sujetó con ambas manos tal y como había hecho con la Indómita.

—Ni se te ocurra morirte sin enviar a ese bastardo de vuelta a Oblivion, Khaled—masculló entre resuellos, pese a que sólo iba a oírla él y la antigua Custodio por estar al lado—. O me voy a cabrear de verdad.

No era su fuerte darle ánimos a la gente pero hacía lo que podía. Aunque lo que lo que sí que no podría hacer iba a ser aguantar aquel ritmo mucho más. Ni sus compañeros aquellos embates.

Tenían que acabar con Sigvatr, y tenían que hacerlo ya.

En el turno de Khaled, Elynea gasta 3 PC para lanzar Intervención Milagrosa Cerrar heridas como acción inmediata y le cura 11 PG.

En su turno, Elynea se mueve a D13 y gasta 5 PC para lanzar Curar heridas graves y curarle 21 PG.

PG: 31/48
PC: 13/43

—¡Khaled!

Uthgerd pensó que Khaled moría de verdad. Levantó la espada y le soltó dos tremebundos golpes de arriba abajo. El primero le destrozó el hombro. El segundo le cortó uno de los brazos. Sigvatr lanzó un grito agónico y cayó de bruces al suelo, chorreando sangre del miembro cercenado.