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THE DEVIL´S SPINE

BIENVENIDOS AL NOVENO MUNDO

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22/11/2017, 10:13
Director

El Noveno Mundo está construido sobre los huesos de los ocho anteriores

Han existido ocho mundos anteriores. Podéis hablar de ellos como edades, épocas o eras, pero no es un error pensar en ellos como mundos individuales. Cada uno se prolongó en el tiempo durante muchos milenios. Cada uno acogía a una raza cuya civilización se elevó hasta la supremacía, pero que a su debido tiempo se dispersó, desapareció o trascendió. Mientras cada uno de estos mundos prosperaba, los que los gobernaban hablaron con las estrellas, rediseñaron sus cuerpos físicos y dominaron la forma y la esencia, aunque eso cada uno lo hizo a su manera. 

La gente del Noveno Mundo sabe que la energía y el conocimiento flotan invisibles en el aire, que los reformados continentes  albergan grandes tesoros pero su vida es demasiado peligrosa y dura como para preocuparse por comprender un pasado que es demasiado lejano e incomprensible. Por eso, se limitan a usar las maravillas de aquellas épocas lo justo para sobrevivir en el mundo que les ha tocado vivir.

En el Noveno Mundo, a los restos de aquellos mundos anteriores se les llama numenera: maquinaria abandonada en complejos de vidrio y caliza, paisajes distorsionados y retorcidos por la terraformación, criaturas mutadas por campos de energía inmortal, nubes que no son nubes sino colmenas de nano-espíritus invisibles suspendidos en la atmosfera y que la gente llaman "viento de Hierro", toda esa información transmitida a la llamada datosfera o restos de visitantes de otras dimensiones y planetas... 


El Noveno Mundo versa sobre descubrir las maravillas de los mundos que vinieron antes que él, no por su valor intrínseco, sino como la clave para mejorar el presente y construir un futuro


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22/11/2017, 12:19
Director

Una visión del Noveno Mundo

El Noveno Mundo es el telón de fondo de una naciente civilización que ha surgido de entre las ruinas de sus antiguos y muy avanzados antepasados. En mil millones de años, hará mucho que nos habremos extinguido, así como las civilizaciones que evolucionen y se alcen (y caigan o trasciendan) tras la nuestra. Mil millones de años es mucho, mucho tiempo: mucho más que el margen que separa el siglo XXI de los dinosaurios. Los antiguos habitantes de los mundos anteriores tenían la capacidad de moldear este y, probablemente, otros planetas a voluntad. La prueba de esto está por todas partes, los paisajes “imposibles” son algo común en la orografía de este mundo. Flotan en el cielo islas de cristal. Montañas invertidas se alzan sobre llanuras de vidrio roto. Estructuras abandonadas del tamaño de reinos enteros se extienden en toda su amplitud, tan enormes que afectan a la meteorología. Máquinas inmensas, algunas aún activas, se revuelven y traquetean. 

La mayor parte de la masa continental se ha vuelto a unir en un gigantesco supercontinente, dejando el resto del planeta a merced de un único océano salpicado de islas. La luna se ve más pequeña de lo que estamos acostumbrados, dado que su distancia a la Tierra es mayor. Dado el efecto de esta en la rotación planetaria, los días duran ahora 28 horas. La duración del año no ha variado, sin embargo, de modo que el año en el Noveno Mundo solo tiene 313 días. Las palabras como “semana” y “mes” retienen su significado y, en aras de la sencillez, en este libro también se usan términos como “segundo”, “minuto” y “hora”, aunque los pobladores de este mundo probablemente usen términos diferentes, quizá con significados levemente distintos

Lo inalterable

En una parte del sur del inmenso continente único del Noveno Mundo se encuentra una agrupación de tierras habitadas llamadas en general Lo Inalterable. Aunque cada uno de los reinos y principados de Lo Inalterable tiene su propio gobernante, una figura conocida como el Pontífice de Ámbar dirige la Orden de la Verdad, una organización de Sacerdotes de los Eones muy respetada en la región. Así pues, el Pontífice de Ámbar es probablemente el principal dirigente de Lo Inalterable, aunque no gobierne sobre un solo palmo de tierra. La Orden de la Verdad venera a los pueblos del pasado y su conocimiento hasta niveles casi religiosos de adoración y fe. Es una religión  consagrada a la ciencia.

Más allá

A medida que nos alejamos de la civilización encontramos la región llamada el Más Allá, donde las aldeas y poblaciones son escasas y están aisladas. Aquí, los Sacerdotes de los Eones también estudian los secretos del pasado, pero lo hacen enclaustrados en claves remotos. Estos sacerdotes sirven al Pontífice de Ámbar poco más que de boquilla, si es que lo hacen de alguna manera, y no se les considera parte de la Orden de la Verdad. Como las regiones en las que viven y los claves en que trabajan, permanecen aislados, encerrados en sí mismos

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22/11/2017, 12:21
Director

Las gentes del Noveno Mundo

En los albores de una era, los individuos se sirven de los recursos que tienen a mano, combinados con la comprensión que puedan reunir del mundo que les rodea, para labrarse una vida. En el Noveno Mundo, los recursos son el numenera (los desperdicios de eras pasadas) y el entendimiento de estos recursos es primitivo e incompleto. Los Sacerdotes de los Eones reúnen el criterio y conocimiento necesarios para sugerir posibles usos para las cosas, pero les queda mucho por descubrir. Incluso las criaturas y plantas del Noveno Mundo son extraños subproductos de las eras anteriores; el pasado dejó flora, fauna y máquinas, algunas creadas por medio del saber o de la naturaleza, otras traídas de estrellas o dimensiones distantes.

Las gentes del Noveno Mundo se visten con tejidos de fabricación reciente, pero entretejen en sus prendas artefactos del pasado. Forjan armaduras, armas y herramientas con materiales rescatados de antiguas estructuras o aparatos. Algunos de estos materiales son metales, pero otros son (o parecen) vidrio, piedra, hueso, carne o sustancias que desafían la comprensión o la clasificación.

Aquellos que se enfrentan a peligros desconocidos para recuperar reliquias del pasado realizan un valioso servicio a la comunidad. Típicamente, estas valientes almas (glaives guerreros, nanos eruditos y astutos jacks) llevan sus descubrimientos a los Sacerdotes de los Eones, que emplean esos artefactos para fabricar herramientas, armas y otras bendiciones para la floreciente civilización. A medida que pasa el tiempo, más individuos aprenden a usar el numenera, pero sigue siendo un misterio para la mayoría.

Ahora bien, ¿Quiénes son los habitantes del Noveno Mundo? ¿Se puede decir que son humanos? ¿Como es posible que siga habiendo humanos en la Tierra con una morfología que nosotros (las personas del siglo XXI) podamos reconocer, si han pasado mil millones de años? ¿Una persona alterada genéticamente de 2,5 m de altura (8 pies) con extremidades mecánicas e implantes cerebrales cultivados biológicamente sigue siendo humana? 

Los habitantes del Noveno Mundo no contemplan esos puntos de vistas. Simplemente se consideran a si mismos como humanos. Sin embargo si que existen otras especies. Por un lado están los abhumanos. Personas alteradas genéticamente, mutantes, híbridos y toda su ralea que han renunciado a su naturaleza humana para convertirse en seres bestiales, sanguinarios y degenerados. En otras palabras, ellos mismos (o sus antepasados) escogieron ser abhumanos. Y luego están los visitantes, que no son nativos de la Tierra pero que ahora llaman al Noveno Mundo su hogar. Los visitantes no tienen un conocimiento mayor del pasado (ni siquiera del suyo) que cualquier otro.

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03/01/2018, 11:58
Director
Sólo para el director

MATERIALES


La mayoría de objetos del Noveno Mundo están hechos de madera, cuero, tela, piedra, vidrio o metal. Las herrerías y forjas pueden producir objetos de acero de buena calidad, pero normalmente trabajan el hierro o el bronce. Sin embargo, el plástico (llamado “sinte”), la piedra o acero orgánicos, el infrecuente cristal y otros materiales incluso más extraños no son desconocidos. Los objetos hechos de tales materiales son restos de los mundos anteriores, de modo que muchos están familiarizados con ellos, aunque pocos saben cómo fabricar más. Tales materiales abarcan (pero no se limitan a):

Acero azur: Este metal azulado no es acero y puede que ni siquiera sea de la Tierra. Aunque es algo más ligero que el acero, es al menos diez veces más duro y tenaz.

Acero sintético: Con un aspecto similar al sinte, esta sustancia con un nombre un tanto inapropiado es más resistente y dura que el sinte, con lo que resulta más fuerte que el acero a la par que mucho más ligero. 

Espuma moldeada: Esta sustancia tiene la textura de la espuma de jabón, pero se le han dado formas sólidas, como platos, cajas u otros objetos comunes. La mayoría de clases de espuma moldeada son quebradizas, si bien algunas son más resistentes.

Metal flexible: Este material tiene la fuerza y dureza del acero, pero es tan flexible que permite hacer bolsas, botas y objetos similares. A veces, el metal flexible toma temporalmente la forma de aquello contra lo que se presione, de un modo similar a la espuma viscoelástica del siglo XXI. 

Piedra de molde: Una piedra que, con el proceso adecuado, puede moldearse como si fuese arcilla permitiendo otorgar gran detalle al objeto producido. El resultado adquiere una gran resistencia al desgaste. 

Roca orgánica: Aunque tiene la apariencia y dureza del granito (o en ocasiones la de otros materiales como el mármol o el cuarzo), este material no se extrae, se cultiva. Algunas variedades de roca orgánica tienen la mitad del peso normal de una piedra, pero otras son igual de pesadas (o más).

Seda adamantina: Este tejido es cinco veces más fuerte que la seda normal y extremadamente resistente a la suciedad.

Sinte: Es el nombre que reciben en el Noveno Mundo diversos materiales similares a algunos plásticos comunes en la Tierra del siglo XXI. Son resistentes, pero no especialmente fuertes.

Vidriacero: Aunque este material tiene el aspecto y la textura del vidrio, llegando a trabajarse de igual forma, resulta tan fuerte como el acero.