Partida Rol por web

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta

De un modo u otro, el dinero es el dinero, y la perspectiva de un buen pago siempre es interesante. Ambos habíais oído hablar de la espectacular pelea entre dragones a finales de Última Semilla sobre el lago Ilinalta, quizá sentisteis la curiosidad de acercaros para haceros con los restos sumergidos del dragón que cayó a las aguas del lago u os visteis patrullando las cercanías para ver qué clase de curiosos atraía tal acontecimiento. Hacia mucho tiempo que no había la posibilidad de hacerse con los restos de un dragón, estos tesoros escasos empezaron a menguar desde que el Sangre de Dragón se retiró a Solstheim hace casi dos décadas.

Las pocas ocasiones en las que un dragón era abatido atraía a los carroñeros como las abejas a la miel, esta no iba a ser distinta. Quizá por eso cuando contactó con vosotros un extraño argoniano llamado Tee-Lei pudisteis ver la oportunidad de agenciaros un pedazo de ese tesoro dragonil. Tee-Lei decía representar a un sacerdote de Akatosh interesado en la recuperación de uno de los hijos del dios-dragón, este se presentó junto a una pequeña comitiva de caballeros armados con emblemas de la deidad en Cauce Boscoso, anunciando que pagaría generosamente a aquellos que ayudaran en la recuperación de los restos caídos.

Viggo se unió a la expedición bajo su condición de explorador local, conocía la zona y podía guiar a los buscadores hasta el lugar adecuado para extraer al dragón muerto. Por otro lado, los pasos de Garrosh dieron la casualidad que le condujeron a Cauce Boscoso para escuchar el llamamiento. El orsimer pudo sacar el compromiso del argoniano que se le entregaría parte de los huesos y escamas de la criatura, un premio mucho más preciado que el oro para alguien como él. Fuera como fuera, y junto a varios aventureros, curiosos y gente local, se unió a la expedición en busca del dragón del lago.

Rompiendo con el amanecer, la comitiva se había congregado cerca de la Fosa de Ilinalta, un fuerte medio hundido en las orillas del lago, que iba a funcionar como base de operaciones. El grupo estaba formado por varios peones que iban a tratar de subir a pulso a la criatura, hasta cuatro caballeros armados con los símbolos de Akatosh, el propio Tee-Lei que acompañaba al sacerdote de Akatosh, un hombre de actitud sombría llamado Phyleas Volkar, además de vosotros dos.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta

Ambos os encontrabais juntos en aquel momento, quizá habíais compartido conversación en el trayecto o días previos, pero los dos habíais demostrado estar por encima de la media de aquel grupo de recuperadores. Las luces del sol lamían la superfície cristalina del Ilinalta, pero el agua se volvía turbia en lo profundo. Se os acercó el argoniano tras conversar con su patrón.

Maese Vigoo, maese Garrosh, estamos cerca de nuestro objetivo. anunció orgulloso el hombre-bestia, ufano, pero siempre con un tono casi sibilino. El sacerdote Volkar está complacido, pero aun falta la parte más importante. Localizar el cuerpo del dragón para poderlo extraer. expresó con incertidumbre, dirigió la mirada a las aguas, luego a vosotros. Para eso os necesitamos. Sumergiros en las aguas del lago, encontrarlo y atar las cuerdas a su cuerpo para poderlo extraer. instruyó el argoniano.

La mirada del sacerdote, retrasado y custodiado por los caballeros, recaía en vosotros con actitud lánguida y sombría. No parecía ni molestarse en demostrar empatía o una actitud menos hostil, parecía estar con su cabeza pensando en otros asuntos y aquello fuera un trámite.

Obviamente. añadió. Dado que les vamos a pedir más de lo acordado, recibirán más de lo acordado. asintió solícito. Doblaremos su tarifa, maese Viggo, y.. el sacerdote Volkar está dispuesto a desprenderse de mayor parte del cuerpo del dragón, mas la cabeza y sus órganos siguen siendo su potestad. a Viggo le habían ofrecido una suculenta cifra de trescientas monedas de oro inicialmente, y a Garrosh lo suficiente como para hacerse una armadura de escamas competente. ¿Están de acuerdo? os miró a ambos con atención.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta.

El trayecto no había sido particularmente sencillo, las heridas de la guerra aún estaban abiertas y que la mayoría de los orsimer combatiesen junto al Imperio como infantería pesada, sumado con el hecho de que las fortalezas orcas jamás se inmiscuyeron en la guerra, bueno, tales cosas hacían prácticamente imposible encontrar un trato abierto y amable por parte de los lugareños. A menudo tenía que contentarse con dormir en un cobertizo o establo, y eso cuando los posaderos eran lo suficientemente educados como para ofrecerle un lugar, pues más de una vez tuvo que dormir a las afueras de los sitios a los que llegaba. Sin embargo, aquello no representaba un contratiempo para Garrosh. Por el contrario, le servía de experiencia para futuras ocasiones.

Un poco agobiado del camino, y anhelando la compañía inteligente, Garrosh decidio darle una oportunidad a un pequeño pueblo de la comarca de Carrera Blanca llamado Cauce Boscoso. Pensaba en asentarse, pues había un aserradero que sin lugar a dudas necesitaría de un hombre fuerte y capaz, inclusive el pequeño poblado tenía una forja decente con la que ganarse el pan. Sin embargo, su llegada a aquel lugar demostraría ser providencial, pues en poco tiempo se contaría entre los miembros de una expedición al fondo del Lago Ilinalta, expedición cuyo propósito era rescatar el cadáver de nada más y nada menos que un dragón fallecido recientemente tras un enfrentamiento con otro de su especie.

No podía negar que estaba emocionado, casi extático, cuando la comitiva finalmente llegó a la Fosa de Ilinalta, los restos de lo que alguna vez fue una fortaleza, hundida ya hace años en el lago. Fueron, sin embargo, las palabras del argoniano, Tee-Lei, las que poco a poco fueron disipando aquella emoción, y en su lugar iba en aumento una angustiante sensación de duda. Cuando el argoniano finalizó, Garrosh clavó la mirada en el sacerdote Volkar, pues sabía que todos bailaban al tiempo que él dictaba.

— ¿Nos acompañarás? —preguntó, claramente refiriéndose al argoniano—. Las capacidades de un argoniano de seguro serán más que útiles en una pequeña misión de buceo —añadió, con cautela disfrazada de simple pragmatismo. La oferta era tentadora, pero la actitud de sus "patronos" no hacía si no aumentar su desconfianza. Lanzó una mirada cómplice al nórdico de Cauce Boscoso, no muy larga, pero lo suficiente como para llamar su atención o ponerle en guardia, o eso esperaba él.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta.

Habían pasado 3 días desde su regreso del sureste, viggo se encontraba cazando ciervos por un favor para uno de los mercaderes de cause boscoso y estos animales lo arrastraron casi hasta Falkreath. Para cuando regreso cansado y con el encargo las noticias de la batalla de los dragones eran de lo único que se comentaba.

El cazador trato de mostrarse indiferente pero tenía envidia de aquellos que habían visto los dragones, menudo espectáculo ver tamañas bestias en vuelo, cosa que Dorthe no dudo en restregar en la cara del cazador solo para incordiarlo por diversión, sin embargo la llegada de los devotos de Akatosh prometiendo dinero a quien los ayudara a recuperar el cuerpo del enorme reptil le dio la oportunidad al cazador de acercarse al trofeo y tener algo con que impresionar a la chica.

El monto fue bastante generoso y después de haber recorrido el paraje en varias ocasiones no dudo en aceptar el trato, resulto muy fácil llevar la comitiva sin ningún inconveniente hasta la maltrecha fortaleza sumergida. Una vez en el lugar se montó un campamento y cada quien comenzó a desarrollar los preparativos para hacerse con el cuerpo de la gran bestia.

El cazador aprovecho el tiempo en que se montaba el campamento para explorar la zona, si algo sabia de animales muertos era que atraían carroñeros. Y si un ciervo era capaz de atraer algunos lobos no dudaría en buscar pistas de qué clase de carroñeros buscarían el cuerpo de dragón muerto, bandidos, aventureros, imperiales, magos, para gustos los colores, así que busca rastros de pisadas de animales, personas o botes.

Además sabía algo de ese lago que no debía ser ignorado, en este sitio habían peces asesinos* y la mordida de uno de estos monstruos podría resultar dolorosa, y en el lugar correcto mortal. el joven nórdico sospechaba que ante la magnitud de animal muerto varios de estos animales rondarían en la zona; por lo tanto no dudo en tratar de tomar algunas precauciones, para cuando el campamento estaba en funcionamiento Viggo busco a su cliente para darle parte de la información encontrada.

Para sorpresa del cazador el hombre bestia cambiaba los términos del contrato y asignaba una misión submarina a él y un orco apenas conocido, Viggo escucho la propuesta antes de hablar, sin duda el monto hacia que el riesgo en teoría lo valiera, oro, escamas y quizá la garra de un dragón logro que el joven asintiera con la cabeza con algo de cautela. Quizá el tono del señor Tee-Lei le resultaba algo inquietante pero no sabría decir que.

El hombre bestia había llamado al orco Garrosh, aunque no era la primer vez que veía a un orco en skyrim no había tenido la oportunidad de hablar con este, se veía amenzante, un tipo grande y con ganas de hacerse notar. Cosa que se hizo evidente cuando este se adelantó a sugerir la participación de argoniano en la inmersión, el nórdico pensó que nada se perdía con intentar y a la final si alguien tenía todas de tener éxito en la misión seria el, pero en ese caso ¿qué sentido tendría contratar dos personas para tan particular menester?.

Viggo sin duda también tenía sus propias peticiones en mente al fin y al cabo a el también le interesaba tener éxito en la empresa y obtener su recompensa, así que lo primero que se le ocurrió fue pedir algo tiempo antes de saltar al agua argumentando: -sin duda deberemos tomar ciertas precauciones y medidas para llevar a cabo el encargo, a diferencia de su gente los nórdicos no podemos respirar bajo el agua, suponiendo que el cuerpo del dragón no haya movido creo que valdría la pena echarle un ojo antes de meter las sogas al agua, nadie quiere un desafortunado accidente o perder el premio, ¿verdad?- pregunta analizando la reacción del hombre lagarto, la mirada furtiva del orco le mostraba algo de desconfianza ante los sacerdotes por lo que el cazador no podía desestimar del todo que algo más turbio se moviera tras el asunto.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta

El argoniano se volvió unos instantes hacia Volkar como si buscara una señal, pudisteis ver un asentimiento de aprobación por parte del sacerdote y en el acto el argoniano volvió a vosotros.

Les acompañaré. anunció sin dudas. Con mi magia os otorgaré la capacidad de respirar bajo el agua, cuando localicemos al dragón muerto.. amarraremos las cuerdas.

Tee-Lei miró a Viggo unos instantes e hizo un gesto de invitación hacia el equipo que llevaba la expedición de Volkar.

Podéis hacerlo, maese Viggo. Confiamos en su experiencia. respondió casi solemne.

Garrosh asintió al argoniano tan pronto éste le dio respuesta. Su semblante permanecía impasible, pero en su interior el orco se sentía un poco más calmado, pese a la mala espina que le diese el sacerdote de Akatosh* y su séquito de seguidores. Sin embargo, se relajó visiblemente cuando Tee-Lei puso a disposición de sus ahora compañeros su magia, que les permitiría respirar bajo el agua. Pese a ésto, una corriente de pensamiento un poco más paranoica recorrio su cerebro, «podría disipar el hechizo tan pronto tengamos asegurado al dragón para librarse de las dos partes más pesadas del pago... bueno, quizás pienso mucho las cosas pero lo mejor será estar atento».

— ¿Tienen algún tipo de encantamiento las cuerdas? me cuesta creer que el cáñamo tenga la tenacidad necesaria como para sacar a un dragón de las profundidades de un lago —preguntó, esta vez genuinamente interesado, mientras manipulaba un segmento de la misma.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta

el explorador asiente con la cabeza ante la petición del hombre iguana mientras les señala las orillas: -los dioses nos sonrien y el dia no puede ser mas propicio para adentrarnos en el agua, sin embargo debo advertirles a los 2 que en estas aguas habita una peligrosa variedad de pez asesino, este es rápido, tiene tremendas mandíbulas y se ha ganado la reputación de mortal a pulso, así que deberían considerar no llevar armaduras que los pudieran poner en riesgo ahí abajo.-

El nórdico se acerca a la orillas del gran cuerpo de agua y observa a las orillas que se ven al otro lado mientras previene al sacerdote de Akatosh: -por lo que pude ver algunos curiosos han visitado la zona, sin embargo dudo que nuestra presencia resulte apercibida y quizá alguien quiera aprovecharse de nuestro esfuerzo, por lo que les recomiendo tengan los ojos bien abiertos-, toma una de la cuerdas y con sus dos brazos las tiempla para tratar de determinar la resistencia de las mismas. lo mas seguro es que estos cultistas quisieran sacar el dragón a fuerza de las profundidades, pero en su interior el cazador optaría mejor por sacar las partes mas manejables primero y las mas pesadas después.

Al escuchar las palabras del orco levanta la ceja con curiosidad, -esa es una buena pregunta, ¿no tendrán algunas cadenas de respaldo por si las cuerdas no aguantan?, y otra cosa las antorchas no funcionan bajo el agua, ya que cuentas con algo de magia, ¿no podrás buscar la manera de hacer luz en las profundidades?- pregunta mientras se prepara para echar un chapuzon, sin embargo antes de cualquier cosa hecha un vistazo al lago para tratar de ver si alguna amenaza les aguardaba cerca de la superficie.

No aprecias nada inusual en tu ojeada, salvo lo ya descrito.

Ni tu vistazo a los alrededores ni a la superficie del agua descubre nada en especial.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta

Ninguno. negó el argoniano. Pero están trenzadas con un material especial de la Ciénaga Negra, podrán con el dragón. explicó confiado Tee-Lei, un examen detallado de las mismas revelaba que las hebras vegetales de la misma aparentaban ser mero cáñamo, pero tenía una tonalidad más oscura que este.

Gracias por sus observaciones, maese Viggo. agradeció mientras se acercaba al borde del agua. Observó el agua con detenimiento. Por ahora no aprecio nada.. peligroso. ante el requerimiento de iluminación, el argoniano conjuró de nuevo y apareció un orbe luminoso que empezó a orbitar la cabeza de Viggo. Bastará con eso, supongo. Afortunadamente, tanto yo como maese Garrosh podremos con la oscuridad. ¿Y bien? Empecemos.

Tee-Lei lanzó un hechizo sobre cada uno de vosotros, este os hizo que vuestra respiración fuera más intensa, notasteis los pulmones llenarse enormemente.

Podéis respirar bajo el agua, maeses. Adelante.

Intentaba determinar de qué estaba hecha la cuerda, pero ya me has aclarado todo.

Garrosh asimiló la información suministrada por Viggo en completo silencio, al mismo tiempo que iba desabrochando los seguros de su armadura. En poco tiempo, la pesada cota de malla que cubría la totalidad del colosal cuerpo del orco cayó al suelo con un sonoro chssss. Garrosh se tomó un momento para acomodarla de la mejor manera posible, y dejó tanto la pesada hacha de batalla como el imponente martillo de guerra prestos para blandirse en caso de que tuvieran que luchar apenas salir del agua. Quizás estaba siendo paranoico otra vez, pero era mejor prevenir que lamentar.

El conjuro del argoniano le tomó por sorpresa, y le tomó un par de segundos acostumbrarse a esa extraña sensación de... llenura que le inundaba al respirar. Tras recuperar el pleno control de sus sentidos, Garrosh tomó una de las puntas de la especial cuerda e inició el descenso.

— No perdamos más el tiempo —espetó antes de tomar una bocanada de aire, por puro reflejo, y lanzarse al Ilinalta.

Viggo se sorprende un poco al ver el entramado de la soga y su exótico material, impresionante afirma mientras deja el equipo más pesado y estorbosos de lado. Se detiene un instante cuando llega a sus armas, y como si se diera cuenta de algo peligroso y afirma: estas hachas y el arco de nada servirán si me ataca un pez asesino, usen armas ligeras, cuchillos o dagas uno nunca sabe que puede estar por hay abajo, el cazador busca con la mirada algún árbol pequeño que pudiese hacer las veces de un bastón.

Ante la mirada de sus camaradas y hacha en mano de dos tajos desploma una vara de una pulgada y media, limpia las ramas tan rapido como puede la divide en tres trozos del tamaño de su mano al codo, toma 3 flecas y con un trozo de su propia cuerda de cáñamo, une las piezas de tal manera que el extremo de la vara tiene tres puntas afiladas separadas para cazar peces, con algo de suerte funcionaria bajo el agua y contra cualquier amenaza.

estas no son tan pesadas como una espada y si apuntan los pinchos hacia adelante puede que persuadan a los peces de que se alejen, quieran los dioses no hagan falta. menciona mientras las entrega a los buzos, al escuchar el comentario de la visión en la oscuridad su rostro reflejaba una envidia a las razas de sus compañeros, pero la bola de luz sobre su cabeza le permitiría ver la presa.

Se para junto a la orilla del lago y de acuerdo con garrosh agrega, que la pesca nos resulte provechosa con una cuerda tersiada en un brazo y la vara afilada en su otra mano se mete al agua helada mientras busca profundidad.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta

La habilidad de Tee-Lei nadando quedaba fuera de toda duda, el argoniano buceaba con facilidad, pero vosotros dos veíais con más dificultad el seguirle el ritmo. Con las armas improvisadas ofrecidas por Viggo, os podíais sentir algo seguros, pero las aguas en ese nivel del lago eran claras gracias a la luz que se derramaba sobre el Ilinalta.

Afortunadamente las corrientes eran generosas, poco a poco os fuisteis sumergiendo, pero vuestros chapoteos algo torpes atrajeron la atención de los anunciados peces por Viggo. No llegasteis a ver de dónde vinieron, pero Garrosh lo notó, el orsimer notó las fauces cernirse sobre el muslo, pero un movimiento afortunado evitó que la herida fuera fatal.

Alertados bajo el agua, pudisteis ver que solitario pez asesino os rondaba esperando su hueco para volver a atacar.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta (bajo el agua)

Las penumbras eran disipadas por la bola de luz que se movía junto a el a cada brazada, en las profundidades las siluetas de las algas tomaban grotescas formas, pero armándose de valor no se paro ni por un segundo. en tanto los gráciles movimientos del escamoso hombre bestia los hacían que sus torpes brazadas pusieran en vergüenza a todos lo nórdico, el hombre apretó los dientes y trato de seguirle el ritmo tan bien como se lo permitía su cuerpo.

Mientras continuaba con el viaje a las profundidades algo llamo su atencion, una silueta una sombra, no, era algo mas de manera instintiva trato de gritar pero al abrir la boca solo pudo sentir el sabor del agua del lago que se abría paso por garganta, pero para suerte de Viggo el conjuro de Tee-Lei evitaría que se ahogara. Miro en varias direcciones tratando de anticipar el ataque, pero estos monstruos se movían a plenitud en su elemento.

Con remordimiento el cazador trataba de juzgar el campo de batalla mientras los peces que seguramente habían sido atraídos por el cadáver del dragón convirtieron esta zona del lago en su zona personal de caza. Afortunadamente había preparado armas para una situación como esta, levanta el intento de lanza de pesca puntas de flecha y buscado aquel infernal pez que buscara su carne se prepara para ensartarlo a la primera oportunidad.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, Cerca del lago Ilinalta.

La inmersión fue... problemática. Pese a todo el entusiasmo que el orsimer podía tener, su habilidad en el agua podía ser sujeto de discusión, en especial cuando la comparabas con la del argoniano, que en pocos segundos se las arregló para sacarles varios palmos de ventaja. Sin embargo, y para su "tranquilidad", el esfuerzo del nórdico fue no menos problemático, y ambos se mantuvieron relativamente al mismo nivel.

Viggo ya lo había anunciado, pero Garrosh había optado por nadar despreocupadamente. Pensaba, equivocado, que los peces no se atreverían a acercarse a tres cuerpos tan grandes como los suyos, que mantendrían su distancia. Craso error. Pronto su inexperiencia se vería "recompensada", y el orco sentiría en carne propia la mordida uno de esos demonios submarinos. Un movimiento a último momento, un reflejo espontáneo, serviría para evitar que la totalidad de la mandíbula del pez se cerrase en torno al muslo del piel verde, pero aún así se las arreglaría para causarle una herida de cuidado. Garrosh soltó un gruñido, pero obviamente se vio ahogado, literalmente, por las profundidades.

Siguio nadando hacia la meta, hacia el premio mayor, pero de tanto en tanto sus ojos se desviaban a su alrededor, utilizando su visión nocturna para intentar seguir al maldito pez que le había mordido, su lanza improvisada en ristre y preparada para ensartar a cualquier habitante acuático que intentase arrancarle un pedazo de carne.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, En el lago Ilinalta

El acechante pez asesino os rondó un poco más, el olor a sangre parecía haberlo vuelto más atrevido, y trazó un nuevo temerario. En esta ocasión estabais preparados, Viggo reaccionó raudo y logró ensartar el palo afilado por él mismo en el pez antes de que sus dientes volvieran a morder a Garrosh. El animal herido retrocedió, dejando un profuso rastro de sangre, en ese instante pudisteis apreciar que de más allá de donde alcanzabais a ver aparecieron un par más de esos peces, pero afortunadamente parecieron ver en el pez herido un banquete más fácil que vosotros.

De nuevo os encontrabais buceando, buscando los restos del dragón abatido. Tee-Lei nadaba ágil, pero procuraba no dejaros atrás, a vosotros la cabeza os jugaba malas pasadas y, en ocasiones, teníais la necesidad de ascender a la superficie a respirar. Un acto reflejo de supervivencia que poco a poco lo ibais superando, lo cierto era que el buen día que os acogía permitía que la luz del sol alumbrara profusamente las profundidades del lago y, al cabo de unos diez minutos localizasteis a la bestia muerta.

Era un dragón de unos diez metros de largo, con notables heridas en el cuello y las alas rasgadas. El ojo de cazador de Viggo pudo revelar que su caída había sido provocado por una violenta pelea con otra criatura parecida en tamaño, probablemente el otro dragón avistado el día antes. El ambiente estaba impregnado de un tinte rojizo de la sangre de la sierpe, y se apreciaban los inútiles intentos de los peces asesinos por penetrar en las gruesas escamas verdosas de la criatura. Pero ahí estaba, el dragón caído en el Ilinalta.

8 de Fuego del Hogar, Mañana, En el lago Ilinalta

El argoniano rodeó al dragón con agilidad, tras eso se quedó delante de vosotros y señaló a Garrosh, luego hacia la superficie en una clara señal que diera el aviso al resto de que habíais localizado a la sierpe. Tee-Lei parecía dispuesto a acompañarle, pues a continuación hizo un gesto a Viggo para que se quedara junto al dragón para vigilarlo.