Partida Rol por web

The House of YES: Amenazas

Flashbacks: La ruleta del Infortunio

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29/10/2019, 18:18
Director

Una semana antes del Apokalypstick…

Esa noche tocaba ponerse guapos y salir a divertirse a la ciudad, era noche de Casino; Red y Blue solían ir una vez al mes para sacar algo de pasta, Blue se encargaba de apostar al número ganador, y Red vigilaba. Alix llevaba poco tiempo como artista residente en el House of Yes y Eve acababa de llegar, así que Helena y Kate* insistieron en que los acompañaran, así podrían ver cómo se desenvolvía Eve.

Les vendría bien algo de ayuda, por si acaso..., pensó Vesper, ese día se había despertado saliendo de un sueño extraño y estaba algo inquieta; una ruleta dando vueltas, y la bola parando en una casilla, a veces roja, otras veces negra, pero que en lugar de un número siempre muestra el percutor incrustado de una bala.

Arthur solía acompañarlos en ocasiones, y esta vez también se unió a la fiesta. Alquiló una limusina para todos y los 5 fueron a un pequeño casino en el bosque, a las afueras de la ciudad, bebiendo champagne y riendo por el camino. Intentaban evitar los megalíticos resorts diseñados para el juego, por sus grandes medidas de seguridad, y solían cambiar de sitio para que sus caras no fueran conocidas. Además, se mantenían siempre en un perfil bajo, ganando algo de pasta y perdiendo después para volver a ganar de forma que sacaran algo al final de la noche, sin llamar la atención demasiado.

Pero esa noche había otro “jugador” en el casino. A Red no le pasó desapercibido el revuelo que se había formado alrededor de una de las mesas y se acercó a ver qué ocurría…

Había un cliente, lo bastante desfachatado y borracho como para llevarse a un lugar tan público a una Drag Queen como acompañante. En honor a la verdad, ella también estaba muy borracha, y en la euforia del alcohol empezó a cantar en voz alta los resultados del pase inglés antes de que los dados terminaran de rodar. Su acompañante primero se río, después se sorprendió y finalmente empezó a ganar todas las rondas…

Notas de juego

*Helena y Kate son las dueñas del HoY.

Postead como queráis pero tened en cuenta que sólo Red ve la mesa de Diabolique. Vesper y Arthur están apostando en otro sitio y Alix y Eve, vosotros donde queráis.

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29/10/2019, 18:31
Director

Notas de juego

haga lo que haga Red, deja que Diabolique se marche del casino...

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29/10/2019, 18:32
Director

Notas de juego

Diabolique ve cóno Red la observa, y de aquí podemos segur con el resto del preludio tal cómo lo escribiste...  marchandote del Casino, después continuamos en la habitación del Motel

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29/10/2019, 18:58
Redmond Fox

Estaba siendo una noche de lo más divertida. Ya de por sí era excitante salir con Blue a "ganarse el jornal" por los casinos de la ciudad, pero hoy la cosa había mejorado gracias a Wheeler y su fenomenal limusina cargada de champán. Si juntabas al loco de Alix y a la simpática chica nueva, lo cierto es que la velada prometía.

Blue estaba ejecutando su magia sin demasiados problemas: ganando un poco, perdiendo lo justo y, al final, sacándose lo suficiente para que la noche les saliera a ganar. Se sentiría mal por los casinos, pero eran todos unos estafadores sin escrúpulos, así que no les venía mal ser ligeramente extorsionados.

Por supuesto, la parte excitante de todo esto era que no les pillaran. Y para eso estaba él. Mientras Blue se dedicaba a jugar, él se dedicaba a beber, malgastar dinero al azar y, sobre todo, vigilar. Vigilar a los matones del casino, descubrir a los tahúres y, en más de una ocasión, cruzar una mirada con algún conocido de estos mismos lugares. A veces utilizaba algo de magia para sentir el flujo de conexiones y relaciones entre los asistentes, pero la mayoría de las veces no era necesario y era suficiente con observar.

Esa noche parecía tranquila. Entre el champán y la segunda copa que llevaba encima iba ya un poco contento, pero no lo suficiente como para bajar la guardia. Quizá más adelante se pasara por los baños a tomarse un reconstituyente, pero por el momento se lo tomó de tranqui.

En una de las mesas comenzó a montarse algo de revuelo. Se acercó (con un vuelo indiferente) hasta la mesa a ver qué es lo que sucedía. Y lo que sucedía era que alguien muy borracho estaba dando unas voces realmente estridentes a cada jugada buena que realizaba. 

Y, con un par de jugadas, Red dedujo que eran demasiadas jugadas buenas.

No estaba fallando ni una, y estaba amasando fichas frente a él como si no hubiera un mañana. Red soltó un bufido despectivo y echó un vistazo a su alrededor. No iban a tardar demasiado en pasarse a echarle con cajas destempladas, lo cual podía ser bueno (les quitaba presión al resto de tahúres) o malo (ponía en alerta a los jefes del lugar). Pero seguro que sería interesante de ver. 

Mientras le daba un buen trago a su bebida y se abría paso hasta ponerse cerca del borracho con suerte, Red observó que en realidad la que estaba cantándole las jugadas al jugador era su acompañante: una Drag Queen despampanante y vestida para matar que iba probablemente más cocida que su acompañante. Y que estaba cantando cada una de las tiradas del dado antes de que se produjeran.

- La madre que los parió... - dijo, negando con la cabeza. Esto iba a terminar mal a la voz de ya, así que decidió que pondría un poco de tierra de por medio para poder ver el espectáculo en todo su esplendor, desde la fila de atrás...

... pero algo le hizo detenerse. Quizá el conocimiento de que esto iba a terminar mal. Quizá un simple afán por que las cosas no llegaran a estropearse del todo en una noche tan buena. O quizá fue el champán.

El caso es que se acercó un poco a la pareja y se abrió paso como solo the Red Fox sabía abrirse paso entre las multitudes, hasta que se puso al lado de los dos borrachos imprudentes. Y en un momento dado, aprovechando un montón de carcajadas y vítores después de una nueva jugada ganadora. - Pssss. - le dio unos golpecitos a la Drag Queen en el antebrazo con el brazo con el que sostenía la copa. - Eh, Reina de la Noche Embriagada. Modera el índice de aciertos o te van a echar a patadas del lugar. - dijo, en el momento en el que notó que la mujer le miraba, pero sin mirarla directamente, como si estuviera hablando en general. Mientras lo decía, observaba a su alrededor, esperando la llegada inevitable del Séptimo de Caballería Casinero.

 

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29/10/2019, 19:50
Vesper Blue Proctor

Adoraba las noches de casino, era en donde todos mis buenos deseos para The House of YES se transformaban en bienes materiales, en medios para concretar parte de nuestros proyectos. Y siempre era divertido ir con Red e interpretar nuestros papeles una y otra vez... Pero hoy era diferente, teníamos compañía, buena compañía.

Tenía que reconocer que ser la escolta de Arthur me ponía un poco inquieta, de algún modo sentía que tenía que estar a la altura de su presencia y no encontraba qué ponerme. Finalmente, seguí la estrategia usual, un vestido vaporoso largo hasta las rodillas, un buen escote en "v" que distrajera a los empleados del lugar y zapatos altos para lucir, pero no tan altos como para no poder correr.

La limusina de Arthur me pareció excesiva, pero sabía bien que aquello era mi problema, que era yo la que se sentía incómoda frente al lujo y no sabía cómo reaccionar. Bebí apenas durante el viaje para no dejarme llevar y porque estaba segura de que bebería más adentro, también quería dar una buena impresión a los chicos nuevos y no iba a lograrlo si caía en coma alcohólico o empezaba a hacer líos con la entropía porque estaba entonada. Durante el camino de ida fui distraída, envuelta en mis propios pensamientos a pesar del jolgorio general... El sueño giraba en mi cabeza como una ruleta y la imagen de ese percutor trabado me daba escalofríos.

Al separarnos con Arthur le pregunté si prefería el Black Jack o el tragamonedas, mientras transitábamos por el lugar hacia nuestro destino la alfombra mullida de colores chillones y arabescos indescriptibles me trajo cierta nostalgia. -Al entrar en un casino siempre siento que estoy en una realidad alternativa compuesta por luces quema-retinas, sonidos estridentes y sueños rotos -le dije -Es como una sinfonía rococó que va subiendo el volumen hasta que se convierte en un estruendo grotesco -expliqué con una sonrisa sardónica.

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29/10/2019, 23:09
Alix

Álix se sentía excitado, apabullado y fuera de lugar al mismo tiempo. La posibilidad de hacerse pasar por uno de los de la jet set era francamente divertido. ¿Podrían descubrirlo como uno más de esos chavales que se pelean, esnifan pegamento y se prostituyen por cuatro duros en las calles de brooklyn?¿O lo tratarían como a uno mas de los indolentes millonarios que se entregaban a vicios tan depravados como costosos mientras sus monolíticas empresas seguían aplastando los derechos de sus trabajadores? Poder ver la podredumbre de las altas esferas desde bambalinas era una experiencia que de seguro no iba a olvidar.

Lo primero la limusina y un traje alquilado, por suerte el no pagaba todo ese derroche y brindó por sus nuevos amigos, la primera familia que había conocido. O eso esperaba, no quería acabar de nuevo teniendo que meterse en una de las bandas de los suburbios para seguir traficando. Había algo realmente bueno en ellos, la magnanimidad distante de Arthur, la sinceridad reconfortante de Eve, la inocencia misteriosa de vesper y la ironía cálida y honesta de Redmon.

Descorchó otra de las botellas dejando que la espuma volara por los aires como una oleada de oro y blanco. Llenando las copas y celebrando el estar juntos, una noche más. Cuando descabalgaron de su montura de cien mil dolares pudo ver la enorme estructura del casino. Era casi como un templo, erigido al vicio y la avaricia humanas. Y sin embargo la elegancia de sus líneas lo fascinaron. En metal y cristal negros, las luces de neón refulgían con un anuncio de éxtasis y pecado. Se preguntó como quedaría con un buen grafiti denunciando lo podridos que estaban sus clientes, quizás un demonio caleidoscópico riéndose cagando billetes en un torrente de heces mientras los snobs se revolcaban en la mierda por sus riquezas.

Dejándose llevar con una sonrisa y una imagen de lo que planeaba hacer por la mañana entró en las salas del casino. Sus sentidos se colapsaron por los arabescos, el rojo y el verde enmarcados en maderas nobles. Algo había que reconocerles, ese lugar destilaba belleza. Siniestra y cruel pero belleza al fin y al cabo.

Se perdió entre las máquinas tragaperras, acariciando las mesas y dejándose llevar por la música clásica. Siempre le pareció una buena base, pero le faltaba el latido de la batería o los drums de la eletrónica. Algo que la hiciera más viva, aunque era etérea y sensual a su vez, como un alma en pena llorando su desgracia, muy apropiado.

- ¿Habías estado antes en un sitio como estos Eve? He de reconocer que es perturbador, atrayente y despreciable al mismo tiempo.

Siguió dando vueltas y se acercó a la mesa de Vesper, admirándola como un chiquillo tímido en clase. ¿Estaría tejiendo con la realidad?¿ Como conseguía hacerlo sin despertar el alma con la belleza del arte como catarsis? Y Redmon.. era un pintor y sin embargo era como un abismo cubierto con una cortina en forma humana, siempre había pensado que se debatía en el filo de la cordura, aunque sabía que el mismo había perdido esa batalla hacía tiempo. Rió para si mismo mientras volvía a dejarse llevar por la música, se perdió en los lavabos y se inspiró con su dulce doncella de blanco.

Quizás aún podría vender sus "productos" entre los viejos ricos y los niñatos malcriados. Aunque para ser la primera vez, e ir de invitado se limitaría a la inmersión en aquella piscina de tiburones de los negocios y mujeres de coral, bellas por fuera pero frías y duras en realidad.

 

 

Notas de juego

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30/10/2019, 02:31
Arthur H. Wheeler

Cualquiera que conociera lo suficiente a Arthur sabe que es alguien que gusta de la buena vida, pero también alguien con una fuerte convicción por ayudar a otros y con una gran sensibilidad humana. Era abierto a tratar cualquier tema con cualquier persona, no importaba cuán simple o cuán complejo se tratase, siempre se podía encontrar en él alguna palabra amiga, un código conocido, una mirada cómplice. Claro que había algo en él que lo hacía parecer que estaba por encima de los temas banales de la sociedad, pero sin duda era alguien que disfrutaba de escuchar con alguien cualquier tipo de música, desde los clásicos de Schubert o Chaikovski hasta autores más modernos de música urbana, como Bad Bunny. Eso era lo que el shuffle de su iPod mostraba –el único aparato electrónico que usaba constantemente por su versatilidad para la música, y también la visión cultural que tenía Arthur: la cultura no sólo es cultura porque sea de unos pocos, sino porque su arraigo hace que sea difícil pensar en ella y no asociarla con el lugar de su procedencia. Era algo que causaba constantes disputas entre los círculos de intelectuales de la comunidad literaria más esnobista cuando publicaba sus impresiones en su columna semanal en el Times.

El champagne Krug Clos du Mesnil Blanc de Blancs de la cosecha de 1995 es un fantástico chardonnay con notas aromáticas a sorbete de limón, con una sensación calcárea al paladar, flores blancas y a almendras tostadas, con una fuerte presencia en boca y unos taninos reforzados por el núcleo de limón y pomelo. El autor Paul Valería decía que Krug era “el champagne que Dios ofrecía a los ángeles cuando habían sido excepcionalmente buenos”, pero lo que hacía realmente de esa una bebida memorable era compartirla con tan grata compañía. Arthur disfrutaba de una copa mientras reía con sus compañeros y fumaba una marca barata de cigarrillos –el único vicio que tenía y en el que era un tacaño, charlaba sobre todo y nada a la vez con sus amigos, de vez en cuando rememoraba para ellos alguna anécdota divertida, vergonzosa o bochornosa con la que solía entretener cuando tenía invitados en casa.

Fue agradable para Arthur volver a un lugar conocido. La arquitectura árabe era una de sus favoritas y los detalles de alhambra en la decoración le resultaban exquisitos, como si tratasen de ocultar con clase el tipo de sitio que se trataba. No había NADA en el casino que lo diferenciase de cualquier callejón de Harlem o Mott Haven, donde se rifaban la vida por tres gramos de coca, también se hacían apuestas con tu vida como garantía de pago, y había prostitutas de a 5$ la hora, salvo que esos lugares eran frecuentados por apostadores que no tenían records crediticios. Y Arthur tenía una buena línea de crédito, para qué mentir. Tenía reservada una silla de póker y las bebidas de sus compañeros registradas a su nombre. Firmó en la recepción por las fichas que más tarde llevarían a su mesa.

Caminó con Vesper hasta el recibidor del casino. –Mi juego favorito ha sido siempre el póker. – Le respondió cuando preguntó por su preferencia. Era conocida la afición de Arthur por ese juego en particular y se sabía que frecuentaba una mesa de juego los miércoles por la noche en el Hotel Plaza de Manhattan, donde entrar en la mesa podía llegar a costar la friolera de US$250.000, aunque ese no era siempre un detalle conocido. Por el lenguaje corporal de Vesper, Arthur podía percibir que se sentía ligeramente incómoda, aunque no alcanzaba a saber si era porque no estaba acostumbrada todavía al lujo que representaba este tipo de lugares o por si se estaba esforzando por dar una buena impresión a los nuevos. –En cierto modo es una realidad alternativa. Los casinos te hacen creer que estás ganando, que eres dueño del momento, que estás en la cima de tu buena racha. Pero todo es una farsa. Te bajan de ese pedestal, rompen tus sueños, y vienes a la noche siguiente por la revancha. – Se ríe por lo bajo, acompañando su sonrisa, y enciende un cigarrillo, sin saber si era un lugar reservado o no para fumar. –Los espacios intermedios de la vida son así de estruendosos, y bastante trágicos si me lo preguntas. Me pregunto si sólo nosotros nos damos cuenta, o todos lo hacen y deciden ignorarlo.

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30/10/2019, 11:53
Diabolique

Una noche más de trabajo en el Sparkle, el bar de Brooklyn donde paran todas las travestis de la zona. Por ese entonces Starfire estaba entregada al azar de la noche y la calle. No hay giro de la rueda de la fortuna más grande que aceptar dinero de cualquiera, seguirlo en la oscuridad y entregarse. Siempre aderezado con bebida y drogas de dudosa procedencia. Esa noche, por una ocurrencia de otra chica, había mezcla un poco de purpurina en su bolsa de cocaina. Desde pequeña había tenido una relación íntima con el polvillo brillante y colorido. Al arrojarlo al aire veía el mundo con un filtro de fantasía infantil ¿o es la realidad? Se preguntó al tiempo que se metía la primera raya en el baño del Sparkle. Apenas salir un hombre la miró deseoso y le invitó una copa. Ella era divertida y obediente; él, amable y atrevido. Se divertían juntos, una copa llevó a la otra. La invitó al casino. ¡Qué osado! Nunca la habían invitado a un lugar tan público, mucho menos así de elegante. Se sintió tan agasajada, miró su atuendo y pensó que era el adecuado. Una noche de suerte.

Este otro baño era brillante y olía bien, la necesidad era la misma. Una larga raya de colorida cocaína. Casi el final de la bolsa. Ya estaban bien borrachos y por eso quiso cortarlo con merca. El resultado era una locura. Al salir cruzó a un joven que estaba tan ubicado allí como ella, de barrio y limpiando la nariz a su mismo ritmo. Le lanzó un guiño. Llegó animadísima a la mesa de pase inglés. Vio los dados en la mano de un jugador y sus labios pronunciaron el número, los dados rodaron y había acertado. Todos rieron. La segunda vez celebraron. La tercera se hizo un pequeño silencio. De allí en adelante todo fue festejos y fichas. Estaba desbordada cuando notó al hombre que la miraba detrás de unas gafas espejadas, era el único que no reía o estaba sorprendido. Siguió en lo suyo pero inquieta. De repente el tipo estaba junto a ella, dijo algo de "reina" y "aciertos", pero ella estaba muy ebria y sólo se asustó más. Con un toque y una mirada profesionales convenció a su acompañante de que ya había ganado suficiente y era momento de conseguir una habitación en algún motel. Salieron apresurados, desde la puerta buscó con la mirada al extraño pero no lo encontró. Si vió a un tipo igualito a Arthur Wheeler, ya saben, el escritor.

Notas de juego

Perdón las desprolijidades. A veces escribo en condiciones deplorables. Lo edité un poco.

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30/10/2019, 15:50
Vesper Blue Proctor

La muchacha asintió pensativa entrecerrando sus ojos azules hasta que solo ese color se vio a través de sus pestañas y comenzó a dirigir sus pasos hacia la mesa de Póker de elección de Arthur, en el camino se adjudicó un Tom Collins, su trago preferido.

Miró a Arthur de lado con una media sonrisa cómplice -Creo que podría dividirse perfectamente a las personas con esos parámetros: los que se dan cuenta, los que deciden ignorarlo y los que permanecen en la ignorancia -alzó las cejas y amplió la sonrisa mientras acotaba -Por experiencia los que dicen que la ignorancia es una bendición son los que deciden pasar de lo que los rodea, aunque tengo que reconocer que hubo un par de ocasiones, cuando todo me abrumaba y me sentía infinitamente sola, en las que yo también deseaba no haber llegado nunca al conocimiento -reconoció con una nota de vergüenza.

Luego negó suavemente con la cabeza -Pero la verdad es que una vez que lo alcanzas no puedes volver atrás: esa es la bendición y la maldición de quienes miramos al mundo con los ojos de verdad bien abiertos... Aunque -dudó -¿Qué es la realidad? -preguntó de pronto, un poco al escritor, un poco retóricamente -A lo mejor Jung tenía razón y estamos todo el tiempo soñando, solo que cuando estamos despiertos la conciencia hace mucho ruido como para que lo notemos...

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30/10/2019, 16:30
Redmond Fox

De algún modo, parece que su advertencia no cayó en saco roto. La chica había terminado optando por dejar de hacer lo que estuviera haciendo y animó a su acompañante a marcharse. Buena elección, Reina. 

Después de hacer la buena acción de la noche (ah, qué blando me estoy haciendo con la edad), Red se dedicó a darse una vueltecita por el casino. Vesper y el señor Wheeler parecían estar ocupados con el póker y decidió dejarlos allí; esos dos no se meterían en líos. A los que tendría que vigilar un poco más sería a Eve y Alix. A la nueva no la conocía mucho, pero a Alix empezaba a calarlo... y pudiera ser que la liara a poco que se entusiasmara. Le daba la impresión de que cualquier día de estos les haría volar a todos por los aires.

¿Dónde se habían metido, por cierto?

Notas de juego

Busco a Alix y Eve por el casino, a ver en qué se están metiendo. Ay, que Alix no se haya puesto a trapichear por su cuenta...

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30/10/2019, 22:46
Eve

Le habría gustado tener más tiempo para ganarse a algún tipo que le hiciera crowfunding personal para comprar nueva ropa adecuada para la ocasión, pero no hacía sino unos días que había llegado a la ciudad y aún estaba conociendo gente, por lo que tuvo que conformarse con una ropa que tan sólo cumpliera con los requisitos  mínimos; pantalón (que no vaquero) con blusa azul clarito a juego con unos zapatos sin tacón. En la calle siempre necesitaba favorecer la funcionalidad sobre la elegancia (nunca sabes al baboso que tendrás que pararle los pies por ir demasiado lejos y por no entender que no es no), algo que esperaba poder cambiar cuando se asentara de nuevo en un sitio por una larga temporada.

 

En la limusina había reído y divertido con el champagne, sobre todo porque lo pagaba otro y sus nuevos amigos parecían todos muy enrollados, aunque le escamara que su “primo” (cómo había bromeado un par de veces con Redmond por tener el mismo apellido) siempre llevara gafas de espejo hasta de noche y dentro de los locales. Se preguntaba que ocultaría, pero entendía que todos tenemos nuestros secretos y desvelar los de los demás lleva su tiempo si se quiere hacer con delicadeza y consentimiento.

 

Nada más entrar en el lugar, todos parecieron dispersarse. Ella se paró un momento a disfrutar de la decoración del lugar. No iba a sitios tan lujosos todos los días y cuando lo hacía, había que disfrutarlo.

 

- ¿Habías estado antes en un sitio como estos Eve? He de reconocer que es perturbador, atrayente y despreciable al mismo tiempo.

 

- Y por eso mismo me encanta jajajajabromeó Un par de veces, pero estoy acostumbrada a sitios menos glamurosos.paseó la mirada hasta que localizó lo que estaba buscando, la mesa de póker dónde ya los esperaba Arthur. Sonrió.

- Te espero en la mesa de póker, ¿vale? No tardes en el servicio – le medio regañó en broma como si fuera su hermana antes de separarse de Alix.

 

Se encaminó decidida a la mesa. Los jugadores profesionales de póker dicen que el póker no es un juego de azar, es un juego de habilidad, y ella no iba a quitarles ni un ápice de razón. Claro, que para ella la habilidad era mucho más sencilla. Con una larga mirad era capaz de intuir con mucha precisión que cartas llevaba cada uno de los jugadores de la mesa, con una media sonrisa y un par de parpadeos animar a que los otros se confiaran y subieran las apuestas con la rubia tontita, y con una mirada penetrante hacer que se retiraran al final antes de revelar las cartas, y si todo eso salía mal, bueno, había aprendido un truquito muy útil para cambiar el aspecto de su cartas el tiempo necesario para enseñarlas y llevarse las apuestas.

En conclusión, sí, el póker era un juego de habilidad y ella rezumaba habilidad por las orejas.

- ¡Hooola! ¿Hay sitio para una más?peguntó animadamente iniciando su numerito de rubia tontita que juega por primera vez y tomando asiento.

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01/11/2019, 01:14
Alix

Álix vio como todos sus compañeros se arremolinaban cual cuervos hambrientos alrededor de la mesa de poker. Era curioso ver todos los clichés con los que tan cómodos se sentían lo ricos. Una compleja serie de rituales que establecía su estatus, y les confería confort, alimentaba sus egos exorbitados y les permitía retozar como cochinos sobrealimentados en su charca de oro y champan.

Sin embargo resultaba fascinante ante la mirada del pintor callejero, la distancia que esgrimían a nivel físico y emocional, el control de los movimientos, las complejas puñaladas verbales con los que despreciaban a otros clientes del casino que no eran lo bastante chic para mezclarse con ellos. Incluso pudo entrever las complejas campañas en contra de un compañero o tal vez pariente que había caído en desgracia para los complejos varemos de su microcosmos social.

Y el drama era uno de sus artes favoritos, pero con el traje alquilado no podría siquiera soñar en entrar al juego y divertirse con ese atajo de snobs pagados de si mismo. Con la fuerza creativa de la droga incendiando sus venas volvió de nuevo al lavabo. Sacó uno de sus taquers dorados y dejó que su magia recorriera las hebras de su chaqueta, dibujando un nuevo jardín de lujo y excelencia.

Minutos después salió con un sublime traje de elegante extravagancia, con flores de oro abrazándolo y los pantalones a juego ciñendo su talle atlético. Con una actitud de frío desprecio empezó a jugar al juego de los poderosos, fingiendo tener más de lo que tenía con una mirada fría y distante. Deslumbrándolos con su actuación y su máscara del drama, casi podía escuchar las risas infantiles y divertidas de sus musas.

Ahora hacía falta el reconocimiento de los suyos. Inició la compleja danza acercándose a la mesa de poker con una media sonrisa.

Arthur querido ¿Cuanto tiempo ha pasado? No nos veíamos desde esa cena benéfica para el partido demócrata ¿O tal vez fue en la presentación de tu último libro? He de decir que tus palabras me transportan, casi como si pudiera vivir la vida de otro. Veo que estáis jugando..

Con un gesto mezcla de indiferencia y hastío solicitó una copa a una de las camareras que paseaban como pequeños floreros dispuestos para que los clientes pudieran escupir su superioridad y pedantería.

Póngame un Gin-Tonic, mezclado, no agitado y con una twist de cítrico. Nada de encurtidos, estropean el sabor. De bombay Saphire con fertimans, su toque especiado es estimulante y picante y el aroma de la fruta ensalzan la mezcla de forma fresca y excitante.

Álix sonrió con complicidad a Arthur, imitando su habitual descripción sensual y exquisita de los sabores y sensaciones que producían esos caldos y licores. Dejó que el traje, el drama y la belleza del local se fundieran en una compleja alquimia que despertó su alma. Estaba disfrutando de ese momento y dejó que los complejos arabescos del suelo, su delicioso traje nuevo y su pequeño teatro reforzara un aura impalpable de poder y respeto. Algo etéreo apenas perceptible como esa actitud solemne y elegante que siempre esgrimía Arthur como la mejor de sus armas.

- Vaya, parece que una de las estatuas de afrodita ha tomado color y ha decidido acompañarnos esta noche. Señorita.

Dijo al tiempo que hacía el ademan arcaico y recargado de tomar de la mano a vesper blue para acariciar sus dedos de porcelana con su aliento.

Y la acompaña la reina de las hadas ¿Donde ha dejado el resto de su corte mi señora Titania? Señoras, esta va a ser una velada deliciosa.

Por el rabillo del ojo pudo ver a Redmon con expresión preocupada. Mientras se desternillaba en su fuero interno. Al final iba a pasárselo bien con toda esa mascarada. 

 

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01/11/2019, 02:44
Arthur H. Wheeler

Al llegar a la mesa había una silla reservada para él, por lo que no tuvo que esperar para sentarse. Las personas por lo general no reconocían a Arthur en la primera impresión, a veces era confundido con ese escritor. Aun así, se las arreglaba para obtener el trato especial del casino. La magia del dinero. Había espacio para más personas que quisieran unirse al juego o, alternativamente, sólo sentarse a observar cómo los jugadores jugaban y perdían todo su dinero mientras algunos creían estar ganándolo. Entró a la mesa con una cifra relativamente baja, unos 100 mil dólares en fichas que el valet del casino puso frente a él: esa noche se había prometido que jugaría sólo por diversión y no para hacer dinero, pero con tantos años en ese mundo, ya sabía de qué estaban hechas esas promesas. Apagó el cigarrillo en uno de los ceniceros que habían puesto para él en la mesa y pidió un escocés en las rocas, todo esto mientras prestaba atención a las palabras de Vesper, quien, para su propio placer, había entrado en el intrincado juego de palabras filosóficas que ha preocupado por siglos a científicos y filósofos por igual. – ¿Quid est veritas? – le respondió a Blue. – Se dice que el momento existencialista de Pilatos fue cuando preguntó a Jesús justamente eso, qué es la verdad, la realidad del mundo. El Evangelio de Juan revela que Jesús se limitó a responder que, «todo aquel que es de la verdad, oye mi voz». –Sonríe. – Lo que quiso decir fue que, todo aquel que siga y no se aparte de su camino, conocerá la Verdad, porque la Verdad es Él como también es el camino para llegar al Padre. Bastante simple, ¿no crees? Obedecer a la naturaleza y ya. – Le pregunta, esperando no aburrirla. – Pero Francis Bacon, un filósofo inglés, cuando disertaba sobre esta cuestión lingüística, se preguntaba al igual que Pilatos, si la Verdad era una sustancia perceptible, es decir, aquello que entendemos por conocimiento formaba parte de un Cuerpo físico diferenciable de los demás, o si tenía una característica intrínseca que la distinguiera de la mentira, como podemos distinguir el color rojo del azul, algo inherente a la verdad misma, o si por el contrario era una relación, como de correspondencia, entre lo que era Verdad y lo que no. ¿Interesante ya o todavía no? – Le pregunta retóricamente. – La conclusión a la que llegó, me hace preguntar si acaso era Iluminado, como nosotros, porque planteó a los filósofos de la época abandonar la teología como marco de la ciencia, y, por ende, ese absurdo existencialismo cristiano, o el puro empirismo que se dedica a observar hechos impensados sin contexto, y promovía abrazar el materialismo, es decir, el estudio científico de aquello que ES en la naturaleza y no detenerse allí, sino avanzar también en lo que puede SER con la huella que nuestra mano puede obrar en ella. ¿No lo sabemos bien nosotros? Si es un sueño lo que vivimos, entonces es la realidad, pero si entonces no lo es, ¿quid est veritas? Tal vez la realidad, la Veritas, sea lo que es, aquello que puedes percibir, medir y cuantificar. Pero también lo que podemos hacer con ella. – Sonríe, encendiendo otro cigarrillo como si no acabara de apagar el que recién se había fumado. Le da un trago a su bebida, saboreando el buqué áspero del whisky en su paladar. – Adelante, siempre hay espacio para una más. – Le dice a Eve cuando llega, mientras exhala el humo de su cigarrillo.

Debía reconocer que la irrupción de Alix lo tomó desprevenido, su nueva indumentaria, la cual ya podía imaginar de dónde la había obtenido, sorprendió un poco. Pero su rostro no mostró señales de lo que en su interior sentía, y decidió seguirle el juego. Después de todo, para eso eran los amigos, y de todos los que tenía, Alix sin duda era el más explosivo. – My dear, qué de tiempo. Siéntate con nosotros, esta ciega se está poniendo interesante, de seguro no te importará perder un poco de dinero. – Un guiño bastó para que entendiera que cubriría sus apuestas en la mesa si decidía tomar una de las siete sillas de la mesa.

Notas de juego

Creo que es a discreción del Director la cantidad de jugadores que puede haber en la mesa. Normalmente las mesas de los casinos son de 7, pero podrían ser más sólo por diversión (y para no jugar sólo contra nosotros mismos xD)

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01/11/2019, 10:21
Director

La partida de póker aún no había empezado cuando vieron pasar a la Diva; caminaba con paso regio entre las máquinas tragaperras, seguida por su ebrio acompañante. Este apretaba contra su pecho y a manos llenas las fichas que Starfire le había hecho ganar, como un niño avaricioso que ha recogido demasiados caramelos en una cabalgata, algunas se resbalaban de entre sus dedos y rodaban por la mullida alfombra. A parte del revuelo que ocasionaron los otros “niños”, al enzarzarse en alguna pelea por hacerse con los pequeños tesoros olvidados, todas las máquinas cuyos rodillos estaban girando en ese momento se pararon en el premio gordo a su paso, haciendo que las luces estridentes, las musiquitas pegadizas, y los gritos de entusiasmo generalizados enmudecieran las instrucciones de la sala de control que pedían al personal de sala que detuvieran a la extraña pareja.

El revuelo no pasó desapercibido para ninguno de los Despertados, pues la Drag Queen vestía la entropía como una fragancia intoxicante. Arthur sintió los flujos de energía, y Vesper los resultados de aquella probabilidad imposible. No les quedó ninguna duda de que era uno de ellos, una huérfana, por los dones que exhibía de aquella forma inconsciente y algo incontrolada.

Eve sin embargo sintió otra cosa, algo muy distinto. Acostumbrada a las miradas lascivas que chicos y hombres le dedicaban desde que empezó a desarrollarse y dejó de ser una niña para hacerse mujer era capaz, en ocasiones, de Ver los deseos que en ellos producía; aparecían como imágenes en su mente, flases en los que se veía a sí misma haciendo realidad las fantasías sexuales de aquellos que la observaban. Aunque a veces era un poco perturbador ya estaba acostumbrada, pero lo que le produjo aquel hombre al volverse desde la puerta para mirarla con ojos lujuriosos antes de salir del casino la dejó helada…

Se vio a sí misma desnuda y de rodillas, golpeada, sintió el escozor de las quemaduras de cigarrillo en sus pechos, la hinchazón de las manos atadas a la espalda, y las arcadas que le producía el duro y frío metal de una pistola apretando fuerte al fondo de su garganta. La empuñaba aquel hombre que acompañaba al travesti, y que ardía en deseos por alimentar ese apetito macabro e insaciable…

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01/11/2019, 11:03
Redmond Fox

Mientras buscaba a sus compañeros por el casino, el sonido de las tragaperras soltando el premio gordo y el entusiasmo de los ganadores le llamó la atención. Vio a la extraña pareja dirigiéndose al exterior del casino y observó alrededor suyo: no parecía que, con el tumulto que habían provocado, fueran a ser interceptados por la seguridad del establecimiento, pero más les valdría no volver por aquí en un tiempo bastante prudencial.

¿Lo estaban haciendo como maniobra de distracción? Si era así, era brillante. Pero lo dudaba; todo esto sonaba mucho más a un talento salvaje apenas controlado. En cualquier caso, o la chica era alguien muy imprudente, o estaba tan borracha que no sabía ni lo que estaba haciendo. Malas noticias en cualquier caso, y esperemos que solo para ellos.

En cualquier caso, era un espectáculo digno de contemplarse, aunque fuera a una distancia prudencial. Así que comenzó a seguirlos. Estuvo tentado de usar su Arte para ver mejor las hebras del destino siendo tensadas de forma nada sutil por la chica, pero estaban a punto de marcharse y había gente que podía hacer eso mucho mejor que él.

Y esa gente estaba sentada a una mesa de póker. 

Se acercó a ellos, mientras no perdía de vista a la pareja, casi a punto de salir. - Hemos venido en la mejor noche posible, ¡hoy hay espectáculo de luz y sonido! - dijo, con tono burlón, apareciendo a la espalda de Alix y el Señor Wheeler. - Eh, Alix, me mola tu chaqueta, tienes que presentarme a tu sastre. - Después, se puso entre Eve y Vesper y se dirigió a esta última, hablándola al oído (aunque no tan bajo como para que Eve no pudiera oírlos). - Peque, ¿ves a la despampanante Reina de la Noche que acompaña al Señor Que Arroja Monedas? Lleva un rato haciendo cosas imposibles, y creo que no sabe del todo lo que hace. ¿Cuál es tu opinión profesional sobre el asunto? - Blue sabía leer mucho mejor que él las hebras del destino; al menos, sabía hacerlo conscientemente, mientras que en su caso las visiones le llegaban... cuando ellas (o el Gigante Rojo) querían.

Notas de juego

Bueno, me vengo hasta la mesa para estar todos juntitos.

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01/11/2019, 12:39
Eve

Maldito hijo de la gran puta.
Eve apretó los dientes y se agarraba con fuerza a su silla para no saltar inmediatamente. La rabia la inundaba y deseaba reventarle la cabeza allí mismo a ese hijo de puta. Quizás la cabeza no, mejor los huevos. Pisárselos con unos zapatos de aguja despacio hasta atravesarlos o que reventaran. Hacerle sufrir lo mismo que quería hacerle a aquella pobre drag y sólo el universo sabría si ya se lo había hecho antes a alguna otra chica.
.
Antes de que reaccionara llegó Redmond, quien pudo notar como el resto de sus acompañantes, como se había mudado el rostro de Eve.
- La suya no sé, pero ese cabrón quiere agradecérselo a la chica con una bala en la boca y te aseguro que no quieres saber cómo se quiere divertir con ella antes de eso. – dije entre dientes en un tono que me daba igual que me oyeran otros jugadores de la mesa ni que se preguntaran porque pensaba eso.
.
Dirigí una mirada cargada de significado a Alix antes de levantarme y dirigirme hacia la chica sin pararme a ver si alguno me seguía o no.
Por el camino hasta la chica revienta tragaperras cogí una copa casi llena que alguien había dejado olvidada al lanzarse ansiado a recoger fichas y monedas gratis.
Era complicado llegar hasta ella con tanta gente entre medias, atravesar la multitud era como bailar; uno derecha, dos izquierda, paso lateral, de frente, esquiva, gira…

Notas de juego

Mira lo que hemos durado juntos XD

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01/11/2019, 14:01
Vesper Blue Proctor

-También lo dijo porque Jesús era el Verbo y por Él habían sido creadas todas las cosas, entonces a lo que se refiere también es que a través de la creación es posible llegar al conocimiento de la Verdad, ¿Y no es eso lo que presentimos todos al admirar un bello amanecer o la vastedad de la naturaleza? -expresó con una sonrisa que manifestaba cariño y el infinito placer de poder mantener estas conversaciones con alguien, siguió escuchando con sumo interés, luego acotó -En realidad es simple y no lo es, señor Wheeler, creo que los que complicamos las cosas somos nosotros -repuso con una sonrisa de lado.

Luego cuando la exposición tomó los derroteros entre el mundo científico, lo visible y lo invisible dijo -En realidad...-, iba a exponer su pensamiento cuando llegaron sus nuevos compañeros de juerga a la mesa. Primero Eve, a la que le dio una sonrisa sincera -Por supuesto hermosa, siéntate junto a mí -palmeó el asiento a su lado y le dio una mirada coqueta. -No te dejes engañar por las luces de colores, ¿Eh? -dijo condescendiente a propósito, siguiéndole el juego del papel que quería representar -Ya sabes lo que se dice:

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son -.

Citó con la misma solemnidad con la que declamaba poesía los miércoles por la noche en el Club.

Luego llegó Alix y fue todo un espectáculo verlo fingir su alto abolengo -El gusto es mío -ladeó la cabeza y extendió la sonrisa -Pero todavía no estoy segura de si soy Afrodita o Hera -acotó con una sonrisa lobuna.

Sin embargo, algo, o mejor dicho, alguien captó su atención: era acaso la drag queen más glamorosa que hubiera visto y su porte masculino mezclado con sus ademanes elegantes y femeninos le hicieron quedar sin habla, fascinada. Pensó para sí misma que era una de las mujeres más bellas que había visto, no solo por el charm que destilaba a su alrededor, sino por un magnetismo que podía casi tocar con los dedos y que se manifestaba en un remolino de luz que se generaba a su alrededor en el que los hilos de la realidad se torcían y se tejían como si fueran cintas que adornaban su cabello.

A su paso la reina del caos entrópico dejaba oír su marcha real de tragamonedas con premio, Blue pensó en su fuero interior que la reina estaba a punto de meterse en problemas con esa ostentación de poder, pero parecía más bien inconsciente de su efecto.

Estaba tan ensimismada que apenas notó a Red entre ella y Eve, se sobresaltó con sus palabras, y con su presencia cómo no, pero utilizó el empuje de esa sensación de alerta para afilar su "ojo" y asintió en silencio para indicarle a Red que eso era lo que iba a hacer mientras su mano se deslizaba hacia su escote donde guardaba su reloj. Sin embargo, Eve expresó algo que había visto o presentido que calzaba justo con su visión e, impulsiva, decidió tomar el toro por las astas sin consultar... Podía terminar muy bien, o muy mal... -Eve, espera... -pero ya se había ido.

Sin dejar de mirar hacia la chica trans musitó en voz audible para los que estaban cerca -Anoche tuve una pesadilla, una en la que estábamos jugando a la ruleta y la bola en vez de caer en un número se transformaba en un arma que se encasquillaba, pensé que el peligro era para nosotros, pero ahora... No estoy tan segura -reconoció con una sombra de duda y por fin lo miró de lado un instante solo un instante para luego mirar a Arthur -Como le dije, señor Wheeler, los que complicamos las cosas somos nosotros...

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Areté

Dificultad: 3

Tirada (3 dados): 3, 7, 10

Éxitos: 3

Tirada oculta

Motivo: Areté

Dificultad: 3

Tirada (3 dados): 7, 10, 8

Éxitos: 3

Tirada oculta

Motivo: Areté

Dificultad: 3

Tirada (3 dados): 8, 9, 6

Éxitos: 3

Notas de juego

Dire, hago la tirada yo o la haces tú?

Dificultad base 5 -2 por instrumento = 3.

Éxitos necesarios, 6 (para añadir a Alix, Red, Eve, Arthur y Diabolique). Total 6.

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01/11/2019, 16:32
Redmond Fox

La suya no sé, pero ese cabrón quiere agradecérselo a la chica con una bala en la boca y te aseguro que no quieres saber cómo se quiere divertir con ella antes de eso

Las palabras de Eve lo sorprendieron, y más aún que saliera disparada hacia la pareja. ¿Una bala en la boca? ¿A qué coño se refería?

Estuvo a punto de salir pitando detrás de ella, pero Blue había sacado su reloj, y les estaba diciendo algo.

Anoche tuve una pesadilla, una en la que estábamos jugando a la ruleta y la bola en vez de caer en un número se transformaba en un arma que se encasquillaba, pensé que el peligro era para nosotros, pero ahora... No estoy tan segura

Red frunció el ceño, preocupado. Se fiaba de las premoniciones de Blue, por lo que asintió sin dudarlo, y empezó a valorar todo este asunto de un modo muy distinto que el que había tenido hasta el momento: de repente, esto ya no era misterioso, sino peligroso.

Id terminando la partida, creo que es mejor que lo dejemos por hoy. - Antes de irse, estuvo a punto de decirle a la vidente que podía haberles advertido sobre su sueño antes de venir al casino... pero decidió que ya habría tiempo para hablar de ello después. Simplemente soltó un pequeño gruñido de enfado y salió detrás de Eve, que ya le sacaba bastante ventaja.

Notas de juego

Voy hacia Eve y Diabolique. Espero a ver si el dire me indica si llego hasta ellas, y a qué altura.

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01/11/2019, 16:52
Redmond Fox
Sólo para el director

Dire, me comentaste que dejara a Diabolique salir fuera... pero veo que no se lo comentaste a Eve ;).

Avanzo hacia ellos con la intención de parar a Eve y que no haya un altercado o incidente dentro del casino y no nos dejen entrar nunca más en este o en otros...

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02/11/2019, 17:23
Arthur H. Wheeler

La energía primordial que irradiaba la Reina de la Noche se sintió como un sabor metálico en la boca que arruinó por completo el trago de Arthur. Entonces la vio, los ecos que dejaba al caminar, como destellos de luz (como el que hace una bombilla al fundirse), afectaban los patrones de las cosas que dejaba a su paso. Parecía que no lo controlaba del todo y que tampoco era consciente de lo que hacía, pero eso sólo podía significar malas noticias para ella. Apagó su cigarrillo en el cenicero a medio acabar y tomó el resto de su trago, para tratar de quitarse el mal sabor de la boca. Le dejó una generosa propina al valet de la mesa de póker. – Cómprate algo bonito, dulzura. – Le sonrió.

Esperó a Blue para ponerse en marcha detrás de la chica cuya vida estaba a punto de arruinarse por los deseos de un hombre. Cuántas vidas se habrán arruinado sólo por eso, se preguntaba a veces. Otro día que pasaba sin que los hombres sirvieran, qué sorpresa. – ¿Vamos? – La pregunta es más una invitación a seguir a Redmon y a Eve que otra cosa, al mismo tiempo que trata de responder a su planteamiento. – Vaya si hemos tenido suerte de no escoger ese juego esta noche, parece que algo o alguien lo ha roto. – Le señala la mesa donde se estaba jugando la ruleta*, en la que unos confundidos manejadores del casino no llegan a dar con la falla que hace que la bola caiga siempre en el mismo número.

Se metió la mano en el bolsillo derecho del pantalón para confirmar que tuviera metida allí su pequeña libreta de anotaciones, en la que apuntaba ideas, sonetos o piezas de inspiración. Y procedimientos. – Las peores complicaciones pueden surgir a veces de las cosas más simples en la vida. Toma el amor, por ejemplo, cuán fácil sería si entre nosotros no tuviésemos ideas preconcebidas tan complicadas y sacrificadas de lo que es y no es el amor. Cuantos matrimonios y divorcios se evitarían, de no ser por eso. – Le responde, aligerando un poco la conversación. Aunque pareciese distraído o entretenido con la plática, la verdad es que por dentro estaba más que ocupado en saber a dónde llevarían a esa muchacha y cuál era ese destino tan funesto que Eve anticipó que le pasaría. Debían estar preparados para lo peor.