Partida Rol por web

El aire parece detenerse alrededor, cuando Akari y Juzoh contemplan al hombre que lleva en brazos a Hikari. Nadie nota nada extraño alrededor, pero la escena es tensa... ¿Qué está haciendo ese hombre? ¿Por qué está cargando con su hermana? Hikari parece totalmente dormida o inconsciente... o algo peor.

Cuando os detenéis en mitad de la calle, el hombre que parece ser chino, también se para y alza la mirada. Se percata de que lo observáis atentamente, pero no hace ningún gesto brusco. Simplemente se queda ahí, con la vista fija en vosotros... y llevando aún en brazos a Hikari, que parece una muñeca desmadejada.

La tensión se palpa en el ambiente mientras esos dos jóvenes te observan. Puedes darte cuenta de que incluso fruncen un poco el ceño. ¿Por qué te miran así? Nunca los habías visto antes... La niña no es motivo de preocupación, pero el grandullón es realmente temible, y más con ese garrote de metal.

En un principio no sabes muy bien qué hacer, tienes que seguir tu camino... pero algo te dice que esos dos muchachos se están fijando demasiado en ti como para que la situación sea normal.

 Con mi rostro semi oculto por el sombrero avanzo hacia ellos a en silencio a una  velocidad media, sin embargo al estar poco mas allá de los brazos del gigante inclino mi cuerpo hacía adelante y corro a toda velocidad.

No puede creer lo que ve... esa escena es imposible... no es posible que Hikari esté en brazos de ese hombre, como si de una muñeca desmanejada se tratase.

Después de un momento de tensión, Akari rompe el tenso silencio y grita el nombre de su hermana.

-¡¡Hikari!!

Se acerca al hombre chino que la carga. Corriendo.

-¿¡Qué ha pasado!?

En el momento en que Akari exclama el nombre de su hermana, el hombre chino comienza a andar. Se dirige hacia ellos con paso tranquilo, pero un poco antes de llegar a su altura, se inclina hacia delante y echa a correr. Esto les pilla totalmente por sorpresa, y ven aturdidos cómo ese hombre escapa calle arriba con su hermana en brazos.

Durante un momento, todo el mundo de Juzoh se fracturó en mi pedazos. Todas las fuerzas que había acumulado con la intención de recorrer el universo conocido en busca de Hikari se desvanecieron de repente, transformándose en furia e ira cuando el tipo que llevaba a su hermana en brazos salió corriendo con ella.

- ¿Dónde te crees que vas con mi hermana, ¡maldito!? - dijo Juzoh, con su voz atronadora que podía oírse en varias manzanas alrededor, alzando su formidable porra.

Acto seguido, lanzó su arma predilecta con todas sus fuerzas contra algún punto por delante del tipo, con la intención de asustarle o, al menos, interrumpirle el paso.

 Al darme cuenta que la identificaban como su hermana doy la media vuelta, una maza se dirige a mi dirección, en respuesta, giro rápidamente mi cadera para, con una patada circular-ascendente desviar su arma.

Sin soltar a la joven me inclino ligera y cortesmente hacia ellos

¿En verdad es vuestras hermana?

El Kongo Rakan de Juzoh traza una parábola en el aire, mientras gira sobre sí mismo. No obstante, el hombre chino se da cuenta de que el arma vuela hacia él y la desvía hábilmente de una patada. Entonces se queda parado en el lugar en el que ha saltado, hace una reverencia y pregunta:

- ¿En verdad es vuestra hermana?

Apretando los dientes, con las piernas separadas y los puños cerrados, Juzoh avanzó con paso firme hacia el tipo que aún tenía a su hermana, dispuesto a arrancarle la cabeza de un manotazo.

- ¡¡Por supuesto que es nuestra hermana!! ¡¿Qué demonios has hecho con ella?! Como te hayas atrevido a lastimarla lo más mínimo yo...

Como... cómo se atreve ese chino de m*... no, ella no puede decir esas cosas... que es una sacerdotisa... pero... es que esa es su hermana y un tipo se la esta llevando!! Y encima está... está... mejor ni pensar en lo que está!

-Claro que es mi hermana! Quién te piensas que somos!? Déjala!

Se acerca corriendo al tipo, para recuperar a su hermana.

 Al ver al tipo con claras intenciones de pelea con una mano saco el abanico que cuelga oculto entre mis ropas, lo abro y me soplo con el mientras cruzo y pego las piernas. La grulla se prepara para remontar el vuelo.

Salvo la impresión vuestra hermana se encuentra perfectamente bien. Sin embargo, recomendaría que guardaran la calma. Aunque puedo ver por ciertos rasgos que os "parecéis", tras lo que he visto no puedo confiar del todo, al menos hasta que la deposite en el templo.

Juzoh golpeó el puño contra su palma, haciendo resonar el golpe, parece terriblemente enfadado. Las venas de su frente empiezan a marcarse, rechinan sus dientes debido a la fuerza con que aprieta, y comienza a ponerse de color rojo.

Su Kongo Rakan está algo lejos, pero no repara en él. Sólo hay un objetivo ahora mismo.

- ¡¡SUELTA A HIKARI AHORA MISMO!! - dice, y correr hacia él rugiendo y soltando saliva como un animal salvaje y descontrolado...

 Abro los ojos de sorpresa al ver a tremendo bruto lanzarse hacia mi.

Aventarse se forma tan imprudente. La niña!!!

Aprovechando mi cruce de piernas me dejo caer a un lado para esquivarle, recupero el equilibrio y golpeo su rostro con la cola de mi cabello y su mejilla con mi abanico.

Poniendola en peligro al aventarte de esa forma. Ningún hermano pondría a su hermana en peligro. No quiero luchar contigo, pero si es necesario tendré que hacerlo.

Se encara a ese gaijin que lleva a su hermana en brazos. Con el bastón sagrado preparado... no es que vaya a funcionar bien contra un humano, pero al menos podrá luchar con el aunque no sea para purificar.

-Deja a mi hermana en el suelo, yo misma la llevaré al templo con nuestro padre.

No es que ella sea de las que se enfadan facilmente... salvo con Juzoh, pero ahora realmente esta enfadada... ese tipo se piensa que tiene algo que ver con su hermana... pues no...