Partida Rol por web

Vârkim un poco a la defensiva por la increíble velocidad del elfo intenta ganar terreno para proteger a Yandabar mientras le dice a esta:

- No estaría de más que intentase despertar a mi compañero mientras yo entretengo a este asesino

Luego dirigiéndose a Galastel:

- Yo que tu me rendiría ahora, no me gustaría darte un mal golpe y partirte la cabeza - dice mientras esgrime una sonrisa de oreja a oreja, le encanta sin duda la posibilidad y el combate parece prometer cosa que le entusiasma

- Bien, ya voy.- Contesto a la petición de Vârkim. Tras probar varias veces más, Yandabar por fin eligió la llave correcta, abriendo desde el suelo la puerta lo justo para poder escapar de la habitación a gatas.

Galastel prefirió tomar una actitud más defensiva, se movía de un lado a otro y tenía el brazo portador del arma estirado casi en su plenitud , para mantener al enano lo suficientemente alejado para que no pudiera darle otro golpe directo.

Yandabar fue hacia las escaleras para huir, no tenía ni el menor mínimo pensamiento en avisar a Nagredog, sólo quería huir. Pero algo inexplicable le hizo cambiar de idea cuando al pasar por enfrente del pasillo, que conectaba las estancias privadas de la comerciante, vio al enano inerte en el suelo.- ¿Estará muerto?- Luego, se acercó a este y comprobó su pulso, estaba vivo.

En vista de que su enemigo había pasado todo a la defensa Vârkim decide hacer un ataque total.

- ¿Quieres bailar? Bailemos un poquito, sólo te diré que no soy muy bueno, a lo mejor te doy algún pisotón.

Un ataque mal dirigido por parte del enano junto con la total posición defensiva del asesino, hizo que este asalto se quedará en tablas. Aunque había que recordar, que Galastel ya había recibido un buen golpe por parte de Vârkim y  por contra, él sólo había mellado ligeramente la armadura del vigilante.

- Esto se esta complicando...- Pensó, tras costarle bastante esfuerzo parar el golpe del enano a pesar de estar totalmente a la defensiva. Por lo que después de hacer una finta como si fuera a atacar con todas sus fuerzas, el medioelfo se dio la media vuelta y empezó a correr hacia la posición en la que había dejado a Nagredog, y en la que ahora también debería encontrarse Yandabar.

Yandabar comenzó a agitar el cuerpo de Nagredog con el fin de despertarlo, cuando vio que ya comenzaba a recuperar la consciencia paro, y le explico de su presencia allí, aunque el enano aun no contaba con la suficiente atención como para entender de todo el mensaje.- ...asesino...Vârkim...ayuda.-

Vârkim ve moverse a su rival en dirección hacía la mercader y su compañero todavía inconsciente y se pone a perseguirle para impedirle asestar su golpe mortal.

- Yandabar! Protéjase con el escudo de Nagredog! - grita Vârkim

Al ver como Nagredog se estaba despertando, el medioelfo pensó que ya era hora de huir, no podría enfrentarse a los dos enanos a la vez. Prefería seguir vivo y en libertad que cumplir su cometido de asesinar a la comerciante de joyas, que además ahora estaba mayor protegida por el escudo de Nagredog.

Galastel empezó a correr hacia la salida más lejana amparado por la nueva oscuridad del pasillo después de que las llamas de la antorcha anteriormente arrojada por Nagredog se extinguieran por completo, tras ver como Yandabar caía con todo su peso sobre Vârkim, tirando a ambos al suelo.

Iluminado levemente bajo la luz de la Luna, el medioelfo se subió a la repisa de la ventana, y apoyado con un pie en esta y una pierna ya fuera de la mansión, saltó después de dedicarles unas palabras a los presentes.- Hasta otra. Vigilad vuestras espaldas- Y esbozar una sonrisa burlona.

-¿Qué, cómo?- Aun estaba algo desorientado, pero al menos había entendido lo necesario, Vârkim debía encontrarse en problemas. El sobresalto hace que mis sentidos, al menos los que estén intactos, se pongan en guardia.

En cuanto los enanos se asomaron por la ventana, Galastel ya estaba de pie, tras realizar una voltereta para amortiguar el golpe y corriendo a toda velocidad con alguna especie de cuerda en su mano., así que tuvieron que desechar la idea de seguirlo, era imposible que pudieran alcanzar a alguien tan rápido y el duro suelo de piedra hacía que seguir su rastro fuera de la propiedad de la comerciante fuera imposible.

 - ¡Maldicion, ese asqueroso malnacido ha escapado!- digo aun asomado por la ventana. Tras ver como Galastel huye sin remedio, aun enfadado conmigo mismo por haber sido sorprendido, me dirijo de nuevo hasta la posicion de Yanndabar.

- ¿Se encuentra bien mi señora? ¿ha sufrido alguna herida? - la pregunto coresmente mientras yo mismo me tomo un momento para comprobar el alcance de mis heridas. Quitandome el yelmo compruebo el golpe que el medio-elfo me habia propinado, no parecia muy grave, pero habia bastado para dejarme sin sentido. Despues voy junto a Vârkim para comprobar que tambien se encuentra bien.

- Veo que te encuentras bien compañero...- estaba algo disgustado con el, pero ahora ya no importaba. - No deviste ir hasta el balcon... me perdiste de vista y fui sorprendido... - En el fondo continuaba molesto, quizas intentaba culpar a Vârkim de haber sido golpeado...

Todo ha pasado ya, Galastel habia intentado asesinar a Yanndabar pero habiamos  conseguido malograr sus intenciones. En el fondo, pese al enfado, sabia que nuestro cometido habia sido cumplido, por los pelos...

Ahora habia que continuar con la guardia, aunque dudaba que habiendo sido descubierto, intentara de nuevo una jugarreta semejante. 

Pasados unos minutos, ya mas tranquilos, vuelvo a hablar a la comerciante.

- Mis sospechas eran ciertas, ese que ha intentado matarla es Galastel, un medio-elfo que se gana la vida con los naipes, apuesto que engañandolo a la gente.- le digo a Yanndabar mientras mi cara muestra rabia. - No creo que trabaje solo, es una empresa muy grande para alguien de su calaña, pero debemos alertar a las autoridades, si le pudiesen capturar, quizas descubririamos algo mas.- Mis palabras eran pausadas, tras el encontronazo debia estar seguro de que todo quedase claro. - Ahora sabemos con certeza su identidad, incluso usted pudo verle muy de cerca, por lo tanto me ofrezco para acompañarle a denunciar a ese malnacido e iniciar su busqueda, no hay tiempoo que perder... - dejé clara mi intencion de ir en ese mismo momento hasta la guardia, hablar con quien fuese necesario y comenzar la busqueda exahustiva de Galastel. Le atribuiria la muerte de Elacar, ademas del intento de asesinato a Yanndabar.

Vârkim ve como Galastel sale por la ventana dejándolos a los dos con un palmo de narices.

- Maldito medioelfo - dice Vârkim mientras golpea el quicio de la ventana con el puño - que cobarde, podría habérmelo esperado que huiría a la menor oportunidad.

Ante las palabras de Nagredog:

- Veo en tus afirmaciones que me culpas a mi del peligro y sí, fue culpa mía lo de separarme de la puerta y abrir el balcón, pero no lo de que te dejasen sin sentido. Si me culpas por ello, allá tu, yo sin embargo no te culpo de nada de lo que ha pasado, deberíamos estar contentos, sigues vivo, Yandabar también, y hemos descubierto al asesino de Elacar. Lastima que se haya escapado, pero se ha llevado un par de costillas rotas de mi parte - dice mientras guiña un ojo a su compañero.