Partida Rol por web

Tiempos Interesantes

Rumbo al Olvido

Cargando editor
28/09/2015, 19:12
Soldado Ochoa

Ochoa permanece extremadamente quieto, sujetando su arma automática con firmeza mientras echa rápidas miradas alrededor, controlando cara rincón de esta pequeña sala estanca. Sin embargo su pulso no tiembla.

Es un veterano y sabe perfectamente lo que tiene que hacer: mantener la calma y obedecer a su superior.

No pronuncia palabra alguna, aunque cuando uno se fija detenidamente puede llegar a distinguir a través de su visor que está moviendo sus labios sin producir ningún sonido. Está rezando una oración muda, encomendando su alma al Creador.

Cargando editor
07/10/2015, 20:31
Cronoregistro

Transcurren unos tensos minutos durante los cuales el comunicador permanece mudo, ignorando de un modo obviamente deliverado la tentativa del sargento Pentecost para establecer una negociación. Claro que eso también forma parte de la estrategia de cualquier pacto, quién se cree en la posición dominante posterga su oferta... para que la parte contraria esté más desesperada cuando finalmente decida manifestar sus exigencias...

Y lo cierto es que vuestra situación ahora mismo es claramente desfavorable. Estáis atrapados en una cámara estanca, en una estación orbital controlada por el enemigo y aislados tanto de cualquier posible comunicación con vuestra gente, como de la propia lanzadera que os ha traído hasta aquí. Y aunque el aire en vuestros trajes tiene una autonomía de unas doce horas, si esta situación se perpetúa acabará por suponer un problema. Parece que han insuflado atmósfera artificial en la estancia, pero nadie os garantiza que no haya algún tóxico o narcótico en el aire...

Por otra parte, esta larga espera os proporciona tiempo de sobras para examinar la cámara en la que estáis atrapados. Resulta evidente que tanto las paredes como las dos puertas herméticas son muy resistentes, con lo que la opción de abriros paso con explosivos, que por supuesto llevais en vuestro equipo, queda descartada: la carga necesaria para perforarlos sin duda sería letal en un espacio tan reducido. Podríais intentar una derivación improvisada trasteando con los cables de las compuertas, pero ninguno de los presentes es un verdadero experto en el tema.

¡Cómo echáis en falta ahora mismo el haber traído al alferez Everett Young... o en su defecto a Scott Matthew, que también se las apaña con la electrónica!

Examinando con detenimiento y tiempo todos los rincones acabáis identificando dos cámaras de videovigilancia camufladas, así como el holoproyector mediante el que ese tal "Kaiju" se ha dirigido a vosotros, con su irritante altanería. La verdad es que están muy bien escondidas entre las rendijas y diminutas tuberías que ventilan la cámara estanca, es normal que no las hayáis detectado al entrar aquí.

¡Demonios, nadie se esperaba una trampa como esta!.

Pero viendo las cosas con algo de perspectiva, salta a la vista que no es la primera vez que los ocupantes de esta destartalada estación orbital utilizan ese truco para atrapar a los visitantes indeseados, obligándoles a someterse a sus condiciones.

Y es que con este tipo de gente, uno siempre lleva las de perder. A menos que le respalde un Crucero de Combate.

Cargando editor
10/10/2015, 21:00
Hannibal Chau "Kaiju"

Al fin, tras una demora que a vosotros al menos se os ha hecho eterna, vuelve a encenderse el holoproyector y la imagen tidimensional de ese desagradable sujeto con el que habíais establecido contacto aparece de nuevo, con un aspecto translúcido, en las partículas de polvo en suspensión que llenan la atmósfera recién infundida en esta cámara estanca:

- Bueno, ahora ya sé algunas cosas más de vosotros, mis valientes soldaditos -exclama con la misma altanería que antes- Por ejemplo, que vuestro piloto es jodidamente bueno, a juzgar por lo que me cuenta este pequeño capullo de Santana... o puede que todo sean excusas de mal pagador, para justificar la cagada de haberse dejado seguir hasta aquí.

Da una calada a su puro y echa una voluta de humo en forma de anillo. Fumar a bordo de una estación espacial, aparte de estar terminantemente prohibido por todas las normativas, supone un lujo prohibitivo, pues contamina una atmósfera que resulta costosísimo renovar. Si este fulano se lo permite, o dispone de unos recursos inimaginables, o está montando un numerito de teatro para impresionaros...

- Bueno, según me cuenta mi asociado circunstancial, pertenecéis a una nave de la Armada Estelar que ha interceptado al Alexei Leonov en su viaje de retorno rumbo a la vieja Tierra -resume la situación- Me apena mucho ver a ese viejo zorro de Cole en tales apuros, por lo que me gustaría saber qué es lo que está buscando la Marina Colonial a bordo de esa nave mercante...

Cargando editor
11/10/2015, 13:24
Sargento Pentecost

El sargento Pentecost investigó toda la estancia mientras esperaba que el jefe del lugar volviera a contactar con ellos. Tras concluir su pertinente observación abrió su mochila y comprobó algo.

Cuando volvieron a contactar con ellos Pentecost se sentía seguro y confiado. No caeremos en vano...

- Sabemos hacer nuestro trabajo -respondió haciendo alusión a la eficacia de su piloto- Pero no podemos darte la información que quieres. Y no es, ni mucho menos, porque nos guste nuestra situación. Los jefes no comparten la información con nosotros, simplemente actuamos. Pero, por lo que he escuchado, seguramente la intercepción tenga algo que ver con un delito de robo, hurto, estafa o posesión de material ilegal.

Cargando editor
11/10/2015, 14:14
Hannibal Chau "Kaiju"

El holograma de vuestro interlocutor vuelve a hacer un anillo con el humo de su puro y se sonríe:

- Vaya, parece que me estuviéseis redactando un currícum... -ironiza- Bueno, puede que no os hayan proporcionado información relevante, o puede que os atengáis a vuestra disciplina castrense para no revelar nada, pero de momento lo que vais a hacer es dejar las armas y entregaros -su sonrisa de hiena se hace más marcada- Os prometo respetar todas las convenciones oficiales sobre el trato a prisioneros, en cuanto os veamos desarmados abriremos esa compuerta y mis hombres se harán cargo de vosotros...

La palabra dada por un delincuente confeso tiene sin duda un gran valor...

Cargando editor
12/10/2015, 12:42
Soldado Agathon

No había que ser ningun lumbreras para saber que, lo miráramos por donde lo miráramos, estabamos jodidos.

Desde luego, el sentido común decía que bajo ninguna circunstancia sería una buena idea entregar nada a aquel tipo, mucho menos lo único que nos podia permitir defendernos: nuestras armas. Aunque, por otra parte, tampoco es que tuviéramos muchas alternativas.

Aun así, me mantuve en posición, con el arma bien sujeta y lista para disparar, esperando que Pentecost diera alguna orden en algún sentido.

Si cuando yo decia que aquello no me daba buena espina, no me estaba equivocando.

Cargando editor
13/10/2015, 12:37
Sargento Pentecost

El sargento Pentecost negó con la cabeza ante la orden del jefe del lugar. Era obvio para él y para sus compañeros que sus vidas correrían un alto riesgo si dejaban las armas y se entregaban. Si optaban por seguir todas y cada una de las órdenes del hombre del puro su futuro sería nefasto.

- Chicos, nos hemos metido en la boca del lobo -comentó el sargento dando la espalda al holograma y volviéndose hacia sus hombres- Como es obvio, no vamos a entregarnos sin luchar. No vamos a ser prisioneros de nadie. Quiero que preparéis los explosivos, tenemos suficientes como para volar buena parte de esta estación. Además. si tenemos que morir, lo haremos llevándonos por delante a cuantos podamos y causando cuantiosos daños materiales -señaló con la cabeza hacia el hombre del puro.

- Usted parece llevar años en el negocio y, por mi experiencia, un hombre que se dedica a esto sólo alcanza un cierto nivel económico y llega a una edad si es lo suficientemente inteligente y precavido. Sabiendo esto, creo que usted nos matará en cuanto tenga oportunidad o dejemos de serle útiles, razón por la que no vamos a entregarnos -sentenció Pentecost negándose a cumplir los requisitos del jefe del lugar- Para mí la situación tiene dos posibles finales, o morimos todos o vivimos todos y nos olvidamos del tema. Si nos obliga activaremos nuestros explosivos y volaremos esta sección en pedazos. No será la muerte más honorable, pero al menos no caeremos sin luchar -en los ojos del sargento brillaba la convicción y una ausencia total de miedo a la muerte- Por contra, si nos deja marcharnos daremos el tema por zanjado y no volveremos a vernos. En estos momentos el jefe de Santana, ese tal Cole, debe estar rindiéndose al comandante de nuestro Crucero Estelar, que estará inspeccionando toda la nave y preparando cargos para que responda ante la justicia. Nuestras muertes sólo provocarán que el crucero acabe con la estación. ¿Y que ganará usted? La amistad de un hombre sin naves, recursos ni tripulación. Es usted un hombre inteligente, creo que podemos negociar... -dejó caer Pentecost esperando un posible pacto mientras vigilaba que sus hombres colocaran todos los explosivos.

Cargando editor
13/10/2015, 23:04
Soldado Ochoa

David Telford Ochoa traga saliva ostensiblemente, pero no profiere queja alguna. Ni protestas, ni dudas, conoce su deber y sabe que un soldado no cuestiona las órdenes recibidas. Así que abre el compartimento de su mochila en el que están los explosivos y empieza a extraer cartuchos para irlos preparando conectándolos entre sí, de forma que se activen con un único detonador.

Sólo quién estuviese muy cerca podría advertir que sus labios murmuran de nuevo una silenciosa oración.

Cargando editor
01/11/2015, 20:51
Cronoregistro

El holoproyector se apagó de inmediato tras las palabras del sargento Pentecost y su amenaza de autoinmolarse junto con sus hombres antes que entregar las armas. Farol o no, resulta evidente que el tal “Kaiju” no quiere transmitiros nada acerca de sus dudas y cavilaciones, o la posible discusión que esté produciéndose entre su gente.

Entonces, durante un lapso de tiempo que se antoja desesperadamente largo, los disciplinados marines coloniales se dedican a trabajar en silencio colocando las cargas y detonadores, bajo la decidida supervisión de su superior inmediato. Si alguien tenía alguna objeción, es obvio que prefiere guardar silencio en un momento tan crucial como este.

Y eso implica mucho valor.

No se produce ni la más mínima duda, no hay disensiones ni quejas. Se limitan a cumplir las órdenes con la mirada torva del hombre que está decidido a afrontar su destino sin más…

Cargando editor
01/11/2015, 20:51
Hannibal Chau "Kaiju"

Y entonces por fin, con un parpadeo de la luz proyectada sobre las partículas de polvo en suspensión, vuelve a formarse la imagen de vuestro indeseable anfitrión:

- Bueno, vamos a tranquilizarnos todos… -carraspea para aclararse un poco la voz, aunque lo logra disimular por completo la tensión- No hace falta ponerse dramáticos, si no quieren entregar sus armas no hace falta que lo hagan. Así que no tienen por qué morir, me oyen, uno sólo se sacrifica cuando no hay más remedio, cuando no le dejan ninguna salida. Pero ese no es el caso ahora… ¿de acuerdo?

Cualquiera diría que vuestro interlocutor ha suavizado notablemente sus modales…

- Yo no les quiero empujar a que hagan esa locura, podemos limitarnos a mantenerles ahí atrapados, hasta que se vayan aclarando las cosas… -propone- Además, piensen que si ese crucero del que proceden al final acaba haciendo acto de presencia, me irá muy bien tener algo con lo que negociar… de modo que para mí valen más vivos que muertos. Si quieren permanecer ahí mismo, les respetaré eso. Se lo han ganado.

Una pequeña concesión, pero como mínimo ha empezado a negociar.

Cargando editor
04/11/2015, 12:11
Sargento Pentecost

Pese a la respuesta del dueño del lugar el sargento Pentecost no ordenó a sus hombres que se detuvieran o que recogieran los explosivos. Era obvio que no se fiaba un pelo de su anfitrión y que no consideraba suficiente esa pequeña concesión.

- Es obvio que usted no tiene toda la información, lo que le ha llevado a cometer un error en su razonamiento. O, dado que creo que usted es bastante inteligente, solo se trata de una argucia para tratar de que nos quedemos aquí -respondió el sargento Pentecost sin variar un ápice su actitud tranquila y segura- Si nuestro crucero estelar se acerca hasta aquí, usted podrá amenazar con matarnos... acto que no realizará si quiere seguir vivo. Nuestro comandante lo sabrá, sin duda alguna, por lo que le apretará los huevos hasta que nos suelte. Y permítame un consejo, no es bueno enfadar al comandante. Por tanto creo que usted sólo tiene una salida, liberarnos aquí y ahora. Pero, como es obvio, usted tiene un as en la manga que podrá garantizar que siga con vida y que su negocio no sea cerrado de manera forzosa -incidió el sargento en esta última palabra para que el hombre que los tenía encerrados no se olvidara de a qué se enfrentan- Tiene al hombre que buscamos, un elemento que puede servirle para mostrar una actitud colaboradora para con nuestro comandante y permitirle seguir en sus negocios. Es obvio que la rata que ha huido hasta sus dominios, metiéndole en todo este lío, conocía perfectamente su posición, al igual que sus patrones. Creo que sus negocios son de sobra conocidos por terceros que le permiten actuar al margen de la ley, aspecto que puede cambiar si toma la decisión incorrecta. Usted es un hombre inteligente, sabe qué es lo que les conviene a todos los de esta estación...

Cargando editor
08/12/2015, 21:05
Hannibal Chau "Kaiju"

Durante los siguientes minutos se produce un tenso silencio de comunicaciones, resulta más que obvio que al otro lado deben estar discutiendo la resolución a tomar. El tiempo se dilata de tal modo que, subjetivamente, se diría que han transcurrido semanas, o incluso un mes, antes de recibir una respuesta*:

- Ehemmm… escuche, soldado… no sé qué rango debe tener, pero me ha quedado muy claro que los tiene usted cuadrados -reconoce a su interlocutor- Me parece que esta situación se nos está yendo de las manos, aunque todavía estamos a tiempo de encarrilarla sin que nadie sufra daños.

El tono que emplea es muy distinto al que adoptaba al inicio de esta conversación…

- Mire, no creo que ustedes vayan a inmolarse ahí dentro con todos esos explosivos sólo por dañar mi estación espacial –argumenta- Pero está claro que no van a entregarse, así que mejor lo vamos a dejar todo como está. Al menos, mientras no se presente aquí esa nave de guerra que estaba persiguiendo a Cole. Entenderán que no puedo permitirme perderlos como baza en la negociación que entonces iba a establecerse…

Es decir que se niega a hacer concesiones.

- Pero escuchen, no pretendo llevarles a un callejón sin salida, soy consciente que la gente desesperada comete actos desesperados y no quiero empujarles a eso… -diríais que está aflojando la presión- Si ustedes quieren retirarse les permitiré hacerlo, sólo han de esperar un tiempo razonable hasta que veamos lo que ocurre… y luego les permitiré salir de ahí para regresar a su lanzadera. Y marcharse.

Notas de juego

* Sirva como disculpa oficiosa por el imperdonable retraso en esta subtrama... ;P

Cargando editor
22/02/2016, 23:35
Soldado Ochoa

David mira al sargento fijamente durante largo rato, antes de decidirse a hablar...

- Señor... no estará pensando en seguir adelante con esto... ¿verdad? -inquiere preocupado- Quiero decir, no vamos a detonar los explosivos realmente a menos que no nos dejen otra salida ¿no?

Cargando editor
23/02/2016, 21:29
Sargento Pentecost

El sargento Pentecost se mantuvo a la espera, denegando al loco al mando la posibilidad de seguir negociando. 

Si lo que quiere es negociar será mejor que sea flexible.

Ante la pregunta de su hombre, el sargento lo miró fijamente a los ojos y le susurró: - Mejor morir luchando que encerrados. Ten en cuenta que si permanecemos mucho tiempo aquí el oxígeno de nuestros trajes se agotará. Prefiero dañar al enemigo antes de caer en vano. Dejemos todo listo y veamos como marcha todo.

Una vez más, tras dar su tiempo al jefe de la estación, Pentecost le dio una respuesta clara:

- Haga lo que crea conveniente, usted es quién manda aquí. Pero, como ya le he dicho, está jugando con fuego. Mi jefe ha llegado a utilizar armas nucleares contra las corporaciones, no creo que se corte con usted -concluye recordando una de las historias más épicas del comandante Adama y su mano derecha, el mayor Tigh.

Cargando editor
23/02/2016, 22:17
Hannibal Chau "Kaiju"

Tras un tiempo de demora no demasiado prolongado, el intercomunicador vuelve a activarse y el holograma de Kaiju aparece flotando en en centro de la pequeña estancia:

- De acuerto, ustedes ganan -concede con una falsa sonrísa en su feo rostro- Voy a abrir las compuertas y pueden retroceder hasta su lanzadera y largarse de aquí... a menos que prefieran pasar al interior para que nos tomemos algo charlando tranquilamente.

Cargando editor
23/02/2016, 22:23
Cronoregistro

Y entonces, sorprendentemente, los indicadores de bloqueo de las compuertas pasan de rojo a verde, indicando que vuelven a funcionar con normalidad. Ahora habrá que escoger entre la puerta de entrada y la de salida...

Cargando editor
28/02/2016, 21:13
Sargento Pentecost

El sargento Pentecost no pudo disimular su sorpresa ante la reacción del dueño del lugar. Con una falsa sonrisa de cortesía, a la altura de la de Hannibal, procedió a rechazar su invitación -Muchas gracias por su comprensión -comenzó para, rápidamente, dar una orden a los suyos -recoged las cargas. Nuevamente volvió su mirada a la pantalla y continuó la conversación -nuestro jefe nos mandó para seguir al hombre que llegó hasta aquí. Como ya hemos encontrado su destino nuestro deber es volver a la nave. Tal vez, si nuestro comandante así lo desea, podamos acceder a su cordial invitación. Dicho eso el sargento Pentecost vigiló la puerta con su arma mientras esperaba a que sus hombres terminaran de recoger el material. Tras ello salió de la pequeña cámara y volvió con sus hombres a la nave. Aunque no tenía pensamiento alguno de salir de la estación, al menos no todavía.

Cargando editor
03/03/2016, 17:28
Soldado Ochoa

David deja escapar un prolongado suspiro que resuena en vuestro intercomunicador mientras desmonta el dispositivo del detonador y recoge las cargas explosivas. Hubiera obedecido las órdenes sin rechistar, pero está claro que le alivia encontrar una salida a la complicada situación que no implique autoinmolarse...

Cuando ha terminado de guardarlas en su mochila, prepara su arma y se dispone a seguir al sargento Pentecost.

Cargando editor
13/03/2016, 13:14
Soldado Agathon

Karl Agathon obedece diligentemente las órdenes del sargento y avanza tras él...

Cargando editor
13/03/2016, 13:16
Cronoregistro

Los tres marines coloniales avanzan hacia la lanzadera militar de clase Tintorera que los ha traído hasta aquí, pero tan pronto como han dado un par de pasos advierten con desesperación que hay unas figuras con traje de vacío parapetadas tras su propia nave, apuntándoles con sus armas.

Salta a la vista que han aprovechado el tiempo que los han tenido retenidos en la cámara estanca para acceder al hangar desde el exterior de la estación orbital, a fin de tenderles una emboscada...