Partida Rol por web

Hacer de carnada de Rick había sido una cosa fácil hasta que se encontraron a los escupidos por el mar de sangre. Rick indicaba una dirección general y Liam la seguía según su criterio... Ahora había más de una voz, más de una idea, y eso implicaba desvíos y retrasos.

Liam observó las cristaleras del templo tras percibir algo de movimiento de reojo, pero tan pronto como centró la vista fue como si una ilusión se esfumara. 

Se encogió de hombros y apretó el paso, su humanidad satisfecha por haber salvado a Kara y Sam se resentía ahora por dejar al místico del turbante... Sabía que nada de lo que hubiera dicho lo hubiera salvado, o al menos eso se decía, era eso o admitir que recorrer esos últimos metros hasta su posición le había provocado un pánico cerval. Miedo de que lo vieran y lo atacarán, miedo de que el hombre no fuera un hombre...

Samuel se quedó algo rezagado con aire pensativo, no parecía haber encajado bien la situación con aquel sacerdote que habían dejado atrás, su arma estaba ligeramente mas baja y en su rostro estaba claro que tenía bastantes dudas, suspiró pesadamente y miró alrededor intentando observarlo todo y mantener la posición junto a sus compañeros, mientras se agazapaba ligeramente intentando que se le viera menos aun.

Escuchasteis el silbido de las hojas de los árboles al moverse, no demasiado lejos, quizás dos edificios mas lejos, a vuestra espalda. Lo que parecía ser la activación del aire de nuevo, se quedó en un segundo plano cuando Kara, que estaba muy pendiente del ambiente, se dio cuenta primero que uno de los árboles que había por las zonas mas densas se iba doblando lentamente, apartándose. Samuel escuchó el crujido del mismo árbol al romperse en dos, y todos escucharon la caída del mismo y el pequeño retumbar en el suelo. 

Le ocurrió a un segundo, y a un tercero...lo que sea iba hacia el camino principal, que era donde estabais. La putada, era que estabais en mitad de varios edificios, como nos os escondierais detrás de uno de los setos del camino, o de los árboles...Podías volver al edificio que habíais dejado atrás hacía nada, o correr y buscar otro lugar, quizás en el siguiente. 

O quedaros. 

Liam calculó rápidamente la línea que traía la criatura que rompía los árboles y buscó la cobertura más cercana que estuviera perpendicular a la línea que traía la bestia y hacia adelante en la dirección que llevaban. Una vez a cubierto sería cuestión de moverse de cobertura en cobertura... pero primero había que llegar a la más cercana.

En cuanto vió el árbol doblarse alzó el arma que llevaba en sus manos y apuntó a aquella zona boscosa mientras reculaba despacio, hasta el seto más cercano para cubrirse tras él. Así daría tiempo a Liam a refugiarse y al resto a reubicarse. Se quedó apuntando, de momento no disparó.

Más que nada porque no veía quien o como era su enemigo. Si sería el ser invisible que habían mencionado u otra cosa peor. Si le daba tiempo, se pasaria unas cuantes hojas arrancadas por las zonas de máxima sudoración, como axilas y tras las orejas. Esperaba poder disimular su propio olor*

Samuel pego un bote al observar la escena, debía actuar rápido y buscar una forma de evitar un desastre, observo sus alrededores y se intentó ocultar en un seto que pudiera cubrirle bien. Su mirada fue en dirección hacia sus compañeros rezando para que ese ser no fuera hacia ellos, pero dispuesto a lanzarse para darles algo de tiempo si fuera necesario.

Si esa cosa seguía una linea recta e ignorase a sus camaradas entonces su objetivo sería buscar un edificio para ocultarse en alguno de los descansillos o soportales si los tuviesen, con tal de tapar su figura al completo o usar alguna esquina para evitar ser visto por el enemigo invisible.

Kara, pringandose de barro y hojarasca, y Samuel en dos arbustos diferentes pero cercanos, apenas una diferencia de un par de metros. Eran relativamente grandes, pero achatados, no llegarían al metro de alto para taparos, aunque su pico si ascendería hasta el metro y medio. 

Liam se parapetó en otros arbustos, en el otro lado del camino donde estaban sus compañeros, aunque el de él era mas ancho pero también menos denso, mas cercano al edificio. Si se movía bien, en apenas dos tramos al descubierto estaría en el edificio, en tres, podría entrar en él. 

Ricky se giró y se quedó un instante en el camino, antes de agacharse y dirigirse hacia donde estaba Liam. 

Ninguno teníais a la vista lo que fuera, así que solo escuchasteis el chasquido de otro árbol al romperse, ya bastante cerca del camino. 

Lo que fuera, pasaría si seguía sí, relativamente cerca de Kara y Samuel, quizás a unos ocho u nueve metros, pero no estaba claro. 

Sam se quedó vigilando hacia la dirección en la que esa cosa se movía, intentando agacharse todo lo posible para quedarse dentro del arbusto y permanecer oculto en él mientras apuntaba con el arma. Si aquella cosa pasaba de largo sin verlos u olerlos seguramente podrían evitar bajas, pero sino era el caso estaba dispuesto a salir corriendo y llamar su atención.

Kara se mantuvo agachada pendiente de donde parecia que podría aparecer aquel monstruo, con el arma pegada al pecho y lista para atacar si fuera necesario. Si no, lo dejaria pasar de largo. Su respiración se habia reducido a una leve inhalacion y posterior exalación mientras todos sus sentidos estaban encendidos y activados

Liam no tenía manera de saber si lo que fuera que se acercaba los había visto o no, no parecía estar cargando, que sería el comportamiento natural de un animal que ha detectado a una presa. De todos modos eso podía no significar nada, después de todo no había nada natural en el enemigo al que se enfrentaban, al menos nada natural en el mundo que él conocía.

No tenía idea de cual sería su sentido predominante, o si tenía alguno, incluso cabía la posibilidad de que tuviera algún tipo de sentido desconocido o no documentado... como fuera no podía basar su próxima decisión en una observación científica de la criatura ya que no las poseía, y cualquier nueva observación que obtuvieran podía ser la última.

Lo que sí podía hacer era observar a sus compañeros, los tres tenían entrenamiento militar y sabían cómo enfrentarse a situaciones de presión y desconocidas... y casualmente los tres habían elegido el mismo curso de acción, la inacción. Aparentemente la idea general era que pasara de largo, y acordaba con la misma, por eso se quedó quieto y expectante, rogando que el arbusto fuera suficiente cobertura. Sabía que de intentar moverse hasta la próxima cobertura su mono blanco sería un reclamo demasiado apetitoso si el enemigo se guiaba por la vista.

Los árboles se movieron, se abrieron...pero no mostraban nada. Literalmente, había una gran masa de unos 8 metros de alto tranquilamente por el movimiento de las ramas que acababa de salir hacia el camino. 

En el suelo si había pisadas, enormes, de tres dedos, no, de zarpas...y tenía vuestro tamaño casi. A Liam le sonaba...vaya que si le sonaba...pero estaba demasiado lejos como para avisar a sus compañeros. 

El ser, la criatura, lo que fuera, se quedó parada en el linde del camino, aun con una parte entre los árboles. 

Samuel buscó una piedra lentamente, pensando en crear una distracción mientras observaba el lugar donde se clavaban las huellas. Algo que lanzar en una dirección opuesta para distraer a esa cosa antes de que esta les encontrase y empezase a atacarles.

Intentó moverse lentamente para que los arbustos causaran el menor ruido mientras palpaba el suelo, si no encontraba nada sería una situación bastante peliaguda.

Odiaba aquello. No poder verlo era frustrante, sobre todo, porque disparar contra lo invisible no era algo aconsejable. Necesitaba localizar su punto débil, sus partes blandas, lo que fuera... pero así.... era imposible.

Aún así, acomodó su LoVe muy despacio apuntando a donde creia ella que podia estar la cabeza del bicho. Contuvo la respiración esperando ver el próximo movimiento del bicho.

Allí estaban las huellas, las mismas que había visto al salir de la zona del templo católico, las que había visto repetirse cada varios metros y delatando una locomoción accidentada y veloz... ahora esas zarpas dibujaban su forma en la tierra y el pavimento demostrando así el peso de la criatura y lo filoso de sus garras.

La criatura observaba, buscaba, sabía que había algo allí pero no lo encontraba y eso le dió algo de esperanza a Liam, no era omnisapiente, no tenía el poder de ver a través de las coberturas ni tampoco veía rastros de calor. De ser así ya los hubiera detectado y los hubiera atacado, sin embargo buscaba. Eso significaba que sabía que estaban allí, ¿olfato? de ser así no era tan agudo como el de los perros o ya los habría encontrado. ¿Oido? quizá podía escuchar lo suficiente como para detectarlos pero sin ubicarlos individualmente... o quizá sólo sospechaba que había presas cerca.

Quieto y con los músculos en tensión, como hacía unas horas en la oscuridad del sótano, la diferencia era que ahora tenía una referencia de entorno y podía saber cuando la cosa se movía. No sabía donde estaba su cabeza, asumía que había una buscando, husmeando, escuchando, pero si podía ver su masa y saber si se movía en su dirección.