Partida Rol por web

Tenía razón, o quizás no, pero ¿quién era ella una pobre enfermera para ponerse en medio de su camino?- Escuché antes que habían llevado a tres saltadores a un par de plantas mas arriba, al area médica, igual podemos recogerlos por el camino- musitó bajito. 

Ya que iban a moverse...

La puerta del ascensor se abrió. 

Alejandro asintió, cuantos más mejor, pensó y se preparó para marchar por fin

El ascensor se abrió, y os metísteis dentro. La mujer le dio a un botón específico, con un código, lo cual significaba que no estaban en una de las plantas normales. 

Veinte segundos de angustia después, las puertas se abrieron, dejando a la vista un pasillo lleno de cenizas y un olor a quemado que os quemó las fosas nasales. Ella se llevó la mano a la nariz. No había muebles, solo un pasillo blanco con algunos montones de cenizas desperdigadas. Al fondo, una puerta abombada hacia vosotros de metal macizo, se podria ver un poco a través de una apertura lateral, pero sería peligroso si había algo ahí detrás. 

Vamos...- te instó muy bajito a salir del ascensor. 

Ver aquello le provocó cierto temor en primer lugar, pero luego supuso que sería producto de uno de los famosos protocolos de limpieza de Titan y eso lo tranquilizó un poco pues si habían dado aquel sector por limpio era poco probable que regresaran.  Asintió a las palabras de la enfermera y comenzó a rodar

Andaste hacia la compuerta, con la enfermera detrás. Todo parecía desierto, aunque creías escuchar algo metálico caerse al suelo detrás de la misma compuerta abombada...

Y el ascensor se abrió de golpe. Escuchaste el grito de la muchacha, y apenas te dió tiempo a girarte* si es que lo hacías antes de que la compuerta del ascensor se cerrase de nuevo y saliera un pequeño siseo metálico de la abombada, que empezaba a abrirse aunque parecía que le costaba bastante, iría muy lento. 

Acción física: empujar con las manos la puerta del ascensor para ayudar a que se abra, girar la cabeza mientras lo hace a ver que está sucediendo

Acción hablada: -¿Qué sucede?- dijo a su compañera de aventuras mientras intentaba forzar la apertura de las puertas.

Alejo y mona se acercaron lentamente a la compuerta que tenían delante cuando escuchó el ascensor abrirse y cerrarse nuevamente y el grito de la mujer lo hicieron alterarse y sin pensarlo demasiado se giró para ver a que nuevo peligro se enfrentaban deseando que nada lo atacase por detrás.

-¿Qué sucede?- dijo a su compañera de aventuras al tiempo que giraba la silla.

Te dió el tiempo justo a ver como la compuerta se cerraba con Mona dentro, siendo elevada o levantada por algo que nos viste dentro. Solo el grito, y los movimientos por intentar zafarse. 

Las puertas del ascensor se habían cerrado y habían comenzado su ascenso. 

Desde la puerta que tenías delante, relativamente abierta, escuchaste- ¿Quien va?- Era la voz de un hombre, algo ronca. Estaba muy cerca de la puerta, te podría ver perfectamente si se había asomado, puesto que tu te habías girado y estabas parcialmente de espaldas. 

Maldijo entre dientes por haber perdido a la muchacha pero nada podía hacer, desarmado y lastimado como estaba pocas oportunidades habría tenido con algo capaz de levantar a una persona con tanta facilidad.  Entonces escuchó la voz de un hombre.  -Alejandro- dijo entre apurado y sorprendido -Alejandro Pentapedes- agregó mientras giró la silla para avanzar nuevamente hacia la compuerta

Nop