Desenredando el ovillo Sabbat

-Bueno, como saben el Oeste del Conurbano es sabbat, el obispo de allí se llama Juan Carlos Iturri y es un brujah antitribu que mueve el negocio de la droga y las armas de la zona. Nos han llegado rumores de que intentan entrar a la ciudad por medio de esos negociados.

Hace 20 años, dos bandas rivales de narcotraficantes se repartieron la parte oeste de la ciudad de  Buenos Aires para sus operaciones. Cada una de las partes iba bien, respetando un mutuo acuerdo de no penetrar en territorio ajeno.

Los Rousellot, que se encargaban de la zona circundante a la Estación de Liniers, era la más antigua de las dos bandas y tenían una serie de contactos que hacían que fuesen intocables en su territorio, por medio de sobornos, intimidaciones y, por supuesto, la fuerza.

Los Descalzo fueron los últimos en venir. Llegaron de Colombia y se instalaron en Mataderos e inmediaciones.

Los Descalzo se encargaron del control de las calles, con gente que actuaban de buchones por un porcentaje de las ventas. Tenían, por lo tanto, una pequeña infraestructura, que poco a poco fue creciendo hasta hacerse de las bandas más peligrosas de la ciudad.

Los Rousellot se encargaban más de la venta de drogas en restaurantes, bares, prostíbulos y entrando en el ámbito de la pornografía además de en el de la droga. "Todo es valido para ganar dinero" es su lema.

Al principado no le importaba mucho la situación porque no eran enemigos potenciales ni representaban ningún riesgo contra la Mascarada. Aun así, por supuesto los tuvimos vigilados. Ambas bandas tenían sus roces, pero procuraban ocuparse de su territorio.

Un cierto día, los hermanos Rousellot se reunieron con alguien al que no logramos identificar. El vástago que tenía que vigilarlos nunca apareció, luego supusimos que había muerto. Si fue durante un tiroteo, de forma accidental o de otra forma, no lo sabemos. Los Rousellot empezaron a aumentar su territorio. Se disputaron con sus vecinos el territorio y primero lentamente y luego rápidamente, empezaron a controlar el mercado de los Descalzo. Todo esto nos traería sin cuidado, a no ser porque vieron a Felipe del Sabbat, vástago importante del Sabbat de zona oeste del Conurbano, reunirse con los Rousellot.

Eso quiere decir que quieren tener control directo sobre la zona oeste de la ciudad de Buenos Aires, que esta será su puerta para ingresar a Capital.

Su misión será descubrir quiénes se reunieron con Leonardo Rousellot y Miguel Rousellot y evitar que Felipe del Sabbat o a cualquier otro miembro del Sabbat opere en la ciudad. Tenemos que evitar a toda costa que el Sabbat se estacione en los barrios periféricos.

Empezarán a buscar en uno de los restaurantes de la zona llamado Altos del Poniente. Allí les informará René, nuestro contacto humano en la zona de los Rousellot. Por favor, cuídense de no romper la Mascarada, no podemos arriesgarnos.  ¿Alguna duda? Vayan informándome por mail o por teléfono de los avances.

Dante escucho con atencion la exposicion de la Sheriff. Al principio, no entendia como un grupo relativamente pequeño e inofensivo como lo era el grupo de los Rousellot podia haber copado el territorio de una banda Colombiana: Estas no eran algo con lo que uno debia tratar incautamente, y algunos de los metodos que usaban le revolvian el estomago incluso a el, bestia cazadora chupasangres con mas de 200 años.

Pero por supuesto, todo se aclaro cuando el Sabbat entro en la ecuacion. "Malditos sean estos fanaticos, como es que estan en todos lados?" penso durante un instante, descartando esta frustracion inmediatamente para poder pensar con mas pragmatismo.

La mision en si no era dificil, pero el diablo siempre estaba en los detalles.

-Puedo usar alguna criaturilla para explorar la zona, asegurarnos de que el restaurante esta libre antes de entrar dijo pensativamente Las palomas no son de las criaturas de dios mas inteligentes, pero son utiles si se las usa creativamente. Estan de acuerdo en que patrullen un rato antes de hacer acto de presencia?

Escuché atentamente las palabras de mi compañero de misión y aprobé con la mirada mientras le dije:

"-Es una buena idea, no creo que los animales puedan llamar la atención, quizás algo simple como un ave pueda ayudarnos antes de entrar al restaurante"

Miré por una ventana que había en la habitación. Sabía después de muchas noches que pronto los rayos del sol iban a amenazar. A pesar de que las calles que rodeaban el edificio en el que estábamos eran concurridas, ya se veían poca gente caminando por ellas, cuando vi a una mujer de vestido sonreí sintiendo un pequeño cosquilleo que transitó por mi columna.

"-Es quizá la hora de ir a alimentarnos y dormir. Será una noche interesante, te dejaré mi teléfono para que me puedas comunicar lo que has rescatado del acto de tus animales, es un buen comienzo"

-Bien, usen alguna criatura para explorar la zona antes de ir pero recuerden, siempre es mejor la fachada normal, esto es: ustedes dos son amigos que van a comer o a tomar algo al lugar, de seguro está concurrido cuando vayan, no despierten sospechas. René es camarero en el restaurant -aclaró. -Les deseo suerte a ambos. Si no tienen nada más que agregar ya pueden retirarse -los despidió con el rostro pensativo.

Al anochecer siguiente Dante y Victoria se reunieron a dos calles del restaurante Altos del Poniente, se metieron en el Mustang 77 de Dante mientras esperaban a que el animalillo que habían enviado a inspeccionar el lugar regresara y para pasar desapercibidos al tiempo que vigilaban los movimientos de las calles.

Era una noche despejada y calurosa, bastante pegajosa y húmeda. El calor durante el día había alcanzado los 40 grados de sensación térmica y el asfalto todavía desprendía un vaho caliente denso que subía como una corriente eléctrica por el cuerpo. Lo único positivo de la situación era que como los vástagos tenían la temperatura corporal del ambiente parecían más vivos que de costumbre, por lo menos al tacto.

Tras una hora el animal volvió y le avisó a Dante de su presencia picoteando repetidas veces en el vidrio de la ventana del conductor.

A pesar de que odiaba la humedad, el clima le gustaba a Dante: El incesante calor era lo mas cercano que podia estar de disfrutar de la caricia del sol. Al menos si pretendia no estallar en una bola de flamas y cenizas, claro.

Al cabo de un rato, el picoteo de la paloma a la que habia mandado le llamo la atencion. Apago el estereo y bajo la ventanilla con una mano, mientras con otra abria un paquete de galletas Rex.

-Como fue? pregunto mentalmente al animal, al tiempo que le daba una de las galletas Viste a alguien como nosotros cerca del lugar?

El sol ya se había escondido. Mi cuerpo poco a poco se estaba activando, sería un día importante para Dante y para mí, debíamos hacer un buen trabajo, puesto que la Sheriff así lo requirió.

Salí de mi escondite y me preparé para ir al lugar de reunión. No quise vestirme de una forma muy extravagante, puesto que la idea era pasar desapercibidos, me puse unos jeans ceñidos y una camisa negra, el calor restante del día aún se percibía bajo la oscuridad de la noche.

Me reuní con Dante y esperamos en su auto a sus compañeros animales en busca de alguna pista o información que pudiera ser útil antes de entrar en escena.

Entraron al restaurante como amigos y se sentaron en una mesa, la disposición del local era la siguiente:

En A está la puerta, en B la barra, en E  la cocina y en F los baños. El resto son mesas con clientes, el local está a medio llenar y a ustedes les han asignado la mesa con la x.

Cuando entran un muchacho los atiende amablemente y los acomoda en una mesa entre los baños y el pasillo que da a los  privados.

-Buenas noches, soy Iván su camarero, ¿Puedo ofrecerles algo de beber o comer? ¿Desean la carta?

Me senté frente a Dante. No había estado en un restaurant desde hace mucho por razones obvias y al estarlo en estos minutos, pequeños fragmentos de recuerdos me llenaron la mente. Alguna cita, almuerzos con amigos, comidas satisfactorias, la acción de masticar y saborear los alimentos que ahora solo estaban disponibles para los humanos me daban nostalgia.

Mis recuerdos son interrumpidos cuando el camarero, quien se presentó como Ivan, apareció para tomar nuestro pedido. Le sonreí y respondí a su pregunta:

"-Traíganos la carta, por favor. Debemos de tomarnos un tiempo antes de decidir que comer. Aunque estoy segura que cualquier cosa que pidamos será agradable. Gracias"

Miro atentamente nuestro alrededor buscando algo que pudiera servirnos a nuestro cometido.

"-Esto está muy custodiado, Dante. Debemos buscar a René lo antes posible para no levantar sospechas."

Le dije a Dante con una voz suave un tranquila, para que sólo él me pudiera escuchar.

Aun con la "inteligencia" que tenian de la paloma, la mision parecia que iba a ser mas dificil de lo esperado: a pesar de que la fachada era sutil, era obvio que los dueño sabian que no tendrian problemas con la policia, y se daban el lujo (o tenian la arrogancia) de tener escolta armada. Eso, generalmente, no tenia porque ser un problema. Pero a menos que quisieran llamar la atencion...

El Gangrel se habia limitado a sonreir y asentir cuando Victoria pidio la carta al camarero. Estaba tratando de pensar una forma de pedir por Rene sin hacerlo demasiado obvio. Suponia que tenian que esperar, y el se acercaria. Al menos, eso habia dicho la Sheriff.

-La verdad que si che. Me gusta el olor a la comida, pero no aguanta nada en el estomago dijo tambien en voz baja Micaela dijo que Rene nos iba a abordar, pero tenemos que pensar en algo por si no llega a pasar.

Un hombre de traje se acerca con las cartas en la mano y se las entrega a cada uno, -Buenas noches, soy René el maitre de este restaurante. ¿Puedo sugerirles uno de nuestros vinos para catar o maridar con alguno de nuestros platos sugerencia del chef? En la noche de hoy hay una promoción especial con finca Las Moras y bodegas Bosca.

Inmediatamente después de que Rene se presentara en la mesa, miré a Dante. Nuestro contacto ya estaba ahí tal y como la Sheriff indicó que estaría:

"-Un gusto René, aún miramos la carta, es bastante variada. No habíamos venido nunca para acá, parece un lugar amplio y acogedor, sería interesante conocerlo"

Debíamos buscar la manera de hablar con René a solas sin miradas encima que pudieran perjudicar nuestra misión. 

-Buenas noches, Rene saludo Dante, todo correcto y con una sonrisa simpaticona Yo no bebo vino, pero mi amiga pues ya no se...

Habia demasiada gente, al menos como para hablar libremente. Muchas cosas se podia decir del Sabbat, pero generalmente desatentos no eran, y no podian armarla alli. Odiaba hablar en clave (se le antojaba cliche), pero por ahora tendria que recurrir a ello.

-Una amiga nuestra, Micaela, nos recomendo el lugar especialmente por el ambiente, si.

-Oh, vaya -dijo con una sonrisa elegante pero era evidente que su mente estaba evaluando las posibilidades -Tengo una excelente memoria y varias Micaelas pasan por mi mente que son habitués de esta casa -entrelazó los dedos de sus manos -¿Será una muchacha rubia de rizos? ¿Como de un metro ochenta y viste elegante? -escaneó sus rostros con habilidad a pesar de que la cortesía no abandonó su expresión -También recuerdo otra muchacha de ascendencia arabe a la que le gustan los bistecs jugosos -su sonrisa se ensanchó -¿Se trata de alguna de ellas?

Rene parecía estar a la defensiva. En cuanto nombro las posibilidades, puse mis brazos en la mesa y adelanté mi parte superior de mi cuerpo para mirarlo:

"-Claro, esa es nuestra muchacha, la de rasgos árabes. Es muy hermosa y llama mucho la atención, de seguro no te podrías haber olvidado de ella."

Quise esperar a que el hombre siguiera la conversación, tendría que responder al saber que confirmábamos que conocíamos a la sheriff y que veníamos por recomendación de ella.

-Oh si, siempre tiene ojos sobre ella siguio el juego Dante, divertido muy a su pesar Excepto cuando decide desaparecer, verdad? Imagino que sera muy buena en ello, teniendo en cuenta su... Ascendencia.

Aunque disfrutara de ello, iba a tener que cortarlo en muy poco: el idioma corporal de Victoria amenazaba a delatarlos.

El maitre levanta las cejas expresivo y sonríe apenas, se ha puesto nervioso. -Recuerdo muy bien sus hermosos ojos celestes, también su afición por las espadas -desliza con cautela aunque no sin cierto sarcasmo -Supongo que si ella los ha enviado es porque les ha hecho alguna recomendación -afirma poniéndose junto a Dante de espaldas al acceso a los vips, y abriendo la carta, luego susurra -¿Qué es lo que quieren saber? -sabe perfectamente que lo están escuchando aunque el tono de su voz sea apenas audible.