Partida Rol por web

Tombstone: Dead Lands

Capítulo 1: Un día en Tombstone

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02/06/2009, 20:14
Alcalde Greely

Su petición es comprensible. Se le pondrá al corriente de todo antes de partir.

El alcalde mira al indio como si esa labor fuera a recaer en él.

Antes de resumírselo yo mismo dígame. ¿Cuál es su segunda demanda?

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02/06/2009, 20:33
Predicador

Dunn mira al Alcalde un segundo y luego al Sheriff, para volver a mirar de nuevo al Alcalde y responderle.

Quiero estar exento de la ley de no armas de Tombstone, y quiero que sea de forma vitalicia, nada mas.

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02/06/2009, 20:43
Alcalde Greely

Oh! la propuesta parece sorprender al alcalde, que mira al comisario antes de volver a dirigirte su atención. Al principio su voz y su respuesta son dubitativas, pero va ganando seguridad pronto.

Desde luego... saldría esta misma noche de la ciudad y le devolveremos sus armas. Cuando regrese...

Tras los segundos de duda acaba cediendo Bien, podremos arreglar eso. 

Coge aire mirando a los demás estamos aquí para decidir lo que haremos al respecto de una serie de desapariciones de diligencias. Los tres últimos transportes de la Fargo hacia el oeste nunca volvieron y no sabemos nada de ellas. Al último tren le pasó lo mismo. Desde hace más de un mes no hay comunicaciones con Bronco Pueblo ni con nada más allá, ni siquiera por telégrafo.

Mira a los dos representantes del gobierno.

Los Rangers nos han puntualizado que no deben haber explicaciones públicas pero no podemos dejar que el Epitaph descubra nada por su cuenta y menos que los desgraciados de esa caravana "desaparezcan" también sin más.

Sacude la cabeza, impaciente.

Ahora, si no hay más preguntas, deberíais prepararos. La diligencia saldrá a medianoche.

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03/06/2009, 19:00
Predicador

El predicador sopesa por ultima vez la misión que le proponen el alcalde y los contratistas. Lo cierto es que en principio no parece que escondan nada turbio y esta mucho mejor pagado que la protección de Eckhardt. Si tiene éxito en la investigación, el periodista no estará obligado a viajar hacia el oeste y así podrá evitarse el riesgo, matando de esta manera dos pájaros de un tiro.

Bien, en ese caso iré a prepararme y descansar para aguantar la larga noche que nos espera. Cuenten conmigo señores, acompañaré a esa diligencia.

Habla el predicador así mientras se levanta de su asiento decidido a abandonar la casa del alcalde.

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03/06/2009, 19:37
George Salazar, del ferrocarril

El gesto es imitado por los demás, que se levantan de sus asientos.

Esto le ayudará a cerrar sus asuntos en la ciudad. Dice el empresario del ferrocarril pasándote un sobre blanco. El adelanto de tu pago, 50$ en billetes de diez.

Tras eso saca de un bolsillo de su chaleco otros dos sobres.

Los posibles gastos del viaje quedarán cubiertos por mi y por el señor Carlson, por supuesto.

Se dirige a Dakota, al que le da ambos bultos tras cambiar unas palabras en voz muy baja con él.

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03/06/2009, 19:41
Sheriff

Dakota, si quieres acompañarme a la oficina... le daremos sus armas al señor Dunn.

El comisario dice esto a su extraño y poco hablador amigo, mientras te mira, invitándote a ir con ellos.

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04/06/2009, 18:37
Dakota

El indio saluda a los presentes con un leve y vago asentimiento, aunque deteniendo su mirada por largos segundos en cada par de ojos que lo observan. Ninguno de los presentes, con la notable excepción del Sheriff, parece ser merecedor de la mínima demostración de afecto o respeto.

Levantándose de su silla se dispone a seguir al jefe de policía.

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04/06/2009, 18:20
Predicador

Muy bien, os sigo.

Dunn se limita a acompañar al Sheriff hasta su oficina para recuperar las armas. De momento parece que Eackley se muestra algo mas educado hacia el predicador y prefiere no decir nada que lo pueda hacer cambiar.

Que extraña pareja, el gigante indio y el comisario son lo mas opuesto que uno se puede encontrar. ¿Que circunstancias han pasado para llevar a estos dos a hacerse amigos?.

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04/06/2009, 18:41
Alcalde Greely

Recordad, a medianoche en la estación de ferrocarril. De ahí saldréis con la diligencia discretamente.

Acompañando hasta la puerta de la sala a los invitados, el alcalde se despide de los empresarios y los Rangers con respetuosos apretones de manos. Se dirige también a todos cuando dice lo siguiente.

Hasta entonces os pediría completo secreto respecto a todo lo que se ha hablado en esta sala.

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04/06/2009, 18:46
Predicador

Dunn termina de despedirse de los presentes y responde a la advertencia del alcalde.

Puede estar tranquilo alcalde, considere lo que me ha contado esta noche como si me lo hubiera explicado en un confesionario.

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04/06/2009, 19:14
Director

Guiados de vuelta a través del pasillo por el mayordomo, los reunidos en el extraño concilio franquean la puerta de la residencia del alcalde. La luna creciente ha seguido su curso, deben ser algo más de las 21:00, tres horas escasas para solucionar los asuntos en Tombstone.

Una vez en el exterior hay pocas palabras de despedida más, el tejano de la Fargo coge su caballo, el empresario del ferrocarril se adentra caminando en una callejuela cercana de donde un instante después sale un coche de caballos cerrado que, por lo visto, había estado esperándole. Los Rangers montan también desapareciendo en un instante en la oscuridad.

El Sheriff, dada la cercanía de la oficina, deja su caballo atado donde está y se dirige a su despacho seguido por el corpulento hombre silencioso de sangre india y por ti. Las tres figuras atraviesan parte de la calle principal de Tombstone, desierta a esta hora, aunque animada por el sonido amortiguado de la música y los gritos de los Saloons cercanos.

Los dos escalones de madera chirrían al ser pisados cuando entráis en el edificio marcado por un cartel con una estrella descolorida con las palabras U.S. MARSHALL. En el pequeño habitáculo que hace las veces de despacho para el comisario, detrás de una mesa llena de papeles, descansa un chico jóven. Otro de los ayudantes del Sheriff haciendo guardia.

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04/06/2009, 19:14
Ayudante del sheriff

ssssh los prisioneros están durmiendo.

Dice el chico llevándose el dedo índice a la boca.

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04/06/2009, 19:16
Sheriff

Eackley suspira de frustración tras oir al chico, sin hacerle mucho caso ni decirle nada camina hasta un rincón de la sala con muchas armas en pistoleras y fundas.

Aquí tienes. Te veremos después, ya sabes. Dice, pasándote tus armas.

Su tono de voz y sus palabras parecen ser poco menos que una despedida hacia ti pero, en todo caso, el secreto que cubre todo lo hablado y que le impide hablar aquí de ello y su enfado con el ayudante pueden influir en el humor del Marshall en este momento.

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04/06/2009, 19:27
Predicador

Gracias Sheriff, y hasta luego, dice mirando a Eackley. Luego mira al enorme indio y también le habla.

Hasta luego Dakota, tu y yo tenemos una larga conversación pendiente, espero que no te dejes nada en la recámara.

Luego sale de la oficina encendiéndose uno de sus puros que siempre le acompañan, dispuesto a dirigirse a algún lugar a tomar una buena cena antes de volver a su habitación a preparar su bolsa para el viaje. Y aprovechar también para inspeccionar sus armas de las que se había desprendido bastante tiempo.

La intención del predicador es marchar a escondidas en la noche. Si quiere mantener el secreto de su misión como ha prometido lo mejor es que nadie se de cuenta que deja la ciudad. Sabe que las despedidas provocan preguntas y que las respuestas mas preguntas todavía.

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06/06/2009, 02:42
Dakota

Cuando la mirada del indio se cruza con tus ojos, su rostro se transforma. En la pétrea e inexpresiva máscara de repente súbitamente se refleja la sorpresa, acompañado de algo más.

Como si hubiera leido algo en tus ojos que no pudiera creer, su mirada sigue tratando de verificarlo incluso cuando te das la vuelta para salir, clavándose en tu nuca como dardos. Conoces esa forma de mirarte, la misma que lleva a los blancos a clavar en una estaca y quemar en la hoguera. La reacción que provoca en un mestizo piel roja es un misterio, pero estás seguro de ir a averiguarlo.

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06/06/2009, 04:31
Director

Saliendo de la oficina con tus armas te adentras en la noche, tus pasos silenciosos te llevan por las oscuras calles con la luz de la luna como única fuente de iluminación.

Cuando das con tu tugurio favorito expulsas el humo de un cigarro frente a una buena cena. Es extraño, no percibes nada especial en el ambiente, ni la tensión, ni el rápido palpitar de tu pulso antes de meterte de lleno en algo de este calibre. Podría parecer que esta noche nada tiene de especial, sin embargo el reloj avanza rápido hacia la medianoche...

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08/06/2009, 18:45
Predicador

Rápido avanza el reloj, tanto que al predicador se le echa la hora encima. Poco tiempo le sobra después de cenar y prepararlo todo para marchar. El caballo, las provisiones, el equipo en general...esto es lo que pasa cuando aceptas una misión esa misma tarde.

Además, Dunn mantiene el ritmo aletargado que le ha provocado el estar tantos días lejos de la acción en su estancia en Tombstone. Quitando el tiroteo con los mexicanos de ese mismo día, el reverendo ha estado muy tranquilo últimamente.

Unos minutos antes de la medianoche, Dunn abandona su habitación y se escabulle intentado que nadie pueda verle. Solo ha avisado al dueño del cuchitril de que se iba a marchar esa mañana, dejándolo todo pagado por adelantado. Avanza hasta los establos donde cuidan a su caballo para llevárselo y tras esto se dirige hacia la estación del tren en silencio y calmado....

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08/06/2009, 21:48
Director

En tu sucia habitación pasas casi toda la última hora de este largo 2 de mayo. Tu equipaje está hecho. Tus armas están cargadas, engrasadas y listas, en la oficina del Sheriff parecen haberlas tratado bien y un último repaso las han dejado preparadas para cualquier cosa.

La estación de tren al norte de Tombstone no está lejos de tu pensión, pero antes tienes que dar un pequeño rodeo para pasar por los establos a por tu animal. El caballo está tranquilo, sosegado, el descanso le ha sentado bien y parece tardar en habituarse a la acción otra vez. El pequeño paseo hasta la estación de ferrocarril le vendrá bien.

La noche está sorprendentemente despejada, como sólo puede estarlo a las puertas de un desierto. El cielo que durante el día ruge y quema con el sol, ahora parece pacífico y hermoso, repleto de estrellas. La luna creciente da un poco de luz, pero muy poco.

A tu paso vas dejando atrás edificios y calles, carteles anunciando bares, establecimientos varios o simplemente viviendas. Tombstone tiene cierto encanto, al fin y al cabo, no te has hecho a la idea de estar a punto de abandonarla. Llevabas ya demasiado tiempo asentado aquí.

Al fin las construcciones terminan en favor de un horizonte con montañas lejanas y un cielo tachonado de astros. Ante ti ves la línea de tren, el pequeño edificio donde tiene su oficina y la tosca acera de madera, elevada por dos escalones, que discurre paralela a la vía en unas cuantas yardas. Como marcando los dominios de la empresa de transporte hay un gran cartel.

Western Union. La compañía del ferrocarril.

A este lado de la vía hay una bonita diligencia roja Wells Fargo & Co. amarrada ya a cuatro buenos caballos. El rítmico paso de tu montura te acerca a otras dos figuras montadas y tres a pie. El Sheriff y el indio son los jinetes; el viejo Ranger de Texas, el dueño de la Fargo y un tipo de aspecto robusto con bigote y cabellos canos son los otros.

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08/06/2009, 23:27
Samuel Carlson, Wells Fargo

Aunque el indio y el Ranger parecían hablar cuando llegaste, es el responsable de la Wells Fargo el que te saluda, dirigiéndose tambien al piel roja.

Hola señores, la Wells Fargo está deseando ver partir esta diligencia.

Dakota y el comisario parecen haber llegado ahora mismo. El gordo tejano sonríe mientras os mira satisfecho.

Vuestro transporte está bien provisto, desde luego. Os presento a Hank Bully, el cochero que os acompañará.

 

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08/06/2009, 23:30
"Látigo" Hank Bully

El "látigo" de la Fargo saluda con un toque de su sombrero. Sin separar mucho rato sus guantes de cuero de las bestias unidas a la diligencia te mira a ti y al enorme indio con curiosidad.

A pesar de la edad aparente, el tipo tiene aspecto de recio, fuerte y de manos diestras. Todo el porte de un cochero, uno de los empleos más duros del oeste.