Partida Rol por web

Sir Mikelus Metalus se dirige hacia su caballo y, con la ayuda de Algus, que le cede la lanza y el escudo una vez montado en su gran corcel. A lo lejos observa a su rival, sir Ricardo, esbozando una breve sonrisa al recordar una lucha pasada con un enano. Rápidamente aleja de su mente éste recuerdo sabiendo que nunca hay que subestimar a ningún rival, por pequeño o inofensivo que parezca. Bien lo saben esto muchos de sus enemigos de antaño, cuando no era más que un joven flaco y debilucho y dio buena cuenta de tantos más grandes que él.

Mira hacia el archiduque y con gesto serio realiza el protocolizado saludo. Se amolda la babera y la gola, comprueba las espuelas y grebas, guanteletes y codales ajustados, ristre, peto y quijote en su lugar. Todo en orden. Divisa de nuevo a su valeroso rival y se baja la visera. ¡¡Esto va a empezar YA!! Alguien va a caer a la arena y no piensa ser él.

Sir Mikelus reía a carcajadas viendo, como a lo lejos, Sir Ricardo no podía subirse al caballo, dada su pequeña estatura. Más que un caballero parecía un bufón. Quizás el archiduque lo contrate para que amenice su corte en momentos de aburrimiento.

Sir Ricardo salio de la tienda con la armadura puesta y el escudo en el brazo izquierdo, fue a la zona de justas y espero a su escudero que traia el caballo y las lanzas. Tardo algo mas de lo esperado y Mikelus parecia nervioso, con ganas de empezar cuanto antes.

Cuando este llego, pidio disculpas pero Sir Ricardo subio al caballo, y cogio la lanza que le daba su tardío escudero sin parecer enfadado, concentrado en su enemigo, y dijo en voz baja, para que solo le pudiera escuchar el joven.

- Hablaremos cuando acabe con el.- Señalo con su lanza a su enemigo y este empezo a cabalgar, un segundo despues, Sir Ricardo azuzo a su caballo para que fuera a galope contra su contrincante.

Comienza el galope, en una mano el escudo, con la otra la lanza de caballería; para sir Mikelus cabalgar es como andar, incluso sin usar las riendas; fija la lanza en su contrincante para intentar derribarlo de su caballo en el primer intento.

En el ultimo momento le cae una gota de sudor en el ojo y durante esa milesima de segundo se desvía la direccion de la lanza, contactando levemente en la armadura de su oponente.

Sir Mikelus maldice: ¡¡¡¡Arrrrrrgggggg!!!!

Actualizo iniciativa y ataque. Además hago tirada de daño en su caso, de salvación y de desmontar si me tocan. Así agilizamos, que está la justa un tanto aburrida.

Sir Ricardo ataco contra su oponente, noto la lanza del rival rozar su escudo, y su lanza tampoco consiguio tocar el blanco, con todo lo grande que era... asi, que en cuanto llego al final de la pista dio media vuelta y volvio a cargar contra el enemigo.

Sir Mikelus vió como la lanza de su oponente casi le toca; ha pasado cerca, pensó.

Rápidamente volvió a la carga intentando asestar un golpe a su adversario. Esta vez tampoco le dió pero estuvo más cerca que la vez anterior.

Ricardo pone el escudo ante el ataque de Sir Mikelus, y empuña su lanza contra él sin nisiquiera acercarse al objetivo.

Sir Mikelus empezaba a sudar ya en su tercera carga y eso le gustaba, es un amante del combate.

En esta ocasion impacta a su oponente en su armadura. Podría caer del caballo, la multitud grita ante la posibilidad de la caida. Para esto han venido, aunque muchos y muchas gritan en una mezcla de temor e incertidumbre.

Ricardo cabalga hacia Sir Mikelus y cuando estan a la par, su lanza impacta contra el pecho con suficiente fuerza como para hacerle caer del caballo. El publico grita de jubilo, pero Sir Ricardo, se levanta disimulando el fuerte dolor que siente en el pecho. Llama a su caballo y se sube con enfado pensando en el fallo que habia cometido para acabar de esa forma tan vergonzosa.

Sir Mikelus vio como sir Ricardo consiguió manterner la justa en la mano, pero aún así cayó del caballo. Se quitó el yelmo y se secó el sudor que corría por su frente con el pañuelo que siempre llevaba en el hueco de la armadura a la altura de la codera, regalo éste de su amada en tiempo atrás.

Observó a sir Ricardo como subía de nuevo a su montura, prestos de nuevo los dos a un nuevo asalto.

Se avalanzó a por su contrincante, raudo y veloz, y con mayor confianza tras su primer exito, con la lanza apuntando al pecho de sir Ricardo y de nuevo impactó. El alboroto era tremendo y sir Ricardo parecía agotado. No le dió tiempo a sir Mikelus si en esta ocasion había tirado a su oponente, debido a la poca visibilidad que ofrecía el yelmo.

Sir Ricardo vuelve a la carga, pero solamente en cuerpo pues su mente aun esta en la anterior caida y cuando quiere darse cuenta nota la lanza de su adversario de nuevo en el pecho, pero esta vez con aun mas fuerza. Entonces Sir Ricardo esta a punto de caer del caballo, pero en el ultimo momento suelta la lanza y se agarra a las riendas para mantenerse con la montura. Le duele el pecho y solo piensa en como recuperar el arma para poder atacar otra vez.

-Que coño estas haciendo!- Digo en voz alta para mi mismo- ¡Concentrate!

Cojo una nueva lanza y vuelvo al ataque.

Esta vez sir Mikelus comprovó como su adversario tiró su lanza pero no cayó. De nuevo sir Mikelus fue a la carga al ver a su oponente con una nueva lanza, y de nuevo impacto de lleno en él. Cuando sir Mikelus está en una justa, siempre va a más.

Sir Mikelus consigue golpear a Sir Ricardo, pero de forma muy leve y apenas es perceptible por el caballero. Este, intenta atacar pero ese leve contacto hace desviar su intento de ataque.