Partida Rol por web

Corren ya finales de verano de 1178 cuando las cosas tienden a tomar cierta forma. Los barracones, con la ayuda de los grogs, se han podido alzar en madera, así como el pequeño taller de herrería. Poco a poco el lugar se ha ido llenando de vida según llegaban soldados y artesanos, algunos de ellos acompañados de familia y/o aprendices. El colofón a ese principio es la llegada, para quedarse, de Guillaume du Montverte, el joven nuevo señor de Pléchâtel.

Al ser criada del castillo Leonor se muestra extremadamente humilde con todo el que llega. Es callada, eficiente, y no mira nunca a los ojos de ninguna de esas personas que por sangre, recursos y nombre es, sin duda, mejor que ella.

En todo caso, actúa de forma servil, pero intentando tomar buena cuenta de quien es quien. Y de si alguno es esa persona de la que oyó hablar que pudo levantar la torre de la nada.

Lirión, Fray Erwan, Edmund Simon, Ginebra de Flandes, Tinaeus, Guillaume de Montverte... un sinfín de incorporaciones y un sinfín de tareas a ellos asociados. La vida de la Alianza crece con cada nuevo miembro que se añade. El año, también, va avanzando, al igual que las construcciones.

En otoño el extraño señor de la torre, Gornych Wyvern, regresa, no para atemorizaros a todos (aunque de buen seguro lo hace en un buen porcentaje), sino para trabajar en el subsuelo de la torre. Nadie sabe cómo, pues las escaleras acaban en el sótano y los ruidos provienen de más allá de su suelo. Bueno, tal vez su asistente, Rowen, pero no parece muy dispuesto a compartir esa información. Tampoco es probable que muchos de vosotros quiera saberla...

BUSCANDO A GINEBRA DE FLANDES

Al poco de conocer que hay una dama en el castillo, y que ella se está encargando de dirigir el trabajo de la servidumbre, averiguo sus hábitos, y una mañana, al poco de saber que ya está despierta y que debe estar arreglada, me presento en la puerta de sus habitaciones, y llamo respetuosamente a la puerta

Buscando al señor de la torre
Parece que hay un permiso tacito para que me quede pero aun así hagamos las cosas bien y presentémonos al señor de la torre..Espero un dia o dos después de su vuelta para que se reponga del viaje y si no me cruzo con el de forma fortuita bajo a pedir una audiencia .Busco la puerta que este adornada de forma mas rica o que de la impresión de poder ser la suya y llamo a la puerta.

por cierto ya me dirás si noto algo raro en mis exploraciones de la torre, si algo me suena de la alianza de Jerusalem.Traduciendo si me doy cuenta de donde estoy

Era el comienzo de la mañana cuando resibió una visista inesperada. Era una de las jovenes que había visto por el lugar. Una fea cicatriz le marcaba la cara y le daba una impresión de mujer de mala vida. Pero no era su trabajo de juzgar a nadie. Si le habían dado trabajo pues eso era todo lo que había que hacer.

Dígame, joven. ¿En qué te puedo ayudar? Dice tratando de poner las palabras más suaves posibles. Después de todo era sólo una niña.

Buscando a Edmund Simon
Los días de trabajo se hacen interminables, las horas diurnas se hacen secas sin licor que llevarse a la garganta.

Piero que coño es iesto...no vine aquí acer d´mula de carga...tengo mejores cosas que acier qestar clavando maderos...onde tá ese sienescal

Explorando la torre no sacas muchas conclusiones, salvo que la torre no la diseñó un noble cualquiera, o al menos no uno convencional. Dos de los niveles superiores están destinados a habitaciones, ambos niveles idénticos pero separados por un piso básicamente vacío. Sobre ellos un cuarto nivel (o quinto si cuentas la planta baja como un primero) también despejado. Las escaleras todavía ascienden, extrañamente topando directamente con el techo. Por otro lado, en ninguna de las habitaciones están esos esotéricos símbolos de "sancta" que usaban para delimitar las habitaciones de los magos, que debían ser inviolables. Pero el hecho de que no haya querido verte denota o bien un señor arrogante y mal cristiano... o alguien que prefiere no mezclarse con lo que representas. Eso sí cuadraría bastante bien con el comportamiento de algunos de los compañeros del que conociste en Tierra Santa. Tal vez haya una oportunidad de conocerlo más adelante.

Leonor se inclina con ligereza ante la dama con la que habla

- Mi señora... disculpad el atrevimiento. Supe que estábais en la fortaleza, y que estábais dando órdenes sobre cómo debían hacerse las cosas. Durante algunas semanas fui la única criada del castillo, y mi intención no es aprovecharme de quienes me dieron un lugar seco donde descansar y comida con la que paliar mi hambre. Por eso vengo a veros. Quiero que sepais que me teneis a vuestra disposición. Si se precisa algo de esta humilde sierva, no tenéis más que ordenármelo, y salvo que otro mandato me tenga retenida, lo cumpliré - dice la adolescente con sencillez.- Eso es todo, mi señora - el tono de la joven no es dulce, hay un punto de amargura en su voz, pero también de determinación, y de una seriedad impropia para su edad.

De hecho probablemente ahora que la ves crees, si es que eres de la que te fijas en esas cosas, que la has visto siempre atareada, haciendo mil labores domésticas en la alianza

-¿Qué demonios quieres, rufián maloliente, no ves que estoy ocupado? -vuestra mutua animadversión ha crecido con el paso del tiempo, aunque de alguna manera habéis logrado un tácito entendimiento en cuanto que os evitáis dentro de lo posible. Él consiente que estés ahí mientras trabajes y tú prefieres no darle motivos para que te eche de la torre. Puede que no sea el trabajo de tu vida, ni el más fácil, pero de momento no corre peligro tu cabeza y te están pagando sueldo de soldado por correr el grave peligro de clavarte alguna astilla...

Atender a Fray Erwan

Guilleaume no se adapta al nuevo y aun extraño lugar y da vueltas y mas vueltas en su estudio, su vida siempre ha estado plagada de emociones y aventura y se siente un poco prisionero dentro de estas paredes.

El maldito Gornych , me dijo que tendría posibilidad de aventuras..pero la verdad es que desde que llegue no he echo otra cosa que estar encerrado aquí repasando documentos o dando vueltas en este estudio....El desaparece en el subterráneo todo el santo día y no ha dicho ni pío...-esta metido en sus pensamientos mirando por una ventana cuando escucha un leve toque en la puerta-.

Vuelve ante su mesa y se deja caer en la silla de madera de atrás de esta y dice en voz alta.

Adelante....Esta abierta la puerta

Quizás luego lo lamente. piensa la dama antes de hablar. Haremos una cosa. te he visto que eres laboriosa. Así que te pondré a prueba unos días como mi asistenta personal. Si estás de acuerdo, claro.

Busca entre sus cosas y encuentra unos vestidos. No son los más nuevos ni los más vistosos pero son mejores que los de la chica. Se los entrega. Empieza por cambiarte y ven a verme luego.

Ginebra ha escuchado el nombre de Guillaume y no era la primera vez que lo hacía cunado se lo señalaron en el edificio. Si supiera que él es la escusa por la que María le ha dado libertad.

En una de las ocaciones que le encuentra mirando desde uno de los pasillos através de las almenas, se le acerca y hace una reverencia. Saludos, señor Montverte, si mal no recuerdo. Hace un precioso día. le dice evidentemente tratando de sacarle conversación.

Una mirada de sorpresa se lee en los ojos de la joven. Es evidente que no era eso lo que se esperaba de este encuentro. No era eso en absoluto.

- Mi señora me hace un elogio inmerecido - dice tras unos segundos de silencio- Y no puedo sino aceptar la cordialidad de la que haceis gala y agradecerosla con toda la humildad. Sin embargo, agradecería que me permitiérais pedir su consentimiento al senescal Edmund Simon, puesto que él me aceptó en estas tierras, y mal pagada sería si le abandonara sin explicarle nada, y sin pedirle venia

No hay puerta alguna que indique donde se encuentran los aposentos de Gornych, pero cualquier buen observador se daría cuenta de que los dos últimos niveles de la torre, los más altos, parecen inaccesibles.

Los criados que tienen la suerte o la desgracia de cruzarse con él no quedan indiferentes, ya sea por su mal genio en una reprimenda inesperada o por los extraños sucesos que ocurren a su paso: las antorchas brillan con más intensidad, la roca parece crujir en un profundo y elocuente gemido, las nubes dejan pasar el sol por donde camina.

El senescal. Por supuesto. Está bien, espero verte más tarde... ¿cómo te llamas?

Tengo que ver al senescal. Yo también necesito aclarar el asunto sobre esta chica. Tiene una mirada despierta.

- Leonor, mi señora. Me llamo Leonor

Buscando al señor de la torre
Abro la puerta y me quedo en el umbral antes de dirigirme al desconocido:
Disculpad que os interrumpa , soy Fray Erwan y acabo de instalarme en la torre.Quisiera presentar mis respetos al señor de la torre,¿Sois acaso vos? .