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Trilogía de la Orden del Libro: El Enclave

CAPITULO 3: Fugitivos en la oscuridad

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21/01/2017, 22:39
DM

CAPITULO 3: Fugitivos en la oscuridad

Después de casi dos horas de silencioso trayecto solo roto por el ruido del carromato desde que el grupo abandonó Robleda y vieron por última vez las llamas devorando el enclave llegaron por fin a la Cima de los Abetos. Una vez fuera de peligro, la noche había resultado fría, húmeda y neblinosa hasta que los primeros rayos de sol asomaron por el horizonte. Unas nubes de bruma ascendían por las faldas de la loma desde los arroyos y las praderas profundas. Unos abedules de follaje escasos, movidos por la brisa, se contorneaban agitadamente y con un contraste oscuro comparado con el cielo pálido al que había dado el amanecer de aquel nuevo día. El camino hasta la cima había sido muy angosto, y el carromato que dirigía el silencioso conductor encontró alguna dificultad durante el ascenso. Los caballos estaban agotados sin embargo parecían ser de una raza vigorosa y aguantaron hasta el final. 

En cuánto llegaron a la gran colina denominada Cima de los Abetos pronto entendieron que no había nombre más adecuado para aquel lugar. Un intenso olor a resina invadía todo el lugar, completamente poblado por fuertes y verdosos abetos. 

- ¡Sooooooo! - dijo el encapuchado frenando sus caballos. Acto seguido bajó de los asientos del carro algo dolorido por la herida que había recibido de uno de los virotes.

La robusta figura esperó a que todos bajaron del carro con caras generalmente compungidas y tristes. Entonces este se quitó la capucha y vieron el rostro de un hombre de constitución gruesa, mirada inteligente, mofletes hinchados, nariz rojiza y un despeinado cabello negro que rondaba algo más que las cuarenta primaveras de edad. 

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21/01/2017, 22:54
Erus

- Es un lugar temporalmente seguro - dijo con voz afligida mientras acariciaba las crines de cada uno de los caballos del carromato. - Pero supongo que los templarios comenzarán a hacer una batida por las inmediaciones de Robleda en cuánto recobren las fuerzas. - añadió examinando uno a uno en los supervivientes, la mayoría cubiertos de restos negruzcos a causa de las llamas y los escombros que habían tenido que superar.

- Algunos me conoceréis... para los demás...  mi nombre es Erus, soy un antiguo miembro de la Orden y actualmente dirijo un emporio en Robleda -. A continuación detuvo su mirada sobre Nariya. - Me alegro que tu también hayas sobrevivido chica... -

- Supongo que tendréis muchas preguntas. - dijo extrayendo varias cantimploras de agua debajo del asiento del carromato, dónde parecía haber almacenado algunas raciones, y lanzandolas al aire a los supervivientes para que las tomaran y saciaran su sed. 

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22/01/2017, 15:33
Espinela

La arquera recogió el odre con un movimiento rápido y preciso. Los reflejos de Espinela eran realmente asombrosos. Descorchó su embocadura y se dispuso a beber, saciando la sed y la sequedad que acuciaba su garganta. Tras esto, se limpió la boca con el dorso de la mano y dijo:

- Un placer Erus. Gracias por implicarte. Sin ti estaríamos muertos...- agradeció con rostro solemne - Tenemos muchas preguntas como dices. La primera es: ¿Por qué las autoridades de Robleda permitieron tal escarnio? ¿Por qué los dirigentes de la orden  no fueron avisados? ¿Por qué no se clausuró el enclave por métodos legales?...- a cada pregunta que espetaba, su cara se quebraba por la rabia.

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22/01/2017, 19:13
Erus

Erus asintió serio a las palabras de la ruda arquera, como si comprendiera la lógica de aquellas preguntas.

- Porque nadie, y digo nadie, se podía esperar que la Iglesia de Velex llegará tan lejos... - dijo con voz profunda, cruzandose los brazos y acercándose al borde de la colina para observar, desde allí, la visión de Robleda al fondo del valle. 

- Me despertó uno de mis ayudantes en medio de la noche, me dijo que los templarios y una multitud enfurecida de aldeanos acababan de capturar a varios magos y los habían atado en postes en la plaza central de Robleda para quemarlos vivos. Tras ese hecho los clérigos utilizaron su magia para crear un avatar de Velex que ordenó a todos los presentes que debían destruir la Orden del Libro como si de una una cruzada sagrada se tratará. - explicó como si aún no pudiese creyer que todo hubiese sucedido tan rápido. 

- La procesión llegó hasta las puertas, supongo que la guardia las dejó abiertas a la espera que regresaran los magos rezagados que habían sido capturados de regreso allí, y bueno.... lo que pasó a continuación no creo que merezca más aclaración. - dijo con cierta tristeza. - cuando era miembro de la orden había utilizado ese pasadizo secreto para... ejem... ciertas tareas. Y supuse que en la actualidad algún otro miembro de la orden lo conocería y lo utilizaría para escapar. - expuso al tiempo que extraía la gruesa armadura de cuero que portaba bajo la túnica marrón y empezó a aplicar unas vendas sobre el hombro herido por el virote. - Todo cuanto podía hacer era acercarme con mi carromato y tratar de rescatar a quién fuese que apareciera.. -

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22/01/2017, 19:30
Ösrik Forgemane

Ösrik se aproximó a Erus y le tendió una mano, dándole un fuerte apretón. No dijo nada, no era capaz de hallar palabras en su atribulado corazón.
Había pasado todo el viaje sumido en un meditabundo silencio. Varios de los supervivientes habían jurado con solemnidad administrar la más terrible de las venganzas a todos los seguidores de Velex. No fue su caso; simplemente no podía ni articular palabra. Con todo, tampoco necesitaba verbalizar su tristeza, su ira o su odio. En la tumba de su pecho, el núcleo de su ser estaba del todo conmocionado: que su cólera encontrase una vía de escape era sólo cuestión de tiempo.

Soltó la mano de Erus y sus labios se movieron tratando de articular algún sonido de agradecimiento, pero no lo logró. Simplemente se dio la vuelta y cogió el pequeño odre que le había tendido. Tenía la boca seca.

Luego, les dio una somera explicación sobre aquello que él consideraba la causa de tanta destrucción. Ciertamente se había expuesto demasiado al acercarse para ayudar, pero de no haber sido así, ninguno de ellos estaría con vida en esos momentos.

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22/01/2017, 19:48
Nariya

Nariya había bajado del carromato con aspecto de estar algo más entera que antes, pero seguía teniendo el semblante serio. El silencio sepulcral que había caído sobre el carromato durante el resto del viaje había servido a la muchacha para calmarse y pensar. Evidentemente lo primero que hizo nada más bajar del carro, fue comprobar que su querido maestro estuviese bien. Las miradas de ambos se cruzaron, pero poco había que decir, de modo que la chica le ofreció la mano para ayudarle a bajar y cuando se giró se encontró con Erus, el orondo comerciante.

Los ojos de la muchacha brillaron de alegría por primera vez en toda la noche, aunque no manifestó sorpresa alguna. Sabía que Erus estaba de su lado. Nariya bajó la mirada cuando el hombre se dirigió a ella. Sí, había sobrevivido, pero el precio había sido muy alto...Sin embargo, de nada serviría decir aquellas obviedades, de modo que, apretándole el antebrazo, volvió a mirar al comerciante con el que tan animadamente había regateado en el pasado.

–Gracias Erus...Esto no lo olvidaré.– respondió con la voz ronca por el humo que había tragado e intentando sonreír. Con una inusual torpeza en ella, la chica recogió la cantimplora, pero no bebió inmediatamente. No tenía sed y quería sentir un rato más aquella quemazón en la garganta. Aquel dolor, aquella molestía era la confirmación de que eso no era una pesadilla, sino algo muy real. Lentamente, se acercó a Zadia y se ofreció a limpiarla la herida mientras Erus el comerciante explicaba lo ocurrido, mordiendose los labios cuando comenzó a hablar de como habían engañado al pueblo con su magia. Igual daba, aquello no les disculpaba. Cuando terminó de contar la historia, Nariya lanzó al aire la pregunta que le había estado rondando desde que reveló su identidad.

–¿Y ahora...? ¿Qué es lo que vas a hacer?– Nariya le miró,preocupada. Si le descubrían o descubrían su carro...estaría muerto. Si se iba perdería todo por lo que había trabajado durante años. Y si descubrían que era un antiguo miembro de la Orden tampoco tenía muchas posibilidades. –Si descubren que nos has ayudado...

Puede que hubiese quien se sorprendiese de aquella pregunta, pero bajo el punto de vista de Nariya era lógica. Ellos ya estaban señalados, pero su salvador no y si había alguna posibilidad de no condenarle al exilio o a la muerte, debían saberlo.

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22/01/2017, 20:14
Erus

El orondo comerciante terminó de vendarse la herida del hombro y suspiró hondo. Aunque aquellos miembros de la orden habían sobrevivido lo habían hecho físicamente, dado que emocionalmente jamás volverían a ser los mismos. Tras el escueto saludo con Ösrik, bastante afligido, se encontró con Nariya,aquella muchacha de pelo rojizo a la que tantas veces había intentado contratar para su propio negocio y que tanto le recordaba a sus propios tiempos mozos.

Erus volvió a mirar a Espinela, ansiosa de obtener respuestas ante aquella tragedia. - La mitad de Robleda se ha alzado contra vosotros sumándose a una cruzada sagrada mientras que la mitad restante, incluyendo al Burgomaestre y la guardia, han mirado para otro lado. ¿Quién se hubiese atrevido a desafiar los deseos del mismisimo Dios de la Guerra? - añadió moviendo de un lado a otro la cabeza. 

Manteniendo la vista en la ciudad de Robleda a lo lejos del valle el comerciante pareció reflexionar sobre todo aquello. - No os preocupéis por mi, sé apañarmelas y tengo mis contactos  - dijo con tranquilidad. -Aunque si me ven con vosotros soy hombre muerto. - dijo pasando el dedo por su cuello simulando que se lo cortaban..

- Aún así os ayudaré, he pensado en ello mientras viajabamos hasta aquí, creo que podemos utilizar este claro de la Cima de los Abetos para comunicarnos. Si queréis hacerlo dejad una nota debajo de una piedra entre las raíces de aquel árbol milenario - dijo señalando un viejo árbol característico por tener un tronco que recordaba la cabeza de un ciervo - Enviaré a uno de los míos cada día y os responderé de la misma manera con lo que me pidáis. Puedo ser vuestros ojos y oídos en Robleda, si lo queréis, yo también quiero la venganza tanto como vosotros. - dijo, por primera vez, mostrando un rostro rígido y poco agradable. 

Acto seguido regresó al carromato y extrajo de debajo del asiento un saco repleto de provisiones. - Supuse que no serviría de nada rescataros si luego os dejaba morir de hambre en medio de los montes. - dijo abriendo la bolsa con raciones secas de todo tipo y algo de fruta. El comerciante tomó una manzana y se sentó junto al árbol para descansar mientras proseguían con la conversación. 

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22/01/2017, 21:30
Jarsen Hardwood

Jarsen, pragmatico empezo a comer tras una mirad agradecida a Erus y le dijo mientras sonreia.

- Sabia que eras un buen hombre, a pesar de tus precios.

Los templarios, sus clerigos, el Burgomaestre, media ciudad ... todos tienen las manos manchadas de sangre. Somos pocos, pero podemos emboscarles, hacer que teman viajar. El una vida dura ...

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22/01/2017, 21:39
Nariya

Si su dios existiese, habría desvelado a ese bastardo que quien se ocultaba bajo la mascara era yo, no uno de los suyos

Una bola ardiente le atravesaba la garganta y no había nada que pudiese apagarla. Tras unos segundos, dio un corto trago con el agua que estaba utilizando para refrescar la herida de Zadia.

–Solo un truco...un maldito truco de magia ha ocasionado esto– murmuró como si no pudiese creerlo, a pesar de que sabía por experiencia propia que los trucos más sencillos podían ocasionar grandes resultados.–Pero no pueden haber acabado con todos...Tiene que haber exploradores de viaje. ¡Y magos! Hay que avisarlos de alguna forma para que no vuelvan. ¿Es posible?

La muchacha se alejó unos metros de la maga y se sentó en el suelo junto al enano que aún estaba de pie, en estado de shock. Con un gesto cariñoso le tiró del brazo para que se sentara junto a ella y le pasó la mano por el hombro antes de mirar al resto del grupo. Heridos, sucios, demacrados y agotados física y mentalmente. Eran los claros perdedores de una guerra imposible. Pero ser un ratero en cualquier gran ciudad no era muy diferente. Al fin y al cabo, la muerte, el hambre, la violencia y la enfermedad también les acosaban en cada esquina, y aunque la violencia era muchísimo menor que la que acababan de sufrir, la muerte era la muerte. Lo mirases como lo mirases.

La ladrona posó su mirada entonces en la arquera e hizo un gesto con la cabeza invitándola a sentarse a su lado. Sabía que su deseo de venganza era tan fuerte como ella, y que igual que su naturaleza, era simple y decidido. Nariya sin embargo no era tan simple, al menos en cuanto a sus deseos de venganza. No se veía capaz de matar sin que su vida o la de otros corriesen un peligro inmediato, y sin embago, ansiaba ver sufrir a aquellos templarios. No solo físicamente, sino en donde más dolía. Quería hacer de su vida un infierno. ¿Para qué matarlos y acabar con todo? Se odiaba a sí misma por albergar aquellos sentimientos, pero aún odiaba más a sus agresores.

–Creen que han vencido, pero no lo han hecho. Querían matar a toda la Orden y no lo consiguieron.– sentenció finalmente la muchacha antes de mirar a todos y esbozar algo que podía recordar a una sonrisa, si no fuera por el dolor que aún tenía su mirada –Además, quizás tampoco consiguieron destruir todo lo que querían.

Por el tono de voz y la actitud, parecía claro que la joven quería mostrar algo a todos. La chica extendió la mano libre para que se acercasen y se sentaran.

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23/01/2017, 11:45
Ösrik Forgemane

Una miríada de pensamientos cruzaban sin orden ni sentido por la mente del enano: cuerpos sin vida, sollozos que morían cuando la frialdad del acero los hacía callar, risas desalmadas celebrando cada gota de sangre derramada. El caos y la perdición habían venido de visita esa noche y ellos, como simples muñecos de trapo, se movían al son de una música distante y cruel que los llevaba sin remisión al final de sus vidas.

En un momento dado, sintió un pequeño tirón en su brazo. Al bajar la mirada, vio a Nariya ahí sentada que le invitaba a sentarse junto a ella. Así lo hizo y parte de sus penas desaparecieron al sentir su proximidad.
Con una mueca triste que pretendía ser una sonrisa le apartó un mechón de la cara y le acarició la mejilla con ternura.
Con ese gesto tan familiar, Ösrik recuperó parte de la fortaleza que había perdido: - Tienes razón. Mientras sigamos con vida, ellos no habrán ganado. No del todo, al menos. Convertiremos lo que les quede de vida en un infierno. Hoy, con la muerte del sol ha venido para nosotros la ruina y el miedo. Hagamos que aprendan ellos también a temer la noche; que sus almas no encuentren reposo.

Entonces, la muchacha extrajo algo de su bolsa y parecía que quería compartirlo con todos. - ¿Qué es eso? ¿Qué tienes ahí?

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25/01/2017, 11:58
DM

Notas de juego

El libro es un tomo bastante viejo con páginas amarillentas y apergaminadas en una cubierta negruzca de cuero.

Su título es: "Diario de Esfirik: estudio de los Gáanikur."

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25/01/2017, 22:25
Zadia

Zadia dejó que Nariya le limpiase la herida, después de haber bajado con algo de esfuerzo y cansancio por la agotadora noche en el interior del carromato. Cuando terminó, la maga sonrió a la joven:

-Gracias, niña.

Miró al inesperado ayudante de la Orden.

-Muchas gracias, maese Erus.

Notas de juego

Ando corta de Wifi y demás, además de todo el tema de estudios. Lo siento.

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26/01/2017, 00:18
Esma

Esma no se enteraba de nada. Daba la impresión de que conocían a aquel mercader y gracias a él habían salido con vida. Tomó rápidamente la cantimplora y la vació, sin dejar ni gota. Su garganta se lo agradeció.
-Gracias por todo, señor-dijo al tiempo que se acomodaba en el suelo. Necesitaba descansar el cuerpo tanto como su mente, aún turbada por los acontecimientos.
El comportamiento de la pícara llamó su atención y dirigió la mirada hacia su bolsa ¿Podría ser que...?

-¿Qué hay dentro, si puedo preguntar?-Esma observaba esperanzada la mano de Nariya.

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26/01/2017, 15:38
Nariya

La pícaro negó con la cabeza cuando todos miraron la bolsa y sonrió sacando la mano vacía de ella como un trilero de poca monta.

–No, no. Ni se me pasaría por la cabeza meter ahí nada de valor. Imaginad que nos paran y nos registran, quita-quita. En cambio...– Nariya se soltó la sencilla armadura de cuero que tan malamente se había colocado por las prisas. Cuando se libró de ella, algo rectángular se deslizó hasta sus manos. Era un libro. Un viejo y ennegrecido volumen de páginas amarillas, ligeramente combadas que no dudo en posar abierto en sus rodillas para que pudiesen verlo. Con cuidado, acarició aquellas páginas de piel mientras daba un vistazo a algunas palabras sueltas antes de cerrarlo de nuevo. Nariya se mordió ligeramente el labio inferior sonriendo. Pensé que me vendría bien una armadura extra. A ver...se llama... "Diario de Esfirik: estudio de los Gáanikur"...

Tras leer el título la muchacha dio, por un momento, la impresión de estar decepcionada por su propio hallazgo, pero pronto se recompuso. Al fin y al cabo, ella no entendía nada. Quizás fuese importante aunque no se llamase "Destruye a tus enemigos antes del cambio de luna". Y aunque no lo fuese, era un libro de la Orden. Un símbolo. Mientras quedase un miebro o un libro, la Orden no sería olvidada.

–Dice nosequé de un demonio, unos bárbaros o algo así.– La muchacha se inclinó acercándo el libro a Esma y Zadia, al fin y al cabo eran las eruditas de la Orden. –No sé de que será ni si es o no importante, pero es de la Orden...No lo han destruído todo. Podíais leer un fragmento cada noche a todos. Solo espero que no sean de los que habéis memorizado...

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26/01/2017, 16:24
Jarsen Hardwood

- Si yo pudiese convocar un demonio, el templo de Velex se convertiría en un sitio muy animado ...

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26/01/2017, 16:27
Esma

Los ojos de Esma refulgieron con un brillo sin precedentes. Aquella chica había arriesgado su vida por proteger un memento de la Orden y ahora podían conservarlo entre todos. Debía de ser una señal.
Aunque su ímpetu la empujaba a arrebatarle el libro y devorar sus páginas en algún claro silencioso, contuvo sus ánsias y se levantó lentamente de la fría tierra.
Extendió sus manos para que la pícara se lo entregase por propia voluntad. Tanto Zadia como Esma tenían mucho que estudiar.
-Diario de Esfirik...-musitó, buscando en su cabeza algún texto que lo enlazara con aquel volúmen. Esma, estrechando el libro entre sus brazos, se acercó a la malherida Zadia para que ella también pudiera observarlo con detenimiento.

Abrió las páginas del libro, temerosa por las palabras de Jarsen y su invocación a demonios.

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27/01/2017, 10:26
DM

Notas de juego

NOTA DM: Cuando hojeas el diario parece una especie de cuaderno dedicado al estudio de una tribu barbara de la región del Gran Pantano llamados Gáanikurs. En la mayoría de las páginas hay bocetos de de su indumentaria, costumbres, mapas y todo tipo de anotaciones desordenadas sobre estos.

En las últimas partes del diario hay unas páginas con un redactado más personal y ordenado que paso a reproducir. Este contenido puedes interpretarlo con Esma como que lo lees en voz alta si quieres o lo que te parezca, que siempre quedaría más chulo que copypastear el contenido a los demás XD

#1#

Durante dos días enteros he permanecido entre los arbustos en los que he construido mi refugio para poder observar a los salvajes Gáanikur. En la espesura del follaje del pantano no he oído el menor ruido. Las ramas entrelazadas de las enredaderas y de las brozas forman sobre mi una densa bóveda por encima de la cual asoman, agitándose al viento, las ramas de los árboles. Ni una sola estrella titila en un cielo descubierto por negros nubarrones que pasan rozando las copas de los enormes árboles. No hay luna y las noches son tan oscuras en lo profundo de estos pantanos como el manto de mi viejo maestro, el demonologista Eboik

#2#

Hoy he avanzado a través de la oscuridad del pantano , abriéndome camino entre troncos caídos y ramas desgajadas. De vez en cuando, el corazón se me subía a la garganta al sentir el frío roce de la piel de algún reptil. Según tengo entendido, en este pantano hay gigantescas serpientes que se cuelgan de las ramas para capturar a sus indefensas presas. Pero los seres con los que yo temo encontrarme son más terribles que la más temible de las serpientes, y cuanto más me aproximo a ellos, más cauteloso he tratado que mis pasos fueran. Al anochecer, un destello brilló rojizo entre los árboles, y pude oír un fiero murmullo de voces que se confundían con el redoble de un tambor.

Varias islas se extendían ante mí. En una de ellas se erigía un enorme zigurat que se elevaba por encima de las copas de los árboles. Varias hogueras ardían iluminando decenas de bárbaros danzando a los pies de la ciclópea pirámide de piedra. Parecían poseídos ante el fuego y el canto de un chamán, situado en lo alto del zigurat, que con voz potente emitía una especie de salmo procedente del propio abismo. Me acerqué aún más entre los matorrales y observé con detenimiento lo que ocurría.

Serían unos cuarenta Gáanikur, con el rostro pintado d sangre y el cuerpo cubierto tan sólo con un taparrabos. Se encontraban de espaldas a mi, formando un gran semicírculo en torno al zigurat.  Los bárbaros llevaban pieles de cocodrilo o de serpiente  y, en sus largas cabelleras, algunos se habían colocado coronas de dientes de algún tipo de animal que debía de vivir por la jungla.

Parecían estar llevando a cabo algún tipo de ritual. Ríos de sangre caían por las escaleras del zigurat. Varios animales muertos yacían a los pies del chamán en lo alto de la construcción. Todso coreaban una y otra vez una misma palabra que no deja de repetirse en mi cabeza. ¡Az-kri-la, Az-kri-la!

Una especie de estatua demoníaca tallada en madera se elevaba detrás del chamán. La estatua era gigantesca y tenía la forma y semejanza de un demonio. La figura, de unos 3 metros de altura, descansa sobre la cúspide del zigurat. Lo que más me llamó la atención de la estatua es que en su pecho descansaba una extraá piedra palpitando y emitiendo ardientes impulsos de luz rojiza que manaban hacía la inmensidad de la noche. 

#3#

He vuelto al enclave y he pedido audiencia con los archimagos, creo que poder llevar a cabo un estudio sobre este ídolo y las formas de vida de los Gáanikur puede ser un gran avance en el conocimiento de la influéncia demonologica en el reino de Valion. Por lo que he podido averiguar gracias a los cronistas de la biblioteca hay una leyenda muy antigua según la cual un demonio se había instalado en lo profundo del Gran Pantano y varías de las tribus barbaras que lo habitaban comenzaron a adorarle como a una divinidad. Este demonio exigía rituales de sangre a cambio de ofrecer a los chámanes de las tribus poderes insólitos que ni los mismísimos dioses alguna vez concederían a un mortal. Los cronistas me han querido dejar claro que la historia ha sido catalogada como leyenda folklórica, probablemente alimentada por los bardos de la época, y que no se han registrado pruebas de que sea verdad.

#4# 

Los archimagos son unos ignorantes, han denegado mi solicitud para un estudio sobre los Gáanikur y ese demonio al que adoraban. Dicen que hay otras investigaciones más beneficiosas que llevar a cabo. Naturalmente he desobedecido al cónclave, mañana regresaré al Gran Pantano y solicitaré asilo en el Monasterio de la Pluma Silenciosa dada su ubicación en el Gran Pantano, los monjes escribas no pondrán ninguna objeción a mi estudio.   

#5#

He podido saber de los Gáanikur  que el demonio tiene nombre, se llama Az-kri-la, como ya intuí hace unas semanas. Según cuenta la tradición oral de esta tribu el demonio no era hombre ni bestia, era algo enteramente preternatural, demoníaco y macabro. El demonio trajo del abismo una piedra consigo, una piedra que los demonios llamaron  "Piedra Rókuuga". Parece ser que la piedra estaba ligada al plano del abismo 

He enviado a mi ayudante a comprobar los archivos de la Iglesia de Velex y ha descubierto algo trascendental. Según me ha informado hace cientos de años los templarios de la ciudad de Robleda descubrieron la existencia del demonio del Gran Pantano y se internaron en una cruzada contra los bárbaros adoradores de Az-kri-la. Mediante un poderoso ritual consiguieron encerrar el alma del demonio dentro de la piedra Rókuuga, donde hoy en día debería seguir atrapada. Según ha podido leer en un viejo pergamino que seguramente ni los clérigos de Velex recuerden en la noche en la que los templarios regresaban a Robleda portando la Piedra Rókuuga fueron emboscados por la tribu más salvaje y fiera del gran pantano. Sin duda alguna se refiere a los Gáanikur, que debieron recuperar la piedra a la que aún a día de hoy rinden culto como pude ver con mis propios ojos.

 

#6# (La caligrafía de esta última anotación transmite que fue escrita con cierto nerviosismo, como si el que lo escribiera estuviera impaciente)

Mañana entablaré contacto los Gáanikur, espero poder ganarme la confianza de sus chámanes para acercarme más a Az-kri-la y descubrir sus secretos. He enviado de vuelta a mi ayudante a la Orden del Libro para que custodie este diario. Si algo me pasa, no quiero que todo lo que he descubierto caiga en el olvido de esta pantanosa región.

 

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27/01/2017, 11:09
DM

Notas de juego

NOTA DM: Sobre que son los Gáanikur, podéis hacer tirada de Folclore o Geografía quién tenga alguna de estas habilidades.

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27/01/2017, 11:15
Erus

El cansado y decaído Erus yacía sentado junto al tronco del árbol tras tan accidentado viaje y prestó mucha atención en cuánto la pícara extrajo aquel libro, ahora una reliquia de la masacrada Orden del Libro.

- No me suena ese nombre de mis tiempos en la orden, así que dudo que sea algo muy relevante, se tratará de uno de los muchos estudios que se han almacenado en la biblioteca con el paso de los años... - dijo el comerciante, dando un nuevo bocado a la manzana que llevaba en su mano, pendiente de la cronista y barda que examinaba el envejecido tomo. 

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27/01/2017, 15:13
Ösrik Forgemane
- Tiradas (1)

Motivo: Folclore

Tirada: 1d20

Dificultad: 17-

Resultado: 6 (Exito)

Notas de juego

Tiro folclore. Si resulta que sé algo sobre el tema, ya posteo en consecuencia.