Partida Rol por web

Turno 612

- Хм, Gallidum, вие знаете, че стресът играе трик. Колко дълго е, че въжето, на 30 метра? На това разстояние, аз съм сигурен, че вие сте в състояние да ме видите на невъоръжено око за една нощ като тази. Аз също вярвам, че ако нашите партньори бяха на това разстояние ще ги виждаме сега. Забележка притеснявайте, ако имате нужда да се събуди цялата гора на глас. - respondió a la propuesta del enano.

Traducción

- Ejem, Gallidum, creo que la tensión te está jugando una mala pasada. ¿qué longitud tiene esa cuerda, 30 metros? A esa distancia estoy seguro de que eres capaz de verme a simple vista en una noche como esta. Además creo que si nuestros compañeros estuvieran a esa distancia les estaríamos viendo ahora mismo. No te preocupes, que si necesitamos ayuda despertaré a todo el bosque de una voz.-

Turno 612

- Мое мнение как хорошее, как любой серьезнее но между деревьев и сорняков, несколько сократилось.

- Однако, если вы не вы думаете, что целесообразно веревки, испускающие любого типа безопасных вы не предам вас позицию, если вы увидите нечто подозрительных или нуждаются в помощи.

Traducción.

-Mi vista es tan buena como la de cualquier enano pero entre árboles y maleza esta se ve ligeramente reducida.

-No obstante si no consideras oportuno llevar la cuerda emite algún tipo de sonido que no delate vuestra posición si veis algo sospechoso o necesitais ayuda.

Turno 612

Oin asiente con la cabeza a las palabras de Gallindum y mira con preocupación a Draupner y sobretodo a Bolgo. El mediano parece pequeño junto a su amigo y le preocupa su debilidad. 

- Draupner... cuídate... y del mediano... cuida... Muchos orcos en Moria aún... encuéntralos y vuelve...

Mientras Draupner se aleja Oin se gira en derredor oteando el maligno bosque.

Turno 612 (asalto 2) (continuación)

Como preveía aquel individuo no se encontraba sólo, y lo que era más importante a la hora de actuar, no parecía compartir los rasgos del primero. A pesar de que aun temía que hubiera más desconocidos en los alrededores, si no quería que Arlan corriera peligro debía de salir al claro de inmediato, aunque debería de actuar cautamente para no ganar un nuevo enemigo si aquel hombre en principio tenía una posición neutral.

Así que salió a todo correr, y sin avisar al enano para despistarlo del objetivo que tenían enfrente, Ilidan siguió avanzando para interponerse entre la nueva posible amenaza y él, siempre y cuando viera que iba a atacar claramente a Arlan. Acto que si sucedía intentaría remediar bloqueándolo con su espada.

RESOLUCION TURNO 612

Esperaron un rato, pero los nervios que Gallindum mostraba acabaron por hacer ceder a sus compañeros. Al fin Draupner movio ficha, junto a Bolgo se disponia a salir en busca de sus compañeros. Pero Gallindum parecia estar perdiendo en parte los papeles, pretendia usar una cuerda, a modo de guia, para que no se perdieran o para que pudieran avidas si estaban en peligro. En alguna ocasión, cuando los de su raza encontraban en las profundidades d ela tierra algunas oquedades, pasadizo y galerias naturales, usaban ese metodo para poder volver y no perderse. Pero eso era el bosque, alli bastaba con seguir una luz o un ruido de sus compañeros para dar con ellos. Draupner amablemente, pero con un tono ligeramente jocoso, calmo al jefe de la escolta, no debia de preocuparse, ni llegar a esos extremos, Bolgo y el solo darian una vuelta por los alrededores hasta toparse con sus amigos.

Por fin se despidieron los unos de los otros, pidendo que tubiesen cuidado. Realmente no habia que temer nada en un principio, los sagath no parecian estar interesados en el y no habrian llegado hasta alli. Quien sabe, Ilidan tal vez hubiera encontrado una presa para comer, un cervatillo, o algun arbol frutal, o cualquier cosa asi y por ello se demoraba. Aun asi Bolgo y Draupner fueron en su busca.

En el campamento quedo Oin, que ya parecia haberse espabilado. Gallindum algo mas paranoico desde la muerte de Valdir y Elendur lo acompañaba. Marga habia terminado de cocer las hojas y ahora preparaba un ungüento con su mortero de piedra. El resto dormia placidamente, necesitaban recuperar el sueño perdido. Sin duda la falta de descanso para los demas parasria factura mas adelante.

El viento ululaba fuertemente, movia las agujas de los pinos, las ramas emitian sonidos secos, como si fuesen a romperse. Alli abajo, al pie del pino, cubiertos por sus ramas, tapados por las hojas, parecian a salvo de miradas, y asi era.

Draupner y Bolgo se alejaron.

RESOLUCION TURNO 612

El enano habia caido en el ardid que Fragulf habia pensado y que Temudyin habia entendido bien. El tuerto, en lugar de lanzar un ataque tambien, se limitaria a intentar no ser herido, malograr el ataque del enano y dar tiempo al ailgratha a llegar. Y asi se hizo.

El enano llego a grandes zancadas, cuando estubo cerca de Chaka levanto subitamente el mazo, mientras mantenia su escudo al frente. Temudyin, con un agil movimiento, finto al enano esquivandolo en un rapido deslizamiento del cuerpo a su izquierda. Podria parecer el lado malo al que dirirgirse cuando un contrincante diestro va hacia ti, pero era una manera de asegurarse de que no viese a Fragulf. Temudyin, vio la maza del enano muy cerca, era como de hierro fundido, desde el mango hasta la bola de puas, parecia de una sola pieza. Paso cerca de su cabeza, y lo hubiese dado de no ser por el movimiento, pero tambien por que con su lanza, Chaka, logro desviar el golpe. El enano se reizo rapido, no cayo, quedo encarado frente al hombre, pensando aun como habia logrado esquivar su ataque. En realidad no habia sido nada del otro mundo, pero lo importante era que ahora estaba a merced de Fragulf.

No desperdicio su oportunidad el ailgratha, estaba a un metro del enano cuando este se quiso dar cuenta de lo que pasaba, habia caido como un idiota en la trampa. Se intento girar rapidamente para detener el filo de la espada, que ya bajaba raudo hacia su cabeza. La espada impacto contra el canto del escudo, no fallo Freagulf ni el enano había logrado zafarse de dos enemigos, uno de ellos por sorpresa. De la nada, sin que nade se percatara, un segundo hombre, de tez morena, enbutido en su capa negra y empuñando una espada, salió corriendo también desde un poco mas a la izquierda del lugar donde había aparecido el enano. Con un hábil movimiento, sumado a una carrera muy veloz, logro tocar, casi rozar, la espada de Freagulf. Eso fue lo que salvo la vida al enano, lo que hizo errar al ailgratha.

La situación habia cambiado totalmente, habían pasado de una superioridad numérica, con ataque sorpresivo incluido, a estar mano a mano con dos extraños. Dos intrusos que habían irrumpido en mitad de la noche, haciendo saltar la precaria pero efectiva alarma de Temudyin y que no habían dudado en asaltarlos, lo pagarían caro.

RESOLUCION TURNO 612

Arlan habia caido en el ardid que sus enemigos habían planeado. El tuerto, en lugar de lanzar un ataque al enano se limito a intentar no ser herido, malograr el ataque de Arlan.

El enano llego a grandes zancadas, cuando estubo cerca del oriental levanto subitamente el mazo, mientras mantenia su escudo al frente. El enemigo, con un agil movimiento, finto al enano esquivandolo en un rapido deslizamiento del cuerpo a su izquierda. Podria parecer el lado malo al que dirirgirse cuando un contrincante diestro va hacia ti, pero era una manera de asegurarse de que no viese lo que se le venia encima. El oponente de Arlan tuvo suerte, vio la maza del enano muy cerca de la cara, era como de hierro fundido, desde el mango hasta la bola de puas, parecia de una sola pieza, Ilidan la había visto antes, pero ahora, bajo la tenue luz de las estrellas la vio magnifica. Paso cerca de la cabeza, y lo hubiese dado de no ser por el movimiento, pero tambien por que con su lanza, el oriental, logro desviar el golpe. Arlan  se rehizo rapido, no cayo, quedo encarado frente al hombre, pensando aun como habia logrado esquivar su ataque. Pero no se había dado cuenta de por que el oriental había cometido la torpeza de moverse hacia el lado del arma de Arlan. Otro hombre apareció corriendo, arma en alto, e iba directo hacia el enano

Cuando Arlan se quiso dar cuenta de lo que pasaba, habia caido como un idiota en la trampa. Se intento girar rapidamente para detener el filo de la espada, que ya bajaba raudo hacia su cabeza. La espada impacto contra el canto del escudo, no fallo el nuevo oponente, ni Arlan había logrado zafarse de dos enemigos, uno de ellos por sorpresa. De la nada, sin que nade se percatara, Ilidan, enbutido en su capa negra y empuñando su espada, salió corriendo también en ayuda del enano. Con un hábil movimiento, sumado a una carrera muy veloz, logro tocar, casi rozar, la espada del cobarde que atacaba al enano por la espalda. Eso fue lo que salvo la vida a Arlan, lo que hizo errar al enemigo

La situación habia cambiado totalmente, habían pasado de una superioridad numérica, si bien Ilidan no se había mostrado hasta ahora, a estar mano a mano con dos extraños. Dos individuos que vagaban en el bosque, un asqueroso oriental, distinto que los sagath, pero orital al fin y al cabo, al menos eso parecía. El otro parecía mas noble, con armadura de cuero, un escudo en esa armadura y en definitiva otra pose, parecía mas civilizado.

Turno 612
Asalto 4

Arlan no dudo, sabia bien la situacion en la que se encontraba, estaba entre dos enemigos, y eso lo enfurecio, habia sido poco precabido. Levanto de nuevo el arma dispuesto a machacar el hueso del oriental que tenia delante, confiaba en Ilidan, y sabia que el se ocuparia del que le habia intentado matar por la espalda, era un cobarde.

Turno 612
Asalto 4

El enano no dudo, sabia bien la situacion en la que se encontraba, estaba entre dos enemigos, y eso lo enfurecio, habia sido poco precabido. Levanto de nuevo el arma dispuesto a machacar el hueso de Temudyin, pues era el que tenia delante, confiaba en el secuaz que habia detenido el filo de Freagulf, y sabia que se ocuparia de el.

Turno 613?

Bolgo acompañó a Drapuner un par de pasos por detrás del enano. Mirando a ambos lados con detenimiento por si detectaba algún movimiento sospechoso. El bosque parecía tranquilo pero el hobbit no se relajó y se mantuvo en alerta. Avanzaba con la honda preparada en su mano listo para comenzar a agitarla en cualquier momento.

Llegado el momento creyó ver la sombra de una figura humana a lo lejos, pero cuando arrugó los ojos para enfocarlo mejor se dio cuento de que eran dos arbustos superpuestos en una retorcida coincidencia que creaba aquella ilusión. Continuó avanzando detrás del enano, siguiendo sus pasos y preocupándose de no pisar las hojas secas, pues crujirían bajo su peso. En aquella situación más valía ser silenciosos.

Turno 613 – Asalto 4

Había llegado por los pelos, pero al menos fue suficiente para salvar a Arlan. El combate seguía en tablas a pesar de ya haberse producidos idas y venidas de golpes por ambas partes, además con su llegada ambos bandos contaban con los mismo combatientes, hecho que Ilidan quería remediar de inmediato con un ataque veloz que no dejara tiempo a que su rival se encarará hacia él o a que volviera a arremeter contra el enano.

TURNO 613(ASALTO 4):

- "¡La puta!" - exclamó cuando vio como, por culpa de la intromisión de un  segundo enemigo, el ailgratha fallaba en su ataque.

Temüdyin, que había visto como una maza, tan negra como la noche más oscura en los lejanos desiertos orientales, pasaba a escasos centímetros de su carne desnuda, había albergado la esperanza de acabar con aquel maldito medio hombre, y la amenaza que suponía, lo más rápido posible pero, muy a su pesar, aquello no iba a ser tan sencillo.

Y, para colmo, aquel enano no iba a cejar en su empeño de machacar su carne y sus huesos. Al parecer, esté uno en el lejano oriente, o cerca de las Montañas Nubladas, las preferencias de un enemigo siempre son las mismas: triturar al enemigo antes de que este tenga tiempo de reaccionar.

Pero eso él ya lo sabía, y no le molestaba en modo alguno. Lo que si le molestaba era el hecho de tener que estar lidiando con dos desconocidos cuando sus verdaderos enemigos debían estar acechándolo de cerca. Como si no tuviese suficiente con Byambin y los suyos.

De todos modos poco iba a ganar lamentándose de ello. Aquellos desconocidos le habían atacado sin mediar palabra y eso, para él,  significaba que, automáticamente, se convertían en enemigos. Si algo tenía claro Temüdyin era que todos los enemigos merecían la misma consideración, y el mismo trato: una lanza atravesándoles el cuerpo, desde el abdomen a la espalda. 

Sin embargo no se hacía ilusiones, sobretodo con el enano. Aún en la oscuridad de la noche podía adivinarse que aquel maldito naugrim llevaba una buena armadura y eso, combinado con el escudo, lo hacía un objetivo altamente difícil de herir; y más en un uno contra uno. 

- "Maldita sea, daría un ojo por tener un escudo en este momento. Lástima que solo me quede uno." - pensó a la vez que se sorprendía a si mismo por hacer un chiste con su recién adquirida minusvalía.

Y mientras una débil sonrisa asomaba en su rostro, evaluaba la situación táctica. Sabía que todo  tenía su punto débil, y un enano con armadura también. Sin duda, si hubiese estado solo contra él, se abría metido directamente en el agua. El riachuelo no era muy profundo pero, a poco que lo fuese, iba a entorpecer el avance y la movilidad de un enemigo con armadura; y más si se trataba de un enano con un miedo ancestral al agua. Aquellas dos cosas le otorgarían, por lo menos, una mínima ventaja.  

Pero no estaba solo, y no podía arriesgarse a dejar a su compañero a merced de la decisión de sus oponentes. ¿Quién le aseguraba que el enano se centraría en él? Además, si se separaban desperdiciaría la mayor ventaja que tenían: la posibilidad de hacer "focus" en un solo enemigo. Pelear uno contra uno quedaba muy bonito en los libros pero, en la vida real, lo más bonito era sobrevivir. Y cuanto antes acabaran con uno de los enemigos más opciones tendrían de ello. 

Por aquella razón Temüdyin empezó a rodar a su izquierda. Su intención estaba clara: sabía que el enemigo más peligroso era el enano y, lo lógico hubiese sido ir a por él. Pero también sabía que, de los dos enemigos, el naugrim sería el más difícil de incapacitar.

Sin embargo, pensaba, el misterioso encapuchado parecía una presa más fácil de dejar fuera de combate y fue por aquella razón por la que lo eligió como objetivo. Por ello y porque aquel enemigo se encontraba centrado en Fréagulf. Si lograba  moverse lo suficiente, por mucho que el enano le cortara el paso, podría aprovechar las características de su arma para lanzarle un ataque por la espalda. Estaba convencido que si tanto él como el ailgratha atacaban al encapuchado este tendría pocas oportunidades de salir indemne.

Pero claro, no todo era tan bonito como parecía pues aquella decisión dejaba libertad al enano para atacarle sin oposición. Temüdyin necesitaba esquivar aquella negra maza una vez más, solo una más antes de poder pensar que la cosa iba a resultar.

Turno 612

Oin se pasea todo en torno del fuego rezongando y maldiciendo por lo bajo al loco de su amigo, al maldito Arlan y por ende a todos los malditos orcos de la maldita Tierra Media. A ratos se detiene y mira al bosque para luego seguir maldiciendo.

Turno 612

Tras la marcha de Draupner y Bolgo nos quedamos Oin y yo vigilando el Campamento.

- Maldita sea la gracia que me hace que el imbécil de Arlan no dé señales de vida. - pienso malhumorado mientras sigo con la mirada a Draupner. Además, Oin está de un humor de perros. Estoy seguro de que si apareciera Arlan en este momento le patearía el estómago sin dudarlo un segundo.

- Sólo espero que no tengamos ningún tipo de contratiempo pues de ser así Arlan lo pagará muy caro. - pienso mientras agarro con tanta fuerza el Martillo y el Escudo que los nudillos de ambas manos empiezan a blanquecer.

Turno 613

- Gallidum, si en un par de horas no hemos vuelto estad alertas.- le dijo a modo de despedida. Luego cuando su amigo Oín se despidió, le dio una palmada en el hombro a la vez que añadía - Descuida, estaremos bien. -

Una vez que abandonaron el campamento, Draupner se dirigió al punto en el que había detectado previamente el rastro de Arlan e Illidan. Era una suerte que Arlan fuera el compañero del humano, pues su rastro era más profundo y fácil de seguir.

Al mediano no tuvo que decirle nada, en seguida quedó patente que sabía como moverse por el bosque. Aunque cada poco tiempo se giraba para comprobar que siguiera a su espalda. La visibilidad era poca y si bien avanzaba despacio siguiendo el rastro y era difícil que el mediano le perdiera de vista, no estaba mal la precaución añadida. Por ello le dijo - Si me pierdes de vista quédate quieto en el mismo sitio en el que dejes de verme, así para encontrarte solo tendré que seguir mis pasos de vuelta. -

Turno 613

El reposo se ausentaba de los pensamientos del bosquimano. Entre brumas parecía distinguir unas veces la realidad y los refunfuños de Oin, otras veces el mundo onírico de más allá donde los pensamientos más ajenos tomaban forma. ¿ Estaría viendo de algún modo las estancias de Mandos ? Quién sabe. Lo cierto es que este sueño concreto se repetía continuamente, unas veces más prolongado, otras más breve, pero todas especialmente vívido y sin remedio su recuerdo se le hurtaba a su consciencia en la vigilia.

La casa de los sueños ( I )

Un edificio enorme, salido de la mente de algún loco, construido con la piedra negra del corazón de un volcán. Ventanas infinitas parecen distinguirse esparcidas por todos lados. La puerta principal no tiene adornos, consiste en dos patéticas hojas de madera maciza, podridas y. viejas, aunque todavía en pie. No hay cerrojo porque en la casa de los sueños no existe el concepto de abierto o cerrado. La puerta está completamente abierta para quien sabe entrar y es imposible de traspasar para quien no sabe hacerlo. De una ventana del segundo piso surgen gritos de dolor y de otra del quinto jadeos de placer. Dentro alguien toca el piano y fuera hay una luz extraña, entre cansada y brillante, que ilumina sólo algunos sitios. Las paredes del edificio son cambiantes, un momento antes muestran la representación de un demonio alado y al siguiente aparece la imagen de un hada.

Cuando entro siempre encuentro alguien en el pasillo, pueden ser monstruos demacrados o simples visitantes como yo, o incluso dioses imaginarios que soñó una niña en un día de lluvia. Invariablemente me ignoran sin verme o sin parecer hacerlo, yo tampoco me fijo en ellos. Paso por innumerables lugares, hay bibliotecas, grutas, salones, dormitorios, iglesias, museos, catedrales, zonas de recreo, libros que nunca han sido escritos pero sí soñados, pinturas imaginarias y puertas dantescas que pueden dar paso a cualquier sitio, un gigantesco casino o una casa completamente corriente donde un niño ve la televisión. Si quieres puedes involucrarte; actuando en cada lugar y vivir una historia.

La casa de los sueños es una forma de escapar de la realidad. Es una puerta abierta a quien por unos instantes siente su vida decadente. Es una oportunidad de vivir de nuevo para quien no ha vivido o está muerto en el corazón.

Gelion se removió inquieto ante la dantesca visión del edificio. Parecía dudar unos instantes, pero finalmente, su maldita curiosidad le subyugó y se dispuso a adentrarse en el lugar.

Turno 613

Freagulf se vio sorprendido por la subita aparicion del segundo oponente. El zaino aparecio de la nada al tiempo justo de detener, o al menos desviar, el filo de su espada. Rapidamente se rehizo, y con un movimiento lateral, que buscaba alejarse del mismo para poder centrarse en el enano, se coloco de nuevo para lanzar otro envite al intruso enano. No lo penso demasiado, alzo su espada y la descargo con fuerza, buscando algun lugar debil que el naugrim hubiese dejado de cubrir con su escudo.

RESOLUCION TURNO 613

Gelion dormía plácidamente, en su descanso soñaba con lugares extraños, la casa de los sueños, un lugar imaginario, decadente y maravilloso en algunos aspectos. Producto de la imaginación, un cuento creado por la mente. Se retorció en su lecho, una simple mata en el suelo húmedo pro el frio. Era el único que dormía, bueno, el y los esgarothianos que ajenos a todo lo que ocurria, y cansados como estaban se dejaron llevar al mismo mundo donde Gelion decidia si entrar o no. El mundo de los sueños.

Cerca del mago, Marga había terminado de preparar los potingues con las hierbas del malogrado Valdir. Al menos su muerte no había sido en balde. Un ungüento, una infusión, distintas pastas conseguidas de diferentes hojas. Cada una le había llevado poco mas de diez minutos hacerlas, incluso la infusión. Un olor fuerte se disipaba rápidamente con el aire. La enana guardaba todos los preparados en tarros de piedra y pequeñas botellas de cristal traslucido, de aspecto fuerte, con tapones de corcho hechos a medida.

Cerca estaban Oin y Gallindum, ambos bastante nerviosos. Oin no dejaba de otear el horizonte, en la nublada noche, en la que las estrellas no alumbraban lo suficiente, el enano buscaba jinetes, sagath que solo buscaban venganza y que caerían encima de ellos, pero eso no parecía ocurrir. No había mucha luz, eso era cierto, pero la sufieciente para que los acostumbrados ojos de un enano pudieran distingir un enemigo acercándose, mas aun varios de ellos a caballo. Gallindum a su lado maldecía a Arlan, culpándolo de la tardanza. Lo cierto es que los animos estaban algo crispados. Desde su llegada aun no había pasado una hora, aunque poco faltaría. Los trabajos se hicieron rápido, y quizás Ilidan y Arlan, además de asegurar los alrededores, se centraban en buscar aliemnto. Tal vez algún jabalí, o probablemente algún animal nocturno que cazar, aun asi, Gallindum no se fiaba y permanecia atento. Ni el ni Oin vieron nada peligroso, relevante o que pudiese llamar su atención. En alguna ocasión creyeron ver siluetas que se movían, pero pronto comprendieron que las sombras, el aire y su sonido podría jugarles feas pasadas. Solo quedaba esperar, esperar sin poder descansar.

Draupner y bolgo se habían marchado hacia solo unos minutos, no tardaron en alejarse, siguiendo el rastro dejado por Arlan e Ilidan. Draupner era un avezado montaraz y su capacidad de rastreo competía con la de los mejores dunadan, incluso lo legendarios montaraces del norte, que durante tiempo atrás guardaron las fronteras del reino.

A los pocos minutos, no mas de diez, se escucho un terrible alarido, un grito de dolor que se alzo por encima del bosque, provenía del interior del mismo.