Partida Rol por web

Turno 808

Oh! por fin había despertado, pero como reaccionara ante mi, nunca me había visto, y no creo que supiera de mi existencia o de la de madre, como habría de presentarme, estaría suficientemente fuerte para sobreponerse a este drástico cambio en su vida, y mas aun, querría conocer a madre, es necesario conseguir que quiera acompañarme antes de que sea muy tarde…

..hooola, Temudyin, no, no estas soñando ni viendo alucinaciones, yo soy tu…… tu hermano, Yves me llamo, Fresno puedes llamarme si quieres, un  hermano gemelo perdido, pero algo en mi interior me decía que no estaba solo y cuando supe de ti partí en tu busca, los dioses me han guiado hasta ti, pues un juramente de encontrarte y llevarte hasta madre me hace seguir adelante, y al fin te encontré, herido si, pero te encontré, ahora ya estas consciente gracias a los cuidados que has recibido por parte de todos al fin y al cabo, aunque este hombre Ularico ha obrado milagros.

Hermano, por fin hermano, momento en el cual me arrodille junto a el para darle un abrazo entre sollozos y lagrimas….

Turno 808

Ularico tenia prisa. Ya estaba con la capa puesta e Ilidan aun estaba agradeciendo que le mirar el brazo. Con la mirada dio a entender que no habia sido molestia.

Groal se acerco al hombre con preguntas, el beornida las solto todas, una tras otra.

- Perdona amigo, tendremos tiempo de hablar luego, ahora he de ir a buscar a Gindorel, vendre con el y hablaremos, lo siento, el deber me llama. - Le dijo a Groal dejandolo un poco con la palabra en la boca.

Draupner buscaba a Dorhand con la mirada para llamar su atencion, pero el comerciante estaba demasiado atento en Temudyin y Agranil. No miraba hacia el enano, que tendria que abordarle de otra manera.

Turno 808

Gelion asistió a toda aquella escena en silencio. Vio el despertar del bosquimano, su hermano de raza. Vio a su hermano congratularse y a todo el resto conteniendo la respiración, contentos de que uno de los suyos esquivase el mundo de Mandos.

Se sentía... lejano. Recordaba porqué abandono la ciudad de las torres blancas, volvía con los suyos, con su familia para disfrutar de tiempo libre. Su maestro había hecho una pausa en sus enseñanzas pues otros asuntos le reclamaban. Recordaba también a su familia, sus hermanas y parientes que se habrían alegrado de verle. Se miró las manos. ¿ Era la misma persona ? Evidentemente no. Debía sentirse más cercano a los dos bosquimanos y sin embargo compartía más tiempo con el beórnida, con el periannat, incluso con los enanos a pesar de protestar por su exceso de celo.

Quizá volver a casa le habría parecido... extraño. Las costumbres del bosque, las comidas multitudinarias y las viejas costumbres le parecían extrañas. De su raza le quedaba su lengua y su religión pero el resto de su caracter se había forjado de otro modo. Su curiosidad, su maldita curiosidad le había impulsado a buscar lo desconocido. ¿Lo habría hecho otra vez? Sí. Merecía la pena.

Con sus capacidades podía ayudar a quienes creía que le necesitaban y en ese momento, ahora, eso incluía aquel grupo. Con ojos tranquilos guardó las páginas en las que había anotado sus últimas impresiones y sacó otras, suaves y finas debido al uso constante, plagadas de símbolos y extraños rasgos. Escritas con la buena tinta de Minas Tirith. Sus apuntes, el bastión de su alma. Y se centró en ella, en su alma, en medio de las conversaciones, de la bienvenida al nuevo, de la confusión y de los planes para desayunar, volvió a estudiar y a centrarse en la magia.

RESOLUCION TURNO 808
 

En la sala el calor comenzaba a aumentar, el fuego habia sido avivado y ahora las llamas ardían con fuerza. Fuera la lluvia proseguía, el viento empujaba las gotas sobre las ventanas cerradas, azotando la madera. El techo de paja, aguantaba increíblemente bien los envites del clima.

Temudyin habia despertado. Estaba completamente desorientado, y no hacia mas que decir palabras sueltas, en varios idiomas, palabras sin mucho significado, nombres, lugares, cosas que habia escuchado o soñado tiempo atrás.

El que mas y el que menos habia estado observando las artes de Ularico, la mayoría bastante sorprendidos. Oin estaba junto al fuego, maldiciendo y recelando de toda esa magia que tan poco le gustaba. Bolgo estaba a su lado, calentándose como hacia el enano, no le interesaban tanto aquellas cosas y estaba distraído con las lenguas que el fuego creaba, un fuego que atrapaba.

Ularico se marchaba, ya habia mirado el brazo de Ilidan, que sin mas dilación agradeció el poco tiempo que le dedico y siguió su consejo, descansar. Tenia que hacerlo durante un buen rato, unas ocho o nueve horas, las mismas que según el sanador necesitaría Temudyin para recuperarse del todo. Ilidan habia permanecido muy atento al ritual que habia obrado Ularico, le llamaba la atención.

Con la capa ya puesta y dispuesto para salir el curandero fue asaltado por Groal, el beornida tenia muchas preguntas que hacer. De hecho las hizo, solto una retaila de frases y preguntas, sin apenas dejar espacio para la respuesta de alguna de ella. Pero Ularico debía marcharse, Gindorel le habia ordenado que en cuanto el oriental se despertase, fuese avisado. Finalmente no habia necesitado de tanto tiempo, no eran tan graves sus heridas como en principio se pensaba. Groal no recibió respuestas, Ularico tenia prisa y asi se lo hizo saber, mas tarde tendrían la oportunidad de hablar. El sanador salió a toda prisa del edificio, cubriéndose la cabeza con la capa para protegerse del a intensa lluvia, dejando a Groal allí, en pie, junto a la puerta y sin respuestas.

Temudyin aun hablaba cuando se le acerco Freagulf. El ailgratha sabia que una cara amiga le ayudaría, pues ahora estaba rodeado de aquellos individuos a los que conocía de poco, apenas una hora habían pasado juntos. El explorador lo calmo, le explico donde estaban y trato de hacerle descansar, no quería agobiar a un hombre confundido. El bosquimano lo reconoció, sonrio a Freagulf y algo de tranquilidad invadió su corazón, estaba con su salvador, la deuda habia sido devuelta, lo habia salvado como el ya habia hecho antes.
Junto a ellos estaba Yves-Ashe, al que Chaka no habia visto aun. Se le acerco y se presento como buenamente pudo, entre sollozos de emoción. Atribuyo a los Valar el haberle encontrado, su destino era ese, reencontrase con su gemelo. Con lagrimas en los ojos, lagrimas de pura felicidad se arrodillo junto a Temudyin, cogiendo su mano, dejando que la felicidad le invadiera, su hermano estaba allí, y estaba vivo.

Draupner estaba junto a la puerta, que volvió a cerrar con la cuña según ularico se marcho. Se habia pertrechado con su armadura y enseres, dejando la mochila y el arma a mano. Habia oído la palabra guerra, y eso lo hacia estar receloso, aun estando dentro de la seguridad que representaba la aldea. Con la mirada buscaba a Dorhand, que sin embargo no devolvía esa mirada. El comerciante estaba junto a Agranil y Dwalin, completamente absortos en la escena que se representaba en la cama de Temudyin. Una cura, un reencuentro, ahora solo faltaba la recuperación. Draupner siguió allí de pie, junto a la puerta, como si esta necesitase ser guardada.

Marga llevaba un rato removiendo una cacerola al fuego, su preparado estaba listo. Como le indico Ularico, se dispuso a hacerle beber la infusión que habia preparado. Una infusión que no habia quedado muy diluida y tenia una densidad que hacia del liquido algo mas parecido a un pure licuado que a una infusión propiamente dicha. Era Arsuar, una hierba cuyo nucleo, de donde salian todos sus tallos, se hervía para curar heridas musculares. Por supuesto ninguno de los presentes sabia lo que era, ni siquiera Marga.

Temudyin bebió un buen sorbo tras el cual Marga se retiro para dejar cerca del fuego el resto del preparado, cuanto mas frio estaba mas denso se volvia.

Gelion por su parte estaba en su camastro, sentado. Habia estado escribiendo algo en sus papeles, notas que escribia a toda prisa justo después de despertar. Cuando termino de escribir se recostó y cambio los pergaminos. Ahora leia sus notas, las notas que habia ido tomando de las enseñanzas de su maestro. Todos los días ocupaba un buen rato en el estudio de aquellas hojas, no quería olvidar nada. En su cabeza Gelion hacia una introspección de su vida, de donde vivía, de sus ancestros y de cómo se sentía. Habia dejado atrás a familiares y amigos y ahora que compartía habitacion con dos bosquimanos mas, se daba cuenta de lo que habia cambiado, no se sentía como tal, lejos del bosque y la naturaleza. Ese viaje lo estaba retornando a su verdadero hogar, la naturaleza.

Asi pasaron un buen rato, casi veinte minutos en los que cada uno mato el tiempo como pudo. Pasado ese tiempo, alguien llego a la puerta e intento entrar. Al no poder, de nuevo la golpearon. Despues se oyo a Gindorel ordenar, no muy contento, abrir la puerta. A el tampoco le habia gustado el hecho de que unos extraños andaran cerrando sus puertas. Cuando Draupner abrió al capitán, este entro decidido, sin decir nada sobre la puerta cerrada, pero con un visible enfado por ello.

Tras el iban dos soldados, Ularico seguía a los tres. Todos ellos fueron directos hacia la cama en la que Temudyin se encontraba. Habia tenido tiempo de despejarse, aunque no demasiado de hablar con su hermano o con Freagulf.

Turno 809

Gindorel entro rapidamente, no solo por guarecerse de la lluvia, si no por que estaba algo enfadado. Dedico una mirada con un atisvo de furia al enano que abrio la puerta, Draupner, pero no dijo nada. Acompañado de dos soldados y Ularico, fue directo hacia Temudyin.

- Veo que estas despierto, me alegro, tienes muchas cosas que contarnos. - Con la mano y un gesto, pidio que se apartaran los que estaban a su lado, Yves y Freagulf.

Turno 809

Antes de acatar la orden del Capitán, ¿Cuales son sus pretensiones?, ¿por que ha de venir acompañado de dos soldados?, pues bien pareciera que preso le fueran a llevar, y de ser así a ¿donde le llevan? y  ¿que quieren hacer ahí que no puedan hacer aquí? en nuestra presencia, aunque haya adelantado acontecimientos, era de prever una actuación así por parte de estos hombres, y quería poder estar prevenido,  pues no permitiría tortura alguna hacia mi hermano, viniese de quien viviese.....

Turno 809

Bolgo se giró cuando alguien llamó a la puerta. Su primer impulso fue acudir a abrirla, pero refrenó su instinto. No estaba en su casa. Fue Draupner quien la abrió dando paso a Gindorel acompañado de dos soldados. Bolgo arrugó el gesto, parecía que habría tensión.

Así fue. Un instante después se disponían a comenzar un interrogatorio e Yves-ashe no cedió en un primer momento defendiendo a su hermano.

Esto no me gusta, se dijo Bolgo preocupado por la tensión que se había creado en el cáido ambiente de aquella cabaña.

Turno 809

En el tiempo que tardó en llegar Gindorel, el numenoreano estuvo descansando, tumbado sobre la cama con los ojos cerrados pero despierto, como le había aconsejado Ularico. Pues sí este tenía razón en que así su brazo tendría una pronta recuperación, no menos era la regla del viajero, que cuando se tuviera un sitio cálido y confortable donde descansar había que aprovecharlo al máximo, pues nunca se sabía cuánto tiempo se iba a pasar sin volver a disfrutar de tal privilegio. Y dado que según Ularico un ataque estaba próximo, creía que aquello no fuera a durar mucho, sólo esperaba que al menos le diera para recuperarse por completo antes de que estallará la lucha.

Los nuevos porrazos en la puerta, le hicieron abrir los ojos e inclinar la cabeza hacia la puerta. Se trataba de Gindorel y dos soldados más, aparte del sanador. El primero parecía estar enfadado, con tener que esperar a que le abrieran hasta en su "propio" poblado.

Ilidan había escuchado del típico recelo de los enanos, pero jamás hubiera pensado que fuera para tanto, como el que Draupner estaba demostrando. Con ello no culpaba del todo al enano, puesto que la carga que escoltaban era demasiado valiosa, y en campo abierto aquella forma de ser podía hacer que en el futuro no se vieran con imprevistos indeseados. Pero por otro lado, en una ciudad segura, donde eran invitados, igual debía de relajarse algo.

Conforme Gindorel fue avanzando hacia Temüyin, el edain se incorporó en la cama para acabar sentado sobre la cama con las piernas estiradas para ver mejor como se resolvía aquella situación, que se presentaba tensa. Aunque él, de seguro que no iba a intervenir por nada...

Turno 809

... quizás aquella idea fuera el rencor que aun guardaba al bosquimano por la herida que le había causado, y que no se esfumaría tan rápido, si es que alguna vez llegaba a suceder.

Turno 809

Fréagulf miró a Gindorel sorprendido, pero acató la orden y se hizo a un lado aunque miró preocupado la situación. Pero entonces Yves-ashe se negó a apartarse y presupuso que sería para llevarse a Chaka a otro lado.

-Tranquilo, no le harán nada. -Dijo para convencer a Yves, aunque su mirada dirigida a Gindorel buscaba un gesto que le convenciera también a él. -Pero señor, creo que necesitará descansar, Ularico ha dicho que necesita descansar varias horas. Sé que la situación nos urge, pero dejémosle al menos que permanezca en la cama mientras nos cuenta lo que sabe sobre el enemigo. -Miró a Temüdyin que todavía parecía confundido y desorientado. -Tal vez necesite unos minutos para recuperarse.

Turno 809 II

Fréagulf, te creo, pero quiero oírlo de parte del capita, es mas por mi vida que no escapará de aquí, pero lo que se la haya de pregunta, o la información que posea, tendrá que ser cambio suficiente, sea la que sea por su libertad, esta situación era cada vez mas complicada, no voy a permitir que mi hermano salga de esta casa, salvo para salir de la ciudad, o por su propia voluntad, la cual aun estaba algo enturbiada por la conmoción de las heridas sufridas.

Turno 809

Groal observaba la situación en silencio. Después del desaire de Ularico, se quedó algo incómodo y por eso no encontraba una buena forma de participar de la acción.

Cuando llegaron los guardias y la tensión empezó a aumentar, Groal se puso atento a ver qué sucedía. No deseaba que hubieran enfrentamientos, por lo que estaba presto a tratar de calmar los ánimos en caso de que las cosas se caldearan demasiado. Sin embargo, la insistente presencia de los guardias, le parecía desagradable. Hasta donde sabía, eran invitados, y por mucho que en el pueblo no se acostumbre a atrancar las puertas, la privacidad es algo muy importante que ningún buen anfitrión debería pasar a llevar. Entrar sin ser invitado es una falta de respeto. Eso, y que la constante presencia de los extraños no dejaran a la compañía tiempo para decidir en privado qué habrían de hacer en lo próximo, tenían a Groal algo preocupado e incómodo.

Turno 809

Los nuevos golpes sorprenden a Oin que se vuelve rápidamente y de un salto se hace con su martillo que yace sobre el camastro. Al ver la actitud de Draupner se relaja un poco; pero la actitud del capitán y del oriental-bosquimano le ponen nervioso. Ahora, ese tal Chakra o como se llame, combatió hace muy poco en su bando y por tanto es compañero de armas. Y hasta que no se aclare todo este rollo lo tratará como tal. Así que despacio y apartando con los brazos a quien sea necesario, avanza hasta situarse junto al bosquimano. Allí se planta con el martillo junto a su pierna, sin mostrar actitud ofensiva pero con el ceño fruncido y mirando a capitán bajo sus espesas cejas.

- ¿Y bien? Unas preguntas les'á hecho...  - pregunta directamente al capitán apoyando las palabras de Yves y mirando al grandote y a los dos soldados desde abajo.

Turno 809

Gindorel permanecia quieto, sin abrir la boca ni hacer movimiento alguno. Escucho a Yves, luego a Freagulf y vio como Oin se interponia entre el y el supuesto oriental.

- Altivos son tus nuevos amigos Freagulf. - Dijo mirando al enano que se habia colocado con su arma justo delante de el. - A ti, Fresno, no he de darte parte de cuanto concierne a mi o a mis hombres, por tanto no respondere a tus preguntas. - dijo desafiante el capitan. No pensaba decirle sus pretensiones y mucho menos justificar la presencia de los dos soldados, no a un bosquimano extranjero en esa aldea.

Despues miro a Freagulf.

- No hay tiempo, necesitamos saber la informacion que dice tener ese hombre, el enemigo crecera en numero y los refuerzos no llegaran a tiempo - la situacion era critica - tal vez debamos abandonar la aldea, podemos con los sagath, pero si se les suman otros, estaremos perdidos - explico a explorador, sin dirigir una sola mirada a Yves o a Oin.

- He venido hasta aqui para obtener esa informacion, si desea hacerlo desde su cama, me parece bien - dijo seriamente. - No pretendemos hacer daño a nadie, no somos salvajes, Freagulf me ha dado su palabra, y eso entre etheod, es mas que suficiente. - No venian a forzar a Temudyin para obtener informacion, solo a escuchar.

- Ahora enano, mas vale que te apartes - desafio a Oin, pues se tomo bastante mal la accion de este. Ignoro las palabras de Oin.

Turno 809

Oin le mide con la mirada, gruñe y sin dejar de mirarle a los ojos, ni mover su arma, se aparta un paso para dejarle camino hasta la cama. Interrogarle, puede, llevárselo no...

Turno 809

Durante los 20 minutos que transcurrieron entre la marcha de Ularico y la llegada de Gindorel, Draupner aprovechó para hablar con Dorhand. Dejó por un momento la guardia de la puerta y mientras la mayoría seguía arremolinada alrededor del semioriental, se acercó discretamente hacia el anciano y acercándose al oído le dijo - ¿Me acompaña hasta la puerta? Hay una cuestión que es imprescindible tratarla ya. -

* Volvió con el comerciante cerca de la puerta y le invitó con un gesto de la mano a sentarse en la cama en la que él había hecho noche, a fin de quedar sus caras a la misma altura, y allí estuvo hablando con él en voz baja durante unos breves instantes.

** Negando con la cabeza, pero sin decir palabra alguna tras la negativa del comerciante a hablar en aquél momento, el enano volvió al lado de la puerta.

A los nuevos golpeos de la puerta, Draupner se dio prisa en abrir, sin embargo no debió se lo suficientemente rápido por el gesto hosco que le dedicó el Capitán. No se inmutó el enano que sostuvo la mirada. 

Cuando hubieron entrado los dos soldados que le acompañaban, empujó despacio la puerta con el pie para que esta quedara cerrada y no entrase ni el agua ni el frío matinal, sin embargo en esta ocasión no puso la cuña, quedándose pegado a la puerta observando la escena que estaba por llegar.

No le preocuparon las reacciones ni de Fréagulf, ni del explorador, sin embargo cuando Oín tomo aquella cuestión como personal, desde la distancia, sabiéndose que no era observado por los guardias ni por el Capitán que estaban de espaldas a él, le hizo con la mano un claro gesto de que se calmara e hizo un gesto negativo con la cabeza para hacerle entender que aquella no era una batalla que ellos debieran pelear.

Turno 809 II.- Conversación con Dorhand*.

- Señor, recurro a usted pues el señor Egorant ha salido con su amigo y no quiero importunar al Señor Agranil con estas cuestiones. Sé que sus señorías son conscientes de las pérdidas que hemos sufrido. Sé que también lo son de la proximidad de los orientales y que no se les escapa que alguien sabe el valioso objeto que portamos.

Lo he estado meditando y creo que hemos de partir en la mayor brevedad posible. Cierto es que será muy peligroso. Con toda seguridad habrá orientales tratando de impedir el paso de quien quiera que deje este asentamiento, a lo que habrá de añadir a nuestros codiciosos pero invisibles perseguidores. Pero si nos quedamos más tiempo, es posible que quedemos atrapados en medio de la guerra y sin posibilidad de movernos hasta que termine, sea cual sea el resultado.

Solo si estas gentes decidieran incendiar y abandonar Burh Ailgra para unir sus fuerzas a una guarnición mayor, recomendaría la espera, bien porque podamos aprovechas sus fuerzas, bien porque generen la distracción suficiente como para que podamos movernos con algo más de seguridad.

Sé de la dificultad de tomar esta decisión ahora, dadas las recientes pérdidas. Pero desgraciadamente la decisión que se tome ha de hacerse cuanto antes para poder tener entre qué elegir.-

Tras sus palabras calló por si el comerciante quería decir algo, si bien supuso que se levantaría a meditar sobre su advertencia.

Turno 809

Antes de que Gindorel llegara, Draupner se acerco a Egorant y le dijo algo al oido. Asintiendo, el comeridante acompaño a Draupner hasta la puerta, queria hablar de algun tema.

Un breve intercambio de palabras y Dorhand volvio junto a Agranil. No queria problemas, y si era necesario intercederia en la conversacion para clamar los nervios que comenzaban a aflorar. Por suerte Gindorel no buscaba ningun problema, que por otra parte hubiera encontrado con Oin alli delante.

Turno 809

Antes de que Gindorel llegara, Draupner se acerco a Egorant y le dijo algo al oido. Asintiendo, el comeridante acompaño a Draupner hasta la puerta, queria hablar de algun tema.

- Quizas tengas razon Draupner, yo tambien pienso que deberiamos poner tiempo y espacio entre nosotros y los sagath, mas aun cuando el ataque es inminente. - dio la razon Dorhand al enano.

- Pero esperaremos a aver que pasa en la reunion que mantendremos con Machared, en ella sin duda, nos seran revelada mucha informacion. Despues decicidiremos, pero que sepas que estoy de acuerdo contigo.

Espero para ver que tenia que decir Draupner, pero no habia mucho que decidir de momento.

Un breve intercambio de palabras y Dorhand volvio junto a Agranil. No queria problemas, y si era necesario intercederia en la conversacion para clamar los nervios que comenzaban a aflorar. Por suerte Gindorel no buscaba ningun problema, que por otra parte hubiera encontrado con Oin alli delante.

Turno 809

Fréagulf se encogió de hombros. Aquel grupo era desconfiado por naturaleza y no los culpaba por ello, después de lo que habían vivido era de lo más lógico.

-Lo que yo descubrí cuando partí a explorar esa zona es que los sagath esperaban a los aurigas para unir fuerzas en su ataque. -Dijo después, recordando la conversación que habían mantenido en su anterior vuelta varios días atrás. -Al menos esa fue la impresión que me dio. -Miró a Chaka -Pregúntale si es así.

Sería un gran favor que los sagath y los aurigas se enfrentaran entre ellos, mermando las fuerzas de ambos bandos. De ocurrir de ese modo la ciudad no tendría nada por lo que preocuparse, podrían vencer al bando vencedor, mermado y cansado. Y no era tan disparatado que aquellos clanes salvajes se enfrentaran entre si, podrían surgir disputas entre sus lideres o salir a relucir viejas rencillas. Pero algo le decía a Fréagulf que los dioses tenían que ser muy generosos para que aquella circunstancia se diera.