Partida Rol por web

Levanto la vista para mirar a la jovencita, aparentemente cada vez más preocupada por mí y mi estado físico. Tomo aire y la respondo:
- Tienes razón, pero... no querría irme sin saber qué ocurre, qué han podido sacar en claro Zadkiel y Dorothy. ¿Prometes que me llamarás cuando regresen? - le pregunto esperanzado sacando el papel que contiene varios números telefónicos intentando poder darle uno en el que poder contactar conmigo...

Estoy bastante perdido, no sé si sabré llegar a casa de Arnold, si su memoria me permitirá colarme en ella y conocer lo que necesito para no llamar la atención llegando a estas horas, con este mal aspecto... piensa el hombre tristemente.

Hermano Eric, está ud. completamente fuera de control

Uhm... parece que se está mareando. ¡Oh no! Hermano Eric yo le cojo

Walton y Eric me observan con sorpresa, una cara de preocupación, pero solo me encojo de hombros y rápida como nadie pudiera imaginar golpeo al hermano Eric en el abdomen y una "collejita" amistosa tras la cabeza, lo justo para dejarlo fuera de combate. Tal vez sangre un poco.... Tsk... nimiedades

A Walton se le deben abrir los ojos pero recojo a Eric en el aire con auténtica y verdadera cara de angustia, realmente no quería llegar a esto, pero esto pasaba de lo natural a lo paranormal, no era comprensible que alguien tratara así a sus semejantes, menos aún a dos encarnaciones celestiales, menos aún cuando nosotros con nuestras buenas intenciones y buenas palabras hemos intentado sugestionarle para que nos deje tranquilos, no, esto es malo, muy malo, y si para llegar a buen puerto hay que hundir un barco, se hunde

Vaaaya.... creo que se ha desmayado

Zadkiel apenas tuvo tiempo de reaccionar ante la acción de su compañera y se quedó anonadado preguntándose como escurrirían el bulto ante tal acto, pero lejos de quedarse paralizado, reaccionó, dando un fuerte tirón al cajón.

Ahora que ya lo ha hecho no vamos a echarnos para atrás Pensó Vamos con todo el equipo.

En una fracción de segundo, el cajón pareció resistirse, pero pronto el brazo de Zadkiel sintió la inercia provocada por la rotura de la cerradura precedida por un chasquido anunciador, cuando su mano se lanzó hacia atrás a toda velocidad al dejar de tener resistencia. Por suerte, la detuvo antes de sacar todo el cajón de su hueco y dejar caer el contenido en el suelo, poniéndose a la faena en el acto y revolviéndolo todo en busca de algo que pudiera darles cualquier información útil.

Ala... ¿qué hay en el cajón?

Siento al hermano Eric con cuidado en la silla y observo que no tenga ningún daño grave

Finalmente un curso de acción, ambos ángeles, ya al borde de la neurosis, actúan en paralelo, todo ocurre con demasiada rapidez, mientras Evangelia se acerca al hermano Eric, Zadkiel se concentra en sacar de un tirón el dichoso cajón, el último reacciona con rapidez y da un jalón, sus pies se ubican con fuerza, Eric le dedica una mirada alarmada, mientras las manos de Evangelia lo toman por los hombros...

5 segundos, tan solo 5 segundos se necesitaron, Zadkiel se concentra y Eva inclina al anciano para darle un golpe profundo en su abdomen con una rodilla, al mismo tiempo se oye un sonido en estéreo, un doble crujido, y luego unas milésimas de un profundo silencio, como si pasaran horas enteras... luego, el viejo Eric, exhala con fuerza y tose, algunas manchas de sangre caen al suelo, y Eva lo sostiene. En esos instantes, Zadkiel sale disparado hacia atrás, sosteniéndose apenas, mientras el cajón cae al suelo con un estruendo metálico y seco que golpea.

Evangelia sostiene al viejo y lo ubica sobre la mesa, sus ojos están cerrados y la habitación en silencio, se percata que... ya no respira, un hilillo de sangre cae por su boca, y su cuerpo inerte, apenas si se queda sentado... su alma, está ahora con Dios, aparentemente...

Zadkiel, por su parte, observa el contenido, que parece ser una mezcla de cosas, papeles con varias anotaciones a mano, dibujos que valdría la pena revisar, una revista pornográfica (Penthouse por si interesa), una peinilla y algunas fotos en un pequeño montículo...

Justo cuando Eddgar acordaba retirarse y Anastacia sonreía satisfecha, es cuando ambos, poseedores de los sobrenaturalmente agudos sentidos angelicales, lo sienten. Son dos sonidos que vienen del fondo, seguramente de donde están los ángeles, el primero es un clic, apenas audible y casi metálico y luego... es un golpe de propiedades igualmente metálicas, seco, y un poco más fuerte, como el de algo que cae al suelo...

Luego, los murmullos de los ancianos regresan a ocupar el sitio, ellos no se han dado cuenta de lo sucedido y siguen en su charla y en su espera y vigilia.

- ¿Has oído eso? - le susurro a mi compañera cuando estaba a punto de levantarme del banco.- Creo que será mejor que vayamos, llevan largo rato ahí dentro y me empiezo a preocupar más por ellos que por mi estado físico...

Acto seguido, cojo de la mano a la muchacha y la arrastro tras de mí hacia el lugar por el que desaparecieron Walton y Dorothy con intención de irrumpir en el despacho sosteniendo que se hace tarde ya.

Vaya, no quise darle tan fuerte, creo que no respira

Compruebo que efectivamente no respira, y compruebo el pulso, pero seguramente se haya detenido también, así que le abro la camiseta y subo sobre él en la mesa mientras continúo hablando tranquila

Sin embargo todo esto nos deja algo claro, no era un devoto seguidor de Dios

Lujuria.... No cometerás actos impuros... le dijimos a Moises, y elos aquí, unos cuantos milenios y ya se les olvida, que poca verguenza

Comienzo con precisión y ritmo el masaje cardíaco al hermano Eric con tal de que su corazón vuelva a latir, con tal que sus pulmones vuelvan a ensancharse para volver a perfundir todas las células de su cuerpo y poder llevar a cabo el milagro llamado: Vida

Debes buscar qué sucederá mañana, alguna pista que nos indique donde está el hermano Eric, pues estoy convencida que ése impío pecador debe haber sido poseído por un demonio o peor, sea un pecador por él mismo, debe haber algún indicio aquí.

Walton parece tranquilo con mi acción, parece que confía en mí, sin embargo espero no turbarle cuando le pregunto

Oye, ¿Tú sabes algo de primeros auxilios?

Me sobresalto al oír eso. ¿Un disparo? No podía ser. Provenía de donde estaban los chicos. Eddgar me preocupaba. No creía que su estado físico soportara mucho mas sin vencerlo, pero era importante que vayamos. Paso su brazo por sobre mi hombro para ayudarlo y me dirijo hacia donde estaban mis compañeros. Preocupada y con el ceño fruncido. Ninguno tenia armas ni poderes para ayudar a los demás. Y eso era una mala señal. Esperaba que por lo menos Dios se pusiese de nuestra parte.

-¿Yo? Ni idea. alcanzó a susurrarle Zadkiel a Eva antes de gritar intentando aparentar sorpresa ¡Oh dioh mío! ¡Elermanou Eric sa dehmayao, tienen que´ ayudarle!.

Acto seguido aprovechó para mirar con detenimiento todo lo que había esparcido por el suelo y su mirada no consiguió evitar fijarse en la Penthouse.

¿Hombres de Dios? Me jugaría las alas y el aro a que no es así... o bueno, mejor no, mejor que los de arriba no me pillen apostando. Pensó al ver otra evidencia de que en esa iglesia no se cocía nada bueno.

Antes de que nadie pudiera detenerle, echó mano a los papeles, los dibujos y las fotos e intentó salir corriendo del despacho al grito de:

-¡Avisen a un médicou, el hermanou Eric sa dehmayau y parece ehtar mú mal! Corrió hacia fuera, en dirección a sus dos compañeras que debían continuar esperándoles.

La situación se sale de las manos de todos, de repente, papeles bajo el brazo, y prisa, el bueno de Zadkiel, sin perder su acento, sale raudo y veloz a avisar que el hermano Eric se ha "desmayado". Su voz resuena por los pasillos, tratando de llamar a sus compañeros, pensando que estarían ubicados a buena distancia, pacientes desde su lugar...

-¡Avisen a un médicou, el hermanou Eric sa dehmayau y parece ehtar mú mal!

Más, a mitad del trayecto entre la oficina y el podio de la improvisada capilla, se encuentra el moreno con los otros dos, Anastacia con rostro consternado, Eddgar algo exhausto pero al frente, arrastrando a su compañera hacia el sitio, y durante el fugaz momento en que los tres (y Evangelia, que ha tenido al oportundidad de verlo todo desde la puerta entreabierta de la oficina del pastor), comprenden que se han reencontrado, y no precisamente por el escándalo que ha armado Zadkiel.

Todo ha ocurrido demasiado rápido, incluso para un ángel, así que, tras el silencio del preludio, las voces irrumpen para informarse de lo sucedido...

Unos esperan que no haya pasado nada malo, los otros tan solo tienen esperanza en estar haciendo lo correcto...

-¡Rápido! ¡Tenemos que llevarnos estos papeles de aquí para consultarlos y ver si nos aclaran algo. Les dice Zadkiel en un susurro a sus dos compañeros, repartiendo lo que había cogido entre los tres ángeles. Eva acaba de dejar fuera de combate a Eric, llamemos a una ambulancia y larguémonos con viento fresco de este lugar antes de que todo se complique más de lo debido Termina diciendo freneticamente a causa de los nervios.

Será mejor estar lejos cuando llegue alguien a atender a Eric, si nos volvemos a encontrar con esos policías, nuestra misión se puede poner reálmente dificil.

Zadkiel miró hacia atrás para hacerle una señal a Eva con la mano, apresurándola para salir de allí cuanto antes.

Me sobresalto al ver salir casi corriendo a Walton de la puerta por la que se fueron. Cuando se acerca a mí y a Anastacia, nos susurra algo que enciende mi aletargada mente y, cogiéndole al moreno por el brazo le acerco y le respondo en susurros para que la jovencita lo oiga también: - Justo estábamos a punto de irnos y los demás lo saben así que venga, ocultad el papeleo y salgamos por patas con la excusa de llamar a la ambulancia. - Tras decir esto, echa a correr hacia la puerta a la par que les grita a los desconcertados ancianos que miran al grupo sin saber muy bien qué hacer:
- Eric se ha desmayado allá dentro, id a socorrerle mientras llega la ambulancia, ¡vamos a salir a llamar a una ahora mismo!

Eric estaba muerto... me habia pasado un poco, sus costillas estaban rotas... espero fuera por la osteoporosis, podría haber sido una caída tonta. Aunque posible, será dificil explicar esto, uhmmm tal vez seamos como los testigos de Jehová y en esta secta no se hagan autopsias.

Tras luchar un rato por la vida de Eric recojo con un pañuelo la sangre de su boca, lengua y suelo y salgo con los demás con una cara realmente afligida, no esperaba estuviera tan jodido, y pensaba que yo estaba más oxidada

Ups

Walton márchate, desaparece - Insto dándole unos empujones

Llama a una ambulancia - Indico a Eddgar y girándome a Anastacia

Y tú.... ¿¿a ti que te pasa??

Zadkiel no se lo pensó dos veces, y ante las palabras de Eva, aceleró el paso para salir de allí. Ya habría tiempo de reunirse con ellos más tarde para consultar lo que acababa de coger.

Sin tiempo de terminar de repartir los papeles, los aferró con fuerza y salió de allí, con la intención de esperarlos en cualquier calle cercana a la iglesia que le pudiera ofrecer una buena vista del edificio para reunirse con sus compañeros en cuanto estos lo abandonaran, cosa que esperaba fuera a ocurrir pronto.

Salió deprisa, pero sin correr para no llamar excesivamente la atención

Ay, ay, ay, ay... espero que no hayamos metido la pata con esta actuación pensó lamentándose. Solo espero que al menos, estos papeles nos proporcionen información útil, o de lo contrario todo habrá sido para nada.

Salí corriendo tras Walton llevándome conmigo de la mano a la jovencita Anastacia pues no comprendía la forma en que Eva le acababa de hablar y, tras lo escuchado, prefería poner a salvo a mi jóven compañera.
Cuando salía por la puerta de la iglesia corriendo como no lo había hecho nunca (de veras, si yo creo que nunca había corrido así hasta ese día) pude oír algunas voces, de los ancianos supuse.

Observo helada lo que ocurrió. No entendía nada de lo que pasaba. ¿Eva había matado al cura? No podía ser, algo tenia que estar pasando. Respiro profundo y me acerco al cuerpo. Mi Señor era el sanador de los enfermos y moribundos y yo no podía irme de allí sin haber hecho todo lo que estaba a mi alcance. Tomando la decisión me acerco a toda velocidad, arrodillándome al lado del cuerpo y tomando su pulso. Era lo primero que debía hacer antes de empezar a curarlo.